Capítulo 2 El Chico

El lugar era enorme... Estaba rodeado de vampiros guardias que parecían montañas.

Al cruzar unas puertas de piedra entramos a un terreno tipo mansión... Era demasiada extravagancia la que había en ese lugar que no me agradaba para nada.

Me gustaban más las cosas sutiles... Poco notorias...

Nos bajamos del auto y tuvimos que caminar. En la entrada de la mansión nos esperaban un hombre y una mujer. Esta última se veía poco contenta con nuestra llegada. Apenas me vio me dirigió una mirada de suficiencia... Que me dieron ganas de asesinarla.

"Mireya... Te presento a la familia Alistair." Dijo el hombre hablándole a la mujer. Esta hizo una leve reverencia y nosotros respondimos de igual modo.

"Es un placer conocerla Señora." Dijo mi padre y casi exploté en risas al ver el rostro distorsionado de la mujer.

"Ella es nuestra hija Alana. Vinimos apenas recibimos su mensaje." Dijo mi madre y él hombre me sonrió mientras que la mujer me miró de pies a cabeza.

"Eres muy bella Alana... En verdad te pareces mucho a tu madre." Dijo el hombre y algo en mi se removió.

"Usted la conoció..." Pregunté.

"Sí. Ella iba a casarse con mi hermano, pero al estar embarazada y negarse... Todo cambió. Y tu abuelo y mi padre... Decidieron que tú te unirías a mi hijo." Dijo el hombre... Entonces él...

"Tahir está esperándonos adentro. Pasemos." Dijo la mujer. Tahir... No me parecía un nombre común...

Caminamos siguiendo a los vampiros. Y vi que la mansión era más grande de lo que parecía por fuera.

Llegamos a un salón y en un sofá estaba un chico dándonos la espalda... Y muy cerca de él una hermosa chica de cabello rubio. Se veían bastante cercanos... Pero no se parecían por lo que no debían ser familia...

"Iris. Pensé que aún no llegarías." Dijo el vampiro con seriedad.

"Mi hija vino ya que hoy sería la presentación... Es normal que quiera estar presente." Dijo la mujer... Pero me sorprendió el tono que uso al decir mi hija... No eran esposo ellos... Entonces ella era hija de ella solamente...

"Padre... Quería darles una sorpresa. Además hacía mucho no veía a Tahir..." Dijo ella casi gimiendo el nombre del chico a lo que él respondió sonriendo. Se puso de pie y se volteo hacia nosotros. Era más alto de lo que parecía... Yo no era tan baja pero aún así él era alto. Sus ojos verdes eran profundos... Y su cabello cobrizo le daba un toque extranjero. Apenas me miró desvió la mirada... Al parecer tampoco estaba de acuerdo con esto... Eso me daba algunas ideas...

"Tahir, ella es Alana... Tú futura esposa." Dijo el vampiro. El chico sólo me dirigió una mirada y volvió a mirar al otro lado. La chica a su lado sonrió ante tal actitud... Podría ser que entre ambos...

"Mucho gusto Alana. Me alegra demasiado esta unión... Seguro serás muy feliz junto a mi hermanastro." Dijo la chica poniendo énfasis en el vínculo entre ambos.

"Sí... Como digas... Ay." Me quejé cuando mi madre envió una chispa de fuego a mi espalda. Yo tampoco estaba contenta con eso... Pero a él no le decían nada por expresarlo.

"Veo que... No pareces muy contenta con esto... En verdad lamento que las cosas se den así..." Dijo la chica con cierto sarcasmo.

"Bien, ya nos conocimos. Ahora puedo irme." Dijo el chico y me desagradó totalmente... Pero no me iba a rendir con mi idea.

"Porque no llevas a Alana a conocer la mansión. Así pueden compartir... A solas." Dijo el vampiro al ver que la chica quería unirse.

"Sígueme." Dijo el chico dándome órdenes... Y no me moví. "Que te pasa... No oyes..." Dijo él dejando entrever sus colmillos.

"No soy un perro ni un animal al que le des órdenes." Respondí con molestia.

"Alana comportate."

"No la retén... Después de todo tiene razón. Tahir debes ser mas cortez." Respondió el vampiro.

"Joan, Tahir es el príncipe de nuestro linaje, tampoco puede ser tratado como cualquier cosa." Dijo la mujer... Y me sorprendí aún más...

"Puedes acompañarme a recorrer la mansión." Dijo el chico usando un tono de voz forzado.

Di un paso adelante y este comenzó a caminar.

Estuvimos dando vueltas por muchos lados. La mansión era aún mucho más grande de lo que creí era al verla por dentro. Estuvimos en silencio la mayor parte del tiempo, hasta que no aguanté más.

"Tú no quieres este compromiso. Yo tampoco lo quiero, que te parece si hacemos un trato." Dije yendo directo al grano.

Al escucharme esa última frase el chico sonrió de manera sarcástica... Definitivamente no nos llevaríamos bien...

"Me estás diciendo que no estas interesada en ser parte de la realeza... Y que no quieres casarte con el príncipe vampiro... En verdad crees que soy idiota." Dijo el chico cambiando su tono.

"No me interesa quien eres ni de donde provienes, tengo un novio y preferiría casarme con él mil veces que contigo. Eres demasiado arrogante... No sabía de esta unión hasta hace unas horas." Dije exasperada.

"Ajá... Entonces te enteraste hoy y viniste a la fuerza... Que convincente."

"No me interesa que creas... Sabes mejor me las arreglo sola para que esto acabe lo mas pronto posible." Dije dándole la espalda pero él me sujetó del codo.

"Supongamos que te creo... Que quieres proponer." Dijo él.

"Ya no te diré nada. Yo sola me las arreglaré."

"Oh vamos... No seas infantil." Dijo el chico cuando me zafe de su agarre.

"No soy infantil." Respondí caminando por no se que pasillo... Era demasiado grande esa mansión y todos los pasillos se parecían.

"Te vas a perder si sigues así..." dijo el chico tomándome del codo nuevamente.

"Bien... Ya entendí." Dije zafandome de su agarre de nuevo. "Puedes llevarme de vuelta." Dije y él sonrió... Dejándose ver un brillo extraño en sus ojos.

"Lo haré si me cuentas tu plan." Dijo riéndose y sentí unas enormes ganas de quemarlo vivo.

"Eres insoportable." Dije y él se encogió de hombros. "Mis padres me hablaron de las leyes, que después de un tiempo él matrimonio se puede anular si ambas partes lo acuerdan." Dije con seriedad y él negó con la cabeza.

"Eso no puede ser... El trato era..."

"El trato es que nos casemos para una alianza. Nos casaremos y la alianza se creará... Pero no dice nada de que se destruya si nos separamos respetando las leyes... La alianza debe mantenerse porque se respetó el contrato... Nos unimos..." Dije con firmeza y él comenzó a analizar lo que decía.

"Tienes un buen punto...pero habría que añadirle algunas mejoras." Dijo él.

"Cuáles yo lo veo perfecto."

"Pará solicitar la anulación no debe haber consumación."

"No me interesa consumar nada."

"No puede haber engaños... Es decir me debes fidelidad a los ojos de los demás..."

"Que más." Dije molesta por sus pausas.

"Si cumplimos eso, la anulación sería válida si presentamos nuestros requerimientos. Pero en privado podemos hacer lo que queramos con nuestras vidas. Tú puedes seguir con tu novio y yo no reclamaré nada... Y por tu parte lo mismo."

"No tendría nada que reclamarte si no me interesas." Respondí con sarcasmo y él sonrió.

"Bien, entonces...bajo esas condiciones estas dispuesta a quedarte seis meses por unión."

"No eran como cuatro..." Dije con sorpresa.

"Para ustedes son cuatro...para nosotros son seis y cuando se cree esta alianza tendremos que bajar y subir ambos a cinco."

"Cómo sea... Mientras se cumpla con lo acordado y pueda liberarme lo haré." Dije con firmeza.

"Bien... No fue tan desagradable este encuentro."

"Lo mismo digo." Dije chasqueando los dedos. Apareciendo en la entrada de la mansión.

"Cómo..."

"Debía lograr que me escucharas." Dije sonriendo dándole la espalda.

"Insoportable." Susurró él y me aleje del lugar.

            
            

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