El Último Beso
img img El Último Beso img Capítulo 2 Él odiaba su hipocresía
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Capítulo 16 Su libertad img
Capítulo 17 Ella se doblegó una vez más img
Capítulo 18 Él quería conocerla realmente img
Capítulo 19 Hizo su mejor esfuerzo por verla img
Capítulo 20 Fingiendo que no había sucedido nada img
Capítulo 21 Paga el precio img
Capítulo 22 Ellas eran personas completamente distintas img
Capítulo 23 Ella es mi esposa img
Capítulo 24 Él controlaba su vida img
Capítulo 25 No llores más img
Capítulo 26 Él era su pesadilla img
Capítulo 27 ¿Qué más podía esperar ella img
Capítulo 28 No tenía a dónde ir img
Capítulo 29 Por favor, ayúdame img
Capítulo 30 Ella estaba dispuesta a hacerlo img
Capítulo 31 Dejar de hacerle la vida miserable img
Capítulo 32 Deber de esposa img
Capítulo 33 Solo desprecio img
Capítulo 34 No puedo negarme img
Capítulo 35 Perdió el derecho a amarlo img
Capítulo 36 Tomar esa decisión por Lala img
Capítulo 37 No hay forma de escapar img
Capítulo 38 No quiere tener un hijo img
Capítulo 39 Hacerle pasar un mal rato img
Capítulo 40 Verdadera esposa img
Capítulo 41 Sentir pena por ella img
Capítulo 42 Él hace las cosas según su estado de ánimo img
Capítulo 43 Si ella es feliz, él lo será también img
Capítulo 44 Enamorarte de mí es la destrucción img
Capítulo 45 La invitación de boda img
Capítulo 46 Asistir a la boda de Toby img
Capítulo 47 Esconderse img
Capítulo 48 En el club img
Capítulo 49 Imposible pagar las deudas img
Capítulo 50 ¿Tienes fiebre img
Capítulo 51 Él no hará una excepción img
Capítulo 52 No odia ese cambio img
Capítulo 53 Como su verdadera esposa img
Capítulo 54 Él jamás permitiría que sus deseos se hicieran realidad img
Capítulo 55 Olvídate de él img
Capítulo 56 Embarazada img
Capítulo 57 Me mentiste img
Capítulo 58 ¿Estás embarazada img
Capítulo 59 Deshacerse del niño img
Capítulo 60 Último recurso img
Capítulo 61 Volver con él img
Capítulo 62 Aborto img
Capítulo 63 Ella quiere morir img
Capítulo 64 ¿Sigo estando viva img
Capítulo 65 Ya todo debería haber terminado img
Capítulo 66 No merezco ser madre img
Capítulo 67 Muerta en vida img
Capítulo 68 No quería estar a su lado img
Capítulo 69 Embriagarse para dejar de sentir dolor img
Capítulo 70 Situaciones difíciles img
Capítulo 71 No me interesa lo más mínimo img
Capítulo 72 Su corazón adormecido y frío img
Capítulo 73 Esta vez, no hizo una escena img
Capítulo 74 La actitud presumida de Anna img
Capítulo 75 Tramando algo img
Capítulo 76 Un vaso de leche con pastillas para dormir img
Capítulo 77 Encontrarse de nuevo con Lucas por casualidad img
Capítulo 78 Olvidó su promesa img
Capítulo 79 ¿Por qué eres tan testaruda img
Capítulo 80 ¿Plan o coincidencia img
Capítulo 81 Confesión de amor img
Capítulo 82 ¡Eres el mismísimo demonio! img
Capítulo 83 Herido por Ayla img
Capítulo 84 No será sencillo morir img
Capítulo 85 Lala ha desaparecido img
Capítulo 86 Ayla, como un peón img
Capítulo 87 Otro problema img
Capítulo 88 Te será difícil sobrevivir img
Capítulo 89 Ella no quería ser su debilidad img
Capítulo 90 ¿Acaso Dios estaba jugando con ella img
Capítulo 91 Lo pagó con su vida img
Capítulo 92 ¡Todo es tu culpa! img
Capítulo 93 Puedes elegir la vida que quieras img
Capítulo 94 Larga separación img
Capítulo 95 ¿Por qué no puedes olvidarlo img
Capítulo 96 Amor incondicional img
Capítulo 97 No quiero verlo en este momento img
Capítulo 98 Puedo esperar img
Capítulo 99 Es imposible que sea Ayla img
Capítulo 100 Encuentro inesperado img
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Capítulo 2 Él odiaba su hipocresía

"Arlene Woodsen, ¿acaso estás fingiendo ser inocente frente a mí?", dijo Brian, sentado aún sobre el sofá, mientras le dedicaba una mirada severa.

Al no responder absolutamente nada, incluso cuando ya había pasado un largo minuto, uno de los hombres que estaban presentes gritó fuerte: "Es que, ¿no escuchaste lo que el señor Clark te preguntó?". La chica saltó de miedo al escuchar esa voz que hizo retumbar la habitación entera. Lo siguiente que supo fue que, frente a ella estaba ese hombre, levantándole la barbilla con brusquedad. Ahora, todas y cada una de las personas presentes en la habitación, eran capaces de ver su rostro. En ese momento y por primera vez, Ayla miró directamente al hombre sentado en el centro de todos.

Brian Clark, el que resultó ser su marido.

"Señor Clark, no pensé que su esposa fuera ser tan hermosa; ya se entiende por qué a tantos hombres les gusta hacerle compañía".

Ayla Woodsen realmente era hermosa. Su figura era delicada, y sus ojos eran grandes y redondos, como los de un ciervo; estos eran tan negros como el azabache. Sus cejas se unieron sobre sus ojos, debido al pánico que sentía en ese momento.

En realidad, era tan atractiva que cualquier hombre podría enamorarse de ella con mucha facilidad; solo una mirada suya bastaba para que eso pasara.

"¿Estás asustada?", le preguntó Brian, con sus ojos clavados en ella y con un tono amenazador.

Asustada, sí, por supuesto que lo estaba.

"¡Habla! ¡No estés actuando como una estúpida estatua!", gritó, lleno de rabia.

"Yo... Yo...", tartamudeó, sin poder completar una oración. Realmente, quería decir algo pero, las palabras simplemente no le salían. Estas parecían perderse en algún lugar dentro de su garganta, pues no tenía idea de en qué forma podía hablar frente a ese hombre tan peligroso.

"Tú has salido con muchos hombres, eso es lo que dice tu reputación. Entonces, ¿por qué finges estar asustada?", dijo el empresario. Él odiaba a esas mujeres que cambiaban de forma y color como los camaleones, y odiaba más que nada a la mujer que tenía frente a él. De no ser porque él ya había escuchado acerca del pasado de ella, habría logrado engañarlo.

"Señor Clark, debería enseñarle una lección para que aprenda a ser obediente y no quiera engañar a usted en el futuro", exclamó uno de los hombres de Brian, con total desprecio.

"Yo no estoy fingiendo, no le voy a engañar", dijo Ayla, finalmente.

"¡Eso espero! ¡De otra manera, la familia Woodsen no podrá seguir viviendo!", le advirtió Brian, con un tono rudo.

"Bueno, bueno, ¡vamos! No debemos molestar al señor Clark", expresó uno de los presentes en la habitación. Fue una boda sin ceremonia, pero ella había firmado su nombre y, de esa manera, le vendió su alma a ese demonio.

Al notar la mirada en los ojos de Brian, todos abandonaron la habitación, la cual se vació al instante, dejándolos solos a ellos dos, con todo el olor a cigarrillo y alcohol que aún no se habían disipado del lugar.

"¡Vamos, levántate!", le ordenó Brian, aún sentado sobre el sofá, mientras cruzaba una de sus largas piernas sobre la otra con mucha elegancia.

Ayla logró ponerse de pie, sin importar el dolor que sentía en todo su cuerpo. El vestido de novia era un poco incómodo, y la cola de este era larga, por lo que tuvo que tirar de él fuertemente con sus manos, revelando los tacones blancos en sus pies.

"Ven aquí y siéntate a mi lado", le dijo el hombre y la miraba preguntándose por qué ella actuaba de manera tan pretenciosa esa noche, si ella solía ser atrevida.

Al sentarse, él introdujo un cigarrillo en su boca. "No fumo", dijo ella en voz baja.

"¿No fumas?", dijo él, resoplando. ¿Cómo es posible que la famosa chica de la familia Woodsen no fumaba?

Luego, él la forzó a tomar un copa de vino en su mano, al tiempo que le decía: "¡Bueno, entonces, bebe eso!".

"Yo no bebo", respondió Ayla, negando una vez más, ya que temía desmayarse si bebía vino.

Brian endureció sus facciones, pero, esta vez no la dejó tranquila tan fácilmente, con su mano enorme, la tomó de la cara y vació la copa de vino directamente dentro de su boca.

El vino era muy fuerte, por lo cual la chica se ahogó, y tosió con fuerza al instante. El sabor era tan fuerte para ella que la hizo llorar.

"Arlene, ¿es en serio?", dijo el hombre, echándose a reír.

"De ahora en adelante, eres la señora Clark, mi esposa. Ese es un título que no cualquiera puede tener", agregó. Él quería dejar muy en claro desde el principio que no soportaría malos comportamientos de su parte.

'Yo no quiero ese título, en lo absoluto', pensó la chica, casi diciéndolo en voz alta.

¿Señora Clark? A ella no le interesaba eso, para nada. tan quería ser capaz de ir al colegio con libertad, y esperar que su amado Toby regresara. Sin embargo, todos sus sueños se habían destrozado.

"¿Pasa algo malo? ¿Acaso no te gusta?", preguntó Brian y, al notar el disgusto en su mirada, agregó: "Ah, cierto. Tú puedes tener al hombre que desees porque eres la señorita Woodsen, ¿no es así?".

Ayla tan solo apretó sus labios, sin pronunciar una palabra, no porque no quisiera hablar, sino porque le dolía mucho el estómago. Ella cubrió su boca con su mano, luego, vio un vaso de agua sobre la mesa.

Lo tomó de inmediato, inclinándose hacia adelante, y se lo bebió para intentar calmar la incomodidad de su estómago. No obstante, ocurría algo extraño, que ella no podía tragarlo. Entonces, lo escupió todo. Resultó ser licor, en lugar de agua.

"¡Ah! Entonces, sí te gusta el licor", exclamó él, aunque, estaba empezando a creer que quizás ella sí estaba diciendo la verdad, puesto que no había bebido en realidad. Aunque tal vez solo era muy buena fingiendo.

"No, yo solo...", comenzó a hablar Ayla pero, antes de poder terminar, se aferró con fuerza a un lado del sofá y lo vomitó todo. Al no haber ingerido ningún alimento sólido, todo lo que le salió fue un líquido ácido.

Después de eso, su esposo la ayudó a levantarse y la apoyó sobre su hombro. La llevó hasta la habitación y la tiró sobre la cama.

Debido a la pesadez de la cabeza de Ayla, al caer sobre la cama, se golpeó con la mesa que se encontraba a un costado, y de inmediato, su frente se hinchó. A causa del golpe, se sintió mucho más mareada.

Aun así, Brian no mostró ni una pizca de piedad por la mujer que estaba frente a él; simplemente la miró con mucho deseo.

Las cosas recién comenzaban.

            
            

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