¡Déjame!
img img ¡Déjame! img Capítulo 5 Dolor.
5
Capítulo 6 Una luz img
Capítulo 7 El trato img
Capítulo 8 El cumplimiento img
Capítulo 9 Lujos, dinero y poder. img
Capítulo 10 Mi castigo. img
Capítulo 11 Una estrategia desconocida. img
img
  /  1
img

Capítulo 5 Dolor.

Toda mi vida pensé que lo más duro de mi vida había sido crecer sola, sin una figura materna o paterna que me dijera lo que era o no correcto, pero después de lo que la vida tuvo que hacerme atravesar años después, me di cuenta de que lo más duro de mi vida, es simplemente poder recordar todo lo que tuve que pasar y aguantar, para poder decir hoy en día – ¡Estoy viva! –

Tory le llamaban a ese monstruo, el proxeneta para el cual trabajaba Simón Ortiz, mi adorado y amado esposo; Tory ese día abuso de mi física, psicológica y emocionalmente, me violo como si yo fuera una muñeca, un ser que no siente y no tiene consciencia de lo que hacía, y siendo honesta hubiese preferido mil veces estar drogada porque no hubiese recordado nada lo que paso en esa habitación asquerosa. Me dolía enormemente lo que me decía, lo que me hacía y los golpes que recibí mientras lo hacía.

Ese monstruo de aspecto y corazón negro y putrefacto, me golpeo hasta el cansancio porque quise defenderme de él, creo que era lógico, yo no quería ser abusada sexualmente por esa bestia, y lo único que encontré hacer, fue morderlo, quería de mil maneras ganar tiempo, espacio y una vía rápida de escape para salir corriendo, huyendo de ese lugar, y la verdad es que ese simple acto que hice empeoró todo. Me dejó un ojo inflamado por el cual no podía ver absolutamente nada, me dolía todo el cuerpo, mis partes genitales y claro mis costillas pues también recibí golpes en ellas; lo único que podía observar luego de esas horas de tortura, era la sangre propia que recorría mi cuerpo y la que se encontraba esparcida por la habitación.

Una total película de terror.

Me dejó encerrada en esa habitación desnuda, golpeada, llena de sangre y llorando como una pobre infeliz, y yo solo podía en ese momento rezar y pedirle a Dios que me diera la suficiente fuerza para soportar lo que estaba viviendo, y las ganas de querer seguir estando viva, porque morir no era una opción.

Como pude me levante y me duché, quería quitarme el olor tan desagradable que su cuerpo me había dejado, su sudor corporal y esa sensación asquerosa de sus manos tocándome. Cuando me vi al espejo vi el reflejo de la maldad del ser humano, el acto que cometen algunos simplemente porque se creen dueños de nuestras vidas, pero también vi esa luz interna que aún brillaba en mí, esas ganas de vivir que eran lo único que me mantenían de pie y con vida. Salí del baño y me coloqué la primera ropa que conseguí, unos shorts de jean con una franela a espalda descubierta de color rojo, pero antes, con unas sabanas que yo misma rompí, hice unas vendas que me ate en el pecho y a la altura de mis costillas para minimizar un poco el dolor que sentía, y en ese preciso instante la escuche a ella en el pasillo, a la abogada hablando con Simón.

- Solo te estoy pidiendo que no la maten, a ella si la puedo convencer de seguir en el negocio.

- Esa mujer mordió a Tory, tú sabes lo que eso significa Simón.

- Le aplicará la ronda... – Respondió él.

En mi cabeza solo resonaba esa palabra y quería buscar mil significados para ella, para no vivirla nunca.

- Ella no soportará eso, ninguna de estas mujeres han aguantado la ronda.

- Yo sé que este fue el plan desde un inicio, pero te juro que si le tome cariño, y no quiero ver como por más de 20 horas violan a mi esposa hasta la muerte.

¡Y sí! Esa era la famosa "Ronda"... era la puerta a la muerte y seguidamente al infierno.

Me asusté, no lo voy a negar, fue imposible siquiera aguantar mis lágrimas porque ya salían solas, si ya había sido torturada y violada cruelmente por el proxeneta, no me podía imaginar algo peor que eso, sabía y estaba consciente que si me quedaba un segundo más en ese lugar, iba a morir.

Así fue como Dios hizo su parte y me ayudó; me asomé por la ventana y vi un contenedor de basura, tenía muchas bolsas negras y más adelante estaba un camión transportando esa basura, no tenía ni idea a donde la llevaban, pero prefería eso a quedarme un minuto más en ese sitio. Me llene de valentía como pude y salte por la ventana aprovechando que no había nadie ¿Y sabes por qué? Porque ya todos se estaban preparando para mí; en mi desesperación abrí una de las bolsas de basura para cubrirme con ella, y lo que había dentro no era basura común, era la basura de ellos... el cuerpo de una mujer mutilado; no tenía opciones, así que sostuve mis ganas de gritar, de llorar y solo me adentre junto a ese cuerpo. Un minuto más tarde sentí como el contenedor era movido y se escuchaba la voz de dos hombres conversando entre ellos.

- Hoy le harán la ronda a la esposa de Simón dijo el checho.

- Entiendo, por eso Simón está intentando negociar con Tory... ese hombre no tiene vida, Tory no lo escuchará.

- Yo en el lugar de simón voy preparando el funeral para quedarme nuevamente viudo.

¿Nuevamente? Eso solo me hacía pensar que simón ya había estado casado antes, pero era lo que menos me importaba, solo quería salir viva de ese sitio y poder contar mi historia.

Entre esos dos hombres vaciaron el contenedor donde yo me encontraba, siempre me mantuve en silencio, en posición fetal y sin mover ni una pestaña, lo cual funcionó porque nunca se dieron cuenta de que yo estuve allí. Cuando el Camión se encendió y sentí que arrancó, pude respirar con tranquilidad, espere unos dos minutos y luego abrí la bolsa de basura, ya nos habíamos alejado de la villa que era justo lo que yo quería, esperé alrededor de cinco minutos y cuando me sentí lo suficientemente lista salte del camión en movimiento hacia unos matorrales. Sabía que tenía mis costillas lesionadas y el tobillo comenzó a dolerme como nunca, pero siempre mantuve que era un dolor mental no físico y como pude seguí caminando y escondiéndome entre los árboles que tenía a los lados, tratando de alejarme lo más que podía de todo esa pesadilla, aunque el verdadero terror siempre fue, que era una isla privada de ellos.

Seguí caminando sin parar, sin descansar por horas hasta que vi como salía el sol, y fue cuando me detuve a recostarme un momento y pensar, pensar en ¿Qué haría? Porque sentía que ya no tenía más que hacer, ¿Cómo se supone que iba a salir de una isla que tiene un único puerto y es de narcos?

Siento que luego de días fue justo en ese momento que pude dormir y descansar por horas, cuando desperté ya había pasado más de 5 horas, me asuste y comencé a ver a mí alrededor, me levanté y continué caminando de nuevo, hasta que llegue a la orilla de la isla, el este quizás, no estaba segura de nada en ese momento, solo estuve segura de unos disparos que se comenzaron a escuchar a una distancia cercana, lo que activo mi miedo nuevamente y me hizo alejarme de ese lugar, encontré entre los árboles un hoyo que estaba oculto entre ramas y arbusto, lo que utilicé perfectamente para esconderme por horas, y fue en una de esas horas cuando escuché esas voces.

- No creo que esté lejos, no entiendo siquiera como logró escapar.

- Ya hemos registrado la isla de punta a punta, nos enviaron a nosotros dos como perros de caza a buscar un hueso que ya está devorado por otro.

- Pero si no la encontramos nos asesina Tory, nunca tuvimos que alejarnos de esa ventana.

Pensé que estaba efectivamente cubierta y a salvo, pero no fue así, porque me descubrieron.

- ¡Aquí estabas!

Mi corazón latía como nunca, y recuerdo que lo único que les decía era – No por favor, ayúdenme – pero yo estaba consciente que eso no iba a pasar porque ellos solo querían tomarme y devolverme a ese monstruo que me quería ver morir de la peor forma, y entonces solo se me ocurrió convencerlos de lo más asqueroso en mi vida.

- Si no me entregan les juro que tendré sexo con los dos ahorita mismo, si así lo desean... Seré completamente de los dos y podrán hacerme lo que quieran, pero por favor no me entreguen a ese hombre.

- Tory nos mata si tocamos a una de sus mujeres.

- Pero no se enterará, ustedes le podrán decir que no me vieron que desaparecí, o que me encontraron muerta en el agua.

- Eso no es opción, voy a dar la señal para que sepan que te encontramos. – No por favor – Le interrumpí.

- Será el mejor momento de sus vidas, ustedes dos con una mujer, y podrán hacerme lo que quieran – Les dije.

No entiendo aún como funcionó, pero la cuestión es que me creyeron y aceptaron, y mientras me propuse a ser la prostituta que ellos deseaban ver, solo quería verlos alejarse de sus armas y desnudarse para no tener con que defenderse.

Tuve que soportar el dolor que traía conmigo en las costillas mientras tocaban mis senos, aparentando que me gustaba, y cuando los tres nos encontrábamos desnudos, di marcha a mi plan. La debilidad principal de un hombre, un oral por voluntad propia.

En un segundo se escuchó su grito, cuando destrocé su miembro con mis dientes y al otro segundo tome el arma y les disparé a ambos en el pecho. Esa fue la primera vez, que cargue con un asesinato en mi memoria... Pero no me arrepiento.

                         

COPYRIGHT(©) 2022