Los últimos 3 días han sido maravillosos, Ashton y yo habíamos hecho muchas cosas, habíamos ido al cine, habíamos visto series en casa, salido a comer... Lo que vendría a ser la perfección en cuanto a planes.
Por otro lado, en la cárcel me iba relativamente bien, Mika seguía sin hablar pero al menos conseguí que se riese ante un comentario estúpido que hice, y lo apunté, fue ayer.
Por desgracia, hoy Ashton se iba a otro viaje de negocios, una pena para mí pero era lo que había...
-No te vayas. - Dije haciendo un mohín, él besó mi cabeza y me sonrió.
-Ojalá pudiese quedarme cielo, pero no puedo. - Negué con la cabeza y le di un leve beso en los labios. - Volveré en 15 días cariño.
Salí del coche tras darle el último beso y entré en el que había sido mi lugar de trabajo los últimos 5 días. Hoy me tocaría estar 2h allí y quería ver si hoy me decía algo.
La verdad no tengo la menor idea de por qué, pero tenía un buen presentimiento. Por lo que me adentré en aquel cuchitril y me senté con una gran sonrisa.
-Buenos días. A ver si hoy también nos reímos como ayer. - Me miró a los ojos con aires de superioridad y se cruzó de brazos, eso lo había conseguido hace 2 días. - Hoy se va mi chico, ese del que te había hablado. Se va a un viaje de negocios y no lo veré hasta dentro de 2 semanas. La verdad creo que me quedaré muy aburrida porque Mary está de viaje, se ha ido a Virginia a trabajar sobre un caso. Este trabajo no me desagrada, creo que tienes mucho que contar Mika y quiero que me lo cuentes.
Resopló y miró hacia uno de los lados.
-Yo sé que es difícil, algo duro tuvo que pasarte para que lleves sin hablar 7 años, pero necesito que me lo cuentes. Ahora mismo me verás como uno de ellos, como el enemigo pero no lo soy, solo soy una chica a la que han enviado aquí para hablar contigo Mika, y me encantaría que hablases conmigo, ya sea del tiempo.
Tenía anotado en mi libreta comportamientos raros que había notado, cuando le hablaba de mi chico empezaba a rascarse las muñecas y le notaba tensarse, nervioso. Tenía apuntado que pensaba que algo de sus crímenes tenía que ver con alguna pareja suya o parecido para que se pusiera así.
-Sabes que quiero ayudarte. - La puerta se abrió y Mika volvió a bajar la cabeza. Violet entró corriendo y se puso a mi lado, con un teléfono.
-Es su jefe, quiere hablar con usted.
-¿Ahora? - Pregunté molesta.
-Dice que no puede a otra hora.
Cogí el teléfono molesta y me lo puse en la oreja.
-Hola jefe, ¿qué quiere? - Dije en tono amable.
-¿Cómo vas? ¿Ha hablado?. - Dijo con tono impaciente.
-No señor.
-¿Y a qué esperas? - Dijo enfadado.
-A que él decida hacerlo, lo de que tienen derecho a permanecer en silencio lo lleva a la perfección. - Dije mirando a Mika, quien seguía mirando hacia abajo.
-Mira Sara, me da igual como lo hagas, pero hazlo ya
-Vamos a ver señor, no puedo ponerle la pistola en la boca y obligarle a hablar, bastante mal le tienen aquí ya. - Dije en un tono un tanto elevado.
-Haz lo que consideres oportuno Perkings. - Colgó sin darme tiempo a responder y yo le di el teléfono de mala gana a Violet, aunque le di una pequeña sonrisa, al volver y mirar el reloj vi que todavía quedaban 45 minutos.
-Vale Mika mira, necesito que hables, aunque sea un hola, porque mi jefe está muy cabreado y cuando se cabrea nos la lía y no quiero eso. Más que nada porque soy nueva y si la cago me echa, me quedo sin trabajo y tengo que irme de nuevo a vivir con mis padres, cosa que lo siento pero no puedo hacer.
Le miré esperando una respuesta pero nada, ni siquiera me miraba. Me pasé el resto de los 40 minutos restantes mirándole y cuando quedaban 3 minutos para irme me levanté, cogí mis cosas y me encaminé hacia la puerta.
-No fui yo. - Dijo una voz grave a mis espaldas, me giré y me encontré con Mika de pie y mirándome, era muy alto, podía sacarme una cabeza fácilmente.
-¿Cómo? - Se acercó tanto como sus cadenas le dejaban y yo tragué fuerte.
-No puedes decirle a nadie que te he dicho esto. Joder cómo echaba de menos hablar. - Dijo tocándose la boca, lo que provocó que yo riese.
-¿Estás pagando por un crimen que no hiciste? - Dije mirándole extrañada.
Él se encogió de hombros y volvió a sentarse, yo hice un mohín y le miré.
-Oh vamos, no vayas a volver a no hablar Mika.
Miré el reloj y vi que mi tiempo había terminado, por lo que me fui con un mal sabor de boca porque él decía que no había hecho nada, ¿y si era verdad?, no podía creer en las palabras de un desconocido a la primera de cambio pero podría considerarlo, así que lo apunté en mi libreta de camino a casa.