Al otro día de haber llegado, mi Abuela se comunico con Luke para informarle que yo estaba "desaparecida" ya algunas personas -muy pronto también la policía- estaban buscando al posible secuestrador. Dios esa mujer toma conclusiones demasiado rápido, sólo porque no me había comunicado con ella en veinticuatro horas, formo un escándalo de tal calibre. Su preocupación se esfumo en cuanto escucho mis voz aunque esta fue remplazada por mucha furia de su parte, parecía un demonio a través del teléfono, en ese momento si hubiera tenido oportunidad alguna de estrangularme lo habría hecho feliz de la vida.
No todas las ancianas dan lindos consejo de la vida y preparan deliciosas galletas, algunas si que saben intimidar y mi Abu es una de ellas, aunque con todo y eso la quiero y la extraño demasiado.
No soporto las jodidas reglas que me han impuesto los malditos cerebritos con los que vivo y las cuales no han dejado de fastidiarme. En serio las odios, todas la reglas se basan en; Brooke no puedes hacer eso, Brooke aquello no, Brooke no, no, no y no. Es injusto, ¿Dónde quedo la libertad de expresión? ¿¡DONDE!?
Ahora no puedo estar en ropa interior libremente por la casa con mis medias de diferentes colores que llegan hasta mi rodillas, supuestamente por que esta mal andar por la casa semi desnuda con dos hombres viviendo en ella, es absurdo, Se que acuse a Hades de violador, pero no le veo lo malo. Hace calor así que estar en ropa interior en la comodidad de tu hogar es uno de los placeres de la vida, a los cuales ahora mi primo y el idiota de su amigo no me dejan disfrutar libremente. Merecen ser atormentados, Es por eso que me dispuse a estar con la música a todo volumen mientras yo canto a todo pulmón
-Brooke -lo ignore -¡Brooke!-. Seguí cantando. -Brooke apaga eso, maldita sea-. Me gire esta vez para encararlo.
-¿Qué mierda quieres? -inquiri tratando de levantar una de mis cejas para parecer molesta, por dentro en realidad me estaba riendo como demente al ver la cara de fastidió que mantenía Hades.
-Tu siempre tan amistosa ¿no? -Espeto el entornando los ojos para acercarse más al sofá dejando el fajo de hojas en la mesita para café.
Odio el sarcasmo de Hades. Se que también soy muy sarcástica, pero en serio odio el suyo y odio más que lo usen contra mi, es molesto. Ahora se que siente todas esa personas, Diablos yo me hubiera golpeado hace años.
-Quiero que apagues eso que llamas música, estoy tratando de llenar unos papeles.
-Pues no lo haré, ya me prohibieron muchas cosas no dejare que me quiten esto -declare con firmeza, sorprendiendome a mi misma de sonar tan seria. Él sólo me miraba con su usual cara de fastidio seguido de un largo suspiro, así que decidí gritar más fuerte, eso pareció ser su límite, puesto que dijo las palabras que esperaba escuchar desde el principio.
-Bien, negociemos -mascullo mientras apagaba la música sentándose en el sofá, palmeando un lugar invitándome a sentarme junto a él.
-Muy bien -Cedí acercándome hasta él para tomar asiento a su lado. -Primero no apagues la música.
-Si a eso le llamas música, esta bien.
Este estúpido ¿Qué se cree insultando a Camila Cabello? Ella canta como los ángeles, un ángel un poco tétrico y que ama el color negro.
-Segundo, no insultes a mi música. -Demande levando mi un dedo en su dirección para dejárselo muy en claro, el que inusultar mis gustos musicales si me había ofendido.
-Bueno, lo siento -se disculpo centrando si blanquecina mirada en mi. -Ahora hablemos sobre lo Importante.
-Tercero ¿Dónde esta Luke? -Seguí preguntando para evadir el tema principal y así yo llevar el control de la situación, soy un maldito genio.
-Haciendo algo -Contestó seco sin intención de darme más información.
Que imbécil.
-Me queda clarísimo, con tanto detalle ¿a quien no?-. Hades hizo una mueca de disgusto ante lo dicho entornando los ojos con fastidió nuevamente, parecía que ese era su gesto favorito.
Un poco de tu propia medicina, estúpido.
-Confórmate con esa información -aclaro manteniendo sus ojos sobre los míos, casi podría jurar que en forma de advertencia para que no siguiera preguntando, era como: "deja de ser chismosa y vamos al maldito punto" Me conformaría realmente si me hubieras dado información. -Ahora hablemos ¿Quieres? -repitió sus anteriores palabras, devisando su vista de mis ojos hacia algún punto de la sala de estar.
-Lo primero que quiero es anular la regla que me prohíbe estar semi desnuda en la casa.
-Eso no será posible como tampoco la música tan alta-. No me Retes maldito imbécil, no sabes de que seria capas. -Listo ya negociamos, me retiro -espeto levantándose del sofá tomando los papeles de la mesita para café.
¿Y este que? Él no se va hasta que yo pueda obtener algo a cambio, no hice todo este espectáculo en vano.
-No, no, esto no a terminado apenas dije una propuesta y tú la rechazase así que la maldita negociación continua ¡o continuo yo cantando a todo pulmón! -amenace ya exasperada de la situación tomándolo por uno de sus brazos en un intento inútil para detener su partida.
-¿Quieres continuar la negociación? Sígueme. -Demando soltandose de mi agarre con un tanto de brusquedad para tomar rumbo hacia el pasillo del departamento.
¿Ahora que se traerá en mente? Lo seguí ya que en serio no quería perder esta "negociación". Recorrimos todo el pasillo del departamento en un fúnebre silencio, hasta que el pelinegro se detuvo en mi habitación.
¿Qué hacemos aquí? Ni siquiera esta lista, ¿para que me trae aquí? No entiendo que pasa por la cabeza de ese hombre.
-Hades ¿Por qué estamos en mi habitación? -cuestione mirándolo directo a los ojos nuevamente.
Tiene bonitos ojos.
-"Negociaremos" -hizo comillas con sus dedos -aquí dentro, ¿no es obvio? -aclaro con una sonrisa tratando de abrir la puerta.
Hay algo en esa que no me gusta ni entiendo ¿Por qué Para "negociar" tiene que ser en la habitación? ¿Qué tiene de malo el sofá?
-Espera, espera Hades -lo detuve antes de que abriera la puerta, cayendo en cuenta de sus intenciones. -Si piensa negociar con sexo o algo así, no lo haré. -La expresión de confusión de él de inmediato se hizo presente ante lo dicho, él incluso parecía petrificado en su lugar, no podría asegurar si respiraba.
-¿¡Qué!? -Chilló de repente, provocando que diera un salto en mi lugar. -No, Brooke ¿Qué te pasa? No seas mal pensada.
-¿ah no? como no serlo cuando me traes a la habitación mas lejana del departamento para "negociar" aparte no hay señales de Luke por ningún lado y todavía no quieres que piense mal ¡hasta una niña de diez año saben que quieren acostarse con ella!
-Pues yo no soy ningún pervertido con deseo insaciables por el sexo y te traía a tu habitación para mostrar esto. -En ese momento abrió la puerta de par en par dejándome ver su sorpresa. Oh con esto Hades si que gano la negociación. Frente a mi tenia mi espacio ya listo para habitar. Era perfecta ante mis ojos.
Las paredes del alrededor estaban pintadas de un solo color; negro, pero eso no es lo fascinante, lo que me encanto de mis paredes es que todas estaban llenas de fotografías -para ser exacto de todas las que he tomado a lo largo de los años- mi estaba cama justo en el medio, al lado de la ventana, una estantería, donde estaban todos mis libros ordenados, por primera vez desde que los compré. Junto a este se encontraba un escritorio que daba una vista perfecta de mi ventana al maravilloso y espeso bosque. Lo mejor era el techo que supongo y antes era blanco ahora estaba lleno de estrella, justo en el medio de todas esas estrellas se encontraba la luna llena brillando en todo su esplendor. Era increíble, sin duda la espera, incluso el viaje, valió la pena.
-¿Te gusta? -susurró Hades cerca de mi oído, erizando toda la piel de mi debilucho cuerpo. Me gire para encararlo con una gran sonrisa plantada en mi rostro, si poder disimularla ni un poco. Si me hubiera pedido sexo por esto, se lo hubiera dado, bueno no así.
-Debe de gustarte, Luke y yo trabajamos en la habitación basándonos en... -Comenzó a explicar a lo cual yo lo interrumpí debido a un ataque de impulsividad. Me tire encima de él para abrazarlo litarlmente tomadolo por total sorpresa, enrroscando mis piernas a sus cintura mientras me sujetaba de sus cuello con mis manos, para no caerme.
Ese gesto interesado, sin nada de lujo y hecho con esfuerzo propio era lo más hermoso que me había regalado en 10 años.
-Gracias, gracias -repetía en su oído una y otra vez. Él para evitar que cayera, me sujeto firme posando sus brazos por mi cintura rodeandola suavemente y dejando a su vez una extraña sensación de electricidad ante su tacto.
-¿Interrumpo?-. La voz de Luke sonó por todo el lugar arruinado el momento en grandes cantidades. Hades y yo nos separamos inmediatamente Lo cual fue un grave error puesto a que él tropezó con algo al intentar apartarse y cayó al igual que yo, en un acto de mucha torpeza me separe de Hades sin contar que no tenia mis pies en el suelo lo cual me proporciono que cayera en seco al suelo proporcionandome mucho dolor en toda las zonas de mi cuerpo.
Mientras Hades y yo nos retocados de dolor, el muy idiota de Luke -Y causante de esta estupidez- estaba riendo a mas no poder, desde la puerta. Maldito Luke me la va a pagar, esto no se quedaría así.