uerta sucedió como lo imagino: su padre ahora envío a un sirviente con más retrato, logro escapar por la ventana.
-Su alteza, abra por favor-el sirviente golpeaba la puerta con desesperacion, el rey lo amenazo con azotarlo y reducir su salario por tres meses si no conseguia convencer al principe.
Al poco rato el guardia regreso con el muñeco de nieve, sus manos las tenía rojas por el frío que tuvo que pedirle ayuda al sirviente de sujetarselo para frotarlas y entrar en calor.
-Oye Mihas que clase de muñeco es este, con que lo armaste
-De nieve, ok y como me quedo
El sirviente no encontró las palabras adecuadas para dar su opinión, lo único que veía era un montocillo de nieve que parecía que lo recogieron de un cubo de hielo y lo demolieron a golpes con dos ramas secas que seguramente eran los brazos , en medio del montocillo fueron colocadas dos hojas secas y en medio de ellas una piedra triangular. '''Sera esto su rostro''-penso incrédulo el sirviente.
Durante media hora esperaron frente a la puerta por recibir indicaciones pero todo pertenecía igual de silencioso, harto ya de esperar el guardia pateó la puerta apresar de las quejas del sirviente, pero al entrar se dieron cuenta de que la ventana estaba abierta "el principe se escapó como siempre lo hacía''. Mientras el principe trepo el muro del palacio alcanzó a escuchar el grito del sirviente tenía que alejarse lo más rápido posible antes de que su padre enviará su ejército.
Actualmente......
Axelis tenía fuertes dolores de cabeza por imaginarse a su padre furioso , Axelis cree que su apariencia tiene la culpa porque cada día aumentaban sus pretendientes pero se alejaban rápido cuando les lanzaba una mirada asesina o las mandaba a los burdeles cuando tratarán de seducirlo, tenía planeado visitar los burdeles por coquetear con mujeres y dañar se reputación pero sus ansias por encontrar a esa hada lo obligo a seguir investigando. Levantandose de la cama se paró frente al espejo pegado a la pared, en el reflejo mostraba a un hombre apuesto de veintiseis años de piel pálida, ojos de gato color verde oscuro y el cabello largo pelirrojo, además de tener un rubí rojo en medio de la frente, el cuerpo muy tonificado por los años que lleva entrenando la espada y artes de defensa. No entendia en que atraía a las mujeres si su belleza era arruinada con una larga cicatriz que le llegaba de la frente pasando en medio de la nariz y terminando cerca de su ojo derecho, en el campo de batalla cubría su rostro con un Yelmo o en la audiencia de la corte usaba una máscara. Aunque no lo sabía su atractivo era parecido al de un ángel caído y la cicatriz parecía más que una decoración, recordó que la cicatriz fue hecha mientras luchaba con un dragón por obtener sus huevos dorados, la cicatriz desangro por un mes y su padre llamo a todos los médicos del rey por intentar curarlo. Una vez un mago le contó que la única forma de curarlo era atreves de los poderes curativos de las hadas, pero solo quería curar su herida hasta encontrar al hada.
Axelis se asustó al escuchar un quejido que le hizo tratar de tomar la navaja de su cinturón, desde niño siempre traía un arma consigo por si era atacado por los asesinos pero no ocurrió nada, parece ser que la chica estaba por despertar, cuando se aproximo solo noto que se dió la vuelta para dormir ahora podía ver claramente su rostro. Le dieron ganas de besar esos labios tan rojos y de tocar su blanca piel, porque le atraía tanto? Desde hace años considero a las mujeres como basura por ser tan débiles, lo que más odisba era verlas temblar de miedo rogándole misericordia cuando lo hacían endurecer o escucharlas llorar cuando rechazaba sus sentimientos; en cambio está joven era distinta no se mostraba asustada o llorando solo dormia tranquila sin notarlo.
Su rostro enrojecido al ver que su camisa blanca se le subió dejando ver su vientre, casi le sangra la nariz por ver un poco del encaje de su brasier y de ver los botones desabrochados de su pantalón , quería apresurarse a componer sus prendas pero el tatuaje de su cadera le llamo la atención, una rosa roja con pequeños fragmentos de piedras preciosas en sus pétalos al tocarlo con su dedo el pareció ver qué el tatuaje brillaba y que se esparcian pétalos de rosas por el lugar; un olor fragaente le llegó a la nariz que le hizo perder la razón e hiciera que se balanceara sobre la chica, parecía como si lo hechizaron porque su cuerpo no respondía y sentía más atracción por el cuerpo de la chica, en unos segundos después al chica despertó al sentir que la tocaban se asust.ó al ver que un hombre le desgarro la blusa y el sostén sin dejar de besarla.