Capítulo 6 Regalos de boda

Después de pasar unos minutos aturdido, Platt finalmente volvió en sí. Estaba nervioso. Al ver la furia en los ojos de Zoey, empezó a explicarse apresuradamente. "No escuches sus tonterías, Zoey. ¿Por qué habría de lastimar intencionalmente a Sloane?"

Platt nunca se había sentido tan humillado en toda su vida, pero en su defensa, no sabía que los diamantes rojos no eran naturales. Si lo hubiera sabido, no habría mandado hacer la pulsera. Se arrepentía profundamente de no haber conseguido personalmente el regalo de Sloane. Simplemente le dio sesenta mil dólares a uno de sus subordinados y le dijo que le comprara algo bonito a Sloane.

"¿Qué?" Con una sonrisa burlona, Ryder dijo: "Si no me crees, busca diamantes rojos en internet. Lo que encontrarás es exactamente lo que acabo de decir. Veamos si realmente estoy diciendo tonterías. "

"¡Cállate, Ryder!" Apoyando rápidamente a Platt, Rylee regañó a Ryder: "¿Quién te crees que eres? ¿Cómo te atreves a acusar a Platt de querer dañar a Sloane? Platt dijo que le pidió a su amigo que comprara los diamantes. Si realmente hay algo malo con ellos, entonces no es su culpa. A diferencia de ti, al menos él se esforzó en conseguirle a Sloane un regalo de cumpleaños decente. ¿Vienes a ver a tu hija por primera vez en cinco años y le traes un colgante de piedra barato como regalo de cumpleaños?"

Ryder sabía que era inútil explicarse. Después de todo, a los ojos de Rylee, él nunca estaría a la altura del heredero de la Familia Quinn. Para Rylee, él no era más que un montón de basura comparado con Platt.

Rylee no tenía idea de que, en cuanto a estatus, era todo lo contrario entre Ryder y Platt.

"¡Suficiente!"

Zoey, que había estado en silencio todo el tiempo, finalmente habló. Su cuerpo temblaba ligeramente. Respiró hondo, tratando de contener su ira. Miró a Platt y dijo: "Lamento que mi esposo haya tirado tu regalo. Si se ha dañado de alguna manera, estoy dispuesta a pagar su precio completo de 600, 000 dólares. "

"¿Qué?" Platt se quedó atónito. Sacudió la cabeza y respondió: "Cometí un gran error. Ahora que la pulsera realmente es radiactiva, entonces Sloane no debería tenerla. Le conseguiré otro regalo, uno mejor, otro día."

"No es necesario", replicó Zoey con brusquedad.

Al oír su negativa, Platt no dijo nada más. Zoey estaba obviamente enojada, así que ahora era hostil hacia él. Si insistía en ese momento, sus posibilidades de estar con ella se volverían aún más escasas.

En ese momento, un Rolls-Royce negro con la placa LBE 8888 se detuvo lentamente frente a las puertas de la residencia de la Familia Swain. Detrás le seguía un Maserati blanco nuevo sin placa. El interior del Maserati era completamente rojo. Obviamente era un auto de mujer.

Dos hombres corpulentos bajaron del Rolls-Royce, sacaron un gran maletín del maletero del auto de lujo y entraron al patio de la casa de la Familia Swain.

Después de que la ama de llaves salió a ver a los recién llegados, regresó e informó a Rubén: "Señor Swain, tenemos visitantes afuera. Parece que vienen a entregar algo. Llevan un gran maletín. La placa del Rolls-Royce es LBE 8888."

Al principio, la multitud no le dio mucha importancia a que alguien viniera a entregar regalos, pero cuando escucharon que la placa del auto era LBE 8888, todos intercambiaron miradas asombradas.

Rubén se levantó de un salto y preguntó apresuradamente: "¿Está segura de que no se equivocó con la placa?"

"Sí, señor. Lo vi con mis propios ojos", respondió firmemente la ama de llaves.

"Todos, salgamos a recibir a nuestro invitado especial." Rubén tomó una decisión y corrió hacia el patio.

El dueño del auto con la placa LBE 8888 era Trent Sánchez, el hombre más rico de Linbourne. ¿Cómo no iba Rubén a perder casi la cabeza?

Rubén condujo a todos fuera de la casa y hacia el patio. Afuera, encontró a un hombre de mediana edad con traje.

"¡Hola!"

Rubén corrió hacia su inesperado visitante y le estrechó la mano.

Cuando Platt vio al hombre de mediana edad, se quedó impactado. Era Terrance Delgado, el mayordomo de Trent. Aunque Terrance era solo un mayordomo, incluso el padre de Platt tenía que mostrarle gran respeto.

"Señor Delgado, ¿qué lo trae por aquí?" Platt actuó como si él y Terrance fueran cercanos. Caminó hacia Terrance y le extendió la mano.

Terrance frunció el ceño y preguntó: "¿Quién eres tú?"

Platt respondió rápidamente: "Soy el hijo de Shipley Quinn, señor. La semana pasada yo..."

"Ya basta. No me interesa."

Antes de que Platt pudiera terminar su frase, Terrance lo interrumpió y lo apartó con un gesto, lo que asustó a Platt casi hasta el punto de hacerse encima.

La Familia Quinn era algo conocida en Linbourne. Pero no era nada comparada con la Familia Sánchez.

Hace un momento, Platt quería presumir frente a todos. No esperaba que lo ignoraran de esa manera.

Rubén, que quería hacer sus propias preguntas, decidió quedarse callado.

Terrance sacó una lista de regalos de boda y la leyó en voz alta.

"Diez tiendas en la Plaza brillante. El noventa y nueve por ciento de las acciones del Hotel Gold. Un Maserati y una villa en Jardín soleado. Y 1, 005, 000 dólares en efectivo. Todos estos son regalos de boda."

No fue hasta que terminó su frase que todos entendieron el significado de los regalos.

Al ver los fajos de dinero, las llaves del auto, los certificados de acciones, los títulos de propiedad y los demás regalos valiosos apilados dentro del maletín, todos quedaron completamente atónitos. Incluso después de que Terrance se fue, todos seguían en estado de shock.

"¡Rubén, tienes la hija más afortunada!" Finalmente, alguien rompió el silencio.

"Trent es realmente el hombre más rico de Linbourne. Es tan generoso. Paislee tendrá un buen futuro, sin preocupaciones."

"¡Paislee, no te olvides de nosotros cuando te cases!"

De repente, todos se reunieron alrededor de Paislee y la elogiaron.

Su hermana mayor era la mujer más hermosa de Linbourne. ¿Cómo podría Paislee ser mediocre?

Paislee no salió de su ensueño hasta que escuchó a todos halagarla. Entonces se dio cuenta de que su hermana ya estaba casada, así que esos regalos de boda eran naturalmente para ella. Pero no podía entender cuándo se había relacionado con alguien de la Familia Sánchez.

De pie junto a Zoey, Ryder vio el asombro teñido de celos en sus ojos, lo que llenó su corazón de amargura. Los regalos eran todos para ella. ¿Por qué debería sentirse envidiosa?

Pero nadie le creería si lo dijera.

"¿Ves? Cuando tú y Zoey se casaron, no recibimos nada de ti, de tu familia ni de tus amigos. Incluso tuvimos que darte 500, 000 dólares. Un hombre como tú no puede hacerla feliz. Créeme, si te divorcias de ella, le estarás haciendo un gran favor." Paislee se acercó a Ryder, sosteniendo las llaves del Maserati en una mano y el título de propiedad de la villa en la otra. Su rostro estaba lleno de autosatisfacción.

Lanzándole una mirada de reojo, Ryder dijo con tono sarcástico: "¿Estás segura de que esas cosas son para ti?"

Al oír esto, Paislee se sintió un poco desconcertada. Después de todo, nunca había tenido contacto con ningún hombre de la Familia Sánchez, pero rápidamente disipó sus dudas. Se sintió avergonzada y luego se enojó de inmediato. Frunciendo el ceño ante Ryder, resopló: "¿Qué se supone que significa eso? Por supuesto que son para mí. Soy la única mujer soltera en esta familia. Por lo tanto, soy la única que puede aceptar estos regalos. "