Habun, Amor árabe
img img Habun, Amor árabe img Capítulo 5 «No soy un objeto»
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Capítulo 6 «Alma rebelde» img
Capítulo 7 «Eumul» img
Capítulo 8 «Luchar» img
Capítulo 9 «Tristeza» img
Capítulo 10 «Control de la situación» img
Capítulo 11 «Solución» img
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Capítulo 5 «No soy un objeto»

Cuando termino la fiesta, abrace a mi madre sin saber cuando sería la siguiente vez que la volvería ver.

-Hija mía, te deseo mucha felicidad, prométeme que no harás que tenga que ir a tu funeral porque tu prometido te haya matado -mi madre acaricia mi brazo mientras en la mejilla se le deslizaba una lágrima-, Eres lo único que me tiene viva, si te pasa algo yo me muero.

-Mamá, no digas eso... -la abrazó fuerzo buscando el consuelo que necesitaba ahora mismo-, No te preocupes, mejor cuídate mucha mamá, te iré a visitar pronto.

-Está bien, te estaré esperando en ese caso.

-Tengo miedo mamá.

-Lo sé, lo sé... -me consuela-. No permitiré que nada malo te pase.

-Ya es hora de irnos -escuchamos la voz Abdul detrás de nosotros, veo como junto a él se encontraba mi padre, lo cual solamente logro que me doliese el corazón.

-Dios bendiga a nuestro nuevo yerno -expresa mi padre tomando la mano de Abdul-, ¡Mujer! Ven a besar las manos de tu yerno, no seas irrespetuosa, perdónala por favor.

Observo como mi madre baja su cabeza y cuando da un paso hacía adelante yo tomo su mano -, Claro que no mamá, que Al-ah nos perdone, pero no quiero que mi madre toque a ese hombre -espeto molesta.

-Este hombre como expresas se va a convertir en tu esposo, no hagas que me vuelva loco... hoy estoy muy feliz de haber tenido la fiesta de compromiso y haber acordado una fecha para la boda con tu padre.

-¿Fecha para la boda? -susurro, en un tono tan bajo que ni siquiera sabía si mi voz se había escuchado.

-Claro que sí, ¿o creías que las cosas se hacen como tú quieres? No eres más que una rebelde, sin embargo sé que mi yerno te educara muy bien.

Frunzo el ceño mientras.

-Yo no soy un juguete, ni algo que se pueda educar, prefiero mil veces morir -espeto con los dientes apretados.

-Mejor llévate a esa put* a casa Abdul, si no quieres que termine golpeándola hasta que se muera, ¿se te olvida que hasta que no te cases con Abdul me perteneces y puedo hacer contigo lo que se me dé la gana? -musita mi padre con los puños apretados.

-Es mejor que nos retiremos, Afsana ahora es mi prometida, por ende me pertenece, yo mismo me encargaré de educarla, al parecer en su casa no lo hicieron.

Mi padre mira con furia a Abdul.

-¿Qué crees que estás diciendo?

-Si hubiesen criado bien a su hija, en vez de tener una rebelde tendría una buena y sumisa prometida y esposa, pero me encantan los retos. Hameth sube a Afsana al auto.

En cuestión de segundos estoy en los brazos de uno de los gorilas mientras grito para que no me alejasen de mi madre.

-Es mejor que te comportes querida, no quisieras que me den ganas de hacerle algún daño a tu madre.

-Que Ala te castigue.

Abdul toma fuertemente mi mandíbula -, ¿No te han mencionado que desearle el mal al prójimo y aún peor, a tu esposo es un gran pecado? Sin embargo no te preocupes querida, todo ese salvajismo se te quitará al momento en el que mi polla te eduque.

Me sonrojo, ¿Por qué tenía que hablar de esos temas tan abiertamente?

-¿No me digas pequeña fiera? -su boca se acerca a mi oído-, No sabes lo mucho que deseo llegar a la noche del compromiso para follarte duro y regar mi semen dentro de ti una y otra vez hasta que lleves a nuestro primogénito dentro de ti.

Sus palabras son tan crudas, que me hacen tener leves escalofríos.

Cuando llegamos a la casa de Abdul, rápidamente corro a mi habitación y me quito aquella ropa lo más rápido que puedo y me meto dentro de la ducha.

Esto no era lo que yo deseaba en mi vida, yo deseaba... un buen esposo.

Una linda familia.

Un buen matrimonio.

No esto.

Esto no era lo que yo deseaba para mi vida, sé que muchas veces en la vida no se trata simplemente de lo que deseamos nada, sino también de luchar por lo que queremos y no rendirnos.

Y yo no me iba a rendir, pero Abdul me lo estaba poniendo más que difícil.

Cada día me despertaba con ganas de morirme o despertar de la peor pesadilla que podía existir en este mundo, odiaba todo lo que me estaba actualmente.

Pero de lo que estaba segura era que iba a luchar y no me iba a rendir.

Era el miedo lo que hacía que no quisiese seguir luchando, todo esto me recordaba a aquel poema que siempre me leía mi madre de memoria.

Cada rosa gentil ayer nacida,cada aurora que apunta entre sonrojos, dejan mi alma en el éxtasis sumida...¡

Nunca se cansan de mirar mis ojos el perpetuo milagro de la vida!

años ha que contemplo las estrellasen las diáfanas noches españolas

y las encuentro cada vez mas bellas.Años ha que en el mar,

conmigo a solas,de las olas escucho las querellas,y aun me pasma el prodigio de las olas!cada vez hallo la naturaleza más sobrenatural, más pura y santa,para mí, en rededor, todo es belleza;y con la misma plenitud me encantará.

boca de la madre cuando reza que la boca del niño cuando canta.Quiero ser inmortal, con sed intensa,porque es maravilloso el panorama con que nos brinda la creación inmensa;porque cada lucero me reclama, diciéndome, al brillar: «aquí se piensa,también aquí se lucha, aquí se ama».

                         

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