Rodé los ojos, dandole la espalda por completo. -Eres totalmente agobiante.
-Alardeas.-dice con aires de superioridad.
-Oh, claro que...-demando.-ese eres tú.
El bufa cruzandose nuevamente de brazos.
-Irritable.
-Idiota.-defiendo.
-Tú eres una...
-¿Pueden dejar de ajetrearse mutuamente?-una voz en el interior de la habitación interrumpe a Alexx.-parecen dos niños peliando por un juguete.
Rodé los ojos saliendo de esa habitación indignada, Carter en cambio soltó una pequeña risa y tambien me seguió hasta el living.
-¡Maggie!-giré mi cuello.-ven... apresurate.-me hizo una ceña con la mano el castaño.
Sonreí y corrí hasta ellos sin importar que la arena caliente se metiera ligeramente por mis zapatos de empeine descuebierto.
Nos encontrabamos en las playas de Santa Monica, frente a Pacific Park y el muelle de California.
-¿Que sucede?-pregunté.
-Riley los llevará al muelle, Alexx y yo vamos a surfear. Luego nos encontramos y conversaremos un rato.-dice el de ojos azules. Chace.-¿Que dicen?
-De acuerdo.-digo asintiendo.
-Por mi esta bien. Nos encontramos dentro de un rato en el muelle.-avisa mi hermano.
Chace y Alexx asienten, comienzan a correr hacía el agua con sus tablas de surf.
Riley nos sonrió y nos enseñó el camino
El muelle de Santa Monica era como especie de un camino angosto reconstruido por madera que traspasa el agua. Es seguro. De igual forma, en el se encuentra el pequeño parque de atracciones, y la rueda...
Recuerdo que ayer yo miraba las luces del muelle desde mi ventana. Pero como era de mañana, las luces de los juegos no estaban encendidas asi que no podia admirar tal belleza desde cerca.
-Podemos venir mañana si quieres.-me dice Riley.
Me costó unos segundos entender a lo que se refería ya que aún seguía admirando la rueda.
-¿Cuando encienden las luces?
-Casi siempre cuando oscurece el cielo.-responde el.
Al instante me percaté de que los chicos no se encontraban tan lejos del muelle. Ambos se podían ver a simple vista con sus pechos al descubierto y pantalones cortos deportivos montados en sus tablas de surf.
Carter tambien observaba el lugar realmente sorprendido.
Por un momento me detuve a obervar a los dos chicos dominando las olas. Lucía espectacular el hecho de saber surf y lucir como dueños del mar. Pude apreciar sus rostros estrechamente sonrientes y felices por hacer lo que para mí me parece como su pasatiempo.
No sé cuanto tiempo estuve así, mirando la playa por medio del muelle, pero la vista me era fascinante.
Mientras mi hermano Carter hablaba con Riley cosas que claramente no le ponía atención, ví como una chica de cabello rojizo y en bikini saludaba a los otros dos hermanos del castaño ojos cafes.
Se abalanzó sobre Alexx y le dió un beso en los labios casi impresionandolo. Alexx miró a todos lados y con mirada despectante la alejó de el. No pude evitar reprimir una risa frente aquel acto.
Pero no me sorprendía, por Dios, es Alexx Cooper, el chico arrogante y don Juan que yo conocía de todos los tiempos.
Para nada me afectó que esta chica le robara un beso de forma descarada sin embargo, al cabo de unos largos minutos ellos desaparecieron de mi vista.
Observé mi celular por si alguna persona de Arizona había tenido la decencia de escribir algún mensaje pero resultó todo lo contrario. Sin mensajes nuevos.
Comenzaba odiar el mudarme tan rápido, no hubo tiempo de despedirme de ninguno. Sólo fue "Maggie, Carter, nos mudamos mañana, empaquen"
Comienzo extrañar la vieja casa abandonada del vecino. A mis supuestas amistades y sobretodo mi escuela. No tenía en mis planes mudarme a una ciudad diferente y sobretodo más lejos de mi familia.
La tia Melody y el primo Jack deben sentirse abandonados. Pero creo yo, papá se enamoró como loco de Beth y quiso aprovechar su nuevo matrimonio para hacer una nueva familia. Beth era divorciada, bastante atractiva, emprendedora, con tres hijos adolescentes.
Papá era muy cautivador, tierno, paciente, generoso, apuesto y divertido, tenía dos hijos jovenes que lo amaban y estaban orgullosos de todo lo que el había hecho por nosotros. Cuando mamá murió, el estuvo a cargo de dos chicos tan pequeños y tristes. Se hizo el fuerte y rehizo su vida, trabajó, luchó y amó dejando al lado todos nuestros errores.
Giré sobre mis talones para dirigirme a Carter y Riley cuando noto que una persona se atraviesa y chocamos. El batido que llevaba la chica salpicó en mi sueter, parte de mi cara y cabello tenian pequeñas gotas del liquído cremoso.
Maldije por lo bajo con ganas de asesinar a la chica pero ella tambien había sido victima de su torpeza. Sus cejas y su camisa tambien estaban manchados de chocolate y crema batida.
-Lo siento tanto.-sonrió de la forma más bonita, apenada y con mucha verguenza me extendió una servilleta.-no te vi, no sé que estaba pensando. De verdad, siento haber arruinado tu blusa.
Me encogí de hombros, limpiando el desastre de mi cara.
-Tambien necesitas una servilleta.-digo tratando de sonar graciosa.-Descuida, fue un accidente.
Ella asiente con sus mejillas sonrojadas de la verguenza y se despide.
Sacudí mi blusa tratando de quitar el liquido sin embargo no encuentro maneras para que sea menos notable.
Carter, Riley junto con Chace y Alexx se acercan a mí reprimiendo una sonrisa burlona.
Con un dedo logra quitarme la crema batida de la cara en un movimiento más rapido el menor de los Coopers.
-Uhm. Crema batida con nueces y vainilla.-saborea de forma infantil.
Los tres hombros pasaron sus ojos en Riley como si de un bicho raro se tratara mientras el relame su dedo.
-¿Qué?-deja de saborear la crema batida.- Es un batido desperdiciado señores, merece aprecio.
Chace vira los ojos y se dirige a Carter.
-Les parece si mejor compramos batidos en vez de lamer la cara de Maggie.-sugiere el, a lo que todos asentimos.
Una vez caminamos durante unos minutos, decidí quitarme mi sueter ya que me resultaba algo incomodo aún llevarlo puesto.
-Lindos pechos.-chiflaron detrás de mí unas voces irreconocibles. No le dí importancia pero los sujetos a mi lado se dieron cuenta de que había quitado mi sueter y se giraron hacía los tipos que me piropeaban de forma inutil.
-¿Cómo dijiste idiota?-masculla mi hermano devolviendose hacía el chico que chifló e hizo el comentario.
-Lindos pechos tiene tú amiga.
-Es mi hermana.-espeta, acercandose de forma intimidante al muchacho de sueter negro y tatuajes en su brazo.
-¿Ahora andan con las hermanas de tus amigos, Cooper?-esta vez, el chico se dirige a Chace de forma burlezca.
No puedo evitar sentirme en el medio, es decir, el sujeto conocía a los hermanos Coopers y no parecían llevarse para nada bien.
-Vete al carajo, Will.-amenza Chace.
Alexx trata de agarrar a su hermano y tirar de su brazo para irnos del lugar pero este se resiste por unos minutos hasta que por fin cede y da la vuelta para marcharse.
-Gallina.-dice el tal Will extendiendo una macabra sonrisa en sus labios. Posa sus ojos en mí y me mira intensamente, como sí quisiera devorar un pedazo de pollo en dos minutos.
Riley me agarra de la mano y cambia mi dirección.
-Vamos antes de que se maten a golpes.-sugiere de forma divertida.
Pero antes de que podamos hacer o decir otra palabra, es Alexx Cooper quien le propina un puño en la cara a Will.
-Vuelve a mirarla de esa forma y lo lamentarás.-sus ojos contienen furia y su mandibula está más tensa de lo que reconocería.
Riley jaló a su hermano de su camisa y lo obligó a caminar lejos de Will y sus amigos.
-Vaya, debo admitir que estuviste algo intimidante, viejo.-felicita Carter, estrechando su mano contra el hombro de Alexx.
-Me empiezas agradar, Cooper.
-Diría estupido.-intervine.
-Al menos te salvé de un violador.-se excusa Alexx.
Bufé.
-Claro, violador...
Alexx posa sus ojos en mí por medio del espejo retrovisor del convertible de Riley. Esa mirada complice. Pasé mi vista a mi celular evitando su mirada durante todo el camino a casa.