Capítulo 2 Verdad A La Luz

Capítulo 2.

Hice que ambos se sentarán en la mesa para que comenzarán a comer y salí para atender la llamada de James Feng, después de tantos años aun no podía decirle papá, creo que simplemente no era un tema del que me gustaba hablar, después de todo él le hizo mucho daño a mi mamá antes de tener su final feliz; ahora yo me encargo de la compañía Lee y mi hermana se encargará de la compañía Feng. Esta vez si se podía decir que lo mejor fue para el primero que nació.

-¿Qué sucede?

-Tu mamá y yo queríamos saber cómo había llegado tu hermana.

-Después de todo si les interesa.

-No digas eso... Sabes que tu mamá y yo nos interesamos.

-Niño tonto, ¡¿a quién le dices que no nos importan?!

-Mamá... Pensé que no estabas.

-Pensaste mal, ahora dime como están.

-Bien, ahora estamos cenando, después dejaré que descanse en la habitación que preparaste para mi hermana.

-Mi niño, eres el mas inteligente y hermoso... También recuerda no dejar a tu amiga Gemma cerca de ella.

-Lo sé, adiós mamá-cuelga la llamada rápido-.

Regrese a la mesa y no dijimos nada en la mesa, al menos no Gemma y yo, Lisa y Oliver no dejaban de hablar hasta que terminamos de comer. Llevé a Lisa a la habitación que mi mamá había preparado para ella desde hace tiempo; justo cuando la iba a dejar para que descansará me di cuenta de que seguía triste por el tema de que se habían marchado antes de que ella llegara, me senté a un lado de ella y la tomé de la cabeza. Lisa volteó a mirarme y me sonrió, yo no podía mostrar una sonrisa, pero intente hacer una mueca, solo puedo decir que fue mala idea, Lisa se sorprendió y después comenzó a reír.

-No necesitas sonreír, asustas.

-Ja... Bien, solo quería consolarte.

-¿Sobre qué...? De cómo mamá y papá no me querían ver o de lo horrible que soy.

-Te contaré algo, mamá fue quien decoró está habitación para ti.

-¿De verdad? ¿Y papá?

-Si, James Feng te dejó conmigo para que te cuidará, no pudo hablar de otra cosa que no fuera de ti.

-Gracias, hermano.

Asentí con la cabeza y me levante para irme, pero antes de que pudiera marcharme me tomó del brazo, pero cuando volteé no dijo nada y me soltó hasta que cuando estaba apuntó de cerrar la puerta me dijo algo que me hizo detenerme por un segundo.

-Mi deseo este año es que por primera vez le digas papá a James Feng...

Cerré la puerta y agache la cabeza pensando en lo que había dicho, me marché hasta llegar con Gemma y despedirme de ella, pero en el camino estaba Oliver, me detuvo mostrándome a su novia, no dejaba de hablar de ella, creo que cada vez que veía la oportunidad hablaba de ella, aún no decía quien era o tal vez si, pero nunca ponía atención; lo despedí a él primero para que por fin se fuera de mi residencia. Al ver que se había marchado me dirigí a donde estaba Gemma, pero ella parecía un poco apurada a irse y no pude decirle ni una sola palabra. Suspiré y volví a subir las escaleras para descansar, toda la noche sentí un presentimiento extraño que ni me dejaba dormir, así que me quedé despierto hasta poder dormir, al día siguiente me despedí de Lisa para irme a trabajar, en el camino Gemma no dejaba de llamarme, pero estaba manejando hasta que un auto iba rápido y cuando estábamos apuntó de chocar frene el auto rápidamente y el también, al estar detenidos a mitad de la calle, me bajé, después de todo estábamos justamente afuera del estacionamiento de mi compañía, pero el auto volví avanzar sin detenerse. Me moleste, pero solo regrese a mi auto para entrar al estacionamiento y poder entrar a la compañía, al estar apuntó de estacionar, el auto apareció enfrente del mío y frenando rápido me bajé. Ahora no podía escapar, al tocar su ventana un hombre salió del asiento del acompañante. Cuando salió lo reconocí fácilmente, era el novio de Gemma, lo había conocido por las fotos que me mostró, pero jamás lo había visto o tan siquiera conocido en persona, aunque me sorprendió lo que dijo después.

-Lo lamento, señor... No sabía que esté era su lugar.

-¿Tampoco saben conducir? Puedo denunciarlos.

-Mi prometida estaba apurada de llegar y no podía conducir despacio.

-Parece que su prometida es una mujer incapaz de respetar.

-¡Tampoco ofenda a mi prometida!

El hombre se acercó a mí y cuando estábamos apuntó de pelear, la puerta del conductor se abrió, escuche una voz que jamás pensé volver a escuchar. De la puerta salió Harper, parecía muy feliz de verme, pero puedo decir que yo no me sentía igual.

-¡Alto! Él es el hombre del que te hable, Jace.

-¿Harper?

-Hola, Ryan...

-Dejé de llamarme así hace mucho-se arregla su traje-cuida a tu prometido y no provoquen problemas.

Harper me iba a dar un abrazo, se dirigió corriendo a mí, pero reaccioné haciéndome aún lado y su prometido la sostuvo, me marché sin hacer ninguna expresión de haberla extrañado y sin decir nada. Al entrar a la compañía vi a Gemma con una cara muy seria y preocupada, al final me di cuenta de por qué me llamaba con tanta insistencia, quería advertirme que Harper había regresado a la ciudad. Me quedé quieto y Gemma iba a decir algo, pero no quería decirle que su novio la había engañado y justamente con Harper, no sabía si lo que sentí en ese momento por Gemma fue dolor o pena. Ella presumía a su novio como un hombre noble, aunque no lo veía mucho, quien diría que él hombre del que hablaba no era tan fiel y noble cómo ella lo narraba, al escuchar las voces cerca de Harper y él tenía que hacer algo, no podía dejar que lo viera, al menos no así, por el bien de Harper y de Gemma.

            
            

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