Orgasmos con el Jefe
img img Orgasmos con el Jefe img Capítulo 6 Su desnudez lo descontrola
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Capítulo 7 Cacheteo al jefe img
Capítulo 8 El cliente la hace sangrar img
Capítulo 9 Cogiéndose a la empleada img
Capítulo 10 Un beso doloroso img
Capítulo 11 Rebeldía en el baño img
Capítulo 12 La chica es virgen, señor img
Capítulo 13 Marcelo muy caliente img
Capítulo 14 Durmiendo en pantaletas con él img
Capítulo 15 ¿Sexo con una monja img
Capítulo 16 casi mata a sonny img
Capítulo 17 nunca he follado con una monja img
Capítulo 18 sonny trata de seducirla img
Capítulo 19 el cliente la hizo sangrar img
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Capítulo 6 Su desnudez lo descontrola

Tensa su cuerpo de una manera inexplicable, era muy incómodo estar desnuda mientras que un hombre te sujeta de la manera en la que estaba siendo agarrada.

-Eso no fue lo que me dijeron.

-Probablemente mal interpretaron lo que dije, pero eso me da completamente igual lo que le hayan dicho.

Natalie logra liberarse de nuevo del agarre de Sonny y toma la toalla para envolver a medias su cuerpo. Luego eleva la mirada y aquella choca con la de ese hombre que la lleva a parpadear.

-Si se dio cuenta que me encuentro desnuda.

-Como si no hubiera visto cuerpos desnudos antes.

-Me importa una mierda si ha visto otros cuerpos -ella camina con prisa hasta el colgadero y termina tomando la toalla más grande para envolver su cuerpo-. Es un maldito pervertido.

Sonny observo la silueta de esa mujer que lo llevo a sentir ciertas dudas.

-Quiero que salga de aquí-Sonny se acerca a ella en dos pasos hasta volver a acorralar a Natalie contra la parad, el CEO sitúa el brazo a un costado del rostro de ella y se aproxima muy cerca.

-Como vuelva a escuchar que has difamado mi nombre, no vivirás para contarlo -Natalie ensancha la mirada -. Espero que eso te quede muy claro y no tenga que venir de nuevo aquí para ayudarte a entenderlo.

La joven se queda callada mientras que no deja mirar los ojos de Sonny. Su extrema cercanía era tan intimidante que ya sus rodillas estaban que la traicionaban.

-Váyase de aquí.

Sonny se hace a un lado y abandona el cuarto del baño permitiendo que Natalie suelte al aire contenido. Baja la mirada y mira sus pies descalzos, parpadea y luego lleva su mano al pecho para sentir los fieros latidos de su corazón.

-Joder, que tipo tan peligroso.

[...]

Sonny abandona la habitación de Natalie tirando la puerta de un portazo, camina con pasos firmes por el corredor mientras que piensa en la forma en la que ella lo trato, sí que era una rebelde, pensó.

De la nada la puerta de Gabi se abre un poco y observa como su jefe se aleja, muerde sus labios y se pregunta que era lo que había pasado entre esos dos.

-Maldición, ¿acaso la interrogo? ¿le abra dicho quién era el hombre que irrumpió en su cuarto?

-¿Y eso que importa, idiota? -Gabi mira a Ross por encima de su hombro, la morena estaba acostada en su cama-. Lo único que debe interesarnos es que tenemos mucho dinero aquí.

-Eres una maldita -cierra la puerta-. El jefe acaba de salir del cuarto de la nueva, ¿Qué crees que paso allí dentro? Seguro la interrogo hasta el cansancio.

Ross mira a su compañera con labios fruncidos, luego voltea los ojos y mira el techo, no le importaba lo que el jefe le hiciera a esa tonta, si es por ella que la golpeara hasta matarla.

-Esa tonta no conoce a ninguno de los clientes, ¿Cómo demonios le van a decir quién fue? -Ross se pone en pie -. No tienes que preocuparte por eso, además yo he visto que Giancarlo salió del bar sin problemas.

-Pero no la violo, Dori dijo que solo estaba golpeada -Ross se encoje de hombro y luego saca una porción de dinero de sus tetas.

-No me importa lo que le pase a ella, y a ti tampoco debe importarte -tira el dinero en la cama -. Aquí sobrevive la que puede.

Ross abandona la habitación dejando a Gabi mirando todo aquel dinero en la cama, la verdad es que por todo ese dinero no podía quejarse de nada. Sonríe y corre a la cama para contar cuanto fue su parte.

Ross ingresa en su cuarto y saca la otra parte de su dinero, por supuesto, era mucho más que lo que le toco a la idiota de Gabi, tampoco pensaba darle todo su dinero.

-Podría comprarme muchas cosas con este dinero -sonríe mientras lo guarda en su lugar seguro.

[...]

Unos fuertes toques en su puerta despiertan a Natalie abruptamente, la joven se incorpora en la cama mientras que mira hacia todos lados, su respiración era agitada y estaba sudando mucho. Luego mira hacia la puerta y se da cuenta de que alguien estaba tocando la misma.

En eso alguien la abre e ingresa.

-¿Aun sigues en la cama? ¡qué perezosa eres! -Natalie observa a aquella chica, fue la primera que conoció en aquel lugar-. Mamita, aquí todas despertamos bien temprano, o tendrás que pagar penitencias.

-¿Qué? -Natalie hace amago de levantarse.

-Te tocara lavar los baños, y te diré que en es para nada agradable hacerlo -Ross sonríe con burla mientras que la mira de abajo hacia arriba, era tan... niña que Ross lo odiaba.

-¿Qué es lo que quieres? -la castaña frota su rostro.

En eso Ross saca un cigarro y lo enciende, luego expulsa el humo y continúa mirando a esa niña, se pregunta ¿de dónde diablos había salido? Parecía haber salido de un convento o algo así.

-¿Por qué diablos estas fumando aquí? -Ross ve como empieza a tender su cama, ninguna hacia ese trabajo, ¿Qué tipo de puta era aquella?

-Dori quiere que te unas a nosotras para desayunar.

-No me importa comer con ustedes.

-¿Qué? -Ross sonríe con malicia -. ¿Acaso te crees mejor que nosotras? -da algunos pasos hacia Natalie en forma de amenaza.

Natalie se da la vuelta para ver aquella morena y enfrentarla.

-¿Qué diablos hacen ustedes dos? -Dori aparece en la habitación y las interrumpe -. Natalie, ¿Qué haces? ¿Por qué sigues de pijama? ¿te estas despertando?

-Esta niña tonta apenas despierta, y no quiere reunirse con nosotras para comer. Al parecer se cree mejor que todas -Dore frunce el ceño mientras que mira a Ross de reojo.

-Ross, ve a la cocina ahora, y tu cámbiate para que salgas a comer.

Ross muestra una expresión de victoria para luego darse la vuelta y salir del cuarto dejando un camino de humo que le molesta a Natalie.

-¿Todo el mundo puede entrar en cualquier parte cuando se le da la gana?

-¿Qué? ¡No! Claro que n, Ross es una abusadora, no puede ingresar en la habitación de nadie a menos que se lo autoricen. Todas guardamos cosas de valor en nuestros cuartos, es por eso que está prohibido entrar, así como si nada.

-No me refiero a eso-Natalie mira hacia otro lado.

-Entonces, ¿a qué?

Natalie niega y piensa que ese sujeto como era el dueño si podía entrar en cualquier parte, era como una pesadilla.

-Termina de arreglarte para que vengas a comer.

-No quiero.

-No seas rebelde, por tu bien es mejor que sigas las órdenes.

Natalie suelta el aliento, necesitaba salir de ese lugar, debía buscar la manera. Quizás saliendo de ese cuarto pudiera conocer las salidas. Termina por asentir y acampanar a Dori.

Cuando ambas entran en la sala del comedor, ve a muchas chicas sentadas y conversando como si nada. Algunas reían, otras fumaban y las demás hacían el intento de comer.

-Todas desayunamos aquí, juntas.

-Si.

Ella mira a esa tal Ross que se encontrada en compañía de una rubia que no le quitaba la mirada de encima.

-Ven, siéntate conmigo y con Marla.

-Así que eres la nueva.

-No soy ninguna nueva, estoy aquí sin mi consentimiento -Marla sonríe y niega mientras que pellizca su comida.

-Ya te acostumbraras, niña. Como todas las que estamos aquí.

Natalie pensaba diferente, ella no era una puta, ella...

-¿De dónde vienes, niña?

-Eso que importa -Marla se encoje de hombros.

-Si, la verdad es que al final ya no importa.

-Vamos, no le hagan tantas preguntas. No ha tenido un buen inicio aquí.

Marla observa a esa chica, estaba un poco golpeada, Dori le conto lo que paso con ella en la noche. Dudaba mucho que el señor Sonny hubiera sido capaz de tocarle un solo pelo, era un hombre que no se involucraba con alguna de las mujeres del bar.

-Después de comer, te mostrare los lugares que puedes recorrer.

Eso era lo que Natalie le interesaba, debía conocer el lugar para luego organizar su escape. No pensaba quedarse allí para que ese hombre nuevamente la buscara e intentara abusar de ella.

Después de comer, Natalie salió con Marla y Dori a recorrer la casa del placer, empezaron por el bar donde ellas trabajan y la castaña al ver aquel lugar se dio cuenta de que realmente se encontraba dentro de un antro.

-De noche se ve mejor -musita Marla mientras fuma un cigarro.

-Sigamos.

Las chicas la llevaron a una zona cerrada que era un espacio que usaban las chicas para estar, conversar y pasar el día.

-Las escaleras que pasamos están prohibidas, no puedes subir.

-¿Por qué?

-Es el espacio del señor Sonny, ninguna de nosotras tiene permiso de subir.

Natalie muerde sus labios, si era el espacio privado de él significaba que no era una prisión como lo era la parte de debajo de aquel lugar. Lo que indicaba que podía tener más acceso de escapar por esa parte.

-No hay mucho aquí, pero la pasamos bien. También puedes quedarte en tu habitación, es a tu gusto.

-¿Cuándo las dejan salir? -Dori y Marla se miran fijamente y luego la miran.

-No podrás salir al menos hasta que te adaptes y aceptes cuál es tu función aquí.

-¿Insinúan que debo follar para que puedan dejarme salir?

-Si.

La castaña no contaba con eso, pensó que también podía salir con las otras chicas. Pero si la condición era tener sexo con esos bastardos, prefería buscarse otra salida.

-Muchas pasamos por eso.

-¿A ustedes las secuestraron? -pero ambas niegan y Natalie entiende que ellas estaban allí por su voluntad.

-Marcelo nos pone a prueba, estamos aquí bajo contratos, si, hemos venido aquí porque quisimos, pero cuando empiezas hacerlo quieres retirarle, pero luego de firmar el papel ya no hay marcha atrás. Debes cumplir.

-¿Firman contratos? -las chicas asienten.

Aquello era peor aún para ella, esas chicas estaban por su voluntad, sin embargo, en algún momento volvería a ser libres. ¿acaso para salir de ese lugar debía firmar un documento?

-Si quiero salir, ¿dedo firmar este documento?

-Si. Solo que el contrato es de 5 años.

Natalie levanta la mirada impactada.

-¿Tantos años?

-Ya no seremos tan jóvenes y a ellos no les interesa chicas tan mayores -responde Dori.

-Lo bueno de todo esto es cuando salgamos de aquí, nos darán mucho dinero por el servicio-Marla vuelve a encender otro cigarro-. Yo tengo 25 años, solo me faltan 3 años para largarme de aquí, pero al menos pobre no saldré -añade sonriente mientras sostiene su cigarro.

-¿Y tú?

Marla mira a su amiga y sonríe de medio lado, el humo de su cigarro cierra un poco sus ojos mientras que la observa.

-Dori no sale de aquí, ella vive aquí.

-¿Qué? -Natalie frunce el ceño.

-Yo no presto mis servicios aquí, los termine hace 5 años ya.

-Pero ¿Por qué? ¿Por qué no te vas?

-Ella trabaja para esta casa, pero no como una puta como nosotras.

La joven se ríe a carcajada, luego fuma un poco su cigarro y mira a Natalie toda confundida.

-Marcelo la contrato para ayudarnos en nuestros ingresos, ella es como nuestra madre, nos guía. Pero no trabaja por las noches con los clientes, es como la mano derecha de Marcelo.

-¿Por qué te quedaste? -Dori se queda callada.

-Y eso que más da, gana una fortuna y va a donde quiera, pero siempre vuelve la tonta -Marla palmea el hombro de su amiga -. ¿Y tus nos dirás quien demonios intento violarte anoche?

Natalie observa como esas dos la miran fijamente a la cara. La castaña muerde sus labios y mira sus manos juntas.

-¿Cómo lograste impedir que no te follara?

-Lo herí en la espalda con el tenedor.

Las chicas se quedaron con la boca abierta luego de oír a esa chica hablar, nunca se imaginaron que una de ellas agrediera a un cliente de esa manera.

                         

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