Dudo que lo que fuese a hacer sea legal, pero ya estoy delante dispuesta a hacerlo.
Es Domingo así que Ginny tiene que estar en casa,mi superior me mataría si se enterase que usé su ordenador para encontrar información sobre Ginny y llegar hacia ella pero creo que debo ayudar a ese pobre chico.
Toqué la puerta, tardaron en abrir y una mujer de cabello castaño y grandes ojos verdes me abrió.
-¿Qué desea?
-Sara Perkins. -Extendí mi mano. -Analista de conducta.
-Maria Andrews. -Debe ser el apellido del nuevo marido.
-Antes de decirle nada, por favor no me cierre. Necesito información. -La mujer se tensó.
-¿Es sobre Mika? -Asentí. -Por favor, no quiero volver a pasarlo mal.
-¿Mamá? -La chica que vi en Instagram se acercó a su madre, me miró con el ceño fruncido y su madre se giró.
-Ginny métete en casa.
-Ya estoy dentro. -Le vaciló.
-Ginny. -Le sonreí a la chica, que no dejaba de mirarme.
-Necesito hablar con ustedes. -Hablé.
-De verdad no es por ser grosera. -Murmuró Maria.- Pero cualquier cosa que me traiga recuerdos de mi hijo no me interesa. Hace 7 años que no habla.
Ginny se adelantó y se colocó delante mía.
-¿Cómo está? -Preguntó la niña con angustia en sus ojos.
-Bueno, bien. -Dudé en contarles que el chico había hablado, pero para ganarme la confianza de ambas debía ser sincera.
-¿Quiere pasar? -Preguntó Maria.
-Por favor. -Respondí entrando en la casa.
Tenía un aspecto moderno, cuadros de la familia adornaban la entrada y el salón, me acerqué a uno en el que se veía a Mika, todo lleno de tatuajes como ahora y con un piercing en la nariz, debió ser poco tiempo antes de que lo arrestasen.
-¿Le cree?- Escuché decir a mi espalda. -Lo último que me dijo fue que él no había sido, lo gritaba y yo le creo, pero nadie me creyó a mí, todos se pusieron en su contra.
-Le creo. -Le respondí a la rubia.
-Necesito que lo saque de allí, no me dejan ir a verle y llevo 7 años sin saber nada de él, le echo de menos.
-Creeme, él a ti también. -Sus ojos se iluminaron bastante y me miró sonriente.
-¿Se lo ha dicho?
-No exactamente, pero ha hablado maravillas de ti.
Escuché un ruido detrás, me giré encontrándome con Maria, que tenía una cara de asombro increíble. Se acercó a mí temblando y con los ojos cristalizados.
-¿Ha hablado? -Preguntó con la voz temblorosa.
-Sí. -Un gran sollozo salió de sus labios cuando miró a su hija, la cual lloraba también. -Y voy a llegar al fondo del asunto, no creo que su hijo me esté haciendo perder el tiempo aquí. Paso todas las mañanas con él, y puedo asegurarles que le creo.
-Y una analista de conducta casi nunca se equivoca. -Dijo Ginny.
-¿Cómo está mi hijo? -Preguntó Maria con la voz algo más segura.
-No muy bien señora Andrews, no debo mentirle, le tienen en un cuchitril alejado y apenas le dan de comer. -Tragué grueso.- El viernes tuve que llevarle un sandwich porque me da pena verle así.
-Si podemos ayudar en lo que sea. -Saqué un cuaderno y asentí.
-¿Se acuerda de las amistades que tenía él por ese entonces?
-La verdad no, era parte de un grupo que tenía a otros 3 chicos, pero no recuerdo sus nombres.
-Uno se llamaba Drew. -Dijo la rubia sonrojándose.
-Me apuesto el sueldo del mes a que te gustaba. -Bromeé para eliminar tensiones.
-Si, un poco. -Maria sonrió por primera vez desde que llegué y me sentó bastante bien.
-Haré lo máximo posible para que su hijo esté fuera, les doy mi palabra.
-Muchas gracias. -Me levanté y me fui hacia la puerta. -Nadie debe saber que Mika ha hablado o lo someterán a un nuevo interrogatorio, quiero ser yo la que le saque información.
-Un momento. -Me paró Ginny.
-Dime. -Me tendió un papel.
-Para Mika.
Me lo guardé y salí de allí con una gran sonrisa en el rostro.
(***)
-Estás haciendo lo correcto. -Miré a mi mejor amiga con la mejor sonrisa que podía tener plantada en la cara.
-Estoy muy feliz la verdad.
-¿Sabe Dowling que ha hablado?
Negué.
-Prefiero que se entere poca gente, porque si no le presionarán y perderé su confianza.
-Muy bien pensado. -Se sentó en el sofá al lado mía y miró mi fondo de pantalla, una foto mía con Ashton. -¿Lo echas de menos?
-Mucho.
-Tranquila, en unos días lo ves.
-Mika dice que no fue él el que hizo esos robos, y lo peor es que le creo. -Me giré a mirarle. -Sabes como soy, nunca doy por supuesto algo sin tener pruebas delante para no equivocarme y que eso manche mi carrera pero joder, simplemente me dijo que él no había sido y le creí.
Ella comenzó a alzar las cejas y a mirarme de manera pícara.
-Mary es serio.
-Lo sé tía.
-Es que lo tienen fatal, no tiene ni una cama en condiciones y creo que no le dan bien de comer. -Me puse seria. -Lo tratan como si fuese un animal.
-Y a ti eso te afecta. -Dijo Mary sonriendo.
-Pues claro, no son condiciones para tener a nadie.
-Aja. -Le miré con el ceño fruncido.
-Mary por favor no, tengo novio coño.
-Y un tío que está como un queso, que viene hasta con esposas.
-Eres estúpida, nunca nunca tendré nada con Mika Hastings.