Capítulo 8 Encerrada

"¿Alguna vez me han querido de verdad?".

La pregunta de Elyse tomó a Lanny por sorpresa, y su expresión cambió de golpe.

Sin darse cuenta de la reacción de su padre, la chica dirigió su mirada hacia Glenda, esperando su respuesta.

"Elyse, ¿qué te pasa? ¿Cómo puedes dudar de nuestro amor por ti? Nos preocupamos por ti, por eso te sugerimos que te reconcilies con Theo. Con la riqueza de su familia, tendrías la vida fácil", respondió la mujer con calma.

"Pero ahora estoy casada. ¿Crees que Theo aceptaría a una mujer divorciada?". Elyse desafió a Glenda, con los ojos fijos en el rostro de su madre.

La compostura de su madre vaciló, sustituida por un atisbo de ansiedad. "¿Con quién te casaste? ¿Es rico?", preguntó con urgencia.

Elyse dudó. Al principio, quiso revelar su matrimonio con Jayden Owen, un hombre de considerable riqueza e influencia; sin embargo, al ver la expresión ansiosa de Glenda, cambió su respuesta. "No, es un pobre".

Lanny estalló de ira. "¡Nos desobedeciste! ¡Termina este matrimonio de inmediato!".

"No, no lo haré", declaró Elyse con firmeza. "Desde el momento en que me abandonaron en la boda, recuperé el control de mi vida. Ya no tienen nada que decir sobre mis decisiones".

"¡Yo te crié, ¿y así me lo pagas?!". La cara de Lanny se puso roja de ira mientras desataba su furia. Llamó al mayordomo y a las criadas, ordenando: "¡Enciérrenla en el sótano hasta que entre en razón!".

Elyse sintió una profunda decepción por sus padres. Recurrían al encierro para imponer su autoridad, exigiendo su sumisión.

En el pasado se había doblegado innumerables veces para apaciguarlos, pero esta vez se negó a ceder.

Mientras se llevaban a Elyse, Mabel dijo con entusiasmo: "Ya que ella no puede casarse con Theo, ¿por qué no me dejan a mí? Así no perderemos nada".

Elyse no pudo evitar reírse. El constante deseo de Mabel de sustituirla era predecible.

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En el salón, Jayden estaba sentado, con la mirada fija en el reloj de pared. Ya eran las once, pero Driscoll, a su lado, no se atrevía a decir nada.

Los platos de la cena se habían recalentado varias veces en el comedor.

"¿Dijo que volvería a cenar antes de salir?", preguntó Jayden.

"Sí, lo hizo", confirmó Driscoll.

"¿Entonces por qué no ha vuelto aún?".

Driscoll permaneció en silencio, sin saber la verdadera razón. ¿Elyse huyó como Juana? No se atrevió a especular, prefiriendo guardarse sus preocupaciones.

Jayden sacó su celular y envió un mensaje a su asistente. En diez minutos recibió una respuesta.

"Es una inútil; está encerrada en un sótano", dijo el hombre tras leerla.

Driscoll se quedó desconcertado. "¿Está encerrada en el sótano? ¿Deberíamos llamar a las autoridades para que intervengan?".

"No, yo me encargaré", declaró Jayden, con los ojos encendidos de furia.

Como esposo de Elyse, no toleraría que nadie la encerrara sin su consentimiento.

Al ver la ira latente de su jefe, Driscoll se abstuvo sabiamente de hacer más preguntas. Era evidente que la familia de Elyse había provocado a Jayden hasta el límite.

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En los confines sombríos del sótano, Elyse se acurrucó en un rincón, con los ojos cerrados por el cansancio. El hambre le roía el estómago, pero su mente corría con pensamientos de escape.

Después de lo que pareció una eternidad, la puerta del sótano se abrió con un crujido, proyectando un rayo de luz en la oscuridad. Varias figuras entraron, con los rostros iluminados por linternas.

El repentino brillo hizo que Elyse se estremeciera, y sus ojos lucharon por adaptarse. ¿Quién se atrevía a aventurarse en el sótano?

"¡Señor Owen, localizamos a la señorita Lloyd!".

¿Jayden había venido a rescatarla?

Aturdida, Elyse salió del sótano con ayuda, encontrando la mansión iluminada. Sus padres, antes orgullosos, ahora se encogían de miedo junto a Jayden, con un comportamiento muy diferente.

"Jayden", lo llamó, con la voz teñida de una extraña sensación de tristeza.

La aguda mirada de Jayden se posó en ella, notando una huella de mano en su pálido rostro. "¿Qué le pasó?", preguntó con tono cortante a los padres de la chica.

"Yo... la abofeteé", confesó Lanny, con evidente culpabilidad.

"¿Por qué?". La pregunta de Jayden cortó el aire tenso.

"Porque...". Lanny tartamudeó, con el sudor perlado en la frente. "Porque se negó a casarse con Theo".

El comportamiento de Jayden se volvió gélido. "¿Así que estás disgustado conmigo?".

"N-no, en absoluto", balbuceó Lanny, con una sonrisa forzada.

Luego, se volvió hacia Elyse, reprochándole: "Fuiste y te casaste con el señor Owen, ¿pero por qué mentir y decir que es pobre?".