Capítulo 4

Esperé en mi apartamento desde las seis hasta casi las once. A medida que caía la noche, la oscuridad y el silencio llenaron por completo la habitación.

De repente, mi teléfono vibró. Janet, con quien no había contactado en años, me envió muchas fotos.

Estaban llenas de rostros familiares, incluidos Jake y sus amigos, que estaban dando la bienvenida a Janet de regreso.

Poco después, Janet inició una video llamada.

Su cámara mostraba a Jake con los brazos alrededor de ella mientras se apoyaba íntimamente contra él.

Me lanzó una mirada provocadora y le preguntó a Jake: "Dicen que Jenna es mi sustituta después de que me fui al extranjero. ¿Es eso cierto?".

Jake bajó la cabeza de repente y, inesperadamente, me encontró con la mirada a través de las cámaras.

Al ver que Jake me había notado, Janet empujó el teléfono hacia él. "Entre nosotras dos, ¿a quién eliges?".

Jake me miró sin hablar. Janet se levantó enfadada de su abrazo, le agarró el cuello y dijo: "¿No me digas que realmente te hayas enamorado de Jenna? Ella es un reemplazo".

Finalmente, Jake apartó la mirada de mí y volvió a abrazar a Janet. "Dijiste que ella era solo un reemplazo".

Aunque había oído el término "reemplazo" muchas veces de otros, me impactó mucho cuando lo escuché de boca de Jake.

Con las palabras de Jake, Janet se volvió aún más arrogante. "Hum, solo me preocupa que ella no sepa cuál es su lugar".

No pude soportar escuchar más, así que terminé la video llamada.

Tomando el colgante de jade de la mesa de centro, bajé las escaleras.

El colgante era bastante caro. El año que empecé a salir con Jake, Janet rompió el colgante que mi madre me dejó. Después de que Jake se enteró, me llevó a una subasta de joyas de alta gama para comprar una piedra en bruto y fabricar un colgante idéntico.

Había pensado en devolvérselo a Jake personalmente, pero ahora parecía mejor no molestarlos.

Dejé el colgante en un cubo de basura abajo y me alejé, solo para que me detuviera una señora de la limpieza. "Se te cayó el colgante. Debe valer bastante, ¿verdad?".

Sonreí y negué: "Señora, se equivoca. Ese colgante no es mío".

No quería participar en los juegos de amor de Jake y Janet.

Después de desecharme del colgante, por fin reuní el valor para responder al mensaje del médico. Programamos la cirugía.

Toqué suavemente mi vientre, todavía plano. "Lo siento, mi bebé. Parece que el mundo no está preparado para nosotros".

Justo antes de apagar mi teléfono, apareció un mensaje de un número desconocido. "Jenna, Janet me engañó hace dos años y quiero vengarme. Solo aguanta un poco más. Después de que me haya vengado de Janet, te llevaré a esquiar al extranjero".

Encontró una excusa para tranquilizarme, pero yo no la necesitaba.

Cuando volví a ver a Jake abrazando a Janet frente a la residencia, sentí una calma inesperada.

Estaban besándose cariñosamente en la planta baja, llamando la atención de muchos estudiantes.

Bajé la mirada y fingí no verlos. Pero Janet me llamó. "Jenna, detente ahí".