Capítulo 5 : El bosque de los Elfos.

Era una zona del bosque, la cual se podría describir como un claro. Ya que, los rayos del Sol atravesaban las espesas copas de los árboles violentamente hasta llegar a la hierba de un color verde brillante. Esta zona también era conocida por la vegetación que allí habitaba. Los árboles, parecían tener más de mil años. Y estaba en lo cierto. Ese bosque no era uno común. Existía desde hacía siglos. Es más, mileños. Era muy bonito. Poseía equilibrio entre las plantas y el paisaje que se desarrollaba derredor.

Pero me sentía extraña cuando estaba allí. No sabía por qué. Sentí que ya lo conocía.

Shade me dijo que era común sentirse así, ya que aquel lugar promovía los sentimientos buenos de las criaturas y humanos, por eso, acudió en mí, esa sensación.

Los cuatro entramos y nos dirigimos hacía una zona del bosque más oscura. El Sol no penetraba con tanta intensidad en esa parte.

De repente, sentí una presencia. Como si algo grande y oscuro se encontrara en aquel lugar. No obstante, solo era una sensación, pero suspiré tratando de disipar aquella extraña energía y me concentré en el camino.

En el momento, un monstruo de 3 metros salió de entre los árboles. Tenía colmillos, garras, un cuerpo grotesco, era de color rojo, tenía dos cuernos en la frente y el cabello largo y negro. Los demás, se ubicaron en posición de ataque de repente.

Yo estaba espantada y nerviosa. Era la primera vez que me encontraba cara a cara con una bestia de esa índole.

El monstruo atacó. Shade esquivó el ataque y nos dijo que nos escondiéramos. Los tres le hicimos caso y nos dirigimos detrás de unos árboles que ofrecían una gran resistencia. Su madera era muy dura.

Entonces Shade utilizó un conjuro. O eso supuse, ya que exclamó una serie de palabras y luego, en su mano apareció una bola oscura que se movía frenéticamente. Esta, impactó directamente contra la gran bestia. Fue una técnica impresionante. De todos los años de los que transcurrí a una academia de magia, nunca había visto algo así. Sin embargo, el monstruo seguía de pie como si no le hubiese hecho nada el ataque de Shade. Y así fue, no le había hecho ni un pequeño rasguño.

Osiris y yo nos quedamos sorprendidos. Pues, la bestia debía de ser muy fuerte para aguantar un ataque directo como el de ella.

Sin embargo, Kahina no se veía sorprendida y nos comentó que se debía a que la criatura era del elemento de la oscuridad igual que Shade. Por eso no le impactó. Entonces, ella se puso delante de nosotros y también dijo unas palabras en un dialecto desconocido y luego un rayo de Sol que atravesó violentamente las copas de los arboles pulverizó a la bestia. Ese también había sido otro ataque espectacular.

Shade se quedó parada y no dijo nada. En señal de derrota, pero sin admitirla. Creo que era algo competitiva y no le gustaba que alguien le ganara, aunque bien jugado lo de Kahina. Cuando ella se estaba acercando a nosotros para ver si nos encontrábamos bien. En la inmensidad del bosque volví a sentir la misma presencia que cuando habíamos entrado en el lugar. Y entonces escuchamos una risita que venía de la copa de unos de los árboles.

Kahina nos iluminó y pudimos distinguir a una chica de cabello largo, que exclamó:

-¡Nos volveremos a encontrar!-Luego desapareció.

Ninguno pudo distinguirla bien.

Sin embargo creí notar un detalle en particular. Creí haberle visto alas. Tan grande fue la duda que decidí preguntarle a Shade. Ella me dijo que estaría soñando despierta o que el ataque de Kahina me afectó la vista. Luego, le pregunte a los otros dos y me dijeron que solo pudieron ver a una mujer de cabello largo, pero nada más. Allí fue cuando relacioné con lo que me había comentado anteriormente, Osiris. Sobre la sombra que lo atacó y lo que me dijo Ariadna, sobre el Ángela Negro. Aunque ella me dijo que ya debería de estar muerto.

Sin embargo tampoco sabía mucho, además su información no era muy confiable. Asimismo, que ella no sabía sí eran rumores o podrían tomarse como una información verdadera. Tal vez hasta era inventada para que fuera precavida y no me confiara. Si esa era su intención, lo había logrado con honores. Aunque si esa mujer no era el Caronte negro, ¿Quién sería, y la bestia era acompañante de ella? Demasiada coincidencia. Aunque ¿Por qué atacarnos? Tal vez sabía que éramos competidores y por eso decidió hacerlo. Que obsesión por atacar a los demás, solo por ser competencia, pensé entre mí.

No obstante, no tenía la certeza de nada. No sabía porque había relacionado aquellos comentarios sobre dos temas totalmente diferentes. Sin contar, el por qué había sentido aquella presencia o por qué había sido la única que le había visto alas.

Demasiados pensamientos e ideas juntas. No me dejaban razonar con tranquilidad. Además, nada me aseguraba que fuera ese tal "ángel Negro". Por lo que, no quise carcomerme más yo misma por algo, que por suerte no había terminado en una tragedia y nos sirvió para estar más atentos en el camino. Sin embargo, nos habían aumentado los nervios.

Recorríamos y recorríamos el lugar y no encontrábamos la salida. Había carteles que nos decían por dónde ir. Pero al parecer el camino era muy largo. Y Shade ya se estaba poniendo impaciente. Asimismo, Osiris reclamaba que los carteles estaban mal o que los habían puesto a propósito para que las criaturas se perdieran. Instigaba que el bosque estaba vendido a los contrincantes de la competencia que poseían poder. Y que así, nos terminaríamos perdiendo para nunca poder salir.

Sus comentarios negativos me estaban poniendo más nerviosa. Y tuve que aguantar las ganas de coserle la boca.

Kahina miraba y miraba. Cantaba una canción muy bonita. Pero Osiris lo arruinaba diciéndole que se callara y yo le recriminaba que él tampoco estaba muy callado y que molestaban más sus quejas que la hermosa canción de Kahina. Él, me dio a entender que mi opinión no contaba, ya que no tenía oído musical y me cuestionó el hecho de ser realmente un ángel. Porque los Ángelaes, supuestamente, son todos unos genios artísticos y musicales. Se dice que nuestra música es exquisita y tenemos buen gusto en lo ya dicho. Yo le respondí con un afirmamiento en la parte de que éramos buenos en los temas referidos a lo artístico y a lo estético, por lo que, Kahina era una futura artista con potencial.

Luego, cambiando de tema y con ganas de molestarme, me dijo que si me callaba me regalaba un beso. Pero, le conteste que preferiría besar a una de las momias que cuida en las pirámides y que eran más lindas que él. Este, me contesto que yo me parecía a lo que hace su caballo cuando le duele el estómago y me callé.

Sin embargo, estaba a punto de darle una bofetada por lo grosero que había sido hacía mi persona. Aunque, luego, recordé que para los egipcios los muertos son sagrados. Y caí en la cuenta que lo había insultado.

Además, Shade me estaba mirando con cara de asesina que me decía:

-¡Cállense o los mato!- Asentí con la cabeza y seguí mirando para otro lado. Solo había olvidado por un rato la tregua que había realizado con Osiris. y cuando lo recordé, alguien me deseaba la muerte con la mirada.

Al cabo de un rato, llegamos a una zona del bosque dónde había otro claro. Cuando lo vi creí reconocerlo. Me era demasiado familiar. Aunque el tratar de recordarlo duró dos segundos. Porque la dama de la noche me empujaba para que siguiéramos. Ya que estaba muy apurada por salir, y la que iba a matar a alguien allí, iba a ser yo, gracias a la señora impaciente.

Mientras tanto, seguimos por el mismo camino hasta encontrarnos con un marco de una puerta. Era dorado y redondo, con detalles en plateado y a su lado se encontraba Teodosio Umbrey. El más viejo de los Elfos. Es decir, su Rey y quién controlaba a quienes entraban en su bosque. Cualquiera podía entrar, pero el problema era salir.

Luego lo recordé. Quien entrara en su bosque, debía poseer buenas intenciones. Ser un humano o una criatura que rechazara al el mal y las tinieblas, distinto a una bestia. Ya que se las considera destructivas e impuras.

El anciano me miró y me dijo:

-Las criaturas pueden entrar a mi bosque, pero si poseen malas intenciones o son bestias, no los dejaré irse y tendrán que recorrer mi bosque por toda la eternidad, como si se tratara de un laberinto sin fin ¿Están dispuestos a realizar la prueba para salir de aquí?-Y luego nos señaló a todos. Los cuatro respondimos con un sí a coro y el viejo elfo levantó su bastón y lo señaló hacía Shade.

Caronte: Es una palabra que describe a los ángeles, es decir, un sinónimo, como también lo es neófito, para los vampiros y licántropo, para hombres lobo.

            
            

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