Capítulo 4 .

"Ignora las palabras ofensivas, porque el veneno solo duele si te lo tragas".

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El despertador puntual como de costumbre sonó a las cuatro y cuarenta. Tenía un ligero dolor de cabeza por acostarme demasiado temprano. Me senté para tratar de despertarme más rápido y me quedé en esa posición hasta que sonó el segundo a las cinco.

- No hay manera... - Fui a mi silla y camino al baño admiré las bolsas de basura que me perseguirán hasta el día en que logré sacarlas de aquí - Veré si el conserje puede ser lo suficientemente amable para conseguirlos para mí más tarde.

Dejé mis demonios atrás o llegaré tarde. Ayer no hice más que llorar. En el boxeo me lavé el pelo, desenredé y definí mis rizos, con calma volví y comencé el ritual de vestirme...

30 MINUTOS DESPUÉS...

- Vamos a otra tortura diaria... - Me preparé un café deseando comer huevos y no tenía - Necesito ir de compras.

Agarré mi bolso y todo lo que necesitaba para cuando llegue el chofer solo debo preocuparme de bajarme. Tomé mi café recordando que mi domingo fue un aburrimiento mezclado con lágrimas y lamentos.

Después de que todo estuvo listo, decidí bajar y esperar al conductor de la empresa. Tan pronto como llegué al conserje, el auto se detuvo y Rafa vino a ayudarme rápidamente.

- ¡Buen día! - Lo saludé.

Me puso en el asiento trasero y me ayudó con el cinturón de seguridad como de costumbre. De camino a la empresa decidí pedirle un favor.

"Me imagino que estarás muy ocupado Rafael, pero no puedo evitar pedirte un favor..." Le informé, poniendo mi pobre cara de pobre.

- ¿Puedes hablar, hay algún problema allá atrás Jazz? Me miró por el espejo retrovisor con expresión preocupada.

- No, en realidad necesito pilas para el control de mi televisor, hace unos días que no lo veo, ¿puedo comprarlo en esa tiendita de enfrente? - Asintió y hasta sentí un latido en mi cavidad.

Tan pronto como se detuvo, abrí mi bolsa para obtener la cantidad de acuerdo a mi necesidad.

- ¿Cuanto? "Le di cincuenta dólares.

- Por favor compre tantos como pueda con ese dinero, más vale prevenir que curar. Me dio una sonrisa amistosa y fue tras mis montones.

Minutos después regresó con una bolsa grande y pesada.

- Déjalo en el auto, yo seré quien te lleve a casa no tienes que cargar con ese peso. Negué con la cabeza.

"Me despedirán, ya esta hora del día estás más rotando buscando accionistas, así que creo que me iré temprano. - Declaré saber como un hecho posible.

"¡Vaya, qué pena, está bien entonces!" Me redirigió una sonrisa más cuando entramos al sótano.

Revisé la hora sabiendo que estaré deprimida una vez más hasta que dé la hora de la reunión.

- Suerte Jessie espero que siga así, de todos ustedes aquí eres el único que nos saluda y habla con nosotros... puedes estar seguro que te extrañaremos mucho. - Sonreí ante tu amabilidad.

- Gracias, yo también te extrañaré... - Le dije la verdad ya que me ayudan mucho y uno en particular Matteo a veces me acompaña al mercado.

Salí del auto y me dirigí al elevador y sonreí emocionado a mi bolso lleno de baterías, muriéndome por terminarlas todas.

Tomando lo mismo, me dirigí a mi mesa, la cual estaba vacía, respiré triste por la falta de la foto de mis padres. "¡Debería haberla dejado aquí!"

- Mamá y papá échenme una mano ahí, no me pueden despedir... - Dije mi oración y guardé con cuidado mi olla de oro. "De los males menores, quiero divertirme mucho hoy, ya que ese idiota de Den nunca me hizo ese honor".

Me desahogo tranquilamente sabiendo que estoy solo. De cara al ascensor en caso de que alguien entre y no me pille desprevenido.

"¡No sé por qué nació con una polla tan hermosa si esa mierda no sirve para nada!" De que sirve tener una herramienta así y no saber usar el equipo con maestría es poner celoso a cualquier chino ya que los rumores que corren es que tienen un pavo pequeño. ¡AY QUE ODIO!

De todos modos, solo sabiendo que mi vibrador bajará de tanto usarlo, aprovecharé mi tiempo libre para buscar en el sitio de compras y garantizar otros de inmediato.

"¡Así es Jazz, zorra depravada que llena la casa de pollas de todos los colores y tamaños!"

Me reí entre dientes al pensar en varios consoladores o decoraciones colgando por todo mi apartamento. - ¡Al diablo esto! Al igual que mi vagina, estoy segura de que tampoco tendré visitas en mi casa. ¡Seré feliz a mi manera!

- Aparentemente mi cavidad nunca volverá a sentir un pene real. Voy a perforar esas siliconas 3D en él - Me reí de nuevo ante eso. Ni siquiera parece que me vayan a despedir. Yo creo que con una bolsa de pilas mi día fue maravilloso - me alegro que ese idiota de Den se ofendiera si tuviera un dildo en casa y me diera un vibrador de esos masajeadores que son muy grandes para penetrar y hoy me voy comprarme uno nuevo que me va a volver loco en casa.

"Creo que solo compró eso para que no me pareciera a esos adolescentes que golpean algo en mi niña.