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El tiempo después de esa noche se me pasó volando. Sin darme cuenta ya habían pasado las dos semanas y estábamos a 4 de Mayo...
El día en que mi vida se uniría a la de Tahir por unos meses... Y el día en que cumplía oficialmente 17 años.
Nunca pensé que me casaría tan joven... Y mucho menos el mismo día de mi cumpleaños, pero eso último nadie lo sabía.
Mi reflejo en el espejo me parecía irreal... Mi maquillaje era delicado. Mi peinado con el pelo semirecogido por detrás me daba un toque de princesa... Mi vestido era escotado y sin tirantes. Con un corsé que moldeaba mi figura y que parecia cubierto por diseño de la tela y caía suelto... Ni Siquiera se notaba que era un corsé.
Los zapatos de tacon alto y delgado de color blanco como la nieve...
"Te ves hermosa hija." Dijo mi madre mientras me colocaba una cadena que me envió el Señor Joan.
"Sí...lastima que no lo disfrute." Dije con voz seria.
"Sólo serán unos meses... Y pasarán muy rápidos..." Dijo ella intentando darme ánimos. Pero no los podía tener.
Mi padre llegó la habitación y sonrió. Era el momento de irnos...
La mirada de todos estaba sobre mi... Me sentía incomoda siendo el centro de atención.
Pero ya estaba ahí. Ahora solo debíamos recitar las palabras...
"Yo Tahir, me comprometo a sellar esta alianza y esta unión contigo Alana... Y con nuestras especies respectivas. Yo seré fiel y daré todo de mi para que nuestra unión prospere. Como principe vampiro... Te doy mi sangre... Para poder pertenecerte para toda la eternidad."
"Yo Alana... Me comprometo a sellar esta unión... Y esta alianza contigo Tahir... Y con nuestras especies respectivas... Te seré fiel y daré todo de mi para que nuestra unión prospere. Como bruja y del linaje de líderes... Te doy mi magia... Para que de ese modo pueda pertenecerte por toda la eternidad."
"Desde este momento... Y hasta que el final llegue..."
"Sere tuya... Y tú mío..." "Seré tuyo... Y Tú mía."
"Como un sólo ser."
Al terminar de recitar las palabras... Una runa se creó en nuestros dedos anulares. En mi dedo se formó una runa de espinas... Y en el dedo de Tahir se creó una runa de Chispas.
"Una vez cumplidos los meses de prueba y la Unión se mantenga, una nueva runa decorara una parte de sus cuerpo... Señalando que se pertenecen el uno al otro."
El oficiador parecía demasiado emocionado.
De la mano, le dimos la espalda al oficiador y enseñamos a los invitados las runas que nos unían como matrimonio...
Seis meses. Sólo serían seis meses...
Toda la gente parecía disfrutar de la celebración. Todos se veían animados... Quien iba a pensar que dos semanas atrás casi muero en este lugar. Y no era necesario preguntar para saber quienes fueron... Pero debía callar para mantener las apariencias. Todos confiaron en la palabra del jóven príncipe y culparon al humano... Del cual nadie sabía de dónde apareció.
Claramente iba a proteger a su amada... Era mucho más fácil culpar al idiota humano que enfrentar una nueva rebelión y lucha... Pero ahora sí tan solo una persona pensaba siquiera en rebelerarse...le iría muy mal.
"Felicidades Alana... Te deseamos lo mejor para tu matrimonio y que logres la felicidad." Dijo Kim, una bruja de mi edad pero que estudiaba en casa... Algunas veces compartimos momentos juntas...
"Gracias Kim, deseo para ti que encuentres un amor real que te cuide y te respete." Respondí con cordialidad tal como se debe hacer ante buenos deseos en un matrimonio.
"Puedo... No quisiera ser inoportuna... Pero te noto triste..." Dijo ella y di un respingo.
"No, porque estaría triste... Es decir me acabo de casar y..."
"Porque es un matrimonio forzado. Lo sé Alana... Sé que este matrimonio fue arreglado desde antes que nacieras... Nosotras nunca fuimos tan cercanas pero siempre te admire... Y en verdad me entristece que tuvieses que llegar a esto."
"Bueno... A decir verdad tienes razón. Estoy en mi boda y soy totalmente infeliz." Respondí tomando una copa de un mesero... Si hoy era mi boda no habría problema si bebía... Aunque mi tolerancia fuera nula.
"Oye... En verdad vas a beber..." Dijo ella con una sonrisa... En verdad como sabia tanto de mi.
"Cómo me conoces tanto... En verdad me sorprendes."
"Honestamente siempre quise ser tu amiga... No tengo amigos y siempre estuve encerrada. Y siempre te admire... Tu libertad, tu confianza... Tú facilidad de hacer amigos... Quería ser como tu pero mi timidez y restricciones me lo prohibieron. Y porque una vez te vi borracha con medio vaso de whisky." Dijo avergonzadose.
"En mi defensa... Era un whisky muy fuerte." Dije riéndome... Era agradable compartir con ella...
"Me gustaría... Me gustaría decirte que si necesitas de alguien para hablar estoy aquí para ti." Dijo ella.
"Lo tomaré en cuenta... Y si te parece, podríamos comenzar a ser amigas... Creo que necesitaré una después de este matrimonio." Dije bebiendo de nuevo y un brillo se creó en sus ojitos.
"Sería la más feliz." Dijo ella... Deseaba que no se fuera, que se quedara un poco más pero ya me estaban llamando.
"Bien... Nos vemos en un momento... Tengo que ir. Y en verdad necesitaré de alguien para pasar esta noche que aún queda."
"Sólo llamame y llegaré." Respondió ella, dejándome sola.
Comencé a caminar hacia los invitados que me llamaban... Había llegado el momento de partir el pastel. Y yo sólo quería beber para olvidar esta noche.
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La velada iba de maravillas... Para todos. Lo que era yo me estaba aburriendo enormemente... Y ni siquiera podía ver a la chica.
Debía admitir que se veía hermosa... Aunque ella es hermosa... Estas dos semanas en clases vi cómo varios humanos y brujos se intentaban acercar a ella... Aunque estos últimos sabían quién era yo no perdían la oportunidad de intentar acercarse. Pero ella no se si disimulaba o en verdad no veía las intenciones de esos chicos.
Debía admitirlo... Era bella pero aún así, aunque físicamente llamara un poco mi atención no dejaba de molestarme el hecho de tener que unirme a ella a la fuerza.
Mi padre me dio una charla... De qué en algún momento compartiendo juntos quizás nos enamoraríamos... Y bufé con sarcasmo, me estaba casando obligado y quería que guardara sentimientos por ella. En verdad estaba loco.
"Jóven... Disculpe puedo molestarlo un poco." Dijo la madre de mi esposa.
"Dígame, nunca sería una molestia." Dije con una sonrisa.
"Bueno... No quisiera sonar inapropiada... Pero asumo que usted no lo sabe."
"Que cosa..." Dije con una sonrisa preocupada. Que cosa iba a saber ahora.
"Bueno... Mi hija me comentó que usted no aceptó que se llevara a Sesh...y quería ver si existía una forma de convencerlo... Si en verdad aceptara eso alegraría a mi hija. Más en este día que además de ser su boda es su cumpleaños..."
"Su cumpleaños. Ella está de cumpleaños hoy."
"Si Jóven, ella hoy cumplió 17 años."
"Pero no dijo nada..."
"Hijo... Disculpe, pero... Creo que sería bueno que tú y Alana ya se vayan a su casa..." Dijo mi padre interrumpiendo.
"Tan pronto... Creí que..."
"Su hija no se siente bien... En estos momentos su padre está con ella... De hecho él me pidió que viniera. Bueno... Sucede que Alana estuvo bebiendo... Y él dijo que ella no tiene muy buena tolerancia." Dijo mi padre y el rostro de la mujer palidecio.
"Esta niña... En verdad..."
"Dónde están, me la llevaré ahora... De todos modos también ya quería irme. Señora... Pensaré en lo que me propuso." Dije y me aleje con mi padre.
En una esquina del lugar estaba la chica sentada siendo regañada por su padre. Si la veía bien ahora... Se veía mucho más hermosa estando un poco ebria... El color en sus mejillas... Sus movimientos torpes...
"Mira... Llegó mi esposo... Ahora tú también me vas a retar..." Dijo ella poniendose de pie, tropezandose con sus pies. Logre sostenerla antes de que cayera... Su piel estaba mucho más cálida por el alcohol... Y su cuerpo...
Reacciona Tahir este no es el momento y ella no es la persona adecuada.
"Nos iremos... Tú puedes despedirnos..." Dije a mi padre y este asintió.
"Yo no quiero irme... Quiero... Hice una amiga, no puedo irme sin despedirme." Dijo ella intentando volver pero la tomé de la cintura atrayendola hacia mi.
"Nos iremos a casa Alana... Se obediente."
"Obediente... Obediente... Tú no me mandas... Y no me quiero... Oye bajame." Dijo cuando la tomé en brazos. Le hice un gesto a su padre y me encamine al auto.
Llegando Iris se cruzó por el camino con seriedad. Perfecto...
"Porque no me dijiste que se irían a una casa solos. Donde está esa casa." Dijo ella reclamando.
"No tengo porque darte explicaciones. Ahora si me permites...
"Iris... Porque no me ayudas con tu novio... Quiere llevarme pero yo no quiero. Y que me baje de una vez." Dijo ella presionandose contra mi sin darse cuenta.
"Tahir te estoy hablando."
"Ella es mi esposa y si quiero la tomo o la dejo caer..." Dije soltandola y sujetandola de nuevo pero ella con el alcohol reaccionó lento y se sujeto a mi cuello abrazándome... Quedando su rostro muy cerca del mío...
"No te dejaré irte con ella. Eres mio Tahir... No voy a permitir..."
"No escuchaste los votos." Dije con seriedad alejándome un poco del rostro de la chica. "Ahora soy de ella... Así que si me permites tenemos que irnos."
"No te atrevas Tahir... No te atrevas a acostarte con ella." Dijo Iris con tono amenazante. Esto ya me estaba colapsando. Una estaba ebria y apenas logre entrarla al auto y la otra me celaba.
"No me digas que hacer y que no. Ahora vete porque aún no olvido que la intentaste matar." Dije con frialdad. Iris se quedó en silencio sin saber que responder. Me subí al auto y me fui.
Alana se había dormido apenas se subió al auto... Pero la posición en que quedó no era muy favorecedora... Su pecho quedaba casi al descubierto... Su figura era mucho más notoria ahora. Su vestido se subió y dejaba mucho a la vista... Sus piernas delgadas y largas... Su cuello largo y desordenado...
Comencé a sentir un bulto crecer entre mis piernas y fui consciente que físicamente esta chica me despertaba.
Que idiotez... Si esta chica era así estando dormida... Como soportaría seis meses así...
Aunque sólo era físico... No había nada más... Yo no sentía nada por esa chica...