Tres años. Mil noventa y cinco días.
Ese fue el tiempo que esperé a Mateo. Mi Mateo. El hombre al que amaba, el agente del GEO que se fue a una misión encubierta en Marbella, prometiendo volver para casarse conmigo.
Yo, Sofía Montes, la restauradora de arte más reputada de Madrid, la heredera de un ducado andaluz, puse mi vida en pausa por él.
Hoy era el día. Su misión había terminado.
Estaba en mi taller, limpiando un pincel con una delicadeza que no sentía, cuando mi móvil vibró. Era un número desconocido, pero mi corazón se aceleró. Podría ser él.
Pero no lo era. Era la llamada que lo cambiaría todo.
La voz de Mateo sonaba clara a través del teléfono de su compañero, que se había conectado por error a los altavoces de mi coche mientras yo conducía hacia casa. Yo no dije nada, solo escuché, paralizada.
"Tío, ¿estás seguro? ¿Sofía no sospecha nada?", preguntó la voz de su colega.
Hubo una risa corta y seca de Mateo. Una risa que nunca le había oído.
"¿Sofía? Ella confía en mí ciegamente. Cree que he estado tres años jugándome el pellejo en Marbella. No tiene ni idea de Carla."
Carla.
"¿Y el niño? Joder, Mateo, tienes un hijo. Eso es una locura."
"El crío está a punto de cumplir tres años. Es la única palanca que tiene Carla contra mí, pero lo tengo controlado. En cuanto me case con Sofía y asegure mi posición, me desharé de ellas. Un pago generoso y adiós."
El mundo se detuvo. El claxon de un coche detrás de mí me devolvió a la realidad. Estaba parada en medio de la Gran Vía, con el semáforo en verde.
Un hijo. Un hijo de casi tres años.
La misión no era una misión. Mi vida era una mentira.
Llegué a mi apartamento de forma automática, mis manos temblaban tanto que apenas pude meter la llave en la cerradura. Dejé caer el bolso y las llaves al suelo. No lloré. El shock era un bloque de hielo en mi pecho.
Saqué mi teléfono. No llamé a Mateo.
Llamé a mi abuelo, el Duque de Montes.
"Abuelo."
Mi voz sonó extraña, metálica.
"Sofía, hija, ¿qué ocurre?"
"Acepto."
Hubo un silencio al otro lado de la línea.
"Acepto el matrimonio con Javier Valles. El heredero de las bodegas. Por favor, arréglalo. Lo antes posible."