DARKNESS II
img img DARKNESS II img Capítulo 3 Desaparición y renuncia (PARTE I).
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Capítulo 6 Hormigas de fuego. img
Capítulo 7 Crack img
Capítulo 8 Realidad... cruel y sangrienta realidad. img
Capítulo 9 Insana locura... img
Capítulo 10 Ardiendo en el infierno. img
Capítulo 11 Tragedia griega img
Capítulo 12 Deliciosa oscuridad. img
Capítulo 13 ¿Una fiesta img
Capítulo 14 Astuto Titiritero img
Capítulo 15 Moviendo los hilos. img
Capítulo 16 Caíste img
Capítulo 17 Desaparición y renuncia (PARTE II). img
Capítulo 18 Desconfianza img
Capítulo 19 Seducir es letal. img
Capítulo 20 A little peace of hell. img
Capítulo 21 Locura e Inteligencia img
Capítulo 22 No es coincidencia, es un patrón. img
Capítulo 23 Sospecha de muerte img
Capítulo 24 24 Astucia. img
Capítulo 25 Análisis y planeación. img
Capítulo 26 La oscuridad en mí. img
Capítulo 27 Confirmación img
Capítulo 28 Origen: Ratko Stevens. img
Capítulo 29 Infiltrados. img
Capítulo 30 Reencuentro img
Capítulo 31 ¿Trastorno img
Capítulo 32 Tentación y prueba. img
Capítulo 33 Muerte img
Capítulo 34 La astucia de los grandes. img
Capítulo 35 Asesina. img
Capítulo 36 Tentando al diablo. img
Capítulo 37 Jugando en la oscuridad. img
Capítulo 38 Conociendo a Ratko Stevens. img
Capítulo 39 Crueldad. img
Capítulo 40 Una cita... sangrienta. img
Capítulo 41 Las dos caras de la moneda. img
Capítulo 42 42 Edén img
Capítulo 43 Secuestro img
Capítulo 44 "Oh mierda... 3312, tenemos un 3312" img
Capítulo 45 Suplicas silenciosas img
Capítulo 46 Un plan más grande. img
Capítulo 47 El plan dentro del plan. img
Capítulo 48 Cuarto Negro img
Capítulo 49 ¿Qué paso img
Capítulo 50 Cobarde. img
Capítulo 51 Oscuras Revelaciones img
Capítulo 52 El peso de la realidad. img
Capítulo 53 Calma img
Capítulo 54 Fuegos artificiales img
Capítulo 55 Cuenta atrás img
Capítulo 56 Canto de sirena img
Capítulo 57 Traicionada img
Capítulo 58 Hola bastardo. img
Capítulo 59 Como diría Jacky el destripador... vamos por partes. img
Capítulo 60 Al final del camino img
Capítulo 61 Alianzas. img
Capítulo 62 Diamante negro img
Capítulo 63 ¿Locura o imprudencia img
Capítulo 64 Imposible (Parte I) img
Capítulo 65 Imposible (Parte II) img
Capítulo 66 Desesperado control img
Capítulo 67 Fantasma. img
Capítulo 68 Darkness... un sueño. img
Capítulo 69 Epilogo. img
Capítulo 70 Extra 1 Imposible (Parte III) img
Capítulo 71 Extra 2 Codificado. img
Capítulo 72 Extra 3 Verdad. img
Capítulo 73 Extra 4 Máscaras de muerte. img
Capítulo 74 Extra 5 Un ruso cae y otro se levanta. img
Capítulo 75 Extra 6 Venganza. img
Capítulo 76 Agradecimientos. img
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Capítulo 3 Desaparición y renuncia (PARTE I).

Ubicación: Base militar desconocida.

Fecha: 12 de Noviembre de 1988

Hora: 8:00 am

El general Corvin se introduce en el Jeep blindado que lo llevara hasta el laboratorio secreto que se encuentra en las montañas. Por fin podrá hacerse con esos niños. Esos experimentos significan la culminación y el éxito de su plan. El soldado que se encuentra a su lado lo observa un momento y suspira.

- ¿Señor está seguro que hará esto? - el general sonríe con arrogancia y asiente.

Este soldado es el único al tanto de sus verdaderas intenciones, aunque hay otros implicados es el único que tiene conociendo absoluto de lo que hará, simple y llanamente porque confía en él, pondría su vida en sus manos, a fin de cuentas es su propio hijo y uno de los mejores soldados que conoce.

- Si muchacho y pronto seremos los amos y señores del mundo - responde con regocijo, el soldado asiente y suspira un poco inseguro.

Algo no le gusta en el plan de su padre, tiene un mal presentimiento desde hace un tiempo y por más que ha intentado persuadir a su general, ha sido imposible, la última vez que intento hacerle saber sus preocupaciones discutió con él y el castigo que le impuso por desobedecerlo fue tan duro y severo como si se lo estuviera impartiendo a un soldado raso y no a un teniente y su propio hijo.

El camino hasta la base y laboratorio como siempre es tranquilo, es lugar está demasiado retirado de la civilización y el pueblo más cercano es tan pequeño y poco poblado que es casi un juego de niños hacer toda esta operación con tranquilidad. Mover a los experimentos se ha convertido en la principal preocupación del general Corvin.

Una vez llegan al laboratorio, el convoy se organiza de forma que los niños puedan subirse sin ningún inconveniente a los camiones y ser transportados con discreción. Pero algo llama su atención en cuanto apaga el motor, los soldados que están a cargo de la vigilancia del lugar se mueven de un lado al otro corriendo y gritando cosas. Su ceño se frunce y su cuerpo se tensa cuando su general respira profundo a su lado.

- ¿Ahora qué coño estará pasando? - pregunta malhumorado el hombre descendiendo del jeep.

El teniente lo imita y lo sigue de cerca, en cuanto el teniente a cargo de la base los ve echa a correr hacia ellos, se detiene frente a ellos, parándose firme y haciendo el debido saludo militar.

- Señor buenos días - lo saluda, el general lo ignora por completo mirando a su alrededor.

Para esta hora los niños deberían estar formados en el patio listos para ser cargados y transportados y el patio está completamente desierto.

- ¿y mis experimentos? - pregunta el general fijando sus ojos en el teniente.

Este se tensa y desvía sus ojos con nerviosismos al suelo y luego vuelve a fijarlos en los ojos iracundos de su general.

- No están señor - murmura el teniente.

De inmediato el cuerpo del general se tensa considerablemente, sus manos se cierran en puño y su expresión pasa a ser una máscara de ira y salvajismo.

- ¿QUÉ? - grita enfurecido haciendo que el teniente se sobresalte

- Los experimentos desaparecieron señor - repite con voz dudosa.

- ¿CÓMO DEMONIOS DESAPARECEN 150 CRIOS DE UNA PUTA BASE MILITAR CUSTODIADA POR LO QUE SE SUPONE SON LOS MEJORES SOLDADOS DE ESTE JODIDO PAÍS? - grita haciendo que el temor en el rostro del teniente se haga mayo.

El general saca su arma y le quita el seguro poniéndola en la frente del teniente, de inmediato su hijo reaccionar.

- Señor...

- CALLA CORVIN - le grita sin apartar los ojos del teniente que ha comenzado a sudar - ¿DÓNDE MIERDA ESTAN MIS EXPERIMENTOS? - el soldado no responde por lo que el general acciona el arma.

El cuerpo del teniente cae al suelo dejando un enorme charco de sangre en el suelo, el teniente Corvin a su lado observa completamente anonadado lo que ha hecho el general, este ni siquiera mira el cadáver del joven cuando pasa sobre él, camina hacia el lugar donde solían quedarse los niños y efectivamente el lugar esta completamente vacío, el general maldice por lo bajo y echa andar hacia el laboratorio, donde algunos soldados más están de pie haciendo guardia.

En cuanto estos los ven acercarse se ponen firmes y hacen el saludo correspondiente.

- ¿Quién está a cargo? - ladra el general llevándose por el medio a uno de los soldados

- El teniente Williams señor - responde con cierto nerviosismo uno de los soldados

- Pues el ya no lo está - escupe poniéndose de pie frente al soldado que le ha respondido - ¿Dónde coño están mis experimentos? - pregunta una vez más haciendo que el chico se tense sobremanera.

- No lo sabemos señor - el general Corvin cierra sus ojos y respira profundo

- ¿Dónde está el equipo y el Dr. Stevens? - pregunta mirando al laboratorio.

Abre la puerta y entra con paso decidido dentro el laboratorio luce tranquilo, algunos soldados se paran firmes en cuanto notan la presencia del general, uno de ellos se adelanta y lo saluda

- Señor

- Habla - le espeta el general mientras continua su camino hacia la sala de juntas.

- El teniente Williams nos ordenó recluir a todos los científicos en esta área, pero no logramos dar con el Dr. y Dra. Stevens - en cuanto esos nombres son mencionados el general se detiene y se gira sobre sí mismo para mirar al chico que camina a su espalda junto al teniente Corvin.

- ¿Qué estás diciendo? - dice entre dientes el general

- Fuimos a buscarlos a su casa pero no están, tampoco están sus cosas y el niño tampoco está - explica, la expresión de ira en el general no solo es intimidante es aterradora.

- Búsquenlos - ordena mientras ingresa a la sala de juntas donde un grupo de científicos caminan de un lado al otro.

Todos al notar al general en la puerta se tensan, un chico palidece en la mesa y todos lo observan con severidad, es el que luce más nervioso de todos.

- ¿Dónde están mis experimentos? - repite la pregunta que está atormentándolo desde que llego

- estaban allí hasta anoche - responde uno de los científicos de la izquierda.

Un hombre joven de unos treinta y tantos, el general se gira para enfrentarlo y camina hasta el, lo ve de arriba abajo despectivamente.

- No me digas - suelta con altanería y en tono burlón - no me interesa donde estaban anoche, ¡QUIERO SABER DONDE MIERDA ESTAN AHORA! - vuelve a gritar haciendo que la tensión sea aún mayor en la estancia.

- No lo sabemos, creímos que ya se los habían llevado - responde con nerviosismo el científico llevando una de sus manos a su frente donde una capa de sudor la cubre.

- Bien... - responde el general con una calma que le avisa al teniente Corvin que las cosas se pondrán feas si ninguno comienza hablar poco.

El general Corvin es conocido por su poca paciencia y su brutalidad de acción, no es un tipo amable y suele ser bastante cruel con sus enemigos, es despiadado y frio.

- Tu - dice apuntando con el arma a otro de los científicos, este eleva sus manos al aire y se pone pálido - ¿te dijeron algo la Dra. o el Dr. Stevens estos días?

- ¿Qué tienen que ver ellos en todo esto? - pregunta el mismo científico que ha estado respondiendo por todos

- ¿Qué, que tienen que ver? Son los putos líderes del proyecto, tienen todo que ver Y RESULTA QUE DESAPARECIERON EL MISMO DIA QUE MIS EXPERIMENTOS LO HICIERON - grita de nuevo, haciendo que los ojos del científico se abran como platos y se fijen en el chico que está sentado en la mesa.

De inmediato el general lo nota y camina hasta el, corre una silla y se deja caer a su lado, coloca el arma sobre la mesa y lo ve con curiosidad.

- ¿Sabes dónde están? - pregunta intentando sonar amable

- No señor - responde con nerviosismo el chico

- Mitch - le advierte el mismo científico que hablo antes

- No sé nada señor - el general suspira y niega con la cabeza

- No luces como si no supieras nada, luces como alguien que se muere por escupir lo que sabe - el general se inclina al frente y entrelaza sus dedos apoyando las manos y los antebrazos sobre la mesa, junto al arma - te daré otra oportunidad muchacho - una sonrisa macabra se dibuja en sus labios - si no quieres hablar por la buenas puedo hacerte hablar por las malas y créeme no querrás que lleguemos a eso - el chico palidece aún más pero niega con la cabeza.

- Bien, si así son las cosas - suspira con resignación el general poniéndose nuevamente en pie - Corvin - llama al teniente que no necesita que le digan nada más para entender lo que desea su padre.

Se encamina hacia el chico y lo toma del antebrazo ayudándolo a ponerse en pie, cuando el chico lo hace, el teniente con un rápido movimiento estrella su torso y su cabeza contra la mesa, haciendo que el chico suelte un gemido de dolor.

- No soy un hombre paciente - escupe el general acercándose al rostro del científico - quiero respuestas - toma el arma y apunta al primer científico que hablo en la sala, este se tensa y sus ojos se abren como platos - ¿Dónde está el Dr. y la Dra. Stevens? - pregunta una vez más, el chico no responde, permanece en silencio, haciendo que el general afiance su agarre en el arma.

Con un gesto de su cabeza hacia el teniente Corvin, le indica que haga mayor presión sobre el cuerpo del chico que se queja pero no habla, el general pone sus ojos en blanco y bufa con ira.

- Para ser personas tan inteligentes en serio son brutas - y sin más desciende un poco más el arma y le dispara en la pierna al científico que hablo.

En cuanto el disparo resuena en la estancia un grito de conmoción se escapa de todos los presentes y evidentemente un grito de dolor del científico que cae al piso, retorciéndose y quejándose por el dolor.

- Segunda oportunidad muchachito - escupe el general - ¿Dónde están? - El chico se niega hablar - de acuerdo - sin decir nada más camina hasta el lugar donde está el científico y lo apunta a la cabeza, se gira para ver al teniente Corvin y luego al chico que este sostiene con fuerza - te lo advertí no soy muy paciente - el general acciona el arma por tercera vez en la mañana.

El cadáver del científico yace en el suelo inundándolo de sangre, todos los presentes están mirando al general con autentico terror, pero aun así el chico no parece ceder, el general se acerca a él y suspira.

- Supongo que este idiota no te agradaba lo suficiente, pero ¿qué me dices de ella? - Dice señalando a una chica que esta encogida sobre un sofá llorando en silencio - ella parece el tipo de chicas que te agradaría - y sin más acciona nuevamente el arma, la chica cae sin vida en el sofá.

Lo que ocurre después es un completo caos, los pocos científicos que quedan en la sala gritan y se mueven con rapidez hacia la puerta donde los soldados los apuntan con sus armas largas.

- Mitch por favor, si sabes algo dilo - le suplica otro de los científicos, pero el chico solo cierra sus ojos y nuevamente un disparo suena en la sala.

- Vamos muchacho puedo hacer esto todo el día, pero no durarán tus compañeros así que comienza a hablar - el general amenaza al chico que permanece con la boca cerrada - bueno esto iba a pasar de todas formas - después de un tenso una serie de disparos se escuchan seguido de gritos de desesperación.

Luego el silencio que se extiende en la habitación es tenso y tirante, el joven científico llora en silencio consciente que sus compañeros acaba de ser asesinados a sangre fría por su culpa, pero también es consciente que era el destino que les esperaba a todos. El Dr. Stevens le advirtió sobre ello, de alguna forma sabía que una vez entregados los experimentos ellos serían asesinados o enviados a laboratorios secretos de los cuales no podrían salir.

El gobierno americano era uno de los gobiernos más poderosos del mundo pero también era uno de los que más sucio jugaban, de los que más misterios guardaban y de los que eran más capaces de herir con tal de lograr sus objetivos.

El joven científico fue levantado con brusquedad de la silla por el teniente Corvin, lo guio por la estancia hasta la puerta, vio con terror los cadáveres de sus compañeros en el suelo, no sabía lo que le esperaba pero tenía cierta idea y estaba seguro que fuera lo que fuera seria mucho peor que la muerte, pero si al final del día ese sería su destino al menos les daría a los Stevens suficiente tiempo para que se alejaran lo suficiente.

Sam.

Tres meses después del secuestro de Chloe en México, por Dark.

Ubicación: Quántico, Virginia, cede principal del FBI

Me paseo por mi oficina como cada jodida mañana pensando en ella, en cómo estará, si estará bien o si aún seguirá con vida. Suspiro frustrado porque desde ese condenado día no he vuelto a dormir bien, no sabiendo que la mujer que amo ha sido capturada por la organización criminal más peligrosa del mundo, no sabiendo que su líder es un hombre despreciable y su mano derecha un maldito psicópata que jugo con ella mientras hacia su papel de encubierta.

Los golpes en la puerta me anuncian la llegada de uno de los agentes, como cada lunes se me entrega un informe con los avances de la investigación, aunque para la agencia el paradero de Chloe fue un plan ejecutado por el cartel mexicano a mí nadie me quita de la cabeza que Dark y Claus están detrás de todo esto. Misteriosamente mis superiores pasaron la investigación a otro lado basándose en que tengo asuntos más importantes de los cuales hacerme cargo. Una maldita célula terrorista nacional.

- Adelante - el joven detective entra con un folder en la mano y lo deja sobre el escritorio.

- Es todo cuanto pude conseguir señor - asiento y él se retira sin decir nada más.

Desde que estoy en el FBI me he hecho con ciertos contactos y me he cobrado varios favores, aunque se me acaban las opciones, tomo el informe con la esperanza que esta vez haya mucha más información que en el de la semana pasada, pero para mí desgracia es más de los mismo. Dejo el puto folder sobre el escritorio y camino hasta mi sillón me dejo caer y tomo el teléfono, no quería llegar a esto pero me veo en la obligación de hacerlo.

Le prometí que estaría bien cuando escapo de esa jodida mansión no puedo simplemente quedarme de brazos cruzados. Después de algunos segundos el tono de voz que me responde del otro lado de la línea me tensa el cuerpo.

- Williams - respiro profundo

- Blake ¿cómo estás?

- ¿Para qué me llamas Sam?, te advertí que no volvieras hacerlo - suspiro

- Necesito tu ayuda - murmuro

Blake es mi mejor amigo, bueno solía serlo cuando éramos uno chicos, pero nuestros caminos se separaron muy pronto, su vida se convirtió en una pesadilla y yo me fui de la ciudad y vine aquí a quántico para estudiar y convertirme en un agente del FBI. En cambio Blake se quedó en ese barrio y se unió a una de las pandillas más peligrosas del lugar, hoy es su líder.

- Sam eres un puto policía ¿Cómo pretendes que te ayude? - respiro profundo.

- Blake no estoy llamándote como un agente, solo como Sam - lo escucho reír pero continuo - Es por Chloe - de inmediato su risa se corta y el silencio se hace en la línea.

Blake y Chloe se conocieron hace años, cuando aún estábamos en la academia, la lleve a mi casa y lo conoció para esa época Blake apenas estaba iniciándose como pandillero y yo no tenía idea, de haberlo sabido habría hecho todo lo que estaba a mi alcance para sacarlo de esa vida.

- ¿Qué pasa con la rubia? - pregunta con curiosidad

- Desapareció de un operativo en México, la secuestraron

- Hermano no me meto con los chicanos, además tampoco estoy en drogas - me explica, estoy consciente de eso, sé muy bien en que anda su banda pero no es por eso que lo estoy llamando.

- Lo se Blake

- ¿Entonces cómo quieres que te ayude?

- ¿Qué sabes de Darkness? - En cuanto formula la pregunta el silencio que escucho al otro lado de la línea me hace pensar en que ha cortado la llamada - ¿Blake?

- Sigo aquí - respiro aliviado - eres un agente del FBI Sam, tienes más información sobre ellos de lo que un pobre pandillero puede saber - se excusa y esta vez soy yo quien ríe

- Vamos Blake no eres solo un simple pandillero

- No hablare de esto por teléfono Sam, pero puedo decirte que cosas muy locas están pasando ahora en los bajos fondos - respiro profundo

- ¿A qué te refieres?

- Lo siento Sam pero no diré nada mas - luego de unos segundos respira profundo - buena suerte amigo y ojala la rubia este bien - sin más finaliza la llamada.

Me quedo en mi lugar pensativo, sus palabras llaman mi atención, cosas locas están pasando en el bajo mundo, he estado estos tres meses a cargo de la investigación de la célula terrorista trabajando con diversos equipos y la verdad le he perdido la pista a Dark, tengo este presentimiento que ellos tuvieron algo que ver con el operativo pero no estoy del todo seguro. Si quiero conseguir a Chloe necesito obtener más información y metido detrás de la jodida célula no conseguiré nada.

Respiro profundo, sabiendo que si hago lo que estoy pensando será una locura y que estaré bastante solo en esto, pero no puedo abandonarla y algo dentro de mi pecho me dice que aun esta con vida. Tomo mi placa y mi arma, decidido de una vez a hacer lo que debí haber hecho hace tres meses atrás, pero creyendo que quizás estando en el buro conseguiría más me quede. No importa dejar mi carrera por encontrarla, y juro por dios que si Claus o Dark tienen algo que ver en esto o si Chloe está con ellos la pagaran muy caro.

            
            

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