Recuperé lo que es mío
img img Recuperé lo que es mío img Capítulo 4 Logan
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Capítulo 6 Una pareja enamorada img
Capítulo 7 Un encuentro inesperado img
Capítulo 8 Territorio marcado img
Capítulo 9 Un beso y una advertencia img
Capítulo 10 El guion de nuestro amor img
Capítulo 11 Una cena inesperada img
Capítulo 12 El precio de la venganza img
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Capítulo 4 Logan

Al despertar, no puedo dejar de pensar en lo que ha pasado anoche. La busco sobre la cama, con la esperanza de sentirla cerca, pero no está.

Salto de la cama, llamándola por su nombre, pero no hay respuesta.

Camino hasta el baño, pero tampoco estaba ahí.

De vuelta en la habitación, veo un sobre con una nota sobre la mesita de noche.

"Necesito tiempo para pensar en lo que pasó entre nosotros anoche. Por favor, entiende que mi decisión no tiene nada que ver contigo. Dejé algo de dinero para pagar mi parte de la cuenta del hotel. Cuídate. Nadine".

De inmediato, agarro mi celular y llamo a uno de mis hombres.

"Buenos días, señor".

"Mark, encuentra a esa chica de anoche".

"Sí, señor".

Me dirijo al baño para refrescarme. A los pocos minutos, mi celular vuelve a sonar. La voz de Mark resuena en la línea.

"¿La encontraste?", pregunto, rezando por una respuesta positiva.

"Sí, señor. Está en el puente".

"Maldita sea, dime la ubicación ahora".

Salgo corriendo del hotel, uno de los muchos que poseo. Mi chófer ya me espera en el auto. Le indico rápidamente a dónde ir mientras subo al auto. "¡Date prisa!", le ordené.

"Sí, señor", responde, pisando a fondo de inmediato.

La ansiedad me invade mientras nos dirigíamos al lugar. Un pensamiento cruza mi mente: va a saltar del puente.

Le doy la instrucción a mi chófer.

Este gira bruscamente el auto y acelera.

"Señor, hemos llegado", su voz me saca de mis pensamientos.

En un instante, salgo del auto.

Fue entonces cuando veo un cuerpo cayendo desde lo alto del puente.

Sin pensarlo dos veces, me quito la chaqueta y me lanzo al río para salvarla.

Nado sin descanso hasta alcanzarla y la llevo a la seguridad de la orilla.

Tiembla y lucha por respirar. La abrazo con fuerza, intentando reconfortarla. Se siente tan frágil. Las lágrimas ruedan por sus mejillas y siento alivio por haber actuado rápido.

Más gente se reúne en la orilla mientras uno de mis hombres llamaba a mi médico personal. Pronto llega, revisa sus signos vitales, asegurándose de que está bien.

Me aconseja que la deje descansar. Le doy las gracias y la llevo de regreso al hotel. Ella se queda dormida.

Yo permanezco a su lado, esperando a que despertara. Entonces, llama a mi asistente. Contesta al tercer timbrazo.

"Buenos días, señor West".

"Cancela toda mi agenda de hoy", ordeno, ignorando su saludo. Y sin decir más, cuelgo. Mi única prioridad es esperar a que Nadine se recupere.

Después de un largo sueño, finalmente despierta. Parpadea varias veces para acostumbrar sus ojos a la luz de la habitación. Se incorpora y mira a su alrededor, desorientada.

"¿Dónde estoy?", pregunta con la mirada perdida.

Nuestras miradas se encuentran y por un instante veo un destello de reconocimiento en sus ojos. Pero enseguida vuelve a recostarse y cierra los ojos.

"Necesitas comer", le digo justo cuando uno de mis hombres entra con una bandeja.

Duda un instante, pero el rugido de su estómago la delata. Acepta a regañadientes y comienza a comer bajo mi atenta mirada.

"Me pones incómoda con tu mirada", dice sin apartar la vista de su plato.

Me quedo en silencio.

"¿Por qué me salvaste? Deberías haberme dejado escapar de todo este dolor y tortura", suplica.

Sigo en silencio.

"Por favor, di algo", ruega.

"Nadine", digo finalmente.

Ella se gira hacia mí, sorprendida. "¿Cómo sabes mi nombre?".

No respondo a su pregunta y continúa.

"¿Y tú quién eres?", pregunta.

"Soy Logan West", respondo, forzando una sonrisa en mi mejor intento de ser cordial.

"Estuve en la boda. Lo vi todo".

Su expresión cambia a una de dolor, pero sigo hablando.

"Pude notar que estabas herida por lo que te hicieron tu hermana y ese tal Jake; por eso decidiste proyectar el video".

Ella respira hondo, con lágrimas en los ojos. "Tienes razón", confiesa con voz temblorosa. "Me dolió profundamente su traición. Creí que mostrar ese video sería mi venganza".

La observo con el ceño fruncido, mientras golpeo mis dedos con impaciencia. "¿Qué, pensabas saltar al río? Si yo no hubiera estado ahí, habrías muerto de un dolor que no podrías soportar".

Enarca una ceja y suspira, resignada.

"Jake y Nathalie ni siquiera notarían tu ausencia. Tus padres tal vez te buscarían por culpa después de una semana, pero para entonces, ya habrías sido arrastrada lejos de este mundo".

"No tendrías funeral, ni tumba. Nadie lloraría por ti, mientras ellos dos vivirían felices para siempre. Podrías haber ido con Jake, mirarlo a los ojos y decirle que te estabas muriendo por su culpa. Lo habrías condenado a vivir con ese remordimiento por el resto de su vida. Eso es mucho mejor que morir dolorosamente como una perdedora", digo, haciéndola temblar de miedo.

Sus ojos se llenan de lágrimas. "¿Puedes parar ya? ¿Por qué eres tan cruel?".

"No lo entiendes. Mi familia me odia. Soy como una persona no deseada en sus vidas, mientras que mi hermana recibe toda su atención sin siquiera intentarlo", solloza, con el rostro bañado en lágrimas.

Me acerco más, sujetándola suavemente por los hombros.

"Yo te ayudaré a vengarte de todos ellos", le susurro.

"¿Por qué harías algo así por mí? Apenas te conozco", pregunta, mirándome profundamente a los ojos.

"Esa es una buena pregunta. Y tengo una propuesta para ti", digo con un tono serio.

Ella frunce el ceño y me lanza una mirada interrogante. "¿De qué se trata?", pregunta.

            
            

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