Capítulo 4 Más sabe el diablo por viejo que por diablo

Llego al salón de clases, nos saludamos todos; veo a mi mejor amiga sentada mirando su celular, ¡bueno! si es que es que a eso de estar escurrida en el puesto se le puede decir "estar sentado"

-¿Isa? No me digas que sigues esperando a que él te llame.

-No, yo lo puse en mi lista de contactos bloqueados.

-De nada sirve eso si sigues viendo sus fotos, solo te haces daño. Además, has estado llorando por un mes entero por alguien que tú misma dejaste, quien te entiende.

-Lo sé, soy patética, pero ya sabes lo que dicen: "amor de lejos, amor de pendejos". Así que, aunque no me lo pueda sacar de la cabeza, ¡no! Óyeme bien amiga: ¡No lo voy a llamar!

-No lo llames, más bien espera que él lo haga -le dice Ana María que está detrás de mí.

-¿y quien pidió tu opinión? -inquiere Isa.

-Yo solo digo: si él te dejó entonces... -manifiesta Ana.

-Él no me dejó, yo fui quien lo dejó. ¿y quien te llamó? No recuerdo que te hubiéramos nombrado.

Suena el timbre anunciando el inicio de clases.

-Ok. ¡ya! -me dirijo a Ana- Espero estés bien y que te la puedas llevar bien con mi amiga.

-¡Buenos días! -nos saluda nuestra directora de grupo.

-Sé que así será. Me voy a sentar antes de que la profe me diga algo -me dice Ana María.

Volteo para ver a Isa que tiene cara de incógnita -después te explico -le digo en voz baja mientras voy a mi lugar.

...

En clase de Química*

Todas las chicas estamos en los mesones delanteros del laboratorio haciendo gomitas dulces. Mientras tanto, los chicos están reunidos en la parte de atrás hablando y riéndose bastante alto.

La profe Edna pierde la paciencia con ellos, por lo que les dice:

-Ya que ustedes no quieren hacer nada, voy a tener que ir hasta la otra sede para avisarle a la rectora que están tomándose la clase de burla.

Dicho eso, ella sale frenética del laboratorio. Uno de nuestros compañeros se acerca a mí.

-Lore, dime cuánto polvito usaste.

-Carlos, en la hoja que nos dio la profe están las instrucciones.

-Sí, pero no tenemos tiempo para calcular cada ingrediente. Ayúdanos.

-Bueno -cojo mi cuchara grande y saco ácido cítrico sin calcular -fue esto más o menos.

-Listo -él voltea a mirar a los demás y levanta la voz- ¡chicos! ¿ya alistaron la olla?

Sale uno de ellos del salón de materiales -¡Aquí está!

-¡Listo! Una cucharada así de este polvito por cada uno de nosotros -les dice Carlos mostrándoles mi cuchara y ellos agregan el ácido cítrico de todos a la misma olla.

Y así sucesivamente con el resto de los ingredientes (el agua, la grenetina, el azúcar refinado, la glucosa, las esencias y los colorantes)

Colocan esa olla a fuego alto y alistan los moldes. Yo, le ayudo a mi amiga Isa a colocar nuestras gomitas dentro de nuestros frascos.

Dos niñas que están en la entrada avisan que ya viene la profe Edna con la rectora, entonces ellos bajan la llama, cada uno esconde su molde y se hacen los que están hablando como si nada.

La rectora les llama la atención. Ellos se defienden diciendo que sí estaban haciendo la actividad, solo que trabajaron en equipo; la rectora saca un poco de lo que hay dentro de la olla, lo prueba y luego le pide a una de nosotras que le de una gomita.

-Sabe prácticamente igual ¿y sus moldes? -les pregunta la rectora.

-Aquí están -cada uno saca de su escondite los moldes.

-Si ellas están empacando sus gomas ¿ustedes por qué están atrasados?

-Porque al inicio nos entretuvimos hablando un poco, pero en los cuarenta minutos que restan para terminar la segunda hora de esta clase, alcanzamos a tenerlas listas.

-Ok. Asegúrense de hacerme llegar un frasco a mi oficina.

-Sí señora -dicen al tiempo.

Ella sale del laboratorio mientras la profe Edna está de pie con brazos cruzados junto al tablero más grande, los mira como con profundo odio. Mientras tanto, los chicos terminan su trabajo en total silencio, los segundos se hacen eternos y ella en ningún momento los deja de observar.

-¡Listo profe! ya hasta lavamos todo lo que usamos -dice Kevin.

-Eso veo. Ya pueden salir.

Salimos uno detrás del otro como si nos hubieran pedido hacer fila y así llegamos a nuestra aula de clase principal y nos sentamos cuando uno de ellos dice:

-Llegué a creer que ella nos iba a lanzar uno de esos químicos que tienen allá y así desfigurarnos para que no nos volviéramos a burlar de ella.

Todos soltamos la risa que estábamos aguantando desde hace un buen rato.

...

A la salida, me voy con mi amiga Jessi que es una amiga de último grado, nos vamos juntas porque vivimos cerca; sin embargo, veo a mi compañera Nicolle que está agrediendo a Ana María en un callejón. Aprovecho un momento en el que la suelta y me meto entre ellas.

-¿Qué te pasa? ¿por qué la tratas así? -le pregunto a Nicolle.

-Lorena, no te metas. Esto es entre ella y yo.

-Me meto porque no se vale que la trates así, todo se resuelve hablando.

-No todo Lorena.

-Pero... ¿No se supone que es tu mejor amiga?

-Era, era mi mejor amiga. ¿Y sabes qué? Ya mejor voy a dejar así -la mira y le apunta con un dedo para advertirle- Espero nunca más te atrevas a meterte conmigo "disque amiga" -me vuelve a mirar- Y a ti Lore, solo te digo que alguna vez estuve en tu lugar, alguna vez estuve así como tú: defendiéndola de otra persona y ahora mírame. Solo espero que no te hunda como lo hizo conmigo.

Ella se da la vuelta para irse con sus amigas. Ana María llora detrás de mí, la trato de consolar con mi amiga Jessi aunque no le preguntamos qué fue lo que sucedió con Nicolle.