/0/5854/coverbig.jpg?v=fea4acd3c1ccb08b6fc45d8a2ce1729d)
Algo asfixiante me despertó... Abrí mis ojos y vi que estaba todo oscuro... Que horas serian...
Intenten levantarme pero mi cabeza pesaba y dolía demasiado. Pero no sólo eso. Sentía que tenía dos cosas encima...
Y sentí que mi cuerpo se congelaba. Casi encima de mi estaba Tahir... Profundamente dormido. Mire mi cuerpo y seguía con el vestido puesto... Eso significaba que no paso nada... Pero porque él estaba así... Durmiendo tan cerca...
Un par de sombras captaron mi atención afuera... Casi como si alguien estuviese vigilando...
Y algo comenzó a moverse a mis pies. Una sombra negra... Sentí que mi corazón se detenían por el susto y...
"Miau..." Un maullido...
"Sesh..." Susurré y el gato se acercó hasta mi... En verdad era él... Pero Tahir había dicho que no...
Y las sombras volvieron a aparecer y ahora hasta Sesh las vio.
No sabía que podía hacer... Ni que cosa sería... Ni siquiera sabía dónde estábamos. De ser dos sombras ahora ya eran cuatro y...
"Ay mierda..." Dije retrocediendo, aplastando a Tahir el cual reaccionó con agilidad y me dejó bajo su cuerpo... Y vi como sus garras crecieron y estaban en mi cuello...
"Alana...que mierda haces..." Dijo él guardando sus garras.
"Yo...afuera hay algo... Hay sombras... Y... No solo son sombras esas cosas tienen ojos y..."
"Me despertaste por una alusinacion."
"No estoy alusinando. En verdad las vi... Y Sesh... Por cierto porque está Sesh aquí..."
"Velo como un regalo de cumpleaños." Dijo él y se volvió a acostar.
Regalo... Entonces él sabía que yo...
"Gracias." Respondí y vi como él me observaba..
"Ve a ducharte, apestas a alcohol." Dijo él con voz de sueño.
Antes de que él me lo dijera igual tenía pensado irme a duchar. Mire alrededor de la habitación y vi la puerta del baño.
Me levante y entre... Por suerte mi maquillaje seguía intacto. Mi vestido estaba un poco arrugado pero lo de menos.
El baño era enorme... Tenía una gran tina y la iba a aprovechar. Me solté el cabello y deje los accesorios en la mesita. Me quite los zapatos y sentí como mis pies descansaban. Ahora solo quedaba el vestido...
"¡Maldita seas!" Grité con furia al ver que por ningún modo podía quitarme el vestido... En verdad mi madre uso esa magia para que sólo él me lo quitara... Que demonios tenía esa mujer en la cabeza.
"Que te pasó... Intento dormir y tú estás chillando." Dijo Tahir desde el otro lado de la puerta. Suspiré y me arme de valor...
"Necesito que me ayudes a quitarme el vestido." Dije con pesar.
"Pensé que dijiste que no consumariamos esto y ahora me pides..."
"No seas idiota, mi madre hechizo el broche y no puedo quitármelo. Sólo tú puedes desabrocharlo."
"Cómo se que no estás mintiendo."
"Pasa y compruébalo tu mismo." Dije con molestia. Este entró y me vio en el suelo. Mis dedos estaban rojos por la reacción del hechizo.
"Si intento desabrocharlo una corriente me llega y por eso ya tengo los dedos rojos."
"Tu madre en verdad... Es una caja de sorpresas... A ver date vuelta."
"Sólo desabrochalo y te vas." Dije con molestia.
Sentí los fríos dedos de Tahir en mi espalda. Y el broche se soltó apenas lo tocó. Cuando sentí el broche libre intenté bajar el cierre yo misma pero la misma corriente me golpeó... En verdad mi madre...
Escuche como él se reía... Al menos ya sabía que no mentía. Comenzó a bajar el cierre con lentitud... Algo en mi comenzó a removerse... Estaba comenzando a ponerme nerviosa yo...
El cierre llegó abajo pero él no se había ido aún... Podía sentir su mirada sobre mi espalda. Porque no se iba...
Me Puse de pie y me di vuelta y él salió de inmediato. Que demonios le pasaba...
Pero bueno, al menos ya no tenía nada que me atara al vestido. Entre a la tina y deje que el agua caliente me recorriera por completo... No solía gustarme el agua caliente pero en ese momento era necesaria. ~
La tina tenía un pequeño espacio para acomodarse y relajarse... Me sumergi por completo en el agua y chasquee los dedos para que el agua se llenara de espuma... Me acomode en el descanso... Y deje que el agua me limpiará y relajara todo el cuerpo...
"Alana... Alana...despierta..." Una voz masculina me estaba llamando...
Abrí mis ojos y un par de ojos verdes me observaba me cubrí de inmediato con los brazos... Me había quedado dormida... Y para mi suerte aún quedaba espuma.
"Porque estas..."
"Llevabas una hora adentro."
"Yo... Me relaje demasiado y me quede dormida..."
"Sí ya lo note."
"Apresurate en salir me quiero duchar." Dijo él y salió del baño. Me levante y me cubrí en toallas...
Hice aparecer unas pantuflas y salí del baño solo para encontrarmelo a él con el torso desnudo.
"Que demonios haces aquí." Dije desviando mi mirada.
"Te demorabas mucho, me quiero duchar."
"Y no hay otro baño."
"Esta también es mi habitación... Así que te aguantas." Dijo lanzandome su camisa mientras entraba al baño. Me quite la camisa y él ya no estaba.
Era desesperante... Como iba a soportar seis meses con él... En verdad...
Sesh comenzó a ronronearme y olvide mi molestia. Acaricie su oreja y comencé a ponerme crema... Chasquee mis dedos y mi pijama ya estaba conmigo. Mi pelo estaba húmedo pero no me importó. Me acomode y me acosté...ya estaba siendo hora de poder dormir...
Aunque me surgió una duda. Dijo que esta era también su habitación... Eso quería decir que...
Mire la enorme cama en la que estaba acostada... También tendría que compartir cama con él... Pero esto no era real... Y sólo estábamos los dos entonces...
La puerta del baño se abrió y él salió cubierto por una toalla.
Que demonios esta haciendo este tipo... Pasearse por ahí semi desnudo como si estuviese solo.
"Idiota." Susurré y me acomodé a mi lado de la cama.
"Te escuché." Dijo él con seriedad.
"Es lo que planee." Dije con tranquilidad.
Sentí como se hundía la cama y él se acomodaba. Su cabello estaba totalmente seco. No se lo habría lavado... No, recordé sentir un ruido extraño...
"Vas a dormirte con el pelo húmedo." Dijo él con tono de reproche.
"Sí, ahora silencio."
"Secatelo, en el baño hay un secador."
"No gracias... Siempre me duermo así."
"Mojaras todo."
"Quiero dormir... Si guardas silencio será mejor."
"Eres desesperante." Dijo él con seriedad. Y lo ignore por completo. Estaba cansada... Y en verdad quería dormir. Así de ese modo al día siguiente podría comenzar a asumir mi nueva vida de casada.
Un bulto se ganó a mis pies y no fue necesario mirar... Sesh ya conocía su lugar en esa casa.