Oscuridad  ©
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Capítulo 22 Momentos del Ayer. Jeremy, Manzanas y Xara. El Amor Azul. img
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Capítulo 5 IV

Mes 08, día 15/4.109

Observo como el humo se desvanece en el aire y luego no queda nada.

Estoy sentada en una de las últimas ramas de un enorme y viejo árbol de la propiedad, mirando el humo que sale de la boca de William, quien se mantiene fumando.

Da otra calada al cigarrillo y esta parece ser más honda porque esta vez sale mucho más humo de su boca y de su nariz.

Quiero decirle que fumar es malo, que solo puede hacerle daño, pero entonces él saldría con que el cigarro está libre de nicotina y no sé qué otras cosas más que fueron eliminadas del mismo hace años, que este cigarrillo solo sirve para relajarlo y que, contrario a los que se piensa, ese cigarrillo no hace daño, así que descarto la idea y lo observo esperando el momento en que se relaje del todo y decida decirme porque me saco de mi cama a la una de la madrugada.

Da una última calada y luego arroja la colilla al césped y se acomoda de forma que ahora está acostado en lo largo de la rama.

-Odio cada vez que mamá hace comentarios sobre un matrimonio entre tú y ese imbécil de Marcus.

-Ya deberías estar acostumbrado, como yo –Me encojo de hombros y muevo mis piernas en el aire.

-Si me acostumbro le afianzo la idea de que tú estás encantada y muy dispuesta a hacer sus sueños realidad –Gruñe y comienza a picar el árbol, quitándole la corteza- A todas estas, ¿Por qué estas saliendo con ese imbécil de buena gana?

-Solo han sido dos salidas –Me defiendo- Y lo he hecho porque me conviene.

-Dame una pista de por qué te conviene salir con él –Pienso en decirle que me da libertad, que por unas horas puedo perderme en el bosque, puedo hacer lo que yo quiera sin que mamá pongo el grito en el cielo, pero, sé que ayer lo hice porque quería ver a Xander, quería estar con él- Estoy esperando tan interesante argumento, Anahia.

Muerdo las esquinas de mis labios mientras busco la forma de disfrazar el motivo de mi conveniencia en salir con Marcus. No le puedo decir la verdad a William porque entonces me obligaría a ir con él en el tiempo libre y no siempre quiero que mi hermano sea mi niñera. Busco la salida fácil y que es un ochenta por ciento de la verdad.

-Él hace feliz a alguien muy importante para mí –William se incorpora y ahora me observa con sus ojos rojos, interesados y dispuesto a buscar un indicio de que estoy mintiendo.

-Sé más explícita, soy tu hermano.

-Promete no decir nada –Le pido y él enlaza mechones de nuestros cabellos haciendo la promesa de hermanos. Suspiro y dejo caer la bomba- Marcus está saliendo con Sofía –Por un momento todo lo que mi hermano hace es observarme.

- ¿Sofía? ¿Sofía como tu amiga? –Asiento lentamente y entonces él se vuelve loco- ¡¿Y qué putadas hace ese imbécil saliendo con ella?! ¡Lo que es peor! ¡¿Por qué jodidamente lo estas apoyando Anahia Marie Altermayer Hoggins?! –Cubro mis oídos mientras mi hermano despotrica diciendo que Marcus es un imbécil que solo va a jugar con ella, que no quiere más que follársela y dejarla. Luego tengo que soportar que me trate de mala amiga y mala influencia para ella.

Dejo que diga todo lo que tiene que decir, que me llame demente, insensata y otras más mientras se calma y deja que le explique lo que quiero decirle.

- ¿Terminaste?

-Puedo seguir toda la jodida noche, jovencita –Gruñe y luego aparece otro cigarrillo entre sus dedos.

-William –Me gruñe y suspiro. Odia que yo le llame William cuando estamos hablando de algo porque siente que lo estoy reprendiendo a pesar de que la menor aquí soy yo- Iam, no voy a dejar que Marcus le haga daño y Sofía tampoco, confía un poco en nosotras.

-Me cortaría el jodido pelo si me equivoco y tú no has hablado con ella sobre esto –Entrecierro los ojos sintiéndome pillada y bajo la cabeza.

-No lo he hecho, pero ella sabe lo que hace, tú lo sabes y yo lo sé. Ella no es alguien a la que puedes engañar fácilmente y sabe cuidarse.

-Dile a ese imbécil que si ella suelta una puta lagrima no le va a alcanzar el imperio para esconderse. Ni este ni los otros. Y me va a valer mierda si su papá es amigo del nuestro, Marcus será niño molido en cuestión de minutos –Sus ojos rojos brillan con intensidad y si fuera otra persona tendría algo de miedo, pero soy yo, y es William, soy su hermana y él nunca me haría daño.

-Marcus ya fue amenazado por mí.

-Las amenazas de una niña no surgen efecto en imbéciles como ese. –Resoplo.

-Lo amenacé contigo, le dije que lo dejarías del color de mis ojos si le hacía algo malo a ella.

-Bien –Nos mantenemos en silencio observando a lo lejos la casa.

- ¿A dónde fuiste?

-Con una amiga

-Ya –Muevo mis pies en el aire sintiéndome incomoda.

-Quiero creer que sabrás lo que haces, lo quiero creer con todas mis fuerzas. Quiero creer que serás sensata e inteligente, que me contaras cada cosa buena o mala que te pase porque para eso estoy Nahia, para tomar tu mano y estar contigo –Casi siento nauseas de estarle ocultando lo de Xander, pero soy consciente de que no todo el mundo lo tomaría como algo bueno.

-Puedes creerlo –Miento y me siento fatal, como si quitara un pedazo de mí.

-Hola, buenos días –Sofía me sonríe desde el otro lado de la puerta y es imposible que yo no haga lo mismo.

-Buenos días, ¿Tienes un momento?

-Seguro –Ella sale y cierra la puerta detrás de ella- ¿Quieres ir a algún lado o hablamos en el jardín?

-Estaría cómoda en el jardín –Asiente y caminamos unos cuantos metros hasta sentarnos en dos columpios que todavía conservan los señores Duncan. Nos mesemos en silencio por lo que parecen horas, sin saber que decir.

Estoy segura que para ella no es fácil que yo simplemente este aquí, pretendiendo que ella me dé respuestas de algo que es sumamente privado, pero, si estoy ayudando en esto, al menos quiero saber que estoy haciendo algo que ella quiere.

-Lo amo –Casi quiero caerme del juego cuando ella pronuncia esas palabras- No es algo que me guste. Sé cómo es Marcus y todo lo que conlleva el estar enamorada de él, pero paso y ahora no sé qué hacer –Cubre su rostro con sus manos y pequeños sollozos se dejan escuchar a través de sus manos.

-Hey, no pasa nada –Me acerco a ella y aparto sus manos de su rostro y luego limpio sus lágrimas- En el corazón no se manda, no has hecho nada malo.

-Se siente como si fuera así.

-Pero no lo es. Las cosas serán difíciles, eso debes de tenerlo presente, pero si Marcus está dispuesto a luchar por ti, si él siente lo mismo que tú, hallaremos la manera de que esto funcione, no estás sola, me tienes a mí, a los chicos y a William, te ayudaremos y estaremos contigo –Envuelvo mis brazos alrededor de ella- No estarás sola.

-He descubierto que eres alguien impredecible –Por algún motivo no me extraña encontrar a Xander en mi habitación, así que no grito.

-Sí, bueno, incluso es difícil para mí saber lo que voy a hacer –Dejo el bolso en la cómoda más cercana y me despojo de mis zapatillas.

-Te estuve esperando –Sus ojos negros brillan mientras me sigue por la habitación.

-Sí, bueno, ¿No pensaste que podría aparecer en la noche? –Cuestiono y por hacer algo comienzo a reorganizar mis libros.

-No quiero que vayas al bosque sola y de noche –Ah, pero mira nada más. ¿No quiero?

-Es una lástima que haga lo que me nace hacer.

-No lo hagas –Su voz suena tensa y decido darme la vuelta y encararlo.

-Solo por curiosidad, ¿Por qué no puedo hacerlo?

-Es peligroso –No dice nada más y solo me observa. Casi quiero irritarme por esa actitud tan de chico duro.

-Mira, no te voy a prometer algo que en algún momento puedo romper, pero tratare de no ir al bosque, sola, de noche –Asiente satisfecho con mi respuesta y suspiro- ¿Qué quieres, Xander?

-Compensarte por ser un idiota.

-Entrar a mi cuarto de esta manera no es precisamente una compensación.

-Sí, pero no me voy a disculpar por ello –Se levanta de mi escritorio y se acerca a mí, frente a frente, separados solo por unos centímetros- Pasa el día conmigo, mañana –Me da por reírme de forma histérica ¿En serio? ¿Pasar el día?

-No, definitivamente no voy a pasar el día contigo. No puedo desaparecer, así como así, por un día completo.

-Solo de cinco a siete.

- ¿Catorce horas? Estás demente.

-Por favor, déjame demostrarte que no soy un idiota –Junta sus manos en una súplica e incluso intenta hacer un puchero. Sonrío.

-Quedaste afectado por la palabra ¿Eh? –Su puchero se transforma en sonrisa.

-Nadie lo había hecho y no voy a dejar que te quedes con ese pensamiento. Te demostrare que no soy un idiota –Finjo pensarlo un poco hasta que él envuelve su mano con la mía. El manto de frio regresa y me quedo ahí, observando nuestras manos, observando su mano envolver la mía.

Mi corazón comienza a latir con fuerza en mi pecho y mi cuerpo comienza a hormiguear.

-Iré –Logro decir sin dejar de observar nuestras manos. Su malo libre toma mi mentón y me hace mirarlo.

-Vendré por ti a las cinco –Asiento tontamente. Ahora mismo todo lo que me domina es ese frio abrazando mi mano y parte de mi cuerpo- Esta lista –Se aleja de mí y quiero gritar para que el frio regrese- Me voy, tu hermano viene hacia acá.

- ¿Cómo ...?

-Nahi, sal un momento, por favor –Observo intrigada a Xander y su forma de hacer las cosas ¿Cómo los supo? William golpea la puerta.

-Dame un minuto –Observo a Xander abrir la ventana.

-Hasta mañana, Hia –No me da tiempo a responder porque desaparece y en su lugar queda un humo negro. Camino hasta la puerta y la abro encontrándome a mi hermano y a Marcus.

- ¿Qué paso? –Observo el labio partido de Marcus con curiosidad- ¿Fuiste tú? –Mi hermano no me responde y en su lugar empuja a Marcus dentro de mi habitación y luego entra él.

-Estaba coqueteando con Arian y luego su lengua estaba sobre ella –William vuelve a empujar a Marcus y luego golpea la parte baja de su cabeza.

-Ella se me lanzo –Se defiende Marcus y en lo personal le creo, he visto a Arian hacer eso un par de veces. Pero, William no le cree porque avanza hasta él y vuelve a empujarlo.

-Iam –Lo llamo y tomo su brazo- Yo le creo, he visto a Arian hacer eso varias veces.

-Es lo que he tratado de decirle.

- ¡Y es lo que no te voy a creer, cabrón! ¡No vas a jugar con Sof, no voy a dejar que lo hagas! –Cubro su boca con mi mano.

-Te pueden escuchar, cálmate –William inhala profundamente y deja salir el aire de golpe. Retiro mi mano de su boca.

-No podías quedarte callada, ¿Verdad? Tenías que contarle a tu hermano.

-Te dije que no iba a dejar que lastimaras a Sofía –Doy un paso delante de William porque soy consciente de que lo único que quiere hacer en este momento es golpear a Marcus hasta el cansancio- Solo te voy a salvar de esta porque conozco a Arian y sé cómo es, pero sé más cuidadoso o la próxima no detendré a mi hermano y dejare que te dé una paliza. ¿Te has puesto a pensar cómo se sentiría Sofía si te viera haciendo eso? –Su cara se desencaja por la sola idea de que ella lo hubiera visto- Piensa en eso y está más alerta, Marcus, si la lastimas no voy a decir nada.

-Si la lastimo, yo mismo iré a tu hermano –Sus ojos cafés brillan mientras mira a William. Al menos parece que lo último que quiere es hacerle daño a Sofía.

Mes 08, día 16/4.109

El cielo está muy oscuro todavía cuando Xander crea un círculo negro en mi ventana.

-Vamos –Me tiende la mano e ignorando el frio envolvente me aferro a ella y subo al círculo. Xander sube detrás de mí y el circulo se amplía- Ven, vamos asentarnos

- ¿Qué? ¿Vamos simplemente a esperar que el círculo desaparezca y caigamos al suelo? –El ceño de Xander se frunce y me observa como si dijera algo que no es posible.

- ¿De dónde sacas que el circulo desaparecerá?

-Desaparecen después de cinco minutos –No puedo creer que no sepa eso. Él me observa sin entender.

-No desaparecerá. No sé de dónde sacaste eso, pero no desaparecerá.

-Lo he visto

-Puedes sentarte y esperar los cinco minutos que dices que durará y darte cuenta de que no desaparecerá –Él parece seguro de lo que dice. Puede que los círculos de él no desaparezcan tan fácil como lo hacen los de Jake.

-Tenemos que irnos –Le recuerdo y me siento.

-Eso haremos –Apenas termina de hablar cuando el círculo comienza a desplazarse en el aire como si de una hoja al viento se tratara. Observo con asombro a Xander y chillo de júbilo al ver todo lo que es capaz de hacer.

-Es impresionante. Jake no puede hacer esto.

-Estoy seguro que en el sur entrenan de forma diferente a como lo hacen en el norte.

-Es fascinante la forma en la que lo hacen ustedes –Él me observa por un momento y sonríe. Me gusta su sonrisa, es muy limpia y hace que aparezcan dos hoyuelos en su mejilla derecha.

-Estoy seguro que con el entrenamiento adecuado pueden hace algo parecido. Es más, si quieres, cuando obtengas la tuya, yo puedo ayudarte a hacer estas cosas que te tienen matada.

- ¿En verdad harías eso por mí? –Pregunto impresionada y feliz por su ofrecimiento. No es que desprecie el entrenamiento de mi papá, pero me gustan más las cosas que puede hacer Xander.

-Sí, seguro.

- ¡Gracias! –No lo pienso mucho cuando me arrojo a su cuerpo y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo para agradecerle. Noto su cuerpo rígido, pero después de unos segundos sus manos tocan mi cintura, no me abraza, pero no me desprecia.

-Eres muy entusiasta –Casi parece una queja, pero cuando me separo y lo encuentro sonriéndome, no se siente como una.

- ¿A dónde vamos? –Pregunto cuando comenzamos a pasar por encima del Bosque de Gea.

- ¿Qué tanto sabes de geografía? –Lo observo intrigada.

-Solo me han enseñado la geografía del Imperio del Sur.

-Ya veo –Niega con la cabeza y resopla- En el sur solo les importan lo del sur.

-Seguro pasa lo mismo en tu imperio –Me quejo porque él se queja.

-Probablemente hacen lo mismo, pero ten por seguro que si enseñan la geografía de todo el planeta. Por ejemplo, sé que el Imperio del Sur está conformado por tres islas y la península de Surthia, el Imperio del Este, está dividido en cuadrantes, cinco en total y el Imperio del Oeste, no está dividido como tal, pero puedes encontrar algunas pequeñas ciudades que se distinguen por costumbres unas de otras.

- ¿Y el Imperio del Norte?

-El norte está dividido en distritos, cinco. De hecho, vamos a uno de ellos. Se llama el Distrito de Fénix.

- ¿Fénix? ¿Cómo el ave? –Xander sonríe y me mira como si fuera a compartir algo maravilloso conmigo.

-Sí, Fénix, como el ave. Recibe su nombre por ella, por el resurgimiento que tuvo toda el área. No es cualquier distrito, de hecho, es el distrito más grande del imperio y todo gracias a que el Zoológico y Parque Natural El Fénix de China está ahí –Se detiene y me observa por un momento antes de sonreírme y continuar- El Fénix de China es un área de conservación ubicada en la antigua Muralla China. Posee toda la clase de animales que han sobrevivido a los cambios del planeta, pero ellos no están encerrados, ellos corren libre en ese espacio. Ese es el espacio de conservación más grande del planeta, te gustara –Escucho como Xander sigue narrándome acerca de la parte a la que vamos.

Parece muy entusiasmado con mostrarme esa parte del imperio, dice que me gustara tanto que querré quedarme a vivir. Bromeamos durante el trayecto sobre quedarnos a dormir y ver a los animales nocturnos en acción cuando pasa despreocupadamente un brazo sobre mis hombros y me hace fijar la vista en el frente.

Esta amaneciendo, el sol está saliendo y tengo frente a mí la extensión de verde más grande que jamás haya visto en el mundo. Kilómetros, millas o lo que sea, se extienden ante mí en forma de árboles, montañas, prados, incluso se aprecia un lago en medio de todo, es como si fuera un enorme, gigante valle, no, lo que mejor lo describiría es como un oasis en medio de todo.

-Alucinante, ¿No es cierto?

-Es maravilloso –No puedo despegar mi vista del paisaje y me maravillo aún más cuando una parvada de pájaros sobrevuela el lago.

-Te gustara cuando lo veas todo con lujo de detalles. Sujétate –Voy a preguntar a qué justo cuando el circulo desaparece y caemos a tierra a gran velocidad.

Grito, asustada mientras me aferro a Xander como si él fuera capaz de detener la caída, eso va a doler, voy a morir tan solo con el golpe. Veo la tierra aproximándose a nosotros y cierro los ojos y grito con más fuerza para despedirme de este mundo.

Espero el golpe que no llega y asustada de que todo haya pasado tan rápido que no tuve tiempo de sentirlo, abro los ojos y observo todo a mi alrededor.

Hay árboles rodeándome, con hojas de muchos tonos de verdes, enredaderas y animales en ellos. Parpadeo, desubicada y vuelvo a mirar todo nuevamente como si se tratara de un sueño.

-Gritas fuerte –El aliento cálido de Xander me acaricia la oreja y grito más fuerte. Xander se ríe y de pronto soy consciente que sus brazos están envueltos firmemente a mí alrededor mientras sus manos descansan en la parte baja de mi espalda y yo lo aprieto con fuerza, envuelta de una manera extraña en él. Me sonrojo y trato de alejarme de él cuando noto que estamos en el aire, flotando.

- ¡Xander! –Me quejo y me aferro con todas mis fuerzas a él. Su pecho vibra con la risa que esto le causa y noto lo firme y definido que es. Siento calor, siento mucho calor y no sé si es la vergüenza o los pensamientos que estoy teniendo.

-Tranquila, yuanfen, voy a bajarnos, ¿De acuerdo? –Asiento y noto como descendemos hasta que mis pies tocan el suelo- Ya está, estas a salvo –Sonrío apenada y luego arrojo un golpe en su dirección.

-No vuelvas a hacer eso. Casi se me sale el corazón del pecho cuando el circulo desapareció –Lo reprendo.

-Es divertido. Te prometo que la próxima lo disfrutaras.

-No habrá próxima. Debes prometerlo.

-Yo no hago promesas, Hia, nunca las hago.

-Acabas de hacerlo –Le recuerdo y frunzo el ceño, no dispuesta a dar mi brazo a torcer.

-Era una expresión, no es como tal una promesa.

-Por favor, dame paz y dime que no volverás a hacerlo.

-Lo único que te diré es que la próxima serás avisada con anticipación para que lo disfrutes – Y dicho esto comienza a andar y no me queda más remedio que seguirlo.

Disfruto de un día rodeaba de toda una belleza vegetativa exuberante. Xander parece ser un buen guía turístico y me lleva a unos lugares que me dejan alucinada. Me enseña un paraje de cuevas de rocas que parecen brillar, el lago y camínanos a través de una cordillera, solo descansando para ingerir algo de comida mientras me explica con detalles todo lo que sabe sobre el lugar.

Disfruto del paisaje y de la compañía. Xander no es tan malo como parece, sonríe, bromea, se divierte y me ayuda a caminar cuando el terreno se hace irregular. Creo que él también disfruta de mi compañía porque me toma de la mano, me abraza al hacerme bromas pesadas y es amable y atento todo el tiempo.

Son pasadas las siete de la noche cuando Xander me carga sobre su espalda y me habla de lo mucho que disfruto del día.

-Espero que se repita. Te aseguro que la próxima te llevare a otro lugar que también te encantara.

-Eso me gustaría.

-Está decidido. Ya verás que no te arrepentirás –No me arrepiento incluso ahora, cuando mi corazón late desbocado por su cercanía mientras rezo para que no lo note, eso sería vergonzoso.

-Estoy segura de que eso nunca pasaría –Le aseguro y continuamos el camino en silencio hasta que llegamos al extremo del bosque.

-Puedo llevarte hasta tu cuarto sin que nadie nos vea si así lo quieres –Comenta aun conmigo sobre su espalda. Sus manos agarran con fuerza mis muslos manteniéndome en el lugar. Mi corazón se dispara y siento que me pongo nerviosa por momentos cuando noto que mi cuerpo cosquillea y quema ahí, donde sus manos están en mi piel expuesta.

-Eso me gustaría, pero dejémoslo para una próxima ocasión. Se vería extraño que yo apareciera mágicamente en mi habitación.

-Sí, en eso tienes razón –Suspira dramáticamente y retira sus manos de mis muslos lentamente para subirlas a mi cintura y ayudarme a bajar.

-Ha sido un día maravilloso, Xander. No me espere conocer un nuevo lugar y menos con un guía como tú. La comida, la compañía, la plática, todo estuvo genial. Muchas gracias.

-Yo también disfrute mucho, Hia. Eres divertida y fácil de tratar. Me alegro que te haya gustado mi recompensa y espero que te tomes en serio lo de repetir la experiencia, hay muchos lugares a los que podemos ir que estoy seguro disfrutaras.

-Si tú estás seguro, yo estoy segura –Nos quedamos ahí, en silencio por al menos un minuto hasta que nos sonreímos tontamente- Me tengo que ir, gracias por todo, Xander, de verdad, muchas gracias –Me acerco a él sin saber cómo despedirme después del día de hoy.

-No tienes nada que agradecer, Hia, fue un placer –Me sorprende acercándose a mí, poniendo sus manos en mi cintura y dejando un beso en mi mejilla- Descansa –Como es de esperarse, no me da tiempo a responder cuando ya estoy viendo el humo desaparecer.

Me quedo ahí, parada con el corazón agitado y la mejilla en llamas por ese inocente beso. No sé qué me pasa con Xander, pero me gusta, sea lo que sea.

                         

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