Capítulo 7 7

Dudo que lo que fuese a hacer sea legal, pero ya estoy delante dispuesta a hacerlo.

Es Domingo así que Ginny tiene que estar en casa,mi superior me mataría si se enterase que usé su ordenador para encontrar información sobre Ginny y llegar hacia ella pero creo que debo ayudar a ese pobre chico.

Toqué la puerta, tardaron en abrir y una mujer de cabello castaño y grandes ojos verdes me abrió.

-¿Qué desea?

-Sara Perkins. -Extendí mi mano. -Analista de conducta.

-Maria Andrews. -Debe ser el apellido del nuevo marido.

-Antes de decirle nada, por favor no me cierre. Necesito información. -La mujer se tensó.

-¿Es sobre Mika? -Asentí. -Por favor, no quiero volver a pasarlo mal.

-¿Mamá? -La chica que vi en Instagram se acercó a su madre, me miró con el ceño fruncido y su madre se giró.

-Ginny métete en casa.

-Ya estoy dentro. -Le vaciló.

-Ginny. -Le sonreí a la chica, que no dejaba de mirarme.

-Necesito hablar con ustedes. -Hablé.

-De verdad no es por ser grosera. -Murmuró Maria.- Pero cualquier cosa que me traiga recuerdos de mi hijo no me interesa. Hace 7 años que no habla.

Ginny se adelantó y se colocó delante mía.

-¿Cómo está? -Preguntó la niña con angustia en sus ojos.

-Bueno, bien. -Dudé en contarles que el chico había hablado, pero para ganarme la confianza de ambas debía ser sincera.

-¿Quiere pasar? -Preguntó Maria.

-Por favor. -Respondí entrando en la casa.

Tenía un aspecto moderno, cuadros de la familia adornaban la entrada y el salón, me acerqué a uno en el que se veía a Mika, todo lleno de tatuajes como ahora y con un piercing en la nariz, debió ser poco tiempo antes de que lo arrestasen.

-¿Le cree?- Escuché decir a mi espalda. -Lo último que me dijo fue que él no había sido, lo gritaba y yo le creo, pero nadie me creyó a mí, todos se pusieron en su contra.

-Le creo. -Le respondí a la rubia.

-Necesito que lo saque de allí, no me dejan ir a verle y llevo 7 años sin saber nada de él, le echo de menos.

-Creeme, él a ti también. -Sus ojos se iluminaron bastante y me miró sonriente.

-¿Se lo ha dicho?

-No exactamente, pero ha hablado maravillas de ti.

Escuché un ruido detrás, me giré encontrándome con Maria, que tenía una cara de asombro increíble. Se acercó a mí temblando y con los ojos cristalizados.

-¿Ha hablado? -Preguntó con la voz temblorosa.

-Sí. -Un gran sollozo salió de sus labios cuando miró a su hija, la cual lloraba también. -Y voy a llegar al fondo del asunto, no creo que su hijo me esté haciendo perder el tiempo aquí. Paso todas las mañanas con él, y puedo asegurarles que le creo.

-Y una analista de conducta casi nunca se equivoca. -Dijo Ginny.

-¿Cómo está mi hijo? -Preguntó Maria con la voz algo más segura.

-No muy bien señora Andrews, no debo mentirle, le tienen en un cuchitril alejado y apenas le dan de comer. -Tragué grueso.- El viernes tuve que llevarle un sandwich porque me da pena verle así.

-Si podemos ayudar en lo que sea. -Saqué un cuaderno y asentí.

-¿Se acuerda de las amistades que tenía él por ese entonces?

-La verdad no, era parte de un grupo que tenía a otros 3 chicos, pero no recuerdo sus nombres.

-Uno se llamaba Drew. -Dijo la rubia sonrojándose.

-Me apuesto el sueldo del mes a que te gustaba. -Bromeé para eliminar tensiones.

-Si, un poco. -Maria sonrió por primera vez desde que llegué y me sentó bastante bien.

-Haré lo máximo posible para que su hijo esté fuera, les doy mi palabra.

-Muchas gracias. -Me levanté y me fui hacia la puerta. -Nadie debe saber que Mika ha hablado o lo someterán a un nuevo interrogatorio, quiero ser yo la que le saque información.

-Un momento. -Me paró Ginny.

-Dime. -Me tendió un papel.

-Para Mika.

Me lo guardé y salí de allí con una gran sonrisa en el rostro.

(***)

-Estás haciendo lo correcto. -Miré a mi mejor amiga con la mejor sonrisa que podía tener plantada en la cara.

-Estoy muy feliz la verdad.

-¿Sabe Dowling que ha hablado?

Negué.

-Prefiero que se entere poca gente, porque si no le presionarán y perderé su confianza.

-Muy bien pensado. -Se sentó en el sofá al lado mía y miró mi fondo de pantalla, una foto mía con Ashton. -¿Lo echas de menos?

-Mucho.

-Tranquila, en unos días lo ves.

-Mika dice que no fue él el que hizo esos robos, y lo peor es que le creo. -Me giré a mirarle. -Sabes como soy, nunca doy por supuesto algo sin tener pruebas delante para no equivocarme y que eso manche mi carrera pero joder, simplemente me dijo que él no había sido y le creí.

Ella comenzó a alzar las cejas y a mirarme de manera pícara.

-Mary es serio.

-Lo sé tía.

-Es que lo tienen fatal, no tiene ni una cama en condiciones y creo que no le dan bien de comer. -Me puse seria. -Lo tratan como si fuese un animal.

-Y a ti eso te afecta. -Dijo Mary sonriendo.

-Pues claro, no son condiciones para tener a nadie.

-Aja. -Le miré con el ceño fruncido.

-Mary por favor no, tengo novio coño.

-Y un tío que está como un queso, que viene hasta con esposas.

-Eres estúpida, nunca nunca tendré nada con Mika Hastings.

                         

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