Capítulo 3 Miradas

[POV NINA] Point Of View (Punto de vista)

Entre medio del lugar y antes de acercarme al hombre de la mesa 27, coloque rápidamente otra capa de labial y lo guarde entre mis senos. Alborote un poco más mi cabello y camine hacia a el. – Hola – salude, y tome asiento en la silla vacía frente a él. Levanto su rostro y sus ojos se encontraron con los míos. Lindos, color gris. – Ya le dije a tu amiga que no – contesto sin siquiera parpadear. – Oh no, no es mi amiga – le explique. – ¿quieres otro trago? – trate de ser muy amable. El me miro confundido. – ¿tengo que comprarte uno a ti también? – bufo. Y se miraba molesto de nuevo. Cliente difícil... tu puedes. – No si no quieres – le sonreí de oreja a oreja. –escucha, solo quiero estar solo sin que me molesten – dijo estirando su cuerpo lo que me hizo saber que era alto y grande. – ¿solo? – pregunte irónica. – ¿y viniste a un Cabaret a estar solo? – esta vez me reí. En cambio el estaba con el ceño fruncido. – solo vete zorra – me miro con desprecio mientras tomaba el ultimo sorbo de su trago. Me puse de pie de inmediato. – Sabes lo que sea que te haya pasado – lo mire a los ojos y el a mi, atento. – te lo mereces – me di la vuelta y me alejé marcando cada paso con mis botas. – ¿todo bien por allá? – Jane me siguió cuando camine furiosa hasta el camerino detrás del bar. – Hombre amargado – me limite a decir. Ella hizo una mueca. – Lastima y tan guapo – tomo asiento en el taburete frente al espejo. Jane siempre estaba al pendiente de su maquillaje. – Dios, estoy envejeciendo – dijo mientras se estiraba el rostro viendo su reflejo. Estaba a punto de indicarle lo contrario pero la puerta se abrió. – Nina, es tu turno – dijo John. – Lucy acaba de terminar en el principal, dejo a la audiencia expectante – sonrió. Ambas sabíamos que John estaba loco por Lucy. – Hablaremos después – me dirigí a Jane antes de salir del cuarto. Ella asintió. – ... Y ahora como todos nuestros jueves... – Se escuchaba a Carlos hablar por el micrófono tratando de llamar la atención de los hombres. – nuestra diosa de piel canela está aquí... – En efecto John tenía razón el público estaba extasiado. – ¡NINAAAA! – grito y mezclo luces y una de mis canciones favoritas "Friends de Anne-Marie" con el ambiente de éxtasis. Escuche aplausos y gritos mientras subía por las escaleras hasta llegar a la tarima circular de vidrio, en donde un tubo metálico en color dorado resaltaba entre todos. Esta era la tarima principal del Dragon Fly. Me movía al ritmo de la música, restregando mi cuerpo en el tubo helado, mientras daba vueltas billetes se acumulaban en la tarima, le sonreí a los hombres que sabían que estaban allí por mí, como a Mister O. quien me miro y dejo ver entre sus dedos un billete de $100.00 me acerque gateando sensualmente hacia el, cuando levante la vista más allá de su hombro vi al hombre de la mesa 27, viéndome fijamente... – Eres tan hermosa – me saco de mis pensamientos el suspiro en mi oído de Mister O. me puse de pie y seguí con mi baile. En cuanto la música se volvió más rápida logre ajustar mis piernas haciendo presión en el tubo para hacer una vuelta perfecta boca abajo. La música termino, y los gritos de los hombres no paraban. Las luces poco a poco se apagaban, y lo ultimo que vi fueron esos ojos grises que no me quitaban la vista de encima. John me ayuda a bajar, asegurándose que nadie me tocará. Mientras que el staff se encargaba de recoger el dinero de la tarima para luego entregarme la mitad a mi y luego la otra mitad a Simón– lo hiciste excelente – me felicito. Llegando al camerino de nuevo, me di cuenta de que solo faltaban tres horas para el cierre, tres horas y solo con cuatrocientos dólares aproximadamente... suspiré. Necesitaba ganar más dinero más rápido, para cubrir con todos mis gastos. – Simón – me sorprendí a verlo allí dentro, estaba de espaldas. Su traje color azul marino de diseñador no encajaba con el lugar. – estuviste muy bien – me felicito dándose la vuelta y dejándome ver su rostro maduro. A pesar de sus cincuenta años Simón era un hombre muy atractivo; cabello color plata, ojos cafés y de piel blanca. – ¿me viste?, me alegro que te haya gustado – le mire coqueta. Siempre es bueno quedar bien con el. Me sonrio y tomo asiento en el sofá desalineado del cuarto. – queria hablar contigo de algo que no había tenido tiempo – cruzo sus piernas elegantemente. – ven siéntate – palmeo el asiento a su lado. Hice lo que me pidió, y espere – sabes tu eres muy guapa – me halago y movió un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. Oh no. – El Dragon Fly necesita tener más ingresos, ya que la competencia esta dura sobre todo aquí en Brooklyn... – me miro esperando a que yo dijera algo. – esto ya lo hable con las otras chicas, hasta con Jane y están de acuerdo – se puso de pie y ajusto su americana. – Pero, que es lo que necesitas? – estaba confundida. El suspiro. – Necesito más desnudos Nina, y además que atiendan de una manera muy especial a una lista de clientes VIP que tengo en espera... – se cruzo de brazos. – ¿desnudos?, maneja especial...te refieres a prostitución? – lo mire con los ojos bien abiertos. El asintió. – pero eso es ilegal – me defendí. – Tranquila, tranquila – puso sus manos en mis hombros – los desnudos solo serán el extra en los bailes privados, eso es normal – puso los ojos en blanco antes de seguir – además eso es lo que ofrece la competencia... con lo otro si necesito que haya sexo o masturbación – hizo otra pausa – dependiendo del monto, claro – dijo más para si mismo. Me puse de pie y me alejé lo más que pude. – Simón... – negué con la cabeza incrédula. – Lo siento Nina, pero es eso o un trabajo fuera de aquí – me miro serio y camino hasta la puerta. – piénsalo y me dices si? – fue lo último que dijo antes de irse. ...

            
            

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