Mi Luna
img img Mi Luna img Capítulo 4 Detrás de ti
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Capítulo 10 Sin perdón img
Capítulo 11 Luna llena img
Capítulo 12 Solo mía img
Capítulo 13 No te alejes img
Capítulo 14 No hay vuelta atrás img
Capítulo 15 No temas img
Capítulo 16 Mi mate img
Capítulo 17 Vuelve img
Capítulo 18 No me dejes img
Capítulo 19 Lo que soy img
Capítulo 20 Lo que eres img
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Capítulo 4 Detrás de ti

-¿La conseguiste? -Carson le pregunto a Grace cabizbajo.

-Si, ya la conseguí -le tendió una tarjeta- no fue fácil, es a las 8 de la noche, de gala, ya hice el deposito de la beneficencia, habrá una subasta de joyas y autos... ¿estas bien Carson?

Su amigo se veía demacrado, con ojeras, el cabello desaliñado, el olor de sangre de animales en su cuerpo, lo hacía ver mas deprimente.

-No, Ellie no me quiere -la miro destrozado- mi luna no me quiere...

-Ven aquí -lo abrazo, no sabia como se sentiría ser rechazado por su pareja, el solo pensarlo la hizo temblar- dale tiempo, es muy bonita, tal vez fue engañada por un chico y ahora es precavida, solo sigue adelante, eres su pareja, ella debe sentir los mismo.

-¿Alguien la lastimo? -nunca había pensado en eso.

-Zach- lo llamo mentalmente.

-¿Que pasa? -se asomo por detrás de la puerta.

-¿Le paso algo a Ellie con un humano?

-No se -se rasco la cabeza- nunca eh olido sus fluidos -agrego pensativo, por el olor podrían saber si alguien había tenido sexo y hasta con quien, pero ella nunca tuvo ese olor- también los olores de otros en su cuerpo eran muy raros, nunca la vi salir con nadie o besarse.

-¿Entonces porque me aleja?

-Te ves terrible -lo miro sin dudar- debiste asustarla, aunque nunca la he visto intimidada -se veía pensativo- diría que no le gustas, pero como dijo Grace, son pareja, ella debe sentir algo hacia ti, aunque no tan fuerte como tu por ella... le pregunte a los de la manada que tenían parejas humanas, y estas dijeron que sintieron una atracción instantánea...

-¿Entonces? -Carson lo instigo a seguir hablando.

-Tal vez le es raro la atracción que siente por ti y por eso se toma su tiempo...

-¿Ella es así?

-No se, no se como es con sus novios -salto de un susto al escucharlo gruñir- no se si ha tenido novios...

-Deja de preguntar por su pasado, tu no eres un virgen, no exijas a una santa -Grace le golpeo el hombro- ve a bañarte si te ve así nunca saldría contigo, y por la Santa Diosa, dile a Lily que deje de venir aquí, me canso de echarla.

-Solo ignórala, ya le dije que no viniera mas.

-No vendría si no hubieras usado la casa de la manada como tu putero -se cruzo de brazos molesta.

-Solo fue ella, no exageres.

-A Ellie le encantaría saber eso.

-¡No la metas en esto! -grito molesto.

-¡Grace! -Zach la reprendió.

-Bien -levanto las manos- me callo, solo dile que no vuelva a venir, si traes a Ellie y la ve aquí, te aseguro que Lily podría lastimarla o Ellie pensaría que eres un mujeriego.

-No pasara.

Subió las escaleras molesto, el solo hecho de pensar que podría herirla lo asusto, después de la fiesta hablaría con Lily, sus encuentros habían terminado desde el momento en que supo que su mate estaba cerca, pero ella seguía viniendo e insistiendo, al principio no la reprendió por que su pareja había muerto hace tiempo, pero si ella significaba un problema para Ellie, la mataría sin dudarlo.

Cuando se monto en el auto eran poco mas de las 7, se miro por el retrovisor, se volvió a arreglar el cabello, estaba nervioso, ella se había ido el día anterior, no sabia que podía decirle para hacerla ver que era sincero. Al llegar a la fiesta, en un exclusivo hotel, se bajo del auto frente a varios fotógrafos, los ignoro por completo, al entrar la busco con la mirada.

-Señor Dunn, es raro verlo en este tipo de fiesta -una mujer de unos 30 años se acerco.

-Señora Lee, un placer verla.

-Dime Señorita, no soy tan vieja -se rio con coquetería- ¿un objeto de la subasta es de su interés?

-No, vine por algo mejor -sonrió- me disculpo, debo de ir a buscarla.

Paso por su lado sin prestarle mas atención, no tenia tiempo para sus juegos, mientras seguía caminando un dulce olor invadió sus sentidos, acelero el paso, siguiendo su anhelo, la encontró rodeada de un grupo de hombres, ella tenia un vestido rojo oscuro, cubriendo sus pechos y cuello pero, con un escote pronunciado en la espalda, y una apertura en la pierna, sonreía mientras conversaban, los celos hirvieron dentro suyo, quería ir y arrancarles los ojos por mirarla lascivamente, respiro para calmarse, se concentro en escuchar lo que decían.

>>Solo es trabajo, no debo alterarme, eso la asustara<<

Con pasos decididos se acerco ellos, ella estaba traduciendo del ingles al chino, en un momento sus ojos se encontraron, Ellie tartamudeo al verlo, se aclaro la garganta y prosiguió sin perderlo de vista, sonrió al pensar que su presencia la ponía nerviosa, se veía adorable a sus ojos, los siguió mientras el grupo se movía por todo el salón de baile, en un momento comenzó la subasta, ella lo observaba sin perderlo de vista, le gustaba como lo miraba.

-Parece que no es un objeto lo que buscaba -la señora Lee se acerco con una sonrisa- es muy hermosa, es la traductora del señor Harrys, aunque nunca se sabe si es solo eso -se rio.

-¡Cállate o te arranco la lengua! -la miro indignado, si no fuera porque estaban en publico la hubiera matado por hablar así de su luna.

-¡S-señor Dunn!

-Vete a otro lado a buscar a quien cogerte -la ignoro y siguió persiguiendo a Ellie, quien lo miraba con una sonrisa.

Cuando comenzó la subasta los puestos estaban apartados, no podía amenazar a las personas para sentarse junto a ella, estaba una fila detrás de ella, no presto atención a la subasta, sus ojos solo estaban en ella, por lo que escuchaba, solo traducía sus conversaciones, pero si en algún momento se le insinuaba mataría al bastardo. La subasta termino sin darse cuenta, estaba cansado de esperar, cuando pensó en hablar con ella los escucho despedirse, parecía que su trabajo estaba listo, la vio caminar por un pasillo, la siguió sin esperar mas, su olor lo hipnotizaba, casi corrió detrás de ella, al girar en la esquina la vio parada.

- ¿Por qué me sigues? -pregunto la joven mientras inclinaba la cabeza, estaba a un lado del pasillo con los brazos cruzados, esperándolo.

-Porque quiero estar contigo. Quiero ser en quien confíes, que me cuentes todo de ti -se acerco sin dudarlo, acaricio su mejilla, rozo sus labios con su pulgar.

-Primero deberías dejar de perseguirme, no me gustan que me acosen -lo miro impasiblemente.

-Estoy en una fiesta de beneficencia, es una casualidad encontrar a la mujer de mi vida aquí.

-¿Si?, ¿hablas de la mujer que se te insinuó? -levanto una ceja divertida- te gustan mayores.

-Nunca la he tocado -frunció el ceño- y desde que conocí a cierta chica, ya nadie es suficiente, no importa que haga, soy tuyo, deberías de hacerte responsable, Ellie -se acerco mas a ella, sabia que debía controlarse, pero, su luna se veía hermosa, quería hacerla suya- se mía, Ellie, se mía como yo soy tuyo -ella retrocedió intimidada por sus palabras.

Aprisiono su cuerpo contra la pared, ella lo miraba desde abajo, aun con sus tacones él era una cabeza mas alto que ella, su aliento rozaba su cuello y pecho, su respiración se acelero a ese estimulo, tomo su rostro, hundiendo sus grandes mano en su cabello, sin poder controlarse la beso con urgencia, mordió sus labios con deleite, invadió su boca sin piedad, presionando su cuerpo con el suyo, bajo una mano y sostuvo su cintura, subiéndola para sentirla mas cerca. El calor y la electricidad recorría cada parte de su cuerpo que era tocada por Ellie.

Sin saber cuando, ella envolvió sus manos en su cuello, jalándolo mas hacia si misma, tiro de su cabello con fuerza, Carson soltó un gruñido por su brusquedad, Ellie levanto una pierna y la enrollo en su cintura mientras que bajaba una mano y apretaba su trasero, la fricción de sus cuerpos le causaba escalofríos, quería devorar cada parte de ella, sin poder evitarlo mas bajo sus manos y la cargo, sosteniéndola por su trasero, ella envolvió sus dos piernas en su cintura, Carson restregó su erección contra su ropa interior, quería hundirse en ella, podía sentir las uñas de Ellie clavarse en su espalda, mordió sus labios con deseo, quería destrozar su vestido, deseaba besar su cuello, cuando pensó en romper su ropa para morder su cuello ella se detuvo, alejándose.

-N-no, puede venir alguien, espera -sus mejillas sonrojadas, sus labios con marca de mordidas y sus ojos empañados, la hacían ver seductora.

-Nadie vendrá -susurro a su oído, pero justo en ese momento escucho pasos lejanos, maldijo internamente, no quería soltarla- vamos a una habitación.

-No, ya me tengo que ir -aparto la mirada- bájame, alguien nos puede ver...

-Te llevare a tu casa -beso su mejilla, ahora que la había besado no podía reprimirse mas- ¿trajiste tu auto? -susurro contra sus labios, la dejo en el piso.

-No, me trajeron -miro al suelo avergonzada.

Podía escuchar su ritmo cardiaco acelerado y el olor de su excitación, inundando sus sentidos. Tomo su mano y la guio a su auto, si la llevaba podría visitarla siempre que quisiera sin parecer un acosador por haber investigado sobre ella, mientras conducía respiraba lentamente para calmarse, su aroma impregnaba cada espacio del auto, tuvo que luchar para no estacionarse y marcarla.

-Es aquí... -señalo la casa de la esquina.

Vivía en un vecindario para personas pudientes, todas las casa tenían el bosque detrás, algunos tenían cercas para tener su propio jardín y otros solo decoraban sin limitar el espacio, se alegro de ver que su casa no tenia una cerca, podía visitarla en la noche.

-Gracias por traerme Carson.

-¿Eso es todo? -la miro triste- te traje a tu casa, ¿no podrías ofrecerme algo para beber?

-B-bueno -se arreglo el cabello pensativa.

-¿Tus padres se molestarían?

-Ellos no están.

-Entonces aceptare una taza de té -se bajo del auto sin esperar a que ella lo rechazara- tengo mucha sed, use mucho mi lengua hoy.

Ellie lo miro sorprendida por lo que decía, se giro sin mirarlo, pudo ver sus orejas sonrojadas, ella murmuro que pasara a su casa, al entrar el espacio era enorme, de concepto clásico, fue a la cocina, al verla estirarse para agarrar una jarra de té de la dispensa, se le acerco, aprisiono su cuerpo con el suyo mientras tomaba la jarra, bajo la cabeza y le susurro al oído.

-Es muy alto, mejor te ayudo -tanteo su cintura con sus manos, cuando bajo mas su rostro para besarla ella giro su rostro.

-Si, gracias, es muy alto.

Lo ignoro, preparando el té, mientras se lo ofrecía Carson sonreía contento.

-Dijiste que pintabas, ¿puedo ver tus pinturas?

-Están en mi cuarto, las bajare para que las veas -tomo un sorbo de su bebida.

-O podemos subir y verlas en tu cuarto.

-No creo, mi cuarto tiene una cama.

-¿Ese es un problema? -cuando la vio asentir soltó una pequeña risa- no es necesario una cama para hacer ciertas cosas.

>>Tan tierna, solo mía<<

-¿Podrías parar? -se paso una mano por la cara.

-¿Quieres que pare? Solo quiero ver tus pinturas -sonrió inocentemente.

La escucho suspirar, se dio la vuelta, diciendo que la siguiera, intento no pensar en nada lascivo, pero su espalda estaba completamente descubierta, quería dejar besos y chupetones por toda su piel, su habitación estaba en el primer piso, al entrar estaba decorada en tonos blancos y grises, tenia una gran ventana que daba al bosque.

>>Bien, podre entrar por ahí<<

-Estas son las pinturas mas nuevas, las viejas están guardadas en un almacén.

Vio una por una, le gustaban, todos eran paisajes, la que mas llamo su atención era la de un bosque en la noche, iluminado por la luna, había un niña debajo, de pie, contemplando la luna, parecía ser lo que ella veía desde su ventana.

-¿Me regalarías esta pintura? -la tomo con cuidado.

-¿La quieres? Puedes llevártela, no me importa.

-Gracias -sonrió feliz- gracias Ellie.

-Solo es una pintura -se quito los tacones- ya es tarde, deberías de regresar.

-¿Solo así? -la miro deprimido.

-Si, solo así, vamos -señalo la puerta.

-Pensé que habíamos avanzado -se acerco a ella.

-¿Qué haces? La puerta esta del otro lado.

-Apretaste mi trasero y me jalaste el cabello, me duele tanto...

-¿De que demonios hablas? -se sonrojo.

-¿Me usas y me dejas? -se detuvo delante de ella- no puedes besarme, tocarme y después dejarme, mi Diosa, ¿qué hice mal para merecer tu rechazo? -pregunto mientras se arrodillaba delante de ella- puedes usarme como quieras pero no desecharme -tomo su mano y la acaricio con su mejilla.

-¿Q-que dices? -Ellie tenia el rostro completamente rojo por la vergüenza.

-Digo que tienes que hacerte responsable de robarme el corazón, puedes hacer lo que quieras conmigo, pero no dejarme -beso la palma de su mano.

-Estas loco...

-¿Quieres ver aun loco llorar por ti? Porque tu rechazo me lastima, llorare a gritos, Ellie, los vecinos escucharan y te meterán presa por robarme el corazón, por lastimar a un inocente... -la miro con sus grandes ojos- si no me aceptas llorare, Ellie, y sabes que no hablo de solo sexo, quiero mas que eso Ellie, quiero mas...

Ella lo miro como si estuviera loco, cuando abrió sus labios lo miro tomar un gran respiro como si se preparara para gritar.

-¡No grites! -tapo su boca, la miro triste, rogándole con los ojos- lo pensare, pero no lo hare si haces un drama en mi casa -Carson sonrió como un demonio y la cargo por la cintura- ¡ah! ¿qué haces? Bájame.

-Mi Diosa me acepto -hundió su rostro en su cuello, respirando su aroma.

-Dije que lo pensaría -lo rectifico.

-Es lo mismo -se sentó en la cama con ella sentada encima de él- tienes un hombre apuesto, fuerte y rico como tu esclavo, ¿por qué no me aceptarías? -acaricio sus muslos a través de la apertura del vestido- un hombre que esta enamorado de ti -la miro seductoramente.

-Un hombre que quiere cogerme -se cruzo de brazos- deberías de ir lento.

-¿Lento? -se giro y la aprisiono contra la cama, se posiciono entre su piernas y comenzó a moverse lentamente- ¿así?

-N-no... -intento quitarlo, pero él la sujeto de las manos y mordió el lóbulo de su oreja, soltó un pequeño gemido sin querer- no es justo...

-Lo se -susurro a su oído- quiero morder tu cuello pero tu vestido me estorba, no es nada justo.

-¿Qué? -su corazón se acelero, se veía feliz y asustada al mismo tiempo-. Eres un... -se mordió los labios enojada.

-¿Un cretino por no complacerte? -la miro divertido- tus deseos son ordenes.

Ellie le iba a preguntar que quería decir, pero Carson ya se había bajado hasta su entrepierna, le arrebato la tanga y sin importar sus quejas comenzó a lamer y chupar su intimidad.

-¡No! -sujeto su cabello con fuerza mientras gemía- ahg, no... malo... ¡aahg!

Sus jadeos y el aroma de su excitación invadía toda la habitación, sostuvo sus muslos con fuerza para que no se moviera, metió tres dedos dentro de ella mientras lamia lentamente.

-Basta... -jadeaba como si pidiera mas- aahh...

Ella mecía las caderas a su ritmo, mordió su muslo, Ellie soltó un grito ahogado, su interior succionaba y apretaba sus dedos sin parar, ella se estremeció, podía sentir su orgasmo cerca, aumento la velocidad, ella tiro mas de su cabello, su espalda se arqueo, no podía controlar lo que venia, en un grito se dejo llevar, cayendo en la cama sin fuerzas, sus ojos estaba vidriosos y sus mejillas sonrojadas, Carson lamio todo su néctar sin perder una sola gota, la miro con ojos hambrientos mientras se lamia los labios.

>>Mía, solo mía<<

Se inclino y la beso tiernamente mientras buscaba quitarle su vestido, quería desnudarla cuanto antes, Ellie respondía a cada caricia suya, su respiración estaba agitada, sin esperar mas se desabrocho el pantalón, quería hacerla suya, cuando se inclino encima suyo escucho la puerta abrirse ambos se miraron a los ojos, Ellie se levanto y lo empujo.

-Sal por la ventana, ¡vamos! -lo arrastro sin esperar mas.

-¿Qué hare con esto mi Diosa? -se miro la erección que presionaba su bóxer.

-Hazlo tu solo, vete, no te pueden ver aquí.

-Mala, fuiste la única que se divirtió -hizo pucheros.

-Yo no te pedí que lo hicieras -miro a la puerta- Carson Dunn, si te ven aquí me las pagaras, te lo advierto -lo amenazo con el puño.

-Me voy -le dio un beso en los labios, corrió a tomar la pintura que le regalo- te visitare en la noche.

-No vengas.

-Te amo, Ellie, espérame -se despidió con una sonrisa mientras abría la ventana y se escabullía.

            
            

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