Capítulo 5 El cumpleaños de Sloane

Antes de que Ryder pudiera moverse por la ira, Zoey ya había tomado de nuevo a su hija. Con el rostro lleno de lágrimas, exclamó: "¿Cuántas veces te lo he dicho, mamá? Mi hija es solo una niña. No la asustes. ¿Por qué hiciste eso? Si vuelve a pasar, me llevaré a Sloane conmigo y me mudaré."

Con la conciencia culpable, Rylee respondió apresuradamente: "Solo estaba fanfarroneando. No la encerraría de verdad. Mientras te divorcies de ese perdedor, todo estará bien."

Ignorando a Rylee, Zoey miró a Platt y dijo: "No merezco estar contigo, señor Quinn. Tu familia es prominente y adinerada. Puedes tener a alguien mucho mejor que yo. Además, ya estoy casada, y sinceramente, incluso si fuera soltera, aun así no podría estar contigo. Mi esposo ha regresado. Si pudieras dejarnos vivir en paz, te lo agradecería mucho."

En ese momento, Platt puso una expresión de extremo desagrado, pero al mirar el rostro encantadoramente hermoso de Zoey, contuvo su ira. Pensó que tendría todo el tiempo del mundo para darle una lección una vez que fuera suya.

"¿De qué estás hablando, Zoey? ¿No sabes cuánto nos ha ayudado Platt por ti?" Rylee rápidamente reprendió a su hija.

Luego miró a Platt y dijo: "No le hagas caso, Platt. Yo tengo la última palabra en esta familia."

Platt sonrió y respondió: "No se preocupe, señora Swain. Con mi sinceridad lograré conmover a Zoey."

El rostro de Ryder se volvió aún más frío. ¿Cómo se atrevía Platt a expresar sus sentimientos por su esposa frente a él?

"Platt merece ser el heredero de la Familia Quinn. Mírenlo. Es un caballero como ningún otro."

"Zoey es tan hermosa. Solo un joven excelente como Platt es el mejor compañero para ella."

"Platt, cuando tú y Zoey se casen, te daré un regalo de bodas increíble."

Todos los parientes adulaban descaradamente a Platt, y sus palabras también estaban llenas de desprecio hacia Ryder.

Zoey no estaba contenta con lo que decían sus parientes, pero todos eran sus mayores. No podía simplemente replicarles. Miró a Ryder en secreto. Al verlo inexpresivo y en silencio, se sintió aún más decepcionada de él.

Si Ryder supiera lo que pasaba por la mente de Zoey, estaría muy deprimido. La razón por la que no había hablado era porque no quería avergonzar a Zoey.

En ese momento, el mayordomo había comenzado a servir los platos. Rylee invitó a todos a la mesa excepto a Ryder.

Ryder no era tan descarado como para unirse, pero al mismo tiempo, no quería irse.

Parpadeando con sus grandes ojos húmedos, Sloane agitó los brazos hacia Ryder.

Le dijo con su dulce voz: "Papi, quiero que me cargues y me des de comer."

Tan pronto como escuchó la voz de Sloane, Ryder sintió que su ira se desvanecía. La forma en que ella lo llamaba derritió su corazón.

Sin embargo, Rylee no lo toleró. Le gritó a Sloane: "¡Cállate! Él no es tu padre. Tu padre murió hace mucho tiempo."

Frunciendo los labios, Sloane quiso empezar a llorar otra vez.

"¡Mamá!"

La voz de Zoey estaba llena de impaciencia. Tomó a Sloane del asiento y exclamó: "¡Tú siéntate aquí!"

Era obvio que le hablaba a Ryder. Ryder le lanzó una mirada agradecida y se sentó rápidamente.

"Quiero que papi me abrace."

Sentada en el regazo de su padre, Sloane estaba muy feliz. Le rascó la oreja a Ryder, le tocó la cara y luego soltó una risita. Estaba encantada de que él la sostuviera.

Al ver esto, un destello de ternura cruzó los ojos de Zoey.

Todos se reunieron alrededor de la mesa. Antes de que pudieran empezar a comer, Platt sacó una caja de regalo rosada, delicadamente envuelta, y se la entregó a Sloane. "Feliz cumpleaños, Sloane. Espero que te guste."

Resultó que hoy era el cumpleaños de su hija. Al pensar que se había perdido cuatro años de momentos importantes, Ryder no pudo evitar sentirse completamente culpable.

Sloane miró a Platt tímidamente. Después de todo, solo tenía cuatro años. Estaba emocionada de recibir un regalo de cumpleaños. No dejaba de mirar la caja de regalo en las manos de Platt.

Con vacilación, Sloane tomó el regalo y murmuró: "Gracias, señor Quinn."

Con una brillante sonrisa en el rostro, Platt dijo: "Ábrelo y mira."

La pequeña tenía curiosidad por su regalo de cumpleaños. Después de escuchar las palabras de Platt, sonrió y comenzó a abrir su presente.

Cuando abrió la caja, vio una brillante pulsera de diamantes en su interior.

"¡Qué pulsera tan linda!" La hermana menor de Zoey, Paislee Swain, exclamó con admiración.

"Cuando supe que hoy era el cumpleaños de Sloane, le pedí a mi amigo en Newcrest que comprara un lote de diamantes directamente de la mina. Luego contraté a varios joyeros de fama mundial para que diseñaran y produjeran especialmente esta pieza para Sloane como regalo de cumpleaños. Es la única de su tipo. No hay otra igual en todo el mundo."

Con una expresión de complacencia en el rostro, Platt contó a todos el origen de la pulsera y cómo la había mandado hacer especialmente para el cumpleaños de Sloane.

"¿Una pulsera de diamantes hecha a medida por joyeros famosos en el mundo? Debe costar al menos 100, 000 dólares, ¿verdad?"

Los ojos de Paislee estaban llenos de envidia. Deseaba poder quedarse con la pulsera para ella.

Con una sonrisa presumida, Platt se recostó en su asiento, poniéndose más cómodo. Luego dijo: "Los diamantes no son muy caros, pero sí me costó bastante hacer que el joyero creara la pulsera. Gasté un total de 600, 000 dólares, pero no es gran cosa."

"¿600, 000 dólares?"

Al escuchar el precio de la pulsera, todos los parientes soltaron un jadeo colectivo.

"¡El señor Quinn es tan generoso!"

"Lo más importante es que es bueno con Sloane. Después de que Platt se convierta en el padre de Sloane, ella tendrá una infancia mucho más feliz."

"Sí. Sloane será muy afortunada de tener a un pez gordo como Platt como padre."

Los parientes no prestaron atención a Ryder. Al escuchar sus palabras, Platt sonrió aún más ampliamente. También le lanzó a Ryder una mirada provocadora.

El rostro de Zoey se volvió pálido como un papel. Aunque estaba extremadamente decepcionada de Ryder, nunca había prometido casarse con Platt.

"Hoy es el cumpleaños de tu hija, ¿y no te molestaste en comprarle un regalo?"

En ese momento, Paislee lanzó un comentario sarcástico hacia Ryder que hizo que todos se volvieran a mirarlo.

"De hecho, sí tengo un regalo para Sloane," dijo Ryder.

Al escuchar las palabras de Ryder, Sloane lo miró hacia arriba, con su pequeño rostro lleno de expectativa. Para ella, cualquier otro regalo no era tan bueno como el de su padre.

Rylee frunció el ceño. Ryder había llegado con las manos vacías. Si realmente había traído un regalo para Sloane, ¿dónde lo había estado escondiendo?

El resto de los presentes pensó lo mismo.

Bajo las miradas inquisitivas de todos, Ryder se quitó casualmente el collar del que colgaba un colgante de piedra.

Paislee no pudo evitar reírse. "¿Este es el regalo de cumpleaños que preparaste para tu hija? ¿Un colgante de piedra agrietado? ¿Qué, lo recogiste del costado del camino y lo pegaste a tu collar?"

Ryder negó con la cabeza y respondió con franqueza: "Lo conseguí en una hamada."

Su respuesta fue recibida con carcajadas.

Zoey esperaba más de Ryder. Al escuchar que le había traído a su hija una piedra de una hamada, no pudo evitar sacudir ligeramente la cabeza. Era el cumpleaños de Sloane. ¿Cómo podía Ryder darle un trozo de tierra de algún desierto al azar? Más importante aún, estaba presentando su regalo en una habitación llena de sus parientes. Era como una bofetada en su cara.

Nadie en la sala sabía que la piedra que Ryder sostenía en su mano era un fragmento de una más grande que lo había protegido en una batalla en el desierto. Estaba vivo gracias a ese pedazo agrietado de tierra.

A nadie en la sala le gustó, excepto a Sloane, que miraba el colgante como si fuera una tiara brillante. Ella canturreó mientras aplaudía. "¡Guau! ¡Es un regalo de papi! ¡Me encanta! Muchas gracias, papi. Pónmelo."

Con una sonrisa gentil en el rostro, Ryder cuidadosamente le puso el collar a Sloane.

Aunque la piedra tipo salida estaba cubierta de grietas, se veía magnífica alrededor del cuello de Sloane, como si hubiera sido hecha para ella.

Nadie creía que la piedra fuera valiosa porque era un regalo de Ryder.

"Es solo una piedra. ¿Qué tiene de bueno?" Rylee puso los ojos en blanco. Luego miró a Zoey y dijo: "Ponle rápido la pulsera de Platt a Sloane para que todos podamos ver la enorme diferencia entre los diamantes y la tierra."

Mientras adulaba a Platt, Rylee no olvidó ridiculizar a Ryder.

Pero en ese momento, Ryder de repente tomó la pulsera de diamantes de diseñador de Platt y la arrojó al basurero.

Su gesto impulsivo horrorizó a todos. ¿Cómo podía simplemente tirar una joya que valía 600, 000 dólares?

"¿Qué demonios estás haciendo?" Rylee estaba furiosa.

Ryder respondió con el ceño fruncido: "Usar esa pulsera le hará daño a Sloane a largo plazo. No quiero que la use."

"¡Tonterías!" Platt, que normalmente era un caballero, hervía de rabia. No podía creer que Ryder lo acabara de avergonzar frente a todos arrojando su costosa pulsera de diamantes como si fuera basura. Siseó: "Gasté tanto dinero y esfuerzo en crear esa pulsera para Sloane. ¿Cómo te atreves a tratarla con tal falta de respeto?"

Mirando fríamente a Platt, Ryder preguntó: "¿Dijiste que gastaste 600, 000 dólares en esa pulsera incrustada con diamantes rojos?"

Platt replicó: "Sí. ¿Qué, crees que estoy mintiendo?"

"No, pero sí creo que eres un idiota. Supongo que el dinero no puede comprar inteligencia, ¿eh?" Dijo Ryder con burla.

Sin darle a Platt la oportunidad de replicar, continuó con una sonrisa sarcástica: "Los diamantes rojos son increíblemente raros, tan raros que no tienen un precio fijo. Rara vez se ven en el mercado, y cuando aparecen, es solo en subastas ultraexclusivas. En 1987, un diamante rojo de 0.95 quilates se vendió en Sotheby's. Su precio subió hasta 880, 000 dólares, lo que hizo que su valor por quilate fuera de 920, 000 dólares. Tu pulsera tiene al menos 1.5 quilates de diamantes, ¿verdad? Ahora dime, ¿cómo pudiste haberla comprado por 600, 000 dólares? Los diamantes rojos de tu pulsera no son naturales en absoluto. Son diamantes ordinarios irradiados para producir el color rojo, lo que convierte tu pulsera en un peligro para la salud, especialmente para una niña de cuatro años. No pretenderás hacer que mi hija use tu pieza de joyería radiactiva de diseñador, ¿verdad? Quiero decir, no eres tan imbécil, ¿o sí?"

Mientras hablaba, mantenía su mirada aguda fija en Platt. Las palabras de Ryder dejaron a Platt sin habla, y toda la habitación cayó en un silencio mortal. Todos giraron sus cabezas hacia Platt. Zoey miró a Platt con los ojos muy abiertos, llenos de horror. Luego, fue consumida por la ira.