Capítulo 1 El coche rugió a medianoche

"Hermana, nuestros padres te prepararon una fiesta de cumpleaños en el hotel. Nuestras tías y tíos están todos aquí. ¡Ven rápido!"

Mientras escuchaba la voz mimosa por teléfono, Elva Bai respondió con una sonrisa: "Ya veo, hermano".

Después de colgar, el semáforo frente a ella se puso verde. Ya era tarde en la noche y afuera llovía a cántaros. Debido a esto, no había muchos peatones o autos en la calle.

Elva Bai sostenía el paraguas en una mano mientras sujetaba el dobladillo de su vestido amarillo con la otra. Cruzó corriendo la carretera mientras la lluvia caía sobre el suelo. Una fuerte luz blanca de la izquierda penetró su visión y fue acompañada por un sonido agudo y áspero de un freno.

Mientras Elva Bai corría, de repente se detuvo en estado de shock y se apresuró a ver qué estaba pasando. Frente a ella, un BMW gris plateado se acercó con una deslumbrante luz blanca. Antes de que pudiera reaccionar, su cuerpo fue lanzado al aire. Aterrizó violentamente en el suelo con la sangre brotando profusamente de su cuerpo.

La lluvia se volvía cada vez más intensa y los sonidos del goteo persistían.

La sensación de estar empapado bajo la lluvia era fría y penetrante. El dolor creciente hizo que Elva Bai se diera cuenta de que el coche la había atropellado. Sintió que la cabeza le daba vueltas y quiso abrir los ojos. Sin embargo, ella no pudo hacerlo. Atrapada en un aturdimiento, podía escuchar vagamente a alguien hablando desde la distancia.

"¿Está ella muerta?"

"Todavía no, pero parece que está a punto de hacerlo."

"Déjala aquí. Vámonos ahora. Si no llegamos al aeropuerto, no podremos salir más ".

"¡Qué pena! ¡Esta mujer es realmente hermosa! "

"¡Charles! ¡Estás cruzando la línea! " La ira era obvia en la voz femenina. El hombre trató de consolarla de inmediato.

"Cariño, no te enojes. Sólo bromeo. ¿Cómo puede esta mujer rivalizar con tu belleza? Sabes que solo te amo a ti. Bueno, no te enfades. Démonos prisa, o de lo contrario se pondrán al día ".

"¡Eso es lo que quiero escuchar!

Charles, estoy un poco preocupado. Hasta donde yo sé, no me dejará ir tan fácilmente. Huir no resolverá la raíz del problema ".

"Entonces dime, ¿cómo podemos resolver esto de una vez por todas?"

"HMM, se me ocurrió una solución. ¡Estoy seguro de que puedo resolverlo! "

"¿Oh enserio? ¿Asi que que hacemos?"

"......"

Elva Bai no escuchó nada sobre lo que estaban planeando ya que perdió el conocimiento. En la oscuridad ilimitada, flotaba de un lado a otro como un fantasma en el mundo oscuro. No sabía cuánto tiempo había flotado y seguía flotando confusa. No fue hasta que entró una deslumbrante luz blanca que toda la oscuridad del mundo comenzó a desvanecerse.

"Doctor Wang, ¿qué le pasa? ¿No dijiste que estaba bien? ¿Por qué no se ha despertado todavía? " La voz del hombre era magnética y agradable de escuchar, pero en ese momento sonaba un poco impaciente.

"Señor. William, yo tampoco lo entiendo. Se supone que debe despertar, pero ... "

"¡Debería haberse despertado! ¡Debería haberse despertado! Pero ha estado en coma durante toda una semana. ¿Es esto lo que llamas 'debería tener'? " Ella no sabía por qué estaba enojado, y su voz comenzó a hacerse cada vez más fuerte. Su rabia en auge hizo que la niña dormida frunciera el ceño en respuesta.

De repente, la voz del médico se mezcló con un tono de sorpresa. "Señor. William, estaba reaccionando a lo que estás diciendo ".

'¿De qué están hablando?

¿Ella? ¿Quien es ella?

¿Por qué hay una euforia repentina en la voz del médico? ¿Por qué no habla la voz agradable?

La chica de la cama, delicada y hermosa, agitó las pestañas y trató de parpadear, pero no pudo abrir los ojos.

"Uh ..." El doctor estaba confundido.

De repente, alguien la agarró por el cuello y la levantó.

Escuchó la fascinante voz de nuevo mientras tronaba a través de la habitación. "¡Amanda! En realidad estás bien. ¡Apuesto a que solo finges estar dormido para evitar tus errores! No me importa si estás en coma o no. ¡Será mejor que abras los ojos de inmediato o mataré a tus padres! "

Elva Bai frunció el ceño y no entendió.

¿Por qué estaba tan enojado el dueño de esta encantadora voz?

¿Por qué dijo que mataría a sus padres si ella no abría los ojos?

Por cierto, ¿quiénes eran sus padres?

¿Por qué no podía recordar nada?

Luchó por abrir los ojos y vio un rostro increíblemente hermoso. El hombre tenía el pelo corto y negro, lo que lo hacía lucir muy refrescante y enérgico.

También había dos cejas perfectas y un par de ojos largos y estrechos. Aun así, no parecía femenino. Al contrario, se veía frío y vigoroso.

Su nariz era alta y recta, como si tuviera algo de sangre occidental, y sus labios eran aún más rosados y más delgados que los de las mujeres, lo que le agregaba un encanto adicional. Parecía que cada rincón de su rostro había sido cuidadosamente tallado y bendecido por el dios.

Sin embargo, cuando lo miró a los ojos, descubrió que estaba muy enojado. Sus cejas se levantaron y la miró de una manera aterradora.

Pero a Elva Bai no le importaba en absoluto su expresión. Ella solo miró al hombre aturdida, lentamente extendió la mano y tocó su rostro. Con una expresión aburrida, dijo: "¡Parece que te conozco!"

El hermoso rostro se oscureció y se veía terrible. Él le quitó la mano y gritó enojado: "Amanda, ¿qué diablos estás haciendo?"

"¿Amanda? ¿Yo?" Parpadeó con sus ojos límpidos y pareció confundida.

"¿Quién más podrías ser?" William Long la miró con odio. Sus ojos estaban llenos de ira, como si quisiera quemarla hasta la muerte.

"¿Quieres decir que mi nombre es Amanda?" Ella lo miró sin comprender y se señaló a sí misma.

"¡No te hagas el tonto conmigo!" Estaba aún más enojado. Podía perdonar lo que había pasado antes, pero esta vez, no podía.

Amanda Su sabía que la empresa era fruto de los esfuerzos de toda la vida de su abuelo. Trabajó duro para hacer que su negocio fuera tan poderoso que no pudiera ser superado en la Ciudad A. Sin embargo, ella destruyó su legado de toda la vida.

¡Ella lo arruinó!

Miró a la mujer, lo que la hizo temblar de miedo. Se lamió los labios secos y dijo inocentemente: "No me estoy haciendo el tonto. Realmente no recuerdo mi nombre ".

"¡Dejar de fingir! Amanda, ¿soy una idiota a tus ojos? ¿No puedo distinguir tus mentiras de la verdad? ¿Eh? Estaba tan molesto que sacudió violentamente su cuerpo, mareándola inmediatamente.

"¡Déjame ir! ¡Déjame ir!" Se vio obligada a negar con la cabeza. Sintiéndose extremadamente incómoda, le dio una bofetada agresiva.

¡Maldición! ¿Quería matarla?

Como si no la hubiera escuchado, la sacudió con tanta fuerza que sintió palpitar las venas de sus manos. Miró su mirada dolorosa y sintió el placer de la venganza.

El médico, que estaba en silencio al lado, se acercó e intervino: "Sr. William, acaba de despertar y todavía está muy débil. Si sigue sacudiéndola, puede volver a desmayarse y no podrá despertarse. Por favor déjela descansar para que su trabajo no se demore más ".