Capítulo 4 Entre lazos y conflictos

Lucía no podía creerlo cuando recibió la llamada de confirmación: había sido seleccionada para colaborar en un proyecto educativo gestionado por la fundación donde trabajaba Gabriel. Aunque su corazón se agitó al pensar en él, también sabía que esta oportunidad era crucial para demostrar su capacidad y avanzar en la vida, lejos de las sombras que su padrastro había dejado sobre su hogar.

El primer día en la oficina de la fundación, Lucía llegó temprano, con una mezcla de nervios y entusiasmo. Gabriel estaba allí, dirigiendo la reunión de bienvenida. Su profesionalismo y carisma la desarmaron, pero ella se esforzó por mantener la compostura. Durante la reunión, él apenas la miró, manteniendo un aire distante, lo que la hizo sentir que la advertencia de mantener distancia seguía en pie.

A medida que pasaban los días, la interacción entre ellos se volvía inevitable. Gabriel, aunque reservado, reconoció rápidamente la inteligencia y la dedicación de Lucía. Por su parte, Lucía se encontraba entre la atracción cada vez más evidente y la incertidumbre que él representaba. Había momentos en que sus miradas se cruzaban, cargadas de una tensión difícil de ignorar, pero Gabriel siempre parecía encontrar una forma de desviar su atención.

Todo parecía ir bien hasta que Carla, quien siempre había sentido celos de Lucía, se enteró de su participación en el proyecto. Carla, con sus habituales comentarios sarcásticos y gestos calculados, decidió intervenir. Una tarde, durante una pausa en la oficina, Carla apareció inesperadamente.

"Lucía, ¡qué sorpresa verte aquí!" dijo Carla con una sonrisa que no llegaba a sus ojos. "Espero que no te estés involucrando demasiado con... ciertos colegas. Dicen que no siempre son lo que parecen."

Lucía la miró con incredulidad, sintiendo la insinuación detrás de sus palabras. "Estoy aquí para trabajar, Carla. No sé a qué te refieres, pero no tengo tiempo para chismes." Su respuesta firme dejó a Carla sin argumentos, pero no dispuesta a rendirse.

Esa misma semana, Carla se las arregló para involucrar a Lucía en un error administrativo del proyecto, intentando desacreditarla frente a Gabriel y los demás líderes. Lucía, con la ayuda de su primo Álvaro, logró resolver el problema y demostrar su inocencia. Gabriel, aunque impresionado por la forma en que Lucía manejó la situación, no pudo evitar sentirse culpable por la presión que ella enfrentaba.

En una conversación después de la reunión del equipo, Gabriel finalmente rompió su barrera distante. "Lucía, quiero que sepas que confío plenamente en tu capacidad. Este trabajo no es fácil, pero tienes algo que muchos aquí no tienen: determinación." Sus palabras hicieron que el corazón de Lucía latiera con fuerza.

Sin embargo, justo cuando parecía que su conexión podía fortalecerse, Gabriel se alejó nuevamente. "Pero hay cosas que no puedo compartir contigo. No quiero que te involucres en algo que pueda lastimarte." Lucía, frustrada pero decidida, prometió demostrarle que podía enfrentarse a cualquier obstáculo, incluso si eso significaba descubrir los secretos que él ocultaba.

Mientras la tensión crecía entre ellos, Carla no se daba por vencida, y Álvaro comenzaba a sospechar que Gabriel no era solo un hombre misterioso, sino alguien que podría cambiar la vida de Lucía, para bien o para mal.