Rey sin trono
img img Rey sin trono img Capítulo 4 Conocer su lado altruista
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Capítulo 7 Lo que un hombre quiere img
Capítulo 8 Aplausos y felicitaciones img
Capítulo 9 Un mundo de Poder, codicia y traición img
Capítulo 10 Cuatro años más tarde img
Capítulo 11 Propuesta matrimonial img
Capítulo 12 Shumeyra conoce a Bastian img
Capítulo 13 Shumeyra conoce a quien llegaría a ser su futuro esposo. img
Capítulo 14 Una ceremonia de compromiso img
Capítulo 15 Estar de acuerdo, a la vez no. img
Capítulo 16 Tejiendo una trampa img
Capítulo 17 Shumeyra, la Princesa rebelde img
Capítulo 18 Tejiendo una traición img
Capítulo 19 Matar a traición img
Capítulo 20 Hacerse el desvalido img
Capítulo 21 Subir al trono img
Capítulo 22 Acusar img
Capítulo 23 Sentarse en el trono. img
Capítulo 24 Escaparse img
Capítulo 25 Escapar de la muerte una vez mas img
Capítulo 26 Reencontrarse con la Princesa Shumeyra img
Capítulo 27 Coronación de los reyes de Khawila img
Capítulo 28 Una cena reconfortante img
Capítulo 29 No siempre puedes hacer lo que se quiere img
Capítulo 30 Contar su historia img
Capítulo 31 Querer justicia o querer mostrar bondad img
Capítulo 32 Una nueva era de Gobierno img
Capítulo 33 El crecimiento de un pueblo va de la mano de su líder. img
Capítulo 34 No hace falta convencer img
Capítulo 35 La vida matrimonial del Rey Bastian img
Capítulo 36 Todos hablaban del Rey img
Capítulo 37 No hay solo un día soleado, a veces llueve también. img
Capítulo 38 Todos sorprendidos img
Capítulo 39 Ares y la criatura mística img
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Capítulo 4 Conocer su lado altruista

-Veo que conoces mucho de ciencia y política, sabes cómo funciona un gobierno y el reinado de un Rey. ¿De casualidad su familia es noble, solo así explicaría que tengas institutriz personal, ese lujo solo lo puede de tener un noble muy adinerado?-Aren el príncipe mayor pregunta con algo de admiración y enfoque a saber quién es esta persona.

-Soy huérfano de Madre, mi madre murió al darme a luz, sin embargo yo soy una persona muy común, mi padre no ha podido tener el tiempo suficiente para brindármela, por lo mismo digo que soy un hombre solitario que a aprendido de la vida lo que debería haber aprendido.

Sus ojos tomaron un brillo excéntrico al hablar de su Padre. Por supuesto el príncipe Aren se percató de ello. Siendo alguien tan analítico, creía que Bastian era un hombre que no se jactaba de su condición y que era alguien altruista que primero se preocuparía por los demás y que en la fila se pondría en el último lugar.

-Entonces, ¿Dí de quién eres familia?-Cuestiona Daven el príncipe muy encantador.

-No soy nadie importante, solo soy un ser que está en esta vida tratando de ser feliz, tratando de servir en algo a los demás.

Sonríe Aren ante la respuesta de Bastian y le vuelve a preguntar.

-¿Dónde vives? -Bastian sabía que si seguía hurgando en hacerles preguntas, pronto sabría su realidad, así que quería hablar de otros temas, pero resultaba que todos querían saber más de él, incluidos los guardias y capitán.

-¡Vivo en el ala Oeste del palacio!-Los príncipes abren bien los ojos para verle.

-¿Vives allí por que eres un sirviente? Te quieres lucrar para decirnos que vives en el palacio del gran Rey Ándraco?-La verdad era que Bastian y su institutriz seguían viviendo en el palacio Imperial, pero lejos de la presencia del Rey.

-"Mi Madre era la Reina Teya, la esposa favorita del gran Rey Ándraco, sin embargo no les diré que lo soy" pensó Bastian Alexander, el príncipe rechazado.

-Hago trabajos cuando se requieren. -mintió para mantener su integridad y su paz hasta ahora.

Aren, quien estaba fascinado por el joven Bastián, le dijo :

-Os lo invito a una gran fiesta en el palacio real.

Cuidado hermano mayor, ¿el príncipe olvida quienes somos?-Este es Daven reprochando a su hermano mayor.

-Bastian, él no es cualquiera. ¿Puedes ver más allá de lo que tus ojos quieren?

-Si acepta el príncipe mayor, me gustaría enseñarle a cabalgar a la vez tirar arcos de flechas.

-Bahh, ¿Ves hermano a lo que me refiero? Él se cree mejor que nosotros.

-Pues no está mal una demostración de sus proezas.-Dice el príncipe Aren.

-¿No le agrado al príncipe Egil? Entiendo.

-¿Que entiendes?-Cuestiona de manera Agria.

-"Que no a todos les puedo agradar"-El príncipe Egil resopla con mala gana.

Mientras le traen cuatro caballos fuertes y más grandes que otros caballos vistos.

-Mira, aquí te traigo estos sementales pura sangres, ¿Sería que puedas montarlo y controlar a estos pura sangres?

Dicho eso, Daven trata de montar en uno de los caballos de pura raza, pero el animal salvaje lo tira al suelo, él se levanta lentamente sobando su trasero.

El joven Bastian ante la mirada incrédula de los príncipes y los guardias que lo custodiaban hace un chiflido feroz a lo que los cuatro caballos resaltan y corren en dirección a él, algo tan poco visto por los jóvenes príncipes inexpertos.

Al ver llegar a los cuatro potrancos, Bastian hace otro suave chiflido que hace que los otros tres caballos tomen caminos diferentes para llegar a los demás príncipes, mientras el más salvaje de todos corre sin bajar su velocidad hacia el joven Bastian.

Éste se inclina y extiende los brazos para tomar de la cabellera extensa del caballo sin lastimarlo lo toma y en un empuje sube y se sienta sobre el caballo negro apodado el diablo, nunca se había dejado montar y los otros tres eran tan salvajes como este.

A lo lejos, por el gran ventanal, el Rey Ándraco mira la proeza del joven y pregunta a su general de guerras si sabe de quién se trata esta persona.

-No sabemos darle la identidad del hombre joven, majestad. El resto de los tres jóvenes son sus hijos los príncipes Aren, Daven y Egil.

Él rey pregunta a su consejero.

-¿Hay un espacio de dónde puedo verlos mejor?-Rápidamente asiente que sí. Lleva al Rey al otro extremo y de allí tiene una vista impresionante.

Mientras el Monarca está arriba mirando a los jóvenes, el joven desconocido sale cabalgando al único caballo salvaje que jamás nadie ha podido montarlo, el salvaje potranco no lo permite.

Aren era tan capaz como valiente, ha logrado montar a uno de los salvajes caballos, su Madre lo está mirando desde arriba y está con mucho miedo de que pueda caerse y ser lastimado, pero el logra tranquilizar al caballo, pues escucha el consejo de Bastian, este le dijo:

-Solo demuéstrale que le tienes confíanza, transmítele tu confianza, respira hondo y verás como tú caballo se tranquilizará.

Asi lo hizo, no sabía cómo o por qué, pero éste hombre joven le transmitía una verdadera confianza, sentía que podía aprender mucho de él. El caballo montado por el príncipe Aren, se había tranquilizado y estaba muy manso, su Madre sonrió con satisfacción plena, su hijo era el mayor, su hijo era inteligente, su hijo era observador, tenía un carácter suave a la vez fuerte, transmitía el liderazgo como ninguno de los príncipes.

Al momento de lanzar los flechazos, Bastian Alexander se enderezó y curvó ligeramente su espalda, apuntó al punto de flexión y lanzó tantas flechas cómo pudo.

Él estaba haciendo un excelente trabajo, el príncipe Aren aún no había practicado estas maniobras, ¿Cómo era posible que él lo hiciera sin ningún problema? Parecía pan comido para el Chico.

El joven Bastian Alexander había lanzado sus doce flechas y todas estaban en su objetivo, al contrario los del Príncipe Aren, ninguna había logrado llegar a su objetivo.

El Rey solo entrecerró los ojos, empezó a recordar a su bella Esposa, Teya, ella era princesa de un pueblo guerrero, muy ágil en flechas.

¿Qué relación tenía este joven con su hermosa esposa? Se cuestionaba mientras lo miraba, parecía que las facciones de este joven parecían mucho a su Reina muerta.

Enseguida ordenó.

-Cuando haya acabado las actividades de ese joven, tráelo ante mi.

-¡Si su magestad!

-Recuerden, no lo traigan a fuerza, si no que los invito a venir ante mi presencia.

-¡Enseguida su magestad!

Mientras tanto, en la arena, un príncipe Aren se sentía muy frustrado, él se acercó al joven Bastian y le dijo:

-¡No pude hacer lo mismo que tú, que verguenza! Que deshonor, si mi padre me viera.

-No se aprende con un primer intento, mi agilidad es de tantas y tantas prácticas, así que no te sofiques.-Dice Bastian sonriendo.

Bastian levanta su brazo a la altura del pecho apuntando hacia el frente y le dice :

Debes practicar tu agilidad, pero también tu equilibrio, para lograrlo, debes concentrarte, al hablarle así, Bastian había hecho enderezar al príncipe tanto cómo pudo palmeando sus brazos y dándole un enfoque recto y eficaz.

Al hacerlo varias veces, Aren había logrado significativamente dar el tiro al blanco.

-Sin dudas, eres un gran maestro, lo que me intriga es que eres tan joven.

-Sé que el Reino Morrison son tan buenos en tiros y Arcos, aprendiste de ellos? -Pregunta,

Aren, pero son interrumpidos por aplausos y ven acercarse a varias princesas que estaban reunidas con las hermanas princesas de los príncipes.

Aren volvió para mirar al joven Bastian, pero vió que éste se alejaba del resto de personas.

Quiso detenerlo, pero ya estaba rodeado por todos, él sintió nostalgia de Bastian, por qué se sentía cercano a él, no tenía eso con ninguno de sus hermanos príncipes.

            
            

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