Capítulo 5 Lazos oscuros

La oficina de la fundación estaba tranquila aquella tarde, pero en la mente de Lucía, las palabras de Gabriel seguían resonando: "Hay cosas que no puedo compartir contigo." Su intuición le decía que él estaba protegiendo algo más grande que su relación profesional con ella. Esa sensación de misterio la mantenía alerta, y también comenzaba a despertar en ella la necesidad de respuestas.

Esa misma noche, Gabriel apareció en una reunión privada del equipo. Lucía no esperaba verlo allí, ya que había sido anunciado como un encuentro entre los jefes del proyecto. Sin embargo, su presencia parecía justificar algo mucho más serio. Al terminar, Gabriel se acercó a Lucía, con la misma mirada enigmática que siempre lograba desarmarla.

"Lucía, tengo que decirte algo," comenzó, con un tono grave. "No sé cuánto sabes sobre tu padrastro, pero... su papel en esta comunidad es mucho más complejo de lo que aparenta."

Lucía, sorprendida, lo miró sin saber cómo reaccionar. "¿A qué te refieres, Gabriel? ¿Cómo estás involucrado tú?"

Gabriel hizo una pausa, como si las palabras le pesaran demasiado. Finalmente, continuó: "Hace años, mi familia tuvo negocios con él. Fue en una época donde creímos que teníamos un propósito común, pero nos dimos cuenta de que no compartíamos los mismos valores. A día de hoy, sigo intentando reparar los daños que esa relación causó en mi vida... y en otras vidas también."

El peso de sus palabras cayó sobre Lucía como un balde de agua fría. Por un instante, las piezas comenzaron a encajar: las advertencias de Álvaro, el comportamiento controlador de su padrastro, y ahora, la conexión directa con Gabriel. "¿Por qué me dices esto ahora?" preguntó, intentando contener la mezcla de miedo y desconfianza que crecía dentro de ella.

"Porque necesitas saber con quién estás tratando," respondió Gabriel, mirándola con sinceridad. "Sé que te preocupa tu familia, y quiero que sepas que, aunque quiera protegerte, hay cosas que no puedo cambiar. Solo quiero que tengas cuidado."

Esa noche, Lucía decidió acudir a Álvaro para compartir lo que Gabriel le había revelado. Su primo, como siempre, estaba dispuesto a ayudarla, aunque esta vez parecía más preocupado de lo habitual. "Esto confirma mis sospechas," dijo Álvaro, cruzándose de brazos. "He estado investigando a tu padrastro, y los documentos que encontré muestran transacciones con nombres que no tienen sentido... y uno de ellos es el de Gabriel."

La revelación dejó a Lucía sin aliento. "¿Estás diciendo que Gabriel podría seguir relacionado con él?" preguntó, incapaz de ocultar su inquietud.

"No lo sé aún," admitió Álvaro. "Pero lo voy a averiguar. Y tú, Lucía... ten cuidado. Gabriel puede ser atractivo y convincente, pero también es peligroso estar cerca de él si sigue enredado en este lío."

Mientras tanto, Carla, quien seguía molesta por no poder opacar a Lucía en la fundación, comenzó a notar la creciente relación entre ella y Gabriel. Con su habitual determinación celosa, decidió buscar su propia manera de interferir, acercándose a otras personas dentro del círculo del padrastro.