Capítulo 4 Capitulo 3 Esperanza

Trevor practicaba el tiro al blanco con sus llamaradas como hacia todos los días. La sala de tiro y practica era sorprendentemente grande, era casi ridículo que un lugar así estuviera en un edificio. Cada vez se hacia mejor y ya podía disparar a blancos a cien metros de distancia. Trevor imaginaba que los blancos eran la cara de la doctora Vraria y del Supremo. La cabeza le dolía por los auriculares pegados a sus orejas.

Había pasado una semana desde que Trevor obtuvo su poder por primera vez y todo lo que había pasado a continuación fue desgracia tras desgracia. La primera noche apenas pudo dormir y tuvo una y otra vez el mismo sueño del fuego.

Todos los días, siempre a la misma hora (aproximadamente a las seis de la mañana) era despertado por un alarma automática que le obligaba a levantarse y prepararse para las pruebas del día. Cada día lo alimentaban con la misma comida, unos suplementos y una especie de emparedado de color verde (por completo, incluso el pan) sin ningún tipo de sabor, le hacían alimentarse tres veces al día sin cambiar el alimento ni una vez.

Después de que desayunaba, era llevado por pasillos que eran tan iguales, que era imposible adivinar donde estaba, a veces llegaban a un piso y lo hacían recorrer pasillo tras pasillo por horas hasta llegar a la sala correspondiente. La sala siempre era igual, pero nunca era la misma, eso lo sabia, y como siempre en la sala lo esperaban la doctora Vraria y Supremo con sus sonrisas inhumanas.

-Bien, bien, bien mi querido Trevor, esta vez tenemos unas pruebas que te encantaran -decía sin falta la doctora cada vez que veía a Trevor al comenzar el día.

Al parecer Trevor era una especia de proyecto único, porque Vraria se suponía que era la directora de investigación. Pero nunca dejaba de faltar a sus sesiones de prueba que duraban todo el día y el Supremo que supuestamente debía estar salvando personas por todo el mundo, nunca se movía del lado de la doctora.

El primer día había sido tranquilo, la mayor parte de las pruebas consistieron en exámenes físicos y psicológicos, como revisar sus constantes vitales y hacerlo correr en una caminadora por varias horas... Pero el segundo día fue peor.

Cuando llego a la sala al segundo día, lo hicieron que se apresara en una cama de metal con grilletes mecánicos (exactamente igual a la primera vez) y sin ningún aviso, le volvieron a inyectar el complejo NHRI-1 en su brazo... Y otra vez fue uno con las llamas. Su cuerpo volvió a convertirse en fuego y su mente volvió a llenarse de pensamientos de destrucción y muerte, las voces otra vez trataron de controlarlo. La segunda vez no fue mejor que la primera, pero si peor, el dolor fue mucho mayor y el tiempo que su cuerpo tardo en quemarse por completo fue mas largo. Agonizo por mucho mas tiempo y las voces se volvieron mucho mas desgarradoras.

-Mmm... Parece ser que tendremos que aumentar las dosis... -Había dicho Vraria.

A partir de ese día, todas las mañanas era llevado a la misma sala (que no era la misma) y lo inyectaban con el complejo para convertirlo en fuego. Cada vez era peor, no por el dolor, sino por las voces en su cabeza que cada vez eran mas insistentes y poderosas.

«Quema, quema quema...» repetían las voces una y otra vez cuando se transformaba e incluso cuando no usaba sus poderes. Cada vez que se convertía en fuego, se desmayaba del dolor y el agotamiento y cada vez despertaba en una nueva sala donde la doctora lo esperaba para su nueva prueba.

-Al parecer tu cuerpo entra en un estado de tremendo agotamiento cuando dejas de estar en llamas... Y por momentos es como si todo tu cuerpo dejara de funcionar... E incluso parece muerto, tus células dejan de moverse y tu cuerpo se mantiene inactivo por segundos, como si las células descansaran de las altas velocidades en las que se mueven pero después de un rato, tu cuerpo vuelve a calentarse y tus llamas vuelven a nacer... ¡Que fascinante! -Esa era la explicación de la doctora para sus desmayos, algo que Trevor había deducido sin ser científico.

Cada día las pruebas que hacia eran distintas. Al tercer día habían probado con quemar a Trevor con un fuego que no fuera el suyo. Así que lo amarraron y lo prendieron en fuego como si fuera un pedazo de madera... Y sorprendentemente, Trevor sentía solo una pequeña calidez, casi como si se estuviera calentando cuando hace frio e incluso se sentía mas fuerte, como mas lleno de energía. Y de alguna forma su cuerpo quedaba completamente intacto, sin ningún tipo de quemadura... Lo mas extraño de todo es que el fuego no se apagaba solo, sino que Trevor lo absorbía con su cuerpo. Podía sentir como el fuego entraba por sus pulmones y recorría todo su cuerpo. Como si su cuerpo fuera un horno que se llenara con mas llamas. Aunque eso no había quitado el miedo que sintió cuando estaban a punto de prenderlo vivo en fuego.

-¡Increíble!, tu cuerpo tiene la capacidad de absorber fuego natural y utilizarlo como un tipo de combustible para tu propio cuerpo... ¡Alucinante! -Después de eso, lo obligaron a absorber fuego una decena de veces para ver hasta que punto su cuerpo podía aguantar... Y por lo que parecía, no tenia limite... Solo había un pequeño problema, mientras mas llamas absorbía, mas fuertes eran las voces en su cabeza y mas incontrolable se sentía- Dios santo... Eres casi como un horno industrial.

Al cuarto día dejaron de darle comida, al parecer querían probar si era capaz de sobrevivir a base de consumir solo fuego. Ese mismo día cuando se transformo, sintió su cuerpo mas incontrolable y poderoso, mas bestial y las voces mas estruendosa, las llamas eran mas erráticas y salvajes. Después de que apagaron sus llamas, lo llevaron a aquel centro de entrenamiento y lo obligaron a practicar distintas cosas.

-Bien, por ahora deberás de aprender a controlar la manera en que tu fuego es expulsado y utilizado y tratar de acostumbrarte a el -Lo hicieron hacer distintos trucos con el fuego. Mover las llamas a voluntad, expulsar solo una pequeña cantidad de llamas, absorber una cantidad especifica de fuego, tratar de imbuir cosas en fuego, mantener una llama activa por varias horas, modificar la potencia de las llamas expulsadas e incluso lo hicieron apagar un incendio entero a través de absorber todo el fuego, lo único que tenia que hacer, era entrar en contacto con este y podía sentir como el fuego se volvía uno con el.

Lo obligaban a realizar distintas pruebas y no podía quejarse, pero eso lo ayudo un poco. Trevor aprendió poco a poco a controlar el fuego, podía expulsarlo tan rápido como si fuera una bala o hacer que se moviera tan lento como una tortuga, podía mantener una llama activa por el tiempo que fuera sin cansarse, podía soportar altas temperaturas sin sudar, podía absorber fuego como si fuera comida y podía moverlo como si fuera una mano o un pie y como ya sabia, no podía darle ordenes tan especificas, debía controlarlas como si fueran parte de el.

-Interesante, El fuego que expulsas esta hecho de tus células, es literalmente parte de ti, como si fuera sangre que saliera de tu cuerpo, no están vivas, pero están hechas de material orgánico que sigue las ordenes de tu cerebro, como si un conjunto de tus células se separara de tu cuerpo pero siguiera siendo controlado por tu sistema nervioso a pesar de no tener neuronas -Vraria acostumbraba a explicarle cosas como aquella sobre sus poderes todos los días, como si fueran compañeros investigadores, como si a Trevor le emocionara escuchar lo que dijera o le interesara algo de lo que dijera. Cada día su odio por ella aumentaba.

Al sexto día sin comer o beber en absoluto, Trevor no se sentía cansado o hambriento, pero si inestable, muy inestable... Aquel día su cuerpo se quemo mucho mas rápido, pero fue mucho mas difícil apagarlo, tardaron casi media hora en extinguir el fuego de su cuerpo y durante ese tiempo, la mente de Trevor era consumida por los pensamientos y gritaban de desespero por seguir existiendo. Las llamas no querían apagarse y tuvieron que aumentar la potencia del extintor. Aquel día lo hicieron probar otra vez sus llamas en tiro al blanco. Trevor ponía la palma hacia adelante y expulsaba el fuego como un tiro de pistola, el problema es que su puntería era muy mala y solo daba en el blanco cuando primero hacia que la llama saliera y luego le ordenaba que golpeara el blanco (un proceso mucho mas lento). Aquel día, las voces no dejaban de replicar en su cabeza, su mente estaba aturdida, no podía pensar bien y no lograba escuchar el monologo de la doctora... Y como una pequeña chispa que crea un gran incendio, Trevor fue derrotado por las llamas y consumido, convirtiéndose por segunda vez en ese día en fuego.

Trevor no estaba consciente, pero si recordaba lo que había querido hacer en ese momento... Quemar a Vraria y matarla... Y eso hizo o al menos, eso hizo el fuego. Exploto como una gran bomba y todo el lugar se lleno de fuego, su cuerpo se volvió a distorsionar y lo consumió todo, la sensación fue sublime, casi embriagadora... Hasta que vio que la doctora no había sido quemada y que el Supremo la había protegido con su cuerpo que ahora estaba totalmente quemado por la mitad. Después de eso, sintió como se quedaba sin energía y sus llamas se apagaban.

-Interesante, tu cuerpo puede quemarse por si solo sin necesidad del complejo si tiene la suficiente cantidad de fuego... Interesante... -dijo la doctora antes de que Trevor se desmayara. Ya sabia porque el superhéroe siempre estaba al lado de la doctora.

Al siguiente día y los días que vinieron después, dejaron de alimentarlo con fuego, no querían que se volviera incontrolable otra vez y también para mantenerlo mas tranquilo ya que estaba seguro que en la comida le administraban drogas... Y eso no fue lo único que hicieron. Al quinto día, decidieron no hacer ninguna prueba y lo llevaron a un cuarto parecido a una sala quirúrgica.

-Bien, ya estas aquí... -dijo la doctora de manera «cariñosa».

-¿Que... Que hago aquí? -pregunto Trevor con temor.

-Bien, como podrás suponer, nos preocupa que te vuelvas demasiado inestable, así que... Bueno, necesitaremos algunos retoques en tu cuerpo... -Al terminar la frase, la mujer le inyecto algo directamente al cuello y fue como si su cuerpo dejara de responderle. Sus piernas se convirtieron en espaguetis y cayo al piso. El Supremo lo recogió como si no fuera nada y lo puso en la cama de metal. Trevor trato de expulsar sus llamas, pero no podía ni siquiera mover sus manos y el fuego no era capaz de salir por ninguna parte de su cuerpo, como si por dentro las llamas fueran encadenadas y dejaran de moverse, ya no sentía el fuego moverse por sus venas. Trevor grito y grito, aunque sabia que nadie lo escucharía- Tranquilo pequeño, solo haremos una simple cirugía, no sentirás ningún tipo de dolor. Lo único que sucederá será que pegaremos estos bebes a tu cabeza -La mujer llevaba unos auriculares en las manos, parecidos a los que usan los youtubers o los jugadores profesionales de videojuegos. Los auriculares eran de color negro con detalles de color rojo y naranja.

-¿Qué hacen...? -pregunto Trevor ilusamente.

-Bueno, son muy buenos para cuando quieres escuchar música o jugar algún videojuego y comunicarte con tus amigos, incluso tiene un micrófono instalado dentro con el cual puedes hablar y reproducen la música en una alta calidad -dijo Vraria sarcásticamente mientras se reía de su propia broma-. También tiene una característica muy especial, veras, estos auriculares están hechos del mismo material que tu uniforme, uno que les permite evitar ser destruidos y adaptarse a tu cuerpo cuando te transformas en fuego y bueno, tienen la increíble cualidad que con ellos podremos escuchar todo lo que digas y cada vez que menciones algo innecesario o te salgas de control, estos bebes te aplicaran una corriente de energía cercana a la necesaria para matar a un humano normal... ¿No es increíble la tecnología? -Vraria se rio con su típica risa asquerosa.

-¡Espera!, ¡no pueden hacer eso!

-Shh, claro que podemos, tu me perteneces... Ya pueden entrar -De repente por la puerta entraron varias personas vestidas con trajes protectores y ropa quirúrgica.

Trevor grito todo lo que pudo, pero nadie parecía importarle... Aun recordaba el dolor que sufrió cuando le pusieron los auriculares. Primero le cortaron ambas orejas y pudo sentir el escalpelo cortando la piel y el cartílago, como separaban las orejas del cráneo poco a poco. gritaba de dolor y lloraba, pedía por ayuda a pesar de que sabia que nadie lo haría, era algo instintivo del humano, no podía evitarlo.

-Vamos, tranquilo... Dolor no... Disminuido... -Trevor no podía escuchar todo lo que decían, escuchaba un pitido que golpeaba su cabeza y solo alcanzo a entender algunas palabras.

Cuando le quitaron las orejas por completo, pudo ver como las ponían en unos frascos transparentes dentro de un liquido azul, su cabeza era atormentada por un dolor absurdo... Pero luego vino el verdadero sufrimiento, sacaron un taladro y literalmente le taladraron la cabeza mientras estaba consciente, sintió como la punta del taladro giraba y retorcía su piel, como los tornillos eran apretados en su cráneo y las puntas que sobresalían de los auriculares atravesaban sus músculos hasta llegar al hueso. Sentía como el metal se clavaba en su cabeza. Ya no podía escuchar nada y lo peor de todo es que no se había desmayado, estaba tan despierto como nunca, probablemente por culpa de lo que le inyectaron... Nunca jamás en su vida había pasado por tanto dolor, ni siquiera cuando se quemaba... Podía sentir como iba perdiendo poco a poco la cabeza. Cuando terminaron, había pasado ya una hora mientras lo mantuvieron en observación hasta que lo liberaron de los grilletes y Supremo lo cargo devuelta a su cuarto como si fuera un niño pequeño.

Por el camino, Vraria comenzó a tocar su cabeza, como inspeccionando que todo estuviera bien, también dijo algunas palabras, pero el no podía escuchar nada. Tuvo que pasar un día entero en cama hasta que volvió a escuchar, aunque no tan bien como antes, al menos podía escuchar su propia voz. En ese momento quiso decir un montón de cosas, solo para poder decirlas en voz alta, pero no alcanzo a decir ninguna...

«Odio este lugar, odia a esa mujer, odio a los superheroes... -pensó Trevor-. ¿Por que tuve que aceptar la invitación?, debí haberlo pensado mejor, ¿Por que no escuche las preocupaciones de mi madre?... ¿Cómo estarán mis padres?, deben de estar preocupados, tal vez mi madre este llorando todas las noches, mi papa debe estar enojado... ¿Por que no lo pensé mejo?...»

Trevor se hacia esa pregunta todos los... Pero realmente no tenia sentido, probablemente se lo hubieran llevado a partir de otra excusa, tal vez como hicieron con Tamie... Tal vez el accidente de Tamie fue culpa de ellos, tal vez Tamie rechazo la invitación y decidieron tomarla a la fuerza... Pero ya nada de eso tenia sentido... Trevor sentía como ya nada tenia sentido, poco a poco aceptaba su destino y perdía cualquier rastro de esperanza... Ya no creía que hubiera alguna forma de que se salvara... Trevor no podía dejar de llorar...

Al siguiente día después de su «operación», Vraria y Supremo fueron directo a su cuarto.

-¡Te ves increíble Trevor! -dijo con emoción Vraria. Sabia que debía verse terrible-. Bien, tenemos que discutir algunas cosas... Los investigadores y yo estamos muy preocupados por la salud de tu cuerpo, sabemos que las pruebas te causan un gran estrés físico y emocional, pero quiero que sepas que realmente nos preocupamos. -Aquello sorprendió a Trevor, lo sorprendió la seriedad con que lo dijo. Trato de buscar indicios de burla, pero la cara de la mujer era totalmente seria-. Así que a partir de hoy, cada vez que termines tu prueba de transformación, serás llevado directamente a la enfermería para que traten tu cuerpo lo mejor que puedan -La mujer hablaba realmente en serio, podía ver en sus ojos como todo esto era importante para ella, como en serio creía que le estaba haciendo algún bien a Trevor, como si en verdad se preocupara por el... Eso lo hizo sentir escalofríos.

-Yo...-Trevor trato de decir algo, pero todo lo que se le vino a la cabeza fue puro odio-. Por que no te metes tu salud por el cu... -De repente escucho un sonido extraño que vino de los auriculares y una descarga eléctrica increíblemente dolorosa recorrió todo su cuerpo. Trevor cayo al piso y se retorció de dolor.

-Me encanta de que lo entiendas, de acuerdo, también hay otras cosas de las que hablar... Me complace avisarte que tus resultados son realmente buenos, tu progreso esta siendo bastante eficiente. -A Trevor le gustaría ver esos «resultados eficientes»-. Tu cuerpo esta reaccionando muy bien al complejo, tanto, ¡Que a partir de hoy comenzaremos la fase dos de tu entrenamiento!-Vraria dijo aquello como si fuera algo increíble.

-¿Fase dos?-pregunto Trevor casi como un lamento.

-Me alegra que preguntes, veras, el entrenamiento de un aumentado en la ASEM consiste en tres fases, en cada una de las fases, se te administra un complejo NHRI distinto, la diferencia entre estos complejos es la duración, si en este momento dejáramos de inyectarte el complejo, perderías tus poderes en unos pocos días, eso pasa tanto con el NHRI-1 como con el NHRI-2, pero con el NHRI-3, tus poderes serian tuyos para siempre y no habría que volver a administrarte otra vez el complejo. Ahora bien, normalmente para pasar de una fase a otra, el usuario tardaría uno o dos meses... ¡Pero tu eres tan especial que solo te tomo una semana para pasar entre fases!, ¿Sabes acaso que significa eso? -Vraria se veía realmente emocionada.

-No...

-¡Que pronto podrás tener tu propio microchip!, ¡Que emocionante! -Aquello hizo sudar frio a Trevor, el microchip significaba que le faltaba poco para convertirse en un aumentado por completo... Lo malo es que también faltaba poco para que su mente dejara de ser suya y se convirtiera en una marioneta de la ASEM... Pronto dejaría de ser el mismo... Un cuerpo sin mente, casi como un zombie-. Bien, con eso dicho, comencemos este excelente día de pruebas... Por cierto, se me olvidaba mencionarte, desde ahora se te otorgara un descanso de media hora para que puedas almorzar en la «sala común B» con todos los otros aumentados en procesos... Y también las pruebas serán un poco mas intensa. -Vraria se rio. Trevor estaba comenzando a sentir verdadero terror de aquella risa, nada bueno salía de ella

Ese día la doctora y el superhéroe lo acompañaron hasta la sala de prueba. Otra vez volvió a ser inyectado y su cuerpo se quemo, perdiendo su forma física... Pero esta vez el dolor no era tan grande, seguía doliendo enormemente, pero ya no era como si se estuviera derritiendo o como si su cuerpo se desintegrara... Ahora era como si su cuerpo se desarmara (Trevor no estaba seguro si esa analogía tenia sentido). El dolor disminuyo, pero las voces seguían igual de molestas y desesperantes, no le daban cuartel a Trevor, no lo dejaban pensar, siempre ordenándole y suplicándole, causando que perdiera poco a poco su humanidad. Trevor no creía que pudiera aguantar mucho mas

"Quema, destruye, quema, consume"

Después de que sus llamas se apagaran, Trevor volvió a desmayarse, pero esta vez al despertar, ahora estaba en una cama de hospital, la cual estaba separada de otras por cortinas y por un momento creyó que acababa de despertar de un sueño, que la pesadilla se había acabado y por un momento un fragmento de esperanza volvió a el... Hasta que Vraria entro junto a otra mujer.

-Te ves realmente cansado. -Vraria rio como si hubiera dicho algún chiste-. Déjame que te presente a una querida amiga. -Señalo a la mujer que tenia a su lado, una chica pálida como la leche de tal vez unos veinticinco años, de pelo negro y lentes, baja y con cara nerviosa-. Esta es la doctora Yuri Ivankov, una especialista en el estudio de la medicina en aumentados que da la casualidad que además es una de ellos. Es una de las mejores en el campo y tiene un gran control de la materia.

-Una aumentada... -Eso lo asusto, si era realmente una, eso significaba que debía de ser controlada y que podría matarlo fácilmente mientras dormía... Aunque probablemente cualquiera podría matarlo en cualquier momento si quisieran.

-Tranquilo amigo, nuestra querida Yuri es una aumentada que concuerda completamente con la «visión» de la ASEM, ella no tiene ningún microchip de control, tiene total libre albedrio... O todo el que puede tener un humano. -Vraria rio estúpidamente-. Bueno los dejo solos, tengo otras cosas que hacer así que... ¡Que les vaya bien!

Vraria se fue y Trevor y la doctora se quedaron solo en el cuarto. Trevor pensó por un momento en activar sus poderes y escapar, pero probablemente si lo intentaba, activarían los audífonos y terminaría sufriendo en el piso. La doctora se fue y regreso después de unos segundos con una pizarra pequeña y un marcador, luego se sentó en una silla al lado de la cama de Trevor y comenzó a escribir en ella. De repente volteo la pizarra y se la enseño... Trevor se sorprendió por lo que decía.

«No hables ni digas nada, no leas lo que estoy escribiendo en voz alta, no podemos dejar que nos descubran» Trevor quedo bastante confundido, la mujer le señalo con las manos que se quedara callado, luego siguió escribiendo en la pizarra. Estuvo un rato cuando se la volvió a mostrar a Trevor.

«Se que debes tener miedo y que te deben estar haciendo sufrir un infierno, pero no te preocupes, existe una forma de salir de aquí antes de que tu entrenamiento termine» a Trevor casi le da un infarto al leer lo que decía la pizarra... Una posibilidad para escapar, para poder ser libre... Pero tal vez fuera una trampa, tal vez era una broma oscura de Vraria, tal vez quería ver su cara de sufrimiento.

-Como es que... -La doctora lo hizo callar y volvió a escribir en la pizarra.

«Entiendo que no me creas, has pasado por muchas cosas horribles, pero es la verdad cuando te digo que conozco una forma de que escapes de aquí sin perder tu humanidad»

Trevor no estaba seguro si creerlo o no, quería creerlo... Lo anhelaba. Trevor miro a la mujer a los ojos y pudo ver que decía la verdad... O al menos creyó que decía la verdad, tal vez se engañara a si mismo, pero al menos podría escapar por unos segundos de su sufrimiento. Trevor asintió en señal de que le creía. La mujer borro lo que había escrito y siguió escribiendo.

«Bien, debes entender que soy tu ultima esperanza para seguir vivo, yo soy un Aumentado sin microchip, logre engañarlos hace mucho tiempo de que creía realmente en sus ideales y nadie considera que yo pueda ser una traidora. Llevo años sacando a hurtadillas a Aumentados de aquí y nunca se han dado cuenta»

Trevor le pidió la pizarra y escribió «Que debo hacer», se lo mostro y ella escribió la respuesta.

«Debes esperar, debes seguir como hasta ahora, debes seguir realizando tu pruebas sin que sospechen de que te he hablado o de que conoces alguna forma de escapar. Debes escuchar todo lo que digan y no debes retrasar tu entrenamiento, no puedes dejar que sospechen nada»

Trevor volvió a escribir en la pizarra, «¿Como me sacaras de aquí?». La mujer lo leyó y sonrió. De repente la cara de la mujer se deformo como si fuera un espejo empapado y su cara se transformo en otra persona. Ahora no era una mujer, era un hombre negro con barba y sin pelo. Su cara regreso a su forma normal y la mujer escribió otra vez.

«Una de las ventajas de ser Aumentado, uno de mis poderes es el de alterar mi apariencia por la de cualquier otra persona. Con mi poder puedo cambiar la apariencia de otros y hacerlos pasar por soldados de la ASEM y sacarlos de aquí, mi poder es indetectable y ningún tipo de escáner es capaz de descubrir mi engaño»

Entonces Trevor sintió una luz de esperanza, un sentimiento de emoción, podría escapar , podría volver con su familia, su sufrimiento terminaría, ya no tendría que volver a ver a Vraria, ya no volveria a escuchar las voces que lo tortura, no volveria a tener pensamientos tan horribles, podría ser libre... Todo seria casi como un sueño... Trevor escribió casi temblando: «¿Cuando?»

«Pronto, he visto tus resultados, tu entrenamiento esta avanzando demasiado rápido, así que tengo que apurarme todo lo que pueda, tengo que hacer algunos preparativos, pero debería de ser dentro de cinco días, antes de que tu entrenamiento se complete. Debes de tener esperanza, te sacare de aquí»

La mujer puso una mano en su hombro y lo reconforto con una mirada de cariño y preocupación... Se permitió tener esperanza, creyó que realmente saldría, lo creyó con todo su ser, y sintió como se llenaba de esperanza, sentía como recuperaba un poco de su cordura y se permitía sentir alegría y esperanza... Y Trevor se encontró llorando.

Agarro la pizarra y con sus manos temblando, logro escribir una sola palabra:

«Gracias».

            
            

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