Mi agitada madre corría tras de mi. -Miryam, detente por favor... vas a caerte- ya ha pasado un año desde que renací.
Pensé que sería fácil volver a hablar y caminar por ya haberlo hecho pero solo he podido caminar a la perfección, hablar para mí sigue siendo algo complicado. -Made do me calgo (madre no me caigo)- en lo que paré a hablarle fuí tomada en brazos.
-Necesito hablar contigo- asentí y madre me soltó de inmediato. -Siéntate aquí en el césped conmigo- madre dió dos palmadas en el césped en indicación de dónde debía sentarme. -¿Recuerdas lo que te dije hace un mes?- niego, aunque si se a que se refiere.
Antes de que ella me lo dijera ya lo había visto en el recorrido de mi vida al morir, cuando una esclava cumple el año de edad es separada de su madre y su madre es enviada de regreso al trabajo de obra, luego seré marcada con un sello de hierro caliente para mi suerte en mi vida pasada mi madre se reveló y evitó que pasara por esa tortura al ayudarme a escapar... lamentablemente esa fue la razón por la que madre murió en mi otra vida. -No recuerdo madre- mamá pasó su mano suavemente por mi mejilla y seguido la besó. ¿Cuándo seremos separadas? mañana temprano en la mañana.
-Hoy no puedes dormir, te dije que debías huir lejos de este lugar por qué si te quedas te pasarán cosas muy malas... tu padre no te quiere, el no es un buen hombre, si te quedas te hará el mismo daño que me hizo a mi- una lágrima recorrió su rostro. -Te amo tanto mi niña, debes correr sin mirar atrás y correr muy rápido... solo así podrás vivir bien- en fragmentos de mi vida pasada madre fue violada por padre solo así vine al mundo, tal como pasó en mi otra vida sucedió en esta... son cosas que yo no puedo evitar.
-Pomemos hujir juntas (podemos huir juntas- la abracé fuertemente y sequé sus lágrimas.
-Si voy contigo nos encontrarán, ellos nos implantaron rastreadores mágicos- su voz se quebró y sus pocas lágrimas comenzaron a abundar. -No sabes cómo me duele, pero.. te prometo encontrar una forma de huir e ir a buscarte, así que prométeme que harás lo que te pido- asentí herida por la expresión en su rostro, yo prometo que está noche nos iremos las dos.
-Ami je amo (mami te amo)- ahora que puedo decírselo lo haré, ya que sé con exactitud todo lo que viví e hice en mi otra vida hasta el día en que morí podré hacer y decir lo que no pude antes.
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Madre me puso una manta que tomó de la habitación de servicios. -¿Lista?- asentí. -Entonces, linda... avanza hasta el matorral de pinos, hay una barrera invisible así que ten cuidado, cuando estés ahí ve hacia la derecha, vas a encontrar unas carretas, entra en una de ellas y escóndete bien, esas carretas son de comercio así que saldrán a las cuatro de la madrugada hacia la capital cuando veas que estás lejos de la mansión sal de la carreta y huye hacia el bosque, busca un lugar seguro- madre besó mi frente y me arrastró hasta fuera del pequeño cuarto.
-Amos juntas- madre niega con una expresión triste en su rostro. -¿Polque no?- con mi pequeña mano tomo su mejilla.
-Luego te alcanzaré, ve rápido en un rato vendrán a cerrar este área... te alcanzaré lo prometo- madre se puso de pie acomodó nuevamente la manta sobre mi y me dio unas palmadas en ella espalda. -Ve- y corrí, no, no la estoy abandonando, tengo un plan... fingiré atorarme en una parte y como va estar viéndome se dará cuenta sin que deba gritar.
Lo tengo todo planeado, finalmente he llegado al primer punto que madre mencionó el matorral de pinos, me quedo de pie diez segundos y seguido alzo mis brazos y los balanceo de un lado a otro. Madre lo entendió inmediatamente, corrió hacia mi. -¿Qué sucede mi pequeña?- madre liberó la punta de la manta que yo misma enredé en un tronco. -Ya está, vete- la tomé por el brazo e intente llevarla conmigo. -Detente Myriam, detente- que es ese extraño sonido. -Mierda, vete Myriam, corre- ¿hice algo mal? sacudí a madre quién convulsionaba en el piso, esto no lo sabía.
-¡Oye tú, detente ahí!- un hombre robusto me señaló. -¡Hay dos esclavas intentando escapar!- no puedo morir, no ahora... debo, debo huir... madre ya no respira.
Cuando el robusto guardia intentó tomarme pasé por debajo de sus piernas y corrí ciegamente hacia la barrera pero... ¿la he cruzado? ¿cómo? no es momento de preguntas, solo debo correr.
corrí creo que por media hora hasta estar exhausta, Dios mío ¿Qué hice? maté a madre, si tan solo no hubiese hecho eso.
-No la mataste, ella tenía como destino morir... sea lo que hubieses hecho tenía que morir- ¿Qué? ¿Quién es?
-¿Quien eres? sal e ónde tés ¿Cómo escuchaste lo que pensaba?- observé a mi alrededor desesperada.
-Yo soy Aristeo, no estoy en ninguna parte... pero si quieres me puedo mostrar de forma física- voy a morir, no puede ser que vaya a morir tan pronto. -Entonces acerté, tu olor a muerte me trajo hacia ti-
-¡¿Que?! ¿cómo?- sentí como el color de mi rostro desapareció. Una figura se presentó frente a mí.
-No te asustes, lo siento... no te haré daño- es tan guapo, sus cabellos largos color plata y ojos color oro. -Me avergüenzas, jijiji- me aproximé curiosa e intenté tocar su cabello pero es demasiado alto. -Déjame busco una forma más cómoda- su cuerpo se redujo tanto hasta quedar con el cuerpo de un niño de 7 años ¿Qué magia es está? -Magia de décimo nivel- imposible.
-Pedo... pedo, tarbas mas de teinta añios para llegar a eje nivel- pierdo mi equilibrio un poco, me duele mucho.
-Tengo 2645 años- ¿Qué? pero se ve muy joven... ¿por qué se acerca? intento alejarme pero tropiezo y lastimo mucho más mi tobillo. -Son muchas preguntas, no te muevas- es sobrenatural solo tocó mi tobillo y dejó de doler. -Soy un Dios múltiple, supongo que en tu vida pasada debiste escuchar del contrato con los dioses, son muchos pero no es por presumir solo dos personas en toda mi vida han logrado un contrato conmigo-
-Aris... Aeismo, ¿puedo decirte Aris? es que es muy difícil hadlar- el asintió.
-¿Te importa si continúo contigo en tu viaje?, te contaré todo lo que quieras saber y espero que me cuentes también tu historia, el cómo tu alma se volvió errante y se aferra a un cadáver- asentí, es muy lindo incluso en esta forma. -Me harás sonrojar, vamos-
Nota: dejaré de escribir a medias en los diálogos de Miryam, solo deben imaginar la hablando como bebé al menos hasta que cumpla los dos años. Gracias por apoyar esta historia.