Me mira fijo y arquea una ceja. Cuando hace eso se ve como un panda.
_ ¡Sí, no me quieres aquí me voy, además tengo cosas que hacer!
_ ¡Oye, mamasita, deposita tu trasero en este taburete, y no te marchas hasta que yo diga que ta bueno!
Lo ven, esa vieja es muy mandona, aunque de las buenas. Me pasa una cerveza, rechinido mi ojos y ella lo cambia por un vokca. Esa es la otra parte que me gusta de ella, me felicita.
Mientras tomo un sorbo de mi sabroso vokca, que me hacía más falta que un novio, pues aparece un don hablador llamado Maker. No sé cuál es la mala suerte que tango siempre tengo que encontrarme con el cada vez, que vengo aquí. Lo fulminó con la mirada, los pasos siguientes que tenía para acercarse a mí. Allí cabrio y Se dio la vuelta. Muevo los hombreo en señal de victoria. Pues así me llamo Victoria Daville. Y hago honor a mi nombre.
Veo varios, pedido en la barra, pero Amanda está sirviendo, por un lado. Dejo mi bolso detrás de la barra y me pongo, ha ayudarla. Dejo las bebidas en la mesa que están en cada lista.
_¡Nena, gracias!
_¡De nada,bombom!
_¡Además, que querrás para tu cumple años este sábado!
Puse los ojos en blanco, por lo que ella entiende, que yo había olvidado ese asunto. Si así soy menuda que olvida su propio cumpleaños. Desde ese trabajo en la empresa JowGlam, de anillos de elite. Los pedidos llegan a montones, y este hombre cada vez tiene una inspiración donde las saca, no tengo ni una pinche idea . Pero cuando sucede tengo que ayudarlo a dibujar hasta encontrar un dibujo adecuado que digamos. Por otra parte, odio ser la diseñadora principal que el elige.
Me siento en la barra, y hundo mi cabeza en mis codos, y acaricio mi cabello. Siento un ligero aroma que invade mis fosas nasales, un perfume exquisito. Ópera primé, de bvlgari. Solo lo vi una vez, y lo pude oler desde ese momento nunca más volví a toparme con un perfume así. Busque, con la mirada, y olfateaba para buscar, quien aquí en este bar debería tener un perfume tan exquisito. Solo mis ojos se toparon con una espalda ancha subiendo las escaleras. Sí que tenía una porte majestuoso. Ese azul marino grillado le acentuaba muy bien. Y solo su presencia abrumo todo el bar. Porque no creo que aquí alguno de ellos, tenga un perfume así. Mucho menos un porte como este.
Volteo la cara y me encuentro, con los ojos de Amaba puesto en mí. Y sus ojos, por primera vez, me causan intriga.
En que demonios está pensando y porque me mira así.
_ ¿A quién buscabas?
_ ¿Ese? A... nadie. ¿Que te hace pensar que buscaba alguien?
_ Hmmmmm, sabes que eres muy mala para mentir!.
_ Mierda, ya lo viste verdad?, ¿por qué preguntas?
¡_ Sí, claro, como digas!
Me deja una Bandeja, con un cubo con bebidas. Lo miré y levanto su dedo en la privada que está arriba. La miro y tomo un sorbo más de mi vaso de whisky que ella, me paso, pero ahora siento que está haciendo efecto.
Subo y camino hacia la puerta, pero en la puerta veo, aun tipo con un silenciador en la puerta y apunta a dentro. Con la puerta entre abierta. Ha este ritmo, la gentes de la habitación deben no haber visto nada.
Me tiemblan las manos, no sé si arrojar la bebida sobre él, o hacer algún ruido. Doy una patada en el piso, pues me puse histérica. Odiaba este espíritu de la ayuda que yo tenía, Eso me ha dejado metida en muchos problemas. Me llega la idea de acercarme sin dar la impresión de que vi algo o que me dirigió a esta habitación. Pero me tiemblan las manos, y mi instinto quiere salir y darle una paliza, ha este por venir y a causar problemas. Disparar en este bar, si alguien resultaba muerto, Ambar estaría en problemas.
Veo cómo arregla su arma y lo apunta. A su nivel es una bala directo al corazón. Ya me vale mierda, como vaya a pasar el resto de las cosas. Tenía que actuar. Di unos pasos, y él no quería mostrar que quería cometer alguna acción. Pelo seguía apuntando.
Bum lo empujo adentro y él cae al piso.
_ ¡Cuidado! ¡Tiene un arma y los apuntaba!
El maldito disparo, pero me había tirado encima del sofá sobre el hombre que estaba allí. Gracias a dios, soy muy buena, si no me había matado, los hombres de este hombre lo tenían bajo presión en el piso. Había un desorden de las bebidas en el piso y la bala roso mi brazo, haciendo un lindo corte . Como no tengo idea. El hombre me dio la mano yo que estaba tirada en el piso.
La habitación, tenía una luz, tenue y en muy poco luz, no pude ver claramente su rostro cuando lo descubrieron. El hombre me da la mano y me jala, hacia su pecho, pero esa acción , me confirma el perfume. ahora, me invade por completo y me deja bobada. Tengo una debilidad a los hombres que huelen extremadamente bien, y ese olía a extremo peligro, y rico .
Me paro y miro al tipo, que lo tiene en una posición incómoda. El hablo rudo, porque aquí no debería venir a cometer ese tipo de delito. Yo solté la lengua,como si el diablo me llamara
_ Hijo, de puta, vienes armado para matar alguien, dentro de este pequeño bar, quieres meter en problemas a mi Ámbar. Si quiere hacer correr sangre debería de enfrentarle no, para eso tienes esas bolas, pues usala como cerebro y no vengas a matar en el bar.
Él me había dejado la mano, ni siquiera, lo había mirado. Solo este perfume me deja en la niebla.
Levanto la cara para poder mirarle, y decirle gracias, pero estos ojos profundos me hacen tambalear, son profundos y un color, que no puedo identificar ahora. Pero su perfume y su leve a tabaco. Qué me llevé quien me trajo, este es un hombrezaso.
_ Gracias!.
Su vos me dejo en el limbo. Es profunda y bronca. tan potente que lo sentí, la habitación, estaba su perfume, y su respiración cuando cai sobre el.
_ De... nada, ahora bajo que tengo que curar esa herida!.
Curar, herida, mi trasero solo quería escapar de allí. El aura de este estaba dejándome, con los nervios a flor de plata. Y eso, amigo, me vuelve loca. Y este Perfume por Dios. Quiero volver ha olerlo. Es tan rico. Pero bajo las escaleras corriendo y me paro al lado de Ámbar. Esta se queda mirándome como si acaba de ver a un fantasma.