Capítulo 3 Capitulo 1.3

La razón de las guerras y los constantes conflictos entre los gordanos y los talaranos, fue el lado equivocado de la balanza, en medio de una guerra entre las fuerzas, que venía del lado equivocado.

Segundo contó que los antiguos Thalaran sólo eran esclavos liberados que fueron ayudados y en una gran guerra elegidos como guerreros, para la gran guerra de guerras de las Atroces bestias.

Cuando, según los antiguos, los Thalaran se volvieron contra la antigua deidad del culto, a una enemistad primordial, de los sacerdotes de Um-Mu a quienes se decía que se les había otorgado el poder de las emociones, y el poder del amarillo y el fuego del sol y el poder de la luna, que incrementó la fuerza de sus emociones.

Ese fue el efecto de agotar todos los recursos naturales.

El final de la vida en cada uno de esos planetas.

Eran restos de antiguos cultos, había inscripciones, cantos rodados y viejas construcciones abandonadas, ruinas de templos, utilizando los tubos de explosión, estaba ahí mismo, pero si se tiene en cuenta que por los medios marineros habituales, se necesitarían meses de viaje.

No había vida, sino esqueletos, y restos y fósiles y huesos secos y fuentes, igualmente secas, lo que vio a su alrededor, los dos caminando juntos por cada uno de esos planetas, caminaban allí.

Allí no había más agua, claro, lo que quedaba no eran más que inscripciones, y recuerdos, algunos de estos seres vivieron muchas edades, los que sobrevivieron a la hambruna.

Mientras que los antiguos sacerdotes que ganaron la inmortalidad fueron o fueron los seguidores que estaban en el lado derecho de la balanza de la guerra.

Había o lo que quedaba de los árboles secos y retorcidos que brotaban de la tierra, un efecto secundario de los restos de gas y petróleo que quedaron de la perforación y la exploración.

Hay cuestiones diplomáticas, enemistades y discusiones, con respecto a los ancianos de varias otras razas, que aún cultivan enemistades y aversiones por las historias antiguas, el rencor y el dolor, además de recordar qué causó toda esa destrucción.

Lo que no fue extremadamente difícil para convencerlos de una alianza con algunos antiguos enemigos y enemistades fue agotador.

En cuanto a los sacerdotes y guardianes del crepúsculo que custodiaban las antiguas tablas y rocas, y las escrituras y piedras que revelaban la traición del primer guerrero thalara.

Entre la escisión de una guerra que surgió entre los divididos, uno era de color rojo y de pelo naranja, y estos eran los ranaraanos, que eran primos.

Hasta entonces, al ser enemigos exiliados de los planetas de la lejana galaxia de Ruaran-na, en la que se encontraba una de las galaxias cercanas al fin del universo, dividida, surgió uno de los problemas entre batallas.

Una de estas razones fue el hecho de la guerra y por lo tanto, cada uno de los pueblos antiguos de cada uno de los planetas involucrados en conflictos y guerras previas a cada uno de ellos, el que invadió el planeta Karnaritus, hogar de los gordanos.

La exploración de la galaxia, que fue uno de los factores de la hambruna, fue una exploración sin precedentes, que culminó con el fin de la prosperidad.

Sí, hubo prosperidad hace mucho tiempo en este sistema solar, cuando la tierra era próspera y venía con grandes cosechas y la fuente de vida vegetal, traía consigo la llamada fragua de los dioses.

Llegó con él, la abundancia de cultivo que trajeron consigo al venerar la antigua fragua del caminante del tiempo, una religión antigua y olvidada, cuando aún eran pocos aliados.

Hace mucho tiempo, antes de las guerras y las divisiones, surgieron eras prósperas, en las que gran parte del universo adoraba a una deidad que había desaparecido hace mucho tiempo, sus restos.

Había templos antiguos y ruinas de lo que alguna vez fueron templos, y donde quedaron sus leyendas, había marcas de su presencia en la mayoría de esos planetas.

Mientras que la vida y el verde que brotaba alrededor de cada uno de esos planetas fueron preservados por la fuente de los ríos rojos que llegaban de vez en cuando, en épocas de festividades.

Algunos planetas aún mantienen tradiciones, y ceremonias ancestrales, además de numerosas festividades periódicas, que buscaban la veneración de un culto ancestral desde los albores de los tiempos, en el que había una deidad que, con su venida, traía renovación.

La divinidad supo mantener una fuente inagotable, la fuente de la vida, con alimentos y bebidas, las lluvias que traían y conservaban la vida, era el agente indirecto de preservación del verde, que sin sus aguas, no tendría vida, trayendo la abundancia.

Los que salieron y nacieron agua de la tierra, que fue la fuerza generadora de la fuente de la vida del verde, no fue la fuente de la vida de la carne, mucho menos la fuente de la vida orgánica que no es vegetal.

En cuanto a la antigua deidad exiliada, quien con su venida, trajo consigo la fragua de la vida, su abundancia y sin ella, el verde no se sostendría, lo que provocó innumerables fuentes de verde, haciéndolas desaparecer, en lugar de sin su fuente. no tenía el green, que necesitaba agua y la abundancia de aguas.

El verde solo tendría cómo actuar, o tendría poder, si existiera la fuente del poder de su vida, sin agua, no hay verde, sin comida, no hay vida.

Si bien varios de esos planetas sirvieron para el propósito de numerosas fuentes de cultivo, la del caldo de cultivo del llamado caldero crepuscular, que fue traído por una deidad que hacía mucho tiempo que se había exiliado a otra dimensión.

Sin el conocimiento de la historia antigua, tanto como el Príncipe Royrandus, con la ayuda de su hermana, Estunaru, hizo pensar a los antiguos aliados del sistema Titán que los verdaderos invasores eran los Gordanianos, imaginando que no entenderían ni estarían de acuerdo con los medios para batalla.

Sin saber que había un complot interno de conspiración entre las razas que usaban el odio de Thalaran contra él, hubo sacerdotes antiguos que se volvieron contra la raza de la gente amarilla.

Hace algún tiempo, lo que sucedió, entre guerras, en un período anterior, sin embargo, los titanes descubrieron que los invasores eran en realidad los talaranenses.

Así, siguieron fuera del sistema galáctico de Tempestus que al conversar con los reinos vecinos, en los que propuso un acuerdo entre los talaranenses y los gordanos.

Al final, entre los exiliados galácticos y los refugiados que se suponía que les permitirían quedarse en el planeta a cambio de enseñarles nuevos oficios además de la esclavitud, además de compartir el buen nombre de los talaranenses en toda la galaxia.