Capítulo 7 Desafíame

"Señorita, este es el encendedor de mi familia que vale millones! Es muy costoso. Lo rompiste ahora. ¿Qué quieres hacer? "La voz del hombre era fuerte y feroz.

Chloe rápidamente se obligó a calmarse. "Lo siento. No creo que te haya tocado. No te toqué en absoluto. Tus cosas cayeron al suelo solas. "

Dijo ella con frialdad.

"¡Oye, oye, chica, no creas que no me atrevo a pegarle a una mujer! ¿Cómo te atreves a negar que rompiste mis cosas? "Se reveló la apariencia desvergonzada del hombre.

"Si toma la iniciativa de admitir su error, no le dejaremos pagar mucho. Solo quinientos mil ". El hombre prosiguió en voz alta.

Afuera todavía temblaba la ruidosa música del salón de baile. Nadie sabía qué había pasado en la puerta estrecha del baño.

"¿Quinientos mil? Eso es un robo ". Al darse cuenta de que había conocido a un verdadero pícaro, Chloe solo quería irse de aquí e ir a un lugar seguro.

"Oye, ¿quieres irte? No es así de fácil. "Al ver que Chloe quería irse, el hombre que iba a la cabeza la agarró del brazo.

"Déjame ir." Chloe gritó.

"Está bien, dame el dinero que te dejaré ir". Dijo el hombre sin sentido.

"No tengo dinero. Además, no toqué tus cosas. "Dijo Fiona con frialdad.

"Ja, ¿no tienes dinero? Si no tienes dinero, paga con tu cuerpo. Señorita, creo que es muy hermosa. Siempre que estés dispuesto a jugar con nosotros, te perdonaremos. "La risa descarada del hombre se mezcló con obscenidad.

"¡Vete a la mierda!" Chloe gritó, luchando con fuerza. Sin embargo, la fuerza del hombre era tan fuerte que no podía deshacerse de él mientras tanto.

"Vamos, chica. No seas terco. Juega con nosotros. Te prometo que estarás extasiado y hemos terminado. Eso es genial. "Dijo el hombre, tratando de rascar su rostro pálido y tierno con el dedo.

"¡No me toques!" Chloe evitó su toque y rápidamente giró la cabeza hacia el otro lado.

"¡Déjala ir!"

Una voz, como un trueno gigante, sonó en este espacio reducido.

Los hombres estaban atónitos, con sonrisas obscenas en sus rostros.

Vio que Gregorio apareció de repente y se paró frente a ella. Con los ojos bien abiertos, pensó, '¿por qué está él aquí?'

Aunque ya no quería ver a este hombre, en este momento, él era su salvador.

Gregorio golpeó al hombre que agarró el brazo de Chloe en su rostro, antes de que el hombre pudiera decir algo, Gregorio se dio la vuelta y le dio otro puñetazo.

"¿Sabes quién es? ¿Cómo te atreves a tocar a mi mujer? "

Dijo Gregorio con voz sonora, con mirada asesina en los ojos.

Cuando esos gamberros vieron que solo estaba Gregorio solo, continuaron causando problemas y aprovecharon la oportunidad para atacarlo. Inesperadamente, los guardaespaldas detrás de Gregorio se apresuraron. Los altos guardaespaldas atraparon a estos sinvergüenzas en dos segundos y los derribaron al suelo.

Chloe estaba detrás de Gregorio, con su ancho hombro bloqueándole la vista. Entonces Chloe no pudo ver esta escena violenta y sangrienta.

Después de lidiar con los gánsteres, Gregorio se dio la vuelta y preguntó: "¿Estás bien?"

Dándose la vuelta, preguntó suavemente.

"Gracias." A pesar de su desgana, todavía le expresó su agradecimiento a Gregorio.

"¿Por qué vienes a un bar solo?" Gregorio la acompañó afuera, seguido por un gran grupo de guardaespaldas.

"Vine aquí para hacer una fiesta con mis compañeros". Chloe parecía un poco avergonzada y fría.

"Afortunadamente, me conociste esta noche, o sufrirás las consecuencias". Había una sonrisa en los ojos de Gregorio.

Después de que Chloe y otros se fueron, los hooligans salieron cojeando del baño y caminaron hacia Lucía.

Lucía, que estaba a punto de ver un buen espectáculo, no esperaba ver el chiste de Fiona. En cambio, vio que todas las personas que contrató salieron tambaleándose, cubriéndose la barriga y la cara.

Lucía cruzó los brazos frente al pecho y estaba tan enojada que estuvo a punto de perder los estribos. De repente, en un rincón del bar, vio a Chloe, que estaba sana y salva. Se estaba acurrucando con un hombre guapo como Dios, con una mirada linda e impotente.

El hombre la miró con ternura en sus ojos, susurrando algo. Una fuerte sensación de celos se elevó en su corazón.

"Humph, Chloe, una perra buena seduciendo a los hombres. Puede ligar con un hombre guapo incluso en el bar. "

Pensando que nadie se preocupaba por ella, incluso si venía al club nocturno para tomar la iniciativa de coquetear, pocos hombres le prestaron atención. Tenía que gastar dinero en hombres para divertirse, para que hubiera hombres para hablar con ella. Lucía estaba muerta de celos.

"¿Que pasó? Ni siquiera puedes hacer una cosa tan pequeña ". Dijo Lucía enojada.

"¡Un montón de vagos!" Al mismo tiempo, Lucía miró al apuesto hombre junto a Chloe y vio que todavía la estaba protegiendo con sus amplios brazos. La abrazó con afecto y estaba hablando de algo.

Los celos hicieron temblar a Lucía.

"Si alguien puede subir y derribar a esa mujer ya ese hombre, te daré quinientos mil de inmediato".

Lucía creía que debía haber hombres valientes bajo la gran recompensa. Mientras el dinero fuera suficiente, definitivamente alguien trabajaría para ella.

Los hooligans se miraron y nadie pudo resistir la tentación del dinero.

Entonces se estiraron. Con una daga en la mano, se acercaron lentamente a ellos.

"Bueno, ya que me ayudaste esta vez, hemos terminado. Los dos no nos debemos el uno al otro ". Chloe le dijo a Gregorio. Antes de que pudiera terminar sus palabras, mantuvo la cabeza gacha.

En un instante, Gregorio la estrechó entre sus brazos y la abrazó con fuerza frente a su pecho.

"¡Cuidado!" Dijo seriamente. Resultó que sus agudos ojos ya habían visto que los hooligans aún no estaban dispuestos a rendirse, y también vio los cuchillos en sus manos en la fría luz.

Antes de que los guardaespaldas pudieran hacer algo, Gregorio ya había sostenido a Chloe con fuerza frente a su pecho para protegerla.

"Bastardos, los dejé ir una vez, ¿no tienen miedo a la muerte?" Gregorio dijo con enfado. Al ver que estos gánsteres estaban tan locos, les insinuó a los guardaespaldas que no los dejaran escapar.

La ira en su corazón estaba completamente enfurecida. ¿Cómo se atreven esas personas inferiores a ofenderlo?

"¿Sabes quién soy?" Abrió mucho los ojos con ira y los reprendió: "Me has provocado muchas veces. ¿Quieres morir?"

Gregorio se paró frente a Chloe y la mantuvo a salvo a sus espaldas.