Capítulo 3 Damian

Fue un error pensar que podía volver a casa. Mi madre no me pone las cosas fáciles, ahora que se le ha metido en la cabeza que tengo que casarme con Patricia ya no me deja en paz.

Cree que me estoy haciendo viejo y que necesito sentar la cabeza. ¿Antiguo? ¡Tengo 25 años! ¡25! ¿De dónde saca que soy viejo? La verdad es que, después de que mi padre enfermara, tuve que volver. Tengo una agencia de publicidad en Londres que, obviamente, es un negocio muy exitoso, y sigo teniendo mi estudio de fotografía. Soy fotógrafo profesional, me encantan las fotos desde que era un niño, siempre supe cuál era mi vocación, ¡pero la señora Celia (mi madre) nunca lo aceptó!

Mi padre siempre fue todo lo contrario, cuando decidí invertir en publicidad no se lo pensó dos veces en apoyarme en todo lo posible, soy muy parecido a él tanto física como emocionalmente, tenemos la misma personalidad y los mismos ojos verdes también, le quiero mucho . Cuando me enteré de que había sufrido un amago de infarto lo dejé todo y corrí a casa, me necesita en su compañía y por mucho que odie el hecho de tener que estar metida dentro de una empresa he venido por él.

Tengo a Patrícia que es mi novia desde los 19 años, pero nos vemos como mucho cuatro veces al año, no quiso ir a Londres conmigo y se fue a trabajar a un laboratorio de investigación de un hospital en Nueva York, aunque puede destacar bien como modelo, es rubia, ojos marrones, tiene un cuerpo maravilloso, todo curvas en su sitio. Realmente es muy bonita, muy agradable y todo. Nuestra relación es pacífica, ella respeta mi espacio y mi carrera y yo respeto la suya, no nos obligamos a hacer nada en contra de nuestra voluntad, pero ¿matrimonio? ¡No dejaré que mi madre me obligue a esto!

- Hijo, entiéndeme, ¡sólo quiero tu bien!

- ¡No! ¡No mil veces, te lo dije! - Estoy muy cansado, ya he tenido suficiente, me voy a dar un paseo, porque si no soy capaz de perder la cabeza con mi propia madre.

- ¿Adónde crees que vas? Sigo hablando contigo, ¡no creas que me vas a dejar hablar solo!

- Voy a salir. No hay discusión, ¡y tampoco te pido permiso! - Pensé en ir a toda velocidad en mi moto. Una de mis pasiones es mi moto, una r1 negro mate, siempre me han vuelto loco las motos, he corrido detrás de ellas hasta que por fin me he comprado una.

Pensando bien, mejor no voy en moto, podría ser peligroso para mí, mejor saco a mis dos perros a pasear, hay un parque muy cerca de aquí, voy a caminar, es bueno para refrescar la cabeza.

Llegué al parque municipal y no tardé en arrepentirme, aquí todo es tan colorido, muchas parejas y familias felices, y yo aquí con mis botas y el chaleco de mi club de motos, del que me siento orgulloso de ser el fundador.

De repente sentí que mi cuerpo se estremecía de una manera extraña, y poco después sentí un olor maravilloso, era algo dulce y atrevido, una mezcla de flores del campo con algo que no puedo describir, mis dos C's (Caos y Chronos, mis dos Rottweilers) también sintieron algo y se volvieron locos, cuando miré en la dirección que tiraban vi a una mujer, Hermoso, no sé cómo explicarlo, pero lo que sentí es que ella era diferente de todas las mujeres que ya había visto, sentí que era diferente del mundo, estaba tan distraído que mis C's lograron liberarse y se lanzaron sobre la chica, sé que ellos no harían daño a nadie, pero por alguna razón esta chica los estaba volviendo locos, y a mí también.

- Lo siento, solté el collar para que pudieran jugar, no sabía que vendrían a ti. ¿Estás herido? - Mentí, no fue mi culpa, pero estaba muy distraído con ella.

-Ah, lo siento, ¿qué has dicho?

- Te pregunté si te hicieron daño. ¿Está todo bien?

- Tatá sí, no te preocupes, estoy bien -tartamudeó-. Dios mío, parece tan inocente. De repente se mordió el labio y entonces me di cuenta de que estaba jodido, no tendré paz hasta que la tenga en mi cama.

- Bien, bien si tú lo dices. Me voy, tengo más cosas que hacer, hasta luego. - Pensé que sería mejor ir antes de atacarla aquí mismo.

- ¿Qué quieres decir? ¿Nos vemos luego?

- No sé por qué, pero creo que nos veremos pronto. Y entonces vi la cámara en su mano y supe que no se me escaparía por mucho tiempo.

Le sonreí y me fui con mis perros, me di cuenta de que me hizo una foto pero no me giré y seguí caminando. Ah chica, si supieras lo que quiero hacerte.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022