La Traición Que Despertó Mi Rabia
img img La Traición Que Despertó Mi Rabia img Capítulo 7 No.7
7
Capítulo 8 No.8 img
Capítulo 9 No.9 img
Capítulo 10 No.10 img
Capítulo 11 No.11 img
Capítulo 12 No.12 img
Capítulo 13 No.13 img
Capítulo 14 No.14 img
Capítulo 15 No.15 img
Capítulo 16 No.16 img
Capítulo 17 No.17 img
Capítulo 18 No.18 img
Capítulo 19 No.19 img
Capítulo 20 No.20 img
Capítulo 21 No.21 img
Capítulo 22 No.22 img
Capítulo 23 No.23 img
Capítulo 24 No.24 img
Capítulo 25 No.25 img
Capítulo 26 No.26 img
Capítulo 27 No.27 img
Capítulo 28 No.28 img
Capítulo 29 No.29 img
Capítulo 30 No.30 img
Capítulo 31 No.31 img
Capítulo 32 No.32 img
Capítulo 33 No.33 img
Capítulo 34 No.34 img
Capítulo 35 No.35 img
Capítulo 36 No.36 img
Capítulo 37 No.37 img
Capítulo 38 No.38 img
Capítulo 39 No.39 img
Capítulo 40 No.40 img
Capítulo 41 No.41 img
Capítulo 42 No.42 img
Capítulo 43 No.43 img
Capítulo 44 No.44 img
Capítulo 45 No.45 img
img
  /  1
img

Capítulo 7 No.7

La voz de Serena se alzó, atrayendo la atención. -¡Olivia, por favor! ¡No te enfades! ¡Podemos hablar de esto!

Estaba montando una escena, presentándose a sí misma como la razonable y a mí como la esposa embarazada e histérica.

Michael se acercó corriendo, su rostro una máscara de preocupación, pero sus ojos estaban fríos cuando me miró.

-Liv, ¿qué está pasando? Serena dice que la estabas acosando.

-¡Está mintiendo, Michael! -grité, la injusticia ardiendo en mí-. ¡Se estaba burlando de mí!

-Olivia, cálmate -dijo Michael, su voz firme, pública-. Estás montando una escena. Serena ya está angustiada. Sabes lo frágil que está después de su... pérdida.

Todavía estaba vendiendo esa mentira. Incluso ahora.

Richard y sus otros socios se reunieron alrededor, sus expresiones de desaprobación.

-Liv, tal vez deberías ir a casa y descansar -sugirió Richard, su tono más conciliador que de apoyo-. Claramente no estás en tus cabales.

Todos se estaban poniendo de su lado, del lado de ella.

Haciéndome dudar de mi cordura. Colectivamente.

La habitación comenzó a dar vueltas. Otro calambre, más agudo esta vez.

-No soy yo quien miente -dije, con la voz temblorosa-. Eres tú, Michael. Todos vosotros.

Serena comenzó a sollozar, secándose los ojos. -Solo quiero paz, Michael. Por nuestro hijo.

Michael rodeó a Serena con un brazo, atrayéndola protectoramente a su lado. Me miró, su expresión endureciéndose.

-Tienes que irte, Olivia. Estás molestando a todo el mundo. Podemos hablar de esto más tarde, cuando estés más... racional.

Racional. Se atrevía a llamarme irracional.

La contundencia de su despido, la humillación pública, fue un punto de quiebre.

El dolor en mi abdomen se intensificó y jadeé.

Pero en ese momento de malestar físico, una determinación fría y dura se solidificó dentro de mí.

No lucharía contra ellos aquí, en su teatro de mentiras cuidadosamente construido.

No les daría la satisfacción de verme derrumbarme.

Me erguí, encontrando la mirada de Michael.

-Tienes razón, Michael -dije, mi voz sorprendentemente tranquila-. Me voy.

Me di la vuelta y me alejé, cada paso un esfuerzo de voluntad.

No miré atrás.

Podía sentir sus ojos sobre mí, oír sus susurros ahogados.

Que susurraran. Que creyeran que habían ganado esta ronda.

Esto no era solo una partida. Era una huida.

Y supe, con absoluta certeza, que nunca volvería voluntariamente a su vida, ni a la farsa tóxica que él llamaba familia.

Mi carácter había cambiado en ese momento. La Liv confiada se había ido. Una mujer nueva, más fría y decidida, estaba tomando su lugar.

                         

COPYRIGHT(©) 2022