Qué Gran Sorpresa
img img Qué Gran Sorpresa img Capítulo 5 ¡Púdrete!
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Capítulo 8 Chismes img
Capítulo 9 El señor Zac y la hermana de su exesposa img
Capítulo 10 El presidente actúa de un modo inusual img
Capítulo 11 Ella no le gustará a Zac img
Capítulo 12 Otra noticia sensacionalista img
Capítulo 13 Otra noticia de última hora img
Capítulo 14 Llamada telefónica img
Capítulo 15 Llevarle la cena img
Capítulo 16 Contraataque img
Capítulo 17 Hablar con él img
Capítulo 18 ¿Cuánto cuesta una noche img
Capítulo 19 La amenaza img
Capítulo 20 Despedirse de su bebé img
Capítulo 21 Esperando la muerte img
Capítulo 22 No eres bienvenido aquí img
Capítulo 23 Asume las consecuencias img
Capítulo 24 ¿Qué quieres saber img
Capítulo 25 Aprovecha su poder img
Capítulo 26 Prefiere discutir con ella img
Capítulo 27 No quiero verte img
Capítulo 28 Un beso apasionado img
Capítulo 29 ¿Por qué estás aquí de nuevo img
Capítulo 30 Su preocupación img
Capítulo 31 Gastarle una broma img
Capítulo 32 Inesperado estanque lleno de flores de loto a la luz de la luna img
Capítulo 33 Ojo por ojo y diente por diente img
Capítulo 34 Él había ido para comer gratis img
Capítulo 35 Seguía provocando img
Capítulo 36 Coqueteando con ella img
Capítulo 37 Preocupado por ella img
Capítulo 38 ¿Qué sucedió img
Capítulo 39 Discusión img
Capítulo 40 Dile mis palabras exactas img
Capítulo 41 Todo depende de ti img
Capítulo 42 La manera de resolver el problema img
Capítulo 43 Obligada a beber img
Capítulo 44 Emborrachándose img
Capítulo 45 Una noche maravillosa img
Capítulo 46 ¡Eres la heroína de la empresa! img
Capítulo 47 Ascenso img
Capítulo 48 Espero verla img
Capítulo 49 ¿De dónde sacaste esa conclusión img
Capítulo 50 Demandarlo img
Capítulo 51 ¡No le importaron las noticias! img
Capítulo 52 La molestia de Lyndsy img
Capítulo 53 ¡Te demandaré! img
Capítulo 54 ¡El obstáculo! img
Capítulo 55 ¿Qué quiere img
Capítulo 56 ¡No te merezco! img
Capítulo 57 ¿Cómo puedo conseguir que firmes este contrato img
Capítulo 58 ¡Estoy hambriento! img
Capítulo 59 Ella era muy terca img
Capítulo 60 Zac tiene fiebre img
Capítulo 61 Encuentro íntimo img
Capítulo 62 Su sinceridad img
Capítulo 63 ¡Vaya directo al grano! img
Capítulo 64 Lyndsy creó problemas img
Capítulo 65 Pidiendo ayuda img
Capítulo 66 Hablemos de ello img
Capítulo 67 Vuelve a casarte conmigo img
Capítulo 68 ¿Olvidaste por completo a tu novia img
Capítulo 69 Madre en peligro img
Capítulo 70 Firmando su sentencia de muerte img
Capítulo 71 Salvada por Zac img
Capítulo 72 Negándose a ser cuidada img
Capítulo 73 Enseñarle una lección img
Capítulo 74 No nos debemos nada mutuamente img
Capítulo 75 Acaparando los titulares img
Capítulo 76 ¿Por qué ha desaparecido img
Capítulo 77 Tengo algo que decirte img
Capítulo 78 Zac estaba borracho img
Capítulo 79 Empecemos de nuevo img
Capítulo 80 Traición img
Capítulo 81 Te irás a casa conmigo img
Capítulo 82 Estaba celosa img
Capítulo 83 ¿Cómo se atreven a tomar acciones en contra de mi mujer img
Capítulo 84 Abofeteada por Lyndsy img
Capítulo 85 Patricia tenía fiebre img
Capítulo 86 La invitación de Lyndsy img
Capítulo 87 Un lado diferente de él img
Capítulo 88 Altercados img
Capítulo 89 La determinación de Patricia img
Capítulo 90 El convencimiento de Yolanda img
Capítulo 91 Volviendo a casa de la familia Su img
Capítulo 92 La fiesta de cumpleaños de Sullivan img
Capítulo 93 Anunciando las noticias img
Capítulo 94 ¿Estás hablando en serio img
Capítulo 95 Malinterpretaste mis palabras img
Capítulo 96 Esta mujer es demasiado terca img
Capítulo 97 Estuve mal img
Capítulo 98 Visita al hospital img
Capítulo 99 Las cicatrices del pasado img
Capítulo 100 No sabía su secreto img
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Capítulo 5 ¡Púdrete!

Absorta en sus pensamientos, Patricia miraba la piscina cuando un niño apareció de repente, le dio una palmada en el hombro y la miró. El sol brillaba con tanta intensidad que su rostro no se distinguía bien:

"Hola, me llamo Jack White, ¿cuál es tu nombre?".

Patricia levantó la cabeza y lo miró con los ojos entrecerrados, cuando pudo distinguir sus rasgos, abrió la boca y dijo: "Me llamo Patricia Sampson, ¿quieres ser mi amigo?".

Ella era demasiado solitaria, no tenía contacto con otros chicos y nadie se acercaba por su voluntad, Jack era el primero que lo hacía.

"¡Claro que sí! A partir de ahora, seremos buenos amigos", el chico le dio la mano a la niña y la llevó hasta la alberca, "¿Qué te parece si nadamos? No importa si no tienes traje de baño, ¡yo tampoco traigo!".

Patricia sonrió y exclamó: "¡Eres muy amable! ¿Cómo supiste que no estoy jugando en el agua porque no tengo traje de baño?".

Jack le devolvió el gesto y sus hermosos ojos negros se abrieron de par en par: "¡Sólo lo supuse!".

Los labios de la pequeña Patricia se curvaron en una sonrisa y siguió a Jack sin decir más.

Sin embargo, tan pronto como llegaron al borde de la piscina, él la empujó abruptamente.

La niña cayó y tragó bastante agua mientras trataba de llegar a la orilla con desesperación. En sólo unos minutos, ella comenzó a ahogarse, apenas podía mantener los ojos abiertos y le costaba trabajo poder mantenerse a flote.

Un grupo de niños se había reunido a su alrededor y se reían a carcajadas, Jack la miraba fijamente y parecía estar orgulloso de lo que había hecho.

Ella estaba a punto de perder el aire por completo cuando un niño se acercó a ella con un flotador redondo.

"Espera un poco más, ¡mantén la boca cerrada y no bebas agua!", el niño tenía una voz tan dominante y tranquila que Patricia obedeció sin dudar.

Pasaron un par de minutos cuando el chico llegó a su lado, tiró de ella hacia la superficie del agua y rápidamente le puso el flotador.

Ella se apoyó en él y lo miró como si fuera su ángel salvador.

"¿Cómo pudiste caerte de una manera tan tonta?", preguntó el niño. El rostro del pequeño escurría de gotas de agua, mientras que la sonrisa en sus labios lo hacía lucir increíblemente lindo.

Patricia no respondió a su pregunta, en cambio, dijo: "¿Cómo te llamas?". Aunque estaba muy débil, ella aún quería saber su nombre.

El niño la sostuvo y la llevó a la orilla de la alberca. Mientras nadaba, le echó un vistazo y declaró: "Mi nombre es Zac Reynolds, ya que te salvé, prometo cuidarte pero tienes que escucharme en el futuro, te protegeré sin importar lo que pase".

"Pero...", Patricia estaba tan aturdida que apenas podía responder.

"Puedes ser como mi hermana pequeña, te cuidaré siempre que me escuches", El pequeño salió de la alberca y la ayudó, pero cuando Patricia recuperó el sentido, la familia del chico había ido por él.

Luego de unos minutos, la niña recuperó la fuerza y caminó hacia su casa goteando de la cabeza a los pies. No obstante, al entrar sintió un escalofrío que le congelo la piel.

¿No se supone que estarían celebrando el cumpleaños de su hermana Lyndsy? ¿En dónde estaban todos? Hacía sólo un rato, la casa estaba llena de gente.

Patricia caminó por el pasillo llena de confusión. Justo cuando estaba a punto de ir a mirar en el patio trasero, escuchó a alguien llorando desde el interior de la casa, entonces siguió hacia la fuente del sonido y se dirigió hacia la habitación que compartía con su abuelo.

Para su sorpresa, en cuanto entró al dormitorio, alguien la recibió con una bofetada.

"¡Maldita insolente! ¡Lo único que sabes hacer es jugar! ¿Por qué demonios olvidaste que debías estar con tu abuelo?", Sullivan cacheteó a su hija, seguido de golpes y patadas. Abrumada por el dolor, la niña corrió a la cama de su abuelo a toda prisa para pedirle ayuda.

Sin embargo, cuando se deslizó entre la multitud, lo encontró tendido sin mover un solo músculo.

"¡Eres una desconsiderada! ¿Por qué diablos te fuiste a nadar como si no tuvieras responsabilidades? Todo es tu culpa, ¡tu abuelo está muerto! Te permití que estuvieras con mi familia para que no tuvieras que pasar penurias al lado de tu madre, si hubiera sabido que matarías al abuelo, ¡jamás te habría permitido estar aquí!

Ni siquiera pudiste cuidarlo, ¡ojalá te pudras en el infierno!", Sullivan gritaba como loco y no dejó de golpearla hasta que se cansó. Pronto, Patricia estaba cubierta de moretones y todo su cuerpo estaba convulsionado por la conmoción. Ella no hizo más que quedarse tirada en el suelo sin quitarle los ojos de encima al cuerpo inerte de su abuelo.

¿De verdad había fallecido?

Pasaron algunos minutos hasta que esta pudo asimilar la muerte del anciano.

Ya había oscurecido cuando ella recuperó el sentido después de la golpiza. Toda su familia se había ido, dejándola sola, entonces se levantó del suelo y salió corriendo, sin importar el dolor en sus extremidades.

¿Dónde estaba Zac? ¿Dónde se encontraba aquel niño que le había dicho que la protegería?

Con tan sólo seis años, Patricia salió a buscarlo frenéticamente sin éxito.

Fue hasta después de muchos años que sus compañeros de clase le dijeron que Zac era la oveja negra de su familia, justo como ella, ¡resultaba que ambos tenían el mismo patético destino!

"Abuelo...", tendida en la cama del hospital, Patricia temblaba sin cesar mientras murmuraba el nombre del anciano entre lágrimas.

"Abuelito... no me abandones...", ella pronunció en voz baja.

Zac la miró y frunció el ceño, la cubrió con la colcha pero la joven siguió temblando, era como si le tuviera mucho temor a algo.

El hombre no sabía qué hacer, no podía despertarla de la pesadilla y no tenía idea de cómo preguntarle por el bebé.

El hombre jamás imaginó que ella podría estar embarazada, y lo que es más importante, ¿quién era el padre de ese niño? Durante todos sus años de matrimonio, Zac jamás había tenido relaciones sexuales con Patricia, así que era imposible que él la hubiera dejado embarazada.

Él estaba tan enojado que golpeó la reja a un lado de la cama, ni siquiera la había tocado, ¡pero ahora resultaba que estaba esperando un bebé! ¿Cómo diablos había sucedido eso? ¿Cómo se había atrevido a engañarlo?

Cuanto más pensaba en ello, más enfurecido se ponía, especialmente cuando la imagen de Patricia durmiendo con otro hombre apareció en su cabeza... ¡Era una descarada!

Zac dio vueltas por la habitación con la sangre hirviendo de coraje e incluso pateó el bote de basura.

¿Su esposa había estado traicionándolo con otro hombre y él no se había dado cuenta?

Era increíble que nunca le hubiera puesto un dedo encima y ella hubiera tenido la desfachatez de serle infiel, ¡era una mujer tan ruin!

Abrumado por la ira, el hombre pateó la cama como un niño haciendo una rabieta, aunque ni siquiera comprendía la verdadera razón de su enojo y tampoco recordaba que ellos dos ya estaban divorciados.

La mujer se despertó con el ruido, abrió ligeramente los ojos y miró alrededor de la extraña habitación.

¿Qué estaba haciendo en ese lugar? ¿Qué había sucedido? ¿Y Zac? ¿No había ido él a casa de su padre para darle sus cosas?

"¡Por fin despertaste!", Zac la vio y se acercó rápidamente a ella.

Aunque generalmente era un hombre impasible e inexpresivo, esta vez no pudo ocultar su nerviosismo.

"¿Cómo estás? ¿Te sientes mejor?", él la sostuvo con delicadeza y la ayudó a incorporarse. Su comportamiento era tan distinto al usual que la mujer estaba estupefacta.

Ella le echó un vistazo discretamente pero él no se percató de eso.

"El médico dijo que te sentirías un tanto inestable y que tendrías hipoglucemia", comentó este con preocupación, sin embargo, Patricia no respondió.

Él estaba tan aliviado al verla despertar que se había olvidado por completo de su embarazo.

            
            

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