Capítulo 5 Plan de cumpleaños

Donna vaciló por un momento y dijo con tristeza: "Tu padre no estará muy feliz con esto".

York Nelson, profesor universitario y jefe de la familia Nelson, siempre había poseído un temperamento extraño.

Cuando su hijo Jonny estaba en la escuela nunca fue buen estudiante, y su familia nunca apoyó su decisión de convertirse en una estrella. El patriarca incluso llegó a declarar que nunca usaría el dinero que ganara su hijo por este medio y, hasta ahora, había cumplido su promesa; no había gastado ni un solo centavo del actor en los últimos años.

"Él...". El corazón de Jonny se estrujó mientras contestaba: "Yo también soy su hijo y gano mi dinero de forma honesta. ¿Por qué me desprecia de esa forma? Solo acepta el dinero de mi hermano, y yo...".

"No te preocupes por eso, no es importante. Simplemente no le haremos saber que fuiste tú quien hizo eso por nosotros", dijo la mujer con dulzura para consolar a su hijo.

Él le devolvió la sonrisa: "De acuerdo. Mamá, tú eres quien más me ama, ¿cierto?".

"Por supuesto, querido. Eres mi pequeño". Las lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Donna y continuó diciendo con el corazón adolorido: "No soporto verte así de herido".

De repente, Jonny recordó lo que había sucedido en el hospital esa misma noche y no pudo evitar reír.

"¿De qué te ríes? Pensé que estabas sufriendo; ¡tu hermano dice que tuvo que darte siete puntos!".

"No, no me estoy riendo de eso...". Cuanto más pensaba en ello, más risa le daba, hasta que finalmente logró hablar: "Cuando fui a que me cosieran la mano, Jacob tuvo una discusión bastante acalorada con mi agente en el hospital. En verdad nunca esperé que mi hermano, tan estoico y aburrido generalmente, se peleara con alguien e incluso criticara a mi agente con tanta crueldad. Debo admitir que fue realmente asombroso".

Donna lo miró con incredulidad: "Eso es imposible; tu hermano siempre ha sido el tipo de persona que golpea a alguien si está enojado. Pero una discusión... No puedo creerlo".

"Te juro que sucedió, pero fue con una mujer. Él practica artes marciales, así que no habría forma en que la golpeara; simplemente se burló de ella y le dijo todo tipo de insultos. Nunca lo había visto comportarse así".

"Jamás había actuado así antes...".

"¡Por eso resulta tan divertido! Fue algo muy extraño". Jonny se movió perezosamente en el sofá. "Dicen que mi agente es capaz de convencer hasta a un muerto, y sin embargo, ella era como masilla en sus manos y palideció de ira. Frente a él, se convirtió en otra persona por completo. ¡No tenía idea de que mi hermano fuera tan elocuente! Parecían enemigos, pero creo que serían una pareja perfecta".

Tal vez Jonny dijo esto sin pensarlo, pero Donna se tomó esas palabras muy en serio.

De pronto, sus ojos se abrieron con un gran interés: "¿De qué agente hablas? ¿Ella está casada?".

"Mamá, ¿qué estás planeando?", preguntó él al darse cuenta de su entusiasmo. "Ella tiene mi edad, y ni siquiera tiene novio...", continuó diciendo.

Su madre estaba tan emocionada que lo tomó de la mano y la apretó con fuerza, haciendo que él chillara de dolor.

"Oh, lo siento mucho, no era mi intención... ¡Estoy tan emocionada! ¿Cuándo traerás a tu agente para que pueda conocerla?".

Jonny miró a su madre con recelo y dijo: "Espero que no estés planeando juntarme con ella". A pesar de que llevaban ya cinco años trabajando juntos, nunca había sentido una chispa entre ellos, lo cual debía significar que ella no era su tipo.

"No, eso no es lo que tengo en mente. Solo tráela aquí un día", respondió Donna con ansiedad.

No le preocupaba que Jonny encontrara a alguien, pues él estaba rodeado de mujeres todo el tiempo. Quien le preocupaba realmente era su otro hijo, Jacob.

"De acuerdo", respondió el actor antes de abrazarla. "Ya que me dejaste encargarme de tu fiesta de cumpleaños, le pediré a Cherry que venga y se encargue de organizar todo. No te preocupes, ella se hará cargo de todo".

Una sonrisa se extendió por el rostro de la mujer. "¡Muy bien! Me gustó desde el momento en que escuché el nombre".

Jonny se sintió un poco inquieto;

¿tal vez debería decirle que la discusión entre Cherry y Jacob no fue muy alegre ni civilizada?

De inmediato, le informó a su agente lo que necesitaba que hiciera para el cumpleaños de su madre. Una semana le pareció más que suficiente para que Cherry, quien era increíblemente capaz, planificara la fiesta.

Sin embargo, antes del gran día, organizó una reunión entre ella y su madre.

Lo primero que Donna notó fue su suave sonrisa y no pudo evitar preguntar: "Señorita Cherry, ¿nos conocemos?".

"Señora, por favor, llámame Cherry", respondió la chica con una sonrisa amistosa. "Y no, no creo que nos conozcamos. Estoy segura de que nunca olvidaría a alguien tan amable".

Jonny detestaba las tácticas de su madre, quien estaba usando un evidente truco para intentar convertirla en su nuera.

"Mamá", la interrumpió él, tratando de ocultar su descaro y suavizar un poco las cosas. "Quizás la viste en algunas de mis entrevistas. Después de todo, ella es mi agente".

"No, no es eso". Donna frunció el ceño y estuvo a punto de continuar: "En verdad...".

"Bueno, las dejaré charlar. Siéntete libre de pedirle cualquier cosa a Cherry. Le pediré al chofer que me lleve a dar una vuelta". El actor no quería tener nada que ver con todo este arreglo que su madre estaba intentando hacer.

"¿En serio?", preguntó la mujer sorprendida. Luego sonrió avergonzada; "Gracias".

"La planeación es mi especialidad", dijo Cherry. "Si hay algo que necesites o quieras, solo dímelo, haré lo posible para conseguirlo", agregó.

Jonny le había pedido que fuera ella quien se encargara de este evento en lugar de contratar una empresa externa por un par de razones; por un lado, quería proteger su privacidad y, por el otro, quería que esta fiesta de cumpleaños para su madre fuera especial, y sabía que su agente era capaz de lograrlo.

"Solo hay algo que quisiera pedirte".

Cherry escuchó con atención.

"Intenta ahorrar lo más que se pueda; no quiero nada que sea demasiado caro".

La sonrisa en el rostro de la chica se congeló, pues no esperaba esta solicitud. "Oh, claro. No te preocupes por eso. Nunca haría nada que fuera demasiado extravagante o exagerado".

Luego de aclarar esto, le pidió a Donna algunas fotos familiares.

El único problema fue que ella no tenía ningún negativo ni rastro digital de estas, y producir una nueva imagen requeriría algo de trabajo.

Pero esto no representaba un gran desafío para Cherry;

simplemente se comunicó con el departamento de tecnología para que se encargara del asunto, así que no solo logró conseguir imágenes más grandes y nítidas sino que también pudo obtener una copia de los negativos para que Donna los guardara.

No esperaba que fuera tan fácil hacer feliz a la madre del famoso y excesivo Jonny.

Ella estaba tan feliz que rompió a llorar de alegría.

"Sé lo difícil que debe haber sido esto. Llevo tiempo queriendo guardar esas fotos, pero nunca logré hacerlo y simplemente envejecieron. Tenía miedo de que se pusieran amarillas y decoloradas cuando quisiera mostrárselas a mis futuros nietos".

"En verdad no fue nada", dijo Cherry con modestia. Luego consoló a la mujer con una voz suave y gentil: "Si necesitas más copias, solo dímelo y te las puedo conseguir, ¿de acuerdo?".

En las fotos se veía a dos personas, tres, cuatro, cinco...

Fue entonces que Cherry se dio cuenta de que Jonny tenía tres hermanos y, sorprendentemente, el más atractivo de todos no era el famoso actor.

De hecho, se trataba del rostro de piedra de Jacob, quien al parecer siempre había tenido la misma expresión fría desde que era un niño. No había ni una sola foto en la que estuviera sonriendo, pero eso no le restó mérito a su belleza en lo más mínimo.

Cherry pudo identificarlo fácilmente aunque solo le echara un vistazo rápido a las fotos.

Desde muy joven había sido guapo y sus rasgos no habían cambiado en absoluto.

Creció con normalidad y su atractivo no cambió para nada.

El único problema era que su personalidad resultaba muy molesta y trataba terriblemente a los demás.

Pero viéndolo en las fotos, la chica pareció odiarlo un poco menos. Ambos vivían en un mundo donde las personas eran juzgadas severamente por su apariencia.

Donna notó que ella miraba las fotos y sonrió: "Ese es mi hijo mayor". Luego señaló hacia Jacob con el dedo pero Cherry no le prestó atención. "Se graduó de la Universidad de Medicina y ahora trabaja en el hospital de H City. Es el más inteligente de mis cuatro hijos, y ahora está soltero".

La agente ocultó su sorpresa y miró hacia otro lado, haciendo como si no hubiera estado analizando las fotos hace unos segundos. "Es muy impresionante. Deberías estar orgullosa. Me encargaré de las fotos, así que ten un poco de paciencia. En una semana te las mostraré de nuevo para ver cómo salieron".

De todos los miembros de la familia, el único que se preocupó por la fiesta de cumpleaños de su madre fue Jacob. "¿Por qué no le pido a Jonny que venga a comer con nosotros ese día?", preguntó él.

Donna sonrió y respondió: "No te preocupes, la empresa que contraté se encargará de todo".

Jacob asintió: "Entonces dame su número de teléfono. Hablaré con ellos".

"No, no, está bien", protestó la mujer. Temía que su marido se enterara de que todo había sido idea de Jonny. "No es tu cumpleaños, soy yo quien debería decirles lo que quiero".

El médico le lanzó una mirada de confusión a su madre y no dijo nada más, haciéndola sentir un poco culpable.

El tiempo se estaba acabando y no estaba segura de que Cherry pudiera organizar todo, ni de qué tan bien saldría la fiesta.

La chica había alquilado una hermosa villa en las montañas, cuyo césped y jardín eran lo suficientemente grandes para acomodar a más de cien personas, lo cual era mucho más espacio del que necesitarían.

Solo habían invitado a parientes y amigos cercanos, excluyendo a celebridades y medios de comunicación.

La tarde de su cumpleaños, Jacob llevó a su madre a la ladera y, una vez que el auto se detuvo, las decoraciones y los muebles que rodeaban el lugar le iluminaron los ojos. La vista lo dejó impresionado.

La entrada era un arco de hierro decorado con flores de seda púrpura y gardenias, mientras que ambos lados del pasillo estaban forrados con jarrones de cristal azul y violeta con lirios y gardenias, decorados con una cinta de seda blanca como la leche. Además, el camino era una exuberante alfombra rosa y blanca salpicada de pétalos de rosa.

Pero lo más especial de todo era el pasillo de exhibición de fotos que conducía desde la entrada hasta los asientos de los invitados.

Las imágenes habían sido enmarcadas con un exquisito estilo de estética occidental, en colores blanco, azul violeta, rosa ahumado y otros tonos cálidos. Todas habían sido colocadas en un estante blanco mandado a hacer especialmente rodeado de rosas rosadas, blancas y púrpuras.

Se trataba de fotografías de Donna y toda la familia y colocadas en orden cronológico; una idea inteligente y considerada.

Las luces de color amarillo intenso, violeta claro y blanco se mezclaban para crear una atmósfera cálida por todas partes.

La mesa de cumpleaños también había sido arreglada con un color violeta claro, el favorito de su madre, logrando una exhibición elegante y simplemente encantadora.

A Jacob le pareció que la empresa que habían contratado tenía muy buen gusto, y no pudo evitar sentirse impresionado ante la decoración y el gran trabajo que habían hecho.

Cherry vio a Donna llegar y de inmediato se acercó a ella diciendo: "Bienvenida. Siento haberte pedido que llegaras antes, pero necesitaba darte un cambio de ropa".

Jacob se sintió un poco desconcertado y frunció el ceño. "¿Qué estás haciendo tú aquí?", preguntó.

¿Cuántas identidades tenía esta mujer?

¿Era prostituta a veces, agente otras y ahora formaba parte del personal de una empresa de planificación?

"Señor Jacob, ¿podrías ayudarme con algo? Los invitados deberán firmar sus nombres y tenemos personal que se encargará de eso, pero voy a necesitar que lo supervises".

En otras palabras, ¡no sería más que un portero que diera la bienvenida a los invitados!

Donna miró a ambos y no pudo evitar reír.

Por su parte, su hijo simplemente miró fijamente a la chica frente a él sin decir una palabra.