-Capitán-le interrumpe-En estos momentos no soy su padre, soy su capitán y no aceptaré quejas ni ningún tipo de reclamo. Las he entrenado por años y son perfectas y están listas para enfrentar esta misión.
-No lo haré-me opongo.
-Es una orden, no una pregunta y tú menos que nadie puede oponerse, le debes mucho a Gibosa, Gema.
-Capitán, no puedo aceptar a mi compañera, solicito un cambio-Dacota camina hasta quedar al lado de mi padre.
Ahora que la tengo más cerca, me permito repararla y admito que me alegra mucho volver a verla después de mucho tiempo. Quizás ni mi propia hermana se alegre de verme, pero yo no puedo evitar ver a la niña que acompañó mi proceso de existencia durante tanto tiempo. Físicamente ha cambiado mucho, ya dejó de ser la pequeña que le temía a los chimael, ahora luce completamente hermosa. Su cabello rubio platinado cae en hondas hasta su cintura, su piel se ve limpia, el azul de sus ojos es atrayente e imponente, mientras que la marca de nacimiento en su ojo izquierdo es ahora un poco más pequeña debido a que seguro la han sometido a tratamientos para extraerla.
-Lo siento, Dacota, pero si no es junta no podrán ir a la misión-nos informa la mujer.
Me quedo en silencio más tiempo del debido y solo puedo ver a mi hermana, intentando guardar su imagen en mi mente en caso de que no nos volvamos a ver. Nada está asegurado en la existencia, eso lo aprendí de mala manera.
-¿Qué debemos hacer? -mi padre tiene razón, yo no tengo derecho a oponerme a una misión y así sea donde sea, debo ir.
Esta es la única manera factible en la que puedo pagar todo lo que hice y lo que le arrebaté a Gibosa.
-Como dije antes, su misión no es muy complicada-empieza a hablar Rebeca-Solo deben cuidar de nuestro hijo ya que al ser nuestra única debilidad querrán capturarlo para hacernos hablar.
-¿De quienes los debemos proteger? -ahora es Dacota quién pregunta.
-Solares-la mujer camina hasta una de las paredes de la sala y pone su palma en ella, haciendo que un gran cristal de proyección se despliegue-De alguna manera se filtró la información de que nosotros conocemos la ubicación del feto y ahora quieren saberla. Nadie más que los presentes saben que nosotros somos conscientes de que esta información ya llegó a Solaria.
-¿Solaria no sabe que ustedes saben que ellos saben? -Dacota hace gestos con sus manos mientras intenta quizás hacer que su pregunta suene coherente.
-Exactamente.
Ahora comienzo a entender un poco más. Lo que Rebeca Y Charmond quieren es tener protección antes de que Solaria decida atacarlo o algo por el estilo. Buscan estar preparados ante cualquier cosa que los solares quieran hacerles para que hablen.
En la historia, se ha oído muy pocos gibosos o solares que vayan a la tierra ya que es un lugar que se busca evitar gracias a los humanos y sus problemas, pero según he leído algunos gibosos y solares han sido capaces de vivir por años en la tierra y camuflarse entre los humanos como uno mas para robarles información de cualquier tipo. Tanto gibosos como solares somos una especie superior a los humanos debido a poder, fuerza y combate, pero los humanos son unos seres muy inteligentes que crearon algo llamado "tecnología", lo cual a nosotros nos ha servido bastante bien para no abusar del poder, si, básicamente respecto ha eso les hemos robado sus ideas, pero las hemos mejorado gracias a la magia y es por eso que hoy tenemos muchas cosas.
-Queremos tener protección profesional ante cualquier ataque y nadie más perfecta que ustedes.
-Las hermanas Growing, hijas del capitán más importante y admirado de Gibosa, una guerrera de combate y otra de poder, son el dúo que necesitamos-apoya el hombre mientras va al lado de su esposa, tomando sus hombros y sonriendo.
-¿Qué beneficios tendrá esto para nosotras? -nuevamente pregunto, mirando a mi padre esta vez.
-Rebeca y Charmond hacen parte del CCL-responde mi padre, sorprendiéndome mas de los que pensaba.
El CCL es la Comisión del consejo luna, básicamente son el grupo de personas más respetadas y admiradas de toda Gibosa. El CCL es un antiguo grupo que ha venido prevaleciendo con respeto, gracias a que sus integrantes son los únicos gibosos capaces de fortalecer la capa Luna y dominarla a su antojo. Son de los gibosos mas antiguos que existen y aún con el desgaste de poder que necesita la capa, ellos son capaces de ir y venir en el universo sin que su poder se agote.
-Eso quiere decir que en dado caso ustedes cuiden bien de nuestro hijo, intercederemos por ambas para que sus castigos sean levantados-intento digerir sus palabras, pero la sorpresa y emoción que me invade es algo que no puedo evitar ni controlar-Gema podrá tener su libertad y Dacota podrá volver a tener el mando sobre su poder y todas las criaturas que logró dominar hasta ahora.
Esto es un maldito sueño. Un jodido sueño que solo por cuidar a un niño en la tierra me estén ofreciendo todo esto, pero no puedo dejarme convencer con palabras luminosas.
-¿Qué nos asegura eso?
-Seis-ignoro la reprimenda de mi padre, no dejaré que me calle en este momento que puedo estar mucho más cerca de mi libertad.
-¿Qué pasa si no somos tan perfectas para esto como creen y fallamos? -doy un paso al frente, observando de reojo a Dacota-¿Aumentarán nuestros castigos?
-Eso se los asegura un sello de sangre-responde Rebeca mientras hace un chasquido con sus dedos que en respuesta da imagen al cristal-Y si fallan, que en verdad espero que no pase, sus castigos seguirán tal como ahora y los terminarán en el tiempo estipulado.
La pantalla muestra la capa luna y uno de sus cráteres, esos que han sido obtenidos gracias a todas las cosas que han chocado con ella sin lograr destruirla. Sé que los sellos de sangre con el CCL son de esta forma, una vez se hayan dicho todo, lo que se debe hacer es poner la palma sobre una roca luna y esta hará que sangremos para pasar nuestra sangre al cráter. En caso de que el sello no se cumpla, las personas que lo hicieron quedarán invalidados por el resto de su existencia gracias a la herida de la roca.
Los primero en poner sus palmas son Rebeca y Charmond, seguidos de mi padre. El trio nos mira a Dacota y ahí, por un momento veo su rostro temerario y quizás eso es lo que impulsa a mi loca cabeza a también poner mi palma. Sea lo que sea, yo le demostraré que no debe temer a esto, ambas podemos salir beneficiadas y es la única manera que tengo ahora para pagar por todo. Dacota finalmente pone su palma y al hacerlo siento como la roca perfora mi mano, el dolor es mucho mayor a cualquiera que he sentido en mi vida, una cosa es tocar una roca lunar y sentir como te quema al contacto, pero una herida con esta es peor que tomar magma puro.
Puedo sentir mi sangre correr hasta la herida y luego brotar con libertad, veo como el rostro de Dacota expresa el dolor, al igual que el de todos. Finalmente, la roca sale de nuestras palmas y por la imagen de cristal podemos ver como el cráter desaparece, indicando así que nuestro sello está hecho.
Mi mirada va al piso y veo como la sangre blanca se mezcla con el piso del mismo color, no presto mucha atención a mi sangre y antes de lo que caigo en cuenta, ya se encuentra siendo curada.
La única manera de sanar una herida de roca lunar, sin gastar tu energía y poder es combinando el poder sanador de un sanyi con el calor del magma, es por eso que es el material mejor cuidado de nuestro mundo. La herida se cura gracias a que Rebeca y mi padre disponen de dos sanyis para tratar nuestras heridas y luego de que nuestra mano y la sangre de esta se encuentra congelada, sumergimos las manos en magma, que gracias al frio y la resistencia que tenemos como gibosos, en un muy corto tiempo ya nos encontramos con las manos fueras. El magma sin importar cuanto resistas también es capaz de quemarte y eso es un dolor muy torturador.
Nadie habla de nada, pero aun así siento la mirada de Dacota sobre mi y al voltear, descubro esa mirada de desprecio que se siente peor que mil rocas lunares atravesando mi mano. Ella es de las pocas personas que compartí mi vida y otra de las que perdí, pero ella nunca podrá perdonarme todo el daño que le hice y que gracias a mi cometió cosas que la llevaron a no poder usar su poder con libertad.
-Seis, en la tierra ya podrás ir a donde quieras, pero aún así gracias al sello si intestas escapar, morirás-Rebeca interrumpe el silencio.
-Eso no...
-Y Dacota, serás libre para usar tu poder, pero si intentas lastimar a tu hermana o alguna persona inocente, esto se te revertirá con mucha más fuerza, tanta que incluso no podrás curarte.
-Eso no lo mencionó antes de hacer el sello-se queja.
-Pues ahora lo saben y no hay manera de deshacer un sello sin acceso de todos los que lo hicieron-responde.
Es que claro, no podíamos pensar que todo sería tan fácil. Y el silencio de mi padre deja en claro que él sabia de esto, pero también lo apoya. Mi padre sabe que en caso de que sintiera la necesidad, yo intentaría escapar y Dacota si se deja ganar por su odio es capaz de hacerme daño con su poder.
Yo nací siendo diferente a todos los demás gibosos. Los gibosos son seres inmortales, con poderes y capacidades indescriptible con los que yo no nací. Según todas las investigaciones a las que fui sometida, yo soy mortal, no tengo poderes y mis capacidades son limitadas y parecidas a la de un humano, a excepción de las de adaptación, las cuales han sido las únicas que he podido desarrollar y me han ayudado a sobrevivir. Un giboso normal es inmortal porque cura sus propias heridas con energía, pero suelen hacerlo con sanyis ya que curarse consume la energía que se podría usar en un caso urgente y especial, yo solo puedo curarme con un sanyi porque si no muero.
Y es que eso busca evitar mi padre aceptando el termino referido a Dacota porque ella si es una gibosa normal y con su poder de nacimiento, podría hacerme daño.
-¿Cuándo partiremos? -dejo de lado la indignación de mi hermana.
-Ahora mismo-responde Charmond sin dejar de sorprendernos-Entre más rápido nos vayamos mucho mejor. Nuestro hijo en este momento está solo en la tierra.
-En su capsula tendrán toda la información y preparación que necesiten respecto a comportamiento humano y más cosas, muchas están resumidas por lo que una vez lleguemos mi esposo y yo les haremos un astadrama.
Intento recordar la definición de aquella palabra que usó Rebeca, y al final logró recordar que a eso le llaman el pasar información de giboso a giboso. Básicamente Rebeca y Charmond nos pasaran la información que tengan sobre la tierra para nosotras poder pasar desapercibidas entre los humanos. En verdad creo al principio será difícil, pero debo enfrentarlo como todo en mi existencia.
Yo no nací para cosas fáciles porque de haberlo hecho, no sería de las 5 creaciones mas buscada y odiadas del universo. El camino a mi libertad va a ser difícil, pero estoy dispuesta ha enfrentarlo porque espero que después de tantas cosas que he pasado, el universo me haya hecho capaz de aguantar cualquier cosa.
-Me despido aquí, guerreras-la voz de mi padre revuelve mi estomago-Ahora que ya accedieron a la misión, no me queda más que dejarlas ir. Espero pongan en práctica todos mis entrenamientos.
Algo en mi interior se remueve ya que hace mucho tiempo que no me separo de mi padre. Es estúpido que separarme de alguien que me ha lastimado me duela tanto, pero en este caso se trata de mi padre, el ser que el universo escogió para llevar la carga de haberme procreado y a pesar de todo, sé que todo lo que ha hecho es prepararme para ser fuerte en este universo donde los débiles son consumidos y aplastados por meteoritos o capturados por humanos. Mi padre es mi gran capitán y lo respetaré y llevaré en mi ser así pase mucho tiempo. Sé que justo ahora parece una despedida de no vernos nunca más, pero también sé que ese no es el caso y nos volveremos a ver para poder haciéndome mas fuerte con sus enseñanzas.
Mi hermana corre a sus brazos y lo rodea en un abrazo, el cual él no responde, solo da palmadas suaves en su cabeza. Nunca ha sido cariñoso con nosotras, no esperaba que lo fuera ahora que no nos veremos en mucho tiempo, pero Dacota siempre ha sido alguien de personalidad suave que le gusta demostrar lo que siente.
-Un gusto, capitán-me despido mientras él hace un asentimiento con su cabeza y sale de la sala.
Dacota y yo avanzamos tras Rebeca y Charmond por la puerta que hace un rato entró el humano aquel. Pasamos por unos pasillos y noto por los cristales transparentes cuan alto estamos. Desde aquí se ve el centro de Gibosa en toda su belleza y se siente quizás bien y algo melancólico que dejé de ver este paisaje por mucho tiempo, pero ahora que lo vuelvo a ver me debo despedir de él para ir a ver más de cerca la vista que tenía en el balcón de mi tótem, la maldita tierra.
Nunca me ha desagradado Gibosa cuando respecto a su composición y creación se trata, lo único de aquí que me ha detestado son sus habitantes. Pero no me importaría ser detestada por todos si puedo ser libre para recorrer este hermoso mundo. Espero algún día poder hacer eso, pero por hoy, me toca despedirme por primera vez del lugar en el que llevo toda mi vida.
Volveré algún día y les demostraré a todos que soy merecedora de estar aquí como todos los demás.
El pasillo finalmente se divide en dos y al final tiene puertas que llevan al interior de una capsula espacial, Rebeca y Charmond entran a una mientras Dacota y yo entramos a la otra. Al estar dentro, puedo sentir la incomodidad de volver a estar las dos sola, pero sin poder arrepentirnos, las puertas se cierran.
-Destino final-habla la voz de la capsula-La tierra. Llegaremos alrededor de ciento quince horas humanas. Por favor no oprima ningún botón y disfrute de los informes.
-Espero mueras en esta misión-suelta con odio claro en su voz, pero yo no respondo.
Yo espero que ambas podamos volver sanas y salvas a casa y que esto si sea tan fácil como lo mostraron.
Por ahora, en mi mente solo recalcan las palabras de la capsula. Nuestro destino en verdad es la tierra.
Estamos rumbo a uno de los peores destinos que nos pudo tocar.