Capítulo 4 4. No me agradas

Una hora despues estaba en un local de malteadas. Estaba lloviendo mucho pero de igual forma quise salir de casa. Pedí un batido de vainilla con frutos rojos. Era mi favorito.

El mesero de inmediato me lo trajó amablemente.

Decidí volver a casa, dejé los ocho dolares en la mesa junto a mi batido recien vacio. Me puse de pie y caminé hasta la salida del local fue entonces como siento un leve golpe en mi hombro y me detengo.

Me di cuenta que era una chica que habia tropezado conmigo en la salida. Ella cayo al suelo y su libro-que al parecer es de ella- tambien. Algunos chicos solo reian por ese pequeño accidente y me sentí un poco culpable por que por mi culpa se burlaban de ella.

Debía actuar en ese momento. Le tendí mi mano y la ayudé a levantar. Recogí su libro y que al voltear la portada observé que era un clasico "Crimen y Castigo"

Sonreí al entregarle su libro.

-Lo siento,-se disculpa.-soy un poco torpe.

Reí.

-Soy exactamente igual.-ella sonrie de vuelta.-Soy Maggie.

-Shelby.-se presenta.-espera... yo te conozco de algún lado.

Me detuve al reconocerla de inmediato, ojos gris y cabello dorado. Como no olvidarme de la rubia que derramó su batido en mi blusa.

-La chica que chocó conmigo en la playa.-decimos al unisono. Fruncí el ceño al igual que ella y reí.

-Vaya, siempre es costumbre llevarte a la gente cuando caminas.-bromeo, a lo que ella responde con una timida sonrisa.

-Soy un desastre.-confiesa reprimiendo una sonrisa burlona.

-Todos lo somos.-afirmo.

-Y dime chica, no pareces de aquí.-sospecha levantando una ceja mientras me invita a sentarme en una de las mesas vacias del lugar.-¿Puedo adivinar? Pareces de Nueva York.

Negué con la cabeza.

¿Por qué todos pensaban que vivía en Nueva York?

-Error. Vengo de Pheonix.

-Vaya, eso si me sorprende.-dijo.-¿Y a que se debe tú visita a la ciudad?

-Me mudé, hace unos pocos días.-respondí.-¿Te gusta leer?

-Es lo que más paso haciendo en el verano. Cuando llega la escuela, dejo los libros por unos miserables textos academicos.-bufa, lanzando una mirada vacia.

-Te entiendo perfectamente.

Habia pasado una semana completa en Santa Monica. Mi hermano se habia quedado todo el tiempo pegado a la consola de videojuegos junto con Chace. Riley yo saliamos a caminar o ver peliculas en mi habitacion mientras que Alexx simplemente salia de casa y volvia demasiado tarde. Nunca decia a donde diablos se iba, pero tampoco es que me importara mucho.

Toda la semana pasó rapido, al igual que la siguiente. Y era la misma rutina.

Me levanto, desayuno con mi padre y demas integrantes de la familia, me despido de papá y de Beth cuando salen a trabajar, me baño, salgo al jardin y escucho musica, entro a la casa y veo peliculas con Riley durante mas o menos seis o cuatro horas. Almuerzo, salgo al jardin, entro a la casa y me duermo. Me levanto, ceno y me vuelvo a dormir.

¿Buena vida, no?

Pues creo que no hice nada interesante en estas dos semanas que tuve. Fue la misma rutina. Y eso era agotador.

Nunca les ha pasado que; ¿Se cansan o se sienten cansados por no hacer nada y siempre hacer lo mismo?

Bueno... Creo que no son los unicos. Yo me sentía asi.

Claramente queria entrar a la escuela. Saber quienes seran mis nuevos profesores y mis nuevos amigos. Si... Al parecer la unica amiga que tendré será Shelby Ronnie.

Justamente ayer fui a su casa para hablar mas con ella y me contó practicamente toda su vida. Y era algo parecida a la mia.

Padres divorciados, vive con su mamá y con su hermano mayor, es contemporanea respecto a nuestras edades. Shelby tiene 17. Yo cumpliré 17 en agosto. No tiene novio -menos yo-y le gusta leer libros clasicos de Fyódor Dostoyevski.

Le gusta el baile y la musica de Usher.

Bueno, con respecto a eso... Yo soy un tanto fanatica a Nick Jonas y Justin Bieber desde que tengo memoria. Pero antes, cuando era mas niña recuerdo tanto que deseé ir a uno de sus conciertos y por mucho que papá pudiera comprarme el boleto, nunca pude ir a uno.

Ahora que lo recuerdo, Carter obligó a papá a que no me dejara ir al concierto. Decia que eran todos unos gays con dinero y sin corazon.

Bueno..., eso no es cierto. ¿O Si?

Hoy estaba en el jardin como siempre y veia el atardecer caer desde aquel jardin tan bien cuidado. El cesped humedo y verde podía sentirlo desde la palma de mi mano que se encontraba apoyada en este. Cerré los ojos por un momento y me sentí solo por unos segundos libre.

La brisa me empujaba y sentía que estaba en un buen momento al ver el atardecer desde casa.

-¿Puedo preguntarte algo?-una voz interrumpe mis pensamientos. Giré mi cuello en busca de aquella voz ronca y es donde me doy cuenta que Alexx estaba justo a mi lado, sentado en el cesped.

-Ya lo hiciste.-sonreí con gracia. El chico de ojos verdosos me mira de forma sería y continua hablando.

-¿Por qué siento que tratas de evadirme?-me pregunta de golpe.

-No me agradas.-fuí al grano.

El abrió los ojos como platos.

-Yo... vaya, eres muy directa cuando te lo propones.-murmura.

Reí.

-Lo digo en serio.--dije mirandolo fijo.

-Sé que es asi.-posa sus ojos en mi, y recorre cada milimetro de mi cara como si estuviese decifrando algo en ella.

Su mirada era tan penetrante y cautivadora, su cabello tan despeinado, siempre con ese aspecto despreocupado y sencillo pero apesar de ello, cautivaba a muchas mujeres con ciertos encantos.

Quería alejarme de ahí, estaba siendo totalmente incomod para mí. Me recordé a mi misma aquellos momentos en el campamento de hace unos años y eso lo detestaba. El causaba toda clase de sentimientos en mí que se supone que había olvidado desde hace tanto tiempo.

-Tienes...-se acerco a mi lentamente.-Tienes una...-su aliento chocó contra mi rostro para luego cruzar miradas de complicidad. Luego sentí su mano en mi oreja y como quitaba de ella algun papel - hoja en el cabello.

Se percato de la corta distancia que existía entre nosotros y se alejó de golpe con el semblante serio y casi juraba que confundido.

Se puso de pie y se marchó dejandome sola y pensativa. Esto había sido más incomodo de lo normal. De hecho rondaban muchas preguntas estupidas en mi cabeza.

Pronto sentí un ardor en mi mejillas al recordar como estuvimos tan cerca de nuestros labios. Unos centrimetros más y podría apostar que me besaría, pero no fue así.

Simplemente quiso quitar una suciedad en mi pelo debido a la naturaleza.

Me sentía como una jodida estupida, creyendo que Alexx Cooper quería besarme.

Y si hubiera sido posible, estaba tan sumida en mis pensamientos recordando muchos sentimientos que sentí en el pasado que incluso hubiese dejado que ese inutil lo hiciera.

No soy tan estupida. Alexx Cooper es mi enemigo, y nunca dejará de serlo.

Fue un idiota con muchas, pero conmigo ha sido una pesadilla andante.