Di Que Soy Tu Cariño
img img Di Que Soy Tu Cariño img Capítulo 3 Un Matrimonio arreglado
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Capítulo 16 Pensamientos diferentes img
Capítulo 17 Sus sentimientos brotaron inconscientemente img
Capítulo 18 Delatado img
Capítulo 19 Cuidado y atención img
Capítulo 20 Una sorpresa img
Capítulo 21 Costumbre img
Capítulo 22 Una fiesta img
Capítulo 23 La ira de Wesley img
Capítulo 24 La amenaza img
Capítulo 25 El dilema de Wesley img
Capítulo 26 Un plazo de un año img
Capítulo 27 Juego de roles img
Capítulo 28 Cena familiar (Primera parte) img
Capítulo 29 Cena familiar (Segunda parte) img
Capítulo 30 La venganza de Jeannie (Primera parte) img
Capítulo 31 La venganza de Jeannie (Segunda parte) img
Capítulo 32 El castigo img
Capítulo 33 Deslumbrante img
Capítulo 34 Los celos de Erma img
Capítulo 35 El ridículo y la defensa img
Capítulo 36 La determinación de Erma img
Capítulo 37 La indecisión de Wesley img
Capítulo 38 Cambios img
Capítulo 39 Calidez img
Capítulo 40 Reunión img
Capítulo 41 Wesley en pánico img
Capítulo 42 Cocinando él mismo img
Capítulo 43 Cuidado img
Capítulo 44 Sorpresa y verdad img
Capítulo 45 Karl tuvo un ataque al corazón img
Capítulo 46 La orden de Karl img
Capítulo 47 Descansar con tranquilidad img
Capítulo 48 Cocinando para su esposo img
Capítulo 49 Hablando con sinceridad img
Capítulo 50 La situación img
Capítulo 51 El bombardeo de Jeannie img
Capítulo 52 Cambiando de actitud img
Capítulo 53 La advertencia de Wesley img
Capítulo 54 Regresando img
Capítulo 55 Malentendido img
Capítulo 56 Suponiendo un embarazo img
Capítulo 57 Embarazo img
Capítulo 58 Malentendido img
Capítulo 59 Profundización del malentendido img
Capítulo 60 El enredo de Christine img
Capítulo 61 Jessica regresa img
Capítulo 62 Casi tuvo un aborto espontáneo img
Capítulo 63 Salva al bebé img
Capítulo 64 El plan de Karl img
Capítulo 65 Desesperación img
Capítulo 66 La decisión de Karl img
Capítulo 67 Cooperación img
Capítulo 68 El plan de Nathan img
Capítulo 69 Charla secreta img
Capítulo 70 Crisis empresarial img
Capítulo 71 Mejorando img
Capítulo 72 El plan de Jessica img
Capítulo 73 Investigue al goteante a fondo img
Capítulo 74 Encuadre img
Capítulo 75 Descubra la llamada verdad img
Capítulo 76 La venganza de Wesley img
Capítulo 77 El nacimiento del bebé img
Capítulo 78 A salvo por fin img
Capítulo 79 Muerto ha muerto img
Capítulo 80 Sobre él otra vez img
Capítulo 81 Tomó una decisión img
Capítulo 82 Rechazar directamente img
Capítulo 83 Eso es la naturaleza humana img
Capítulo 84 Cerca del corazón img
Capítulo 85 Obstrucción inexplicable img
Capítulo 86 Distraído img
Capítulo 87 Alienación en silencio img
Capítulo 88 Malentendido del sueño de medianoche img
Capítulo 89 Una derrota aplastante de la noche a la mañana img
Capítulo 90 Un plan img
Capítulo 91 Sin elección img
Capítulo 92 Se acerca un milagro img
Capítulo 93 La humillación de Wesley img
Capítulo 94 La conciencia de Jessica img
Capítulo 95 Hospital img
Capítulo 96 Disputa img
Capítulo 97 Christine se desmayó img
Capítulo 98 Sospecha img
Capítulo 99 La verdad img
Capítulo 100 Buscando a su hijo img
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Capítulo 3 Un Matrimonio arreglado

Nadie en la habitación esperaba que Christine hiciera un movimiento, ni siquiera ella misma, así que la atmósfera se volvió inquietantemente tranquila cuando lo hizo.

"¡Bien hecho, Christine!", la elogió Karl con una mirada de aprobación. Le preocupaba que la mujer se sometiera a Wesley, pero ahora solo tenía que preocuparse de que no se casaran.

Sin embargo, tenía un plan.

"¡Estás coqueteando con la muerte, mujer!". Wesley apretó los dientes, tenía ganas de aplastar a Christine en pequeños pedazos.

Ella tomó la botella de vino tinto de la mesa y la rompió sobre el borde. Christine parecía una bestia. Ahora, la punta afilada de la botella apuntaba hacia él.

"Por cierto, Bear, ve a buscar algunas píldoras anticonceptivas".

Wesley arqueó las cejas de forma casual y miró a la mujer juguetonamente. "Una mujer así de descarada no merece tener un descendiente de la familia Helian".

Parecía que ese monstruo malhumorado la estaba dominando, y escuchar esas palabras pareció afectar a Christine, ya que las yemas de sus dedos temblaban visiblemente. Recordando la vaga experiencia de la noche anterior, dejó caer lentamente la botella, obviamente, ella no quería estar embarazada del bebé de ese fanfarrón.

Fuera de la ventana, el cielo se estaba volviendo más brillante lentamente y la lluvia parecía disiparse, lo más probable era que los paparazzi también corrieran hacia el hotel.

"¡Muy bien! Ya nos divertimos bastante, me voy. ¡Recuerda prestar atención a las noticias de esta mañana!". El objetivo de Karl finalmente se había logrado, y con una hermosa sonrisa en las comisuras de su boca, se levantó para retirarse.

Sin embargo, la mente de Christine se quedó en blanco.

¿Las noticias de esta mañana? ¿Qué se suponía que significa eso?

El anciano pareció sentir su confusión. "La noticia se dará a conocer a las siete en punto, entonces sabrás a qué me refiero".

Y sin decir nada más, simplemente salió de la habitación con su muleta. Los reporteros lo seguían de cerca, pero de vez en cuando miraban a Wesley con el rabillo del ojo.

Dentro de la habitación, los esfuerzos que Christine ya había realizado estaban más allá de sus fuerzas. Entonces cayó al suelo, débil y sin fuerzas.

El ambiente se estaba tornando sofocante en el lugar, Wesley también lo sintió así que se desabotonó el cuello de la camisa, dejando al descubierto su pecho. Tenía varios chupetones marcadamente visibles.

No obstante Christine solamente apartó la mirada, pues era obvio que lo había hecho a propósito.

"Todavía quiero que me digas el precio".

El hombre estaba medio tendido en el sofá, con sus labios moviéndose ligeramente y su tono de voz bajando poco a poco. Miró fríamente a la mujer que yacía en el suelo, con sus ojos profundos y sus pestañas temblando suavemente.

Sus rasgos afilados, piel clara, rostro perfecto, labios rojos y nariz alta lo hacían parecer un rey medieval.

Si no fuera por sus acciones, cualquiera pensaría que era un elegido de Dios, pero era el hijo mayor de la familia Helian y el único heredero. Si golpeara el piso con el pie, toda Ciudad S se estremecería, ciertamente, una persona así tenía el potencial de ser perfecta.

Desafortunadamente, todos en la ciudad sabían que al hombre solo le importaba una mujer, y esa era Jessica.

"Ja, já". Christine resopló, pero sin decir nada.

Los periódicos, la televisión y las revistas estaban llenos de informes sobre Wesley, siempre aparecía muy guapo en todos los medios, pero ella nunca había esperado que fuera ese tipo de persona.

"Sr. Wesley, compré las pastillas". Diciendo esto, Bear dejó una bolsa de medicina sobre la mesa.

'No puedo quedarme embarazada del hijo de este tipo'.

Y antes de que Wesley pudiera decir algo, esta se abalanzó sobre el paquete, lo abrió y se tragó el contenido.

"Eso es suficiente".

Sin decir nada más, Christine salió corriendo descalza de la habitación, ya que tenía miedo de volverse loca si se quedaba allí por más tiempo.

Así que completamente cansada, salió del hotel a toda prisa. Afuera había una brumosa llovizna, pero su estado de ánimo era cien veces peor que el clima y sus pies estaban rojos por el frío.

Al verla, los transeúntes la miraban y susurraban. Cada paso que daba le hacía sentir un dolor agudo en todo su cuerpo, entonces apretó los puños y de corazón maldijo a Wesley tantas veces como pudo.

"¿Esa es Christine?".

"Sí, es ella, mira las fotos. Claramente es ella".

"Oh, Dios mío, si yo fuera ella, sería tan feliz", decían los murmullos, hablando entre ellos con entusiasmo.

Christine se dio la vuelta y miró a las chicas que la rodeaban sosteniendo el periódico de la mañana en sus manos, mirándola a ella en lugar del papel.

"Dame eso". Como un guepardo, Christine se abalanzó rápidamente y les arrebató el periódico. La noticia más importante estaba en primera plana, cubría la mitad de la maldita portada y se trataba de una foto de ella y Wesley.

"¡Wesley, Karl!". Christine no pudo soportarlo más y loca de la ira rompió el papel en pedazos.

Él le había robado su virginidad, y luego incluso llegó a anunciarlo en el periódico de una manera completamente destacada. ¿Acaso quería que ella no pudiera quedarse en Ciudad S?

Al otro lado de la calle, la caravana siguió a Christine y finalmente se detuvo frente a ella. Luego, un abrigo negro envolvió su cuerpo frío y húmedo. Y como si tuvieran miedo de que pudiera escapar, los guardaespaldas la rodearon.

La palabra dorada 'Helian' en el coche era deslumbrante.

"Señorita Christine, el Sr. Karl la ha invitado", le dijo uno de los guardaespaldas. Christine volvió la cabeza, la ventanilla se bajó, y pudo observar al hombre que la estaba mirando desde el interior del coche.

"¿Y qué pasa si no quiero ir?". Ella no se atrevió a actuar precipitadamente, pero tampoco iba a ceder así de fácil.

"Entonces tendremos que hacerla cambiar de opinión". De hecho, parecía que la habían estado esperando, y al escuchar la respuesta de Christine, los guardaespaldas se acercaron, listos para usar la fuerza si era necesario.

"Señorita Christine, el Sr. Karl solo quiere hablar con usted. Además, hemos invitado al Sr. Nathan también". Poco después, Peter salió del coche y la miró.

"Ustedes...", dijo la chica mientras pensaba, 'Esto está yendo demasiado lejos'.

Entonces, Christine enderezó la espalda, reprimiendo toda la profunda molestia que sentía y se dirigió lentamente hacia el grupo de autos.

"Christine, no tengo la intención de hacerte ningún daño, tan solo quiero charlar". el anciano también salió del coche y parecía querer apoyarla, pero la chica apartó los brazos del hombre que tenía de frente y lo miró con enojo. "Sr. Karl, esto no es gran cosa".

"La familia Helian es muy conocida, Christine, tenemos que hacernos responsables de estas cosas. Te daremos una respuesta satisfactoria".

Karl volvió a subir al coche, dejando la puerta abierta para ella.

Ante esto, Christine decidió ser sensata, así que subió al coche y se sentó junto a él.

"Vámonos". Tan pronto como la mujer se abrochó el cinturón de seguridad, Karl dio la orden al chofer. La caravana se puso en marcha rápidamente y avanzó de manera constante por la carretera. Los coches delante de ellos se movieron a cada lado de forma espontánea, abriéndoles paso.

Dentro, Christine se apoyó contra la puerta sin decir una sola palabra, de hecho, una de sus manos estaba en la puerta.

Se sentía tan insignificante como una pequeña hormiga, sin embargo, gracias a ella, la dinámica de toda Ciudad S estaría a punto de cambiar.

Poco después, la caravana se detuvo en la mansión de Helian. Había una ostentosa puerta antes de la reja de entrada. Una fuente musical se ubicaba en el centro del espacioso césped, con una escultura de dos niños en el medio y las flores a lo largo del camino de entrada florecían intensamente. También había una silla colgante en la esquina.

"Dime, ¿por qué me buscaste? ¿Qué hago aquí?". Christine sentía una inexplicable incomodidad en ese lugar, y simplemente no estaba dispuesta a entrar.

Nathan Ji se paró respetuosamente en la puerta, ya algo mojado, pues no llevaba paraguas. Tan pronto vio que la caravana se detenía, inmediatamente se acercó a ellos, y cuando vio a Christine en el auto, instantáneamente comenzó a entrar en pánico.

"Sr. Karl. ¿qué hizo mi hija? ¿Está todo bien?".

La mujer se mordió los labios y trató de explicar con voz ronca, "Papá, yo...".

"Eres una hija de la familia Ji, ¡Qué sinvergüenza eres!". Al ver al padre de Christine, Wesley supo de inmediato su identidad, pero antes de que ella pudiera siquiera comenzar su enunciado, su padre la abofeteó con fuerza.

"Malagradecida, ¿acaso quieres destruirnos? Discúlpate con el Sr. Wesley de inmediato".

Su rostro se ruborizó al instante, pues tenía la mano completa marcada en el rostro. Su cabello rizado caía sobre sus ojos, bloqueándole la visión.

"Yo..., lo siento, Sr. Wesley".

Christine no podía creer lo que acababa de escuchar, pero no le quedó de otra que aguantar el dolor en su corazón y se disculpó en voz baja.

"¡Contéstame!", rugió Nathan Ji con impaciencia.

"Sr. Nathan, Christine no tiene que disculparse con ese mocoso, ella no hizo nada malo". Luego, Karl tomó el periódico. "Pero este periódico...".

Las manos de Nathan Ji temblaron de los nervios, entonces lo tomó y preguntó, "¿Cómo es esto posible?".

Después de unos segundos de silencio, finalmente cayó al suelo. "Sr. Wesley, lo siento mucho, no le enseñé lo suficientemente bien a mi hija. Por favor, no le haga nada a la familia Ji ni a Christine, yo asumo toda la responsabilidad".

En aquella ciudad, quien ofendía a la familia Helian era indudablemente condenado a muerte.

"Puedo dejarte ir, pero quiero que ella se disculpe de rodillas", respondió Wesley con calma.

Al escuchar eso, Christine hizo una pausa por un momento.

¿Acaso no estaba todavía satisfecho después haberla humillado tanto?

Sin embargo, si osaba resistirse, ¿qué pasaría con la familia Ji? ¿Qué le pasaría a Barrett?

Wesley solamente arqueó las cejas. Las expresiones de ira y frustración en el rostro de Christine lo dejaron satisfecho. "¿Y bien? ¿No quieres hacerlo?".

"Si me arrodillo, ¿me prometes que dejarás en paz a la familia Ji?".

En comparación con ese hombre, la familia Ji era demasiado débil, así que no tenían más remedio que comprometerse y obedecerle.

"No te pases de la raya", advirtió Karl, quien ya no pudo soportarlo más. Casi inmediatamente, salió del coche para reprender al hombre y levantar a Nathan Ji. "Te invité aquí porque tengo algo importante que debo hablar contigo".

Aún insatisfecho, Wesley se rio, "Recuerda, nadie puede conmigo", le dijo a Christine. Parecía que el peligro se había disipado por el momento, entonces Christine exhaló un suspiro de alivio.

            
            

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