-¡Ellie! -se dejo ir, un lascivo liquido blanquecino estaba esparcido en su mano y pantalones, su respiración estaba agitada- Ellie...
Se toco sus labios, todavía quedaba rastros de su olor en ellos, suspiro, no quería alejarse de ella, se lavo las mano y se cambio de ropa, fue a su estudio, tenia trabajo que hacer, en la noche iría a verla, en su camino vio a Zach.
-¿Volviste?, ¿cómo te f- -sus ojos cambiaron al percibir un olor- ¿la tocaste? ¿no la obligaste verdad?
-Es mi pareja, no la obligaría a nada -frunció el ceño.
-Te conozco Carson, ¿le preguntaste si quería? -lo miro indignado.
-Es nuestra vida privada, no es de tu incumbencia -levanto una ceja molesto- y en ningún momento dijo que no.
-¡Pero eso no significa que dijera que si, eres un bastado! -lo miro enojado.
-Cuidado con tus palabras -lo sostuvo por el cuello y lo golpe contra la pared- soy tu maldito alfa, no lo olvides -siseo molesto.
-No puedes tratarla como si fuera una de nosotros, ella no entiende -lo miro sin querer ceder- ella es mi amiga, y tu no sabes ni una mierda de ella, no puedes ir y joderle la vida solo por tu egoísmo.
-¡Ella es mi luna!, ¡es mía, zach!, ¡mía! -lo volvió a golpear contra la pared mientras gritaba.
-¡Carson! -Grace grito al verlos- aléjate de él -corrió y alejo a su pareja, ocultándolo detrás de ella- ¿qué mierda estas haciendo? -su sentido protector estaba alerta.
-Pregúntale a tu maldito omega, siempre olvida su lugar.
-Ella no es tu juguete -agrego Zach desde atrás, pero Grace lo sostuvo para que no se moviera.
-¿Qué pasa aquí?
-Solo huélelo.
-¿Qué? -olfateo un poco el aire, sintió el olor de Ellie en los labios de Carson, y parecía ser de sus fluidos íntimos, no entendió cual era el problema, eran parejas, debían de haber arreglado sus problemas muy rápido, eso era bueno- ¿Cuál es el problema?
-¡Él no pidió su opinión para hacerlo! -lo fulmino con la mirada.
-Soy su maldita pareja Zach -su respiración era pesada- sabría si odiara que la tocara.
-¡No lo sabes!, ¡ella no te ha contado nada! No tienes derecho a tocarla -sentía su garganta arder al pensar en Ellie.
Grace lo miro confundida, podía sentir las emociones de su pareja, estaba triste, preocupado y enojado, no podía entender porque se sentía así solo porque ellos habían tenido intimidad.
-¿Qué quiere decir Zach? Cariño, no entiendo tus emociones, estas muy alterado, ¿hay algo que no sepamos sobre nuestra luna?
Como si hubiera dado en el clavo Zach se callo y la miro asustado, se limpio los ojos.
-Olvídalo, no es nada, s-solo pide su opinión antes de hacer cualquier cosa -se dio la vuelta y se fue en un parpadeo.
Carson intento detenerlo, quería saber que escondía sobre Ellie, pero Grace lo detuvo.
-Déjalo, esta alterado, y aunque lo tortures no hablara, sabes como es... -ella se veía preocupada, podía sentir los sentimientos de su pareja.
-Me esta ocultando algo sobre ella.
-Si, pero debería de ser la luna quien te lo diga -lo miro- debemos hablar de tus arrebatos de furia, no puedes lastimar a mi pareja Carson.
-Hablo de mi luna -la observo impasible- tu le arrancaste la lengua a quien insulto a Zach, me contuve lo suficiente, Grace -mientras entrada a su estudio agrego- envía a los mejores hombres a vigilar la casa de Ellie, quiero vigilancia las 24 horas, los 7 días de la semana, si alguien se acerca a menos de dos metros de ella me avisan, quiero informes diarios, cualquier dato recurrente me lo tienen que hacer saber al instante, incluso si se lastima un solo cabello.
-Si alfa -lo dejo solo y se fue a ver a su pareja, pero sintió un olor molesto en la puerta principal, tomo el pomo y la abrió sin esperar- Lily, ¿no te dije que no volvieras?
-¿Quién eres tu para echarme? Quítate, vengo a ver a Carson.
-Alfa Dunn -la corrigió, solo ella y Zach podían llamarlo por su nombre- él esta ocupado.
-Nunca para mi -sonrió y paso por su lado.
Grace no la detuvo, Carson estaba de mal humor, seria divertido verla sufrir. Sin saber sus pensamientos Lily camino emocionada hacia su oficina, estaba un poco irritada porque no la había tocado desde hace meses, surgió el rumor de que había encontrado a su pareja, pero en todo ese tiempo no la había marcado, tal vez solo era otra loba que se metió entre sus sabanas, si la encontraba la mataría, no lo dejaría ir.
Carson estaba leyendo los informes de la empresa, estaba de mal humor, lo que había dicho Zach lo seguía molestando, Ellie en ningún momento se rehusó, podía oler su excitación, ella correspondió a sus caricias, eran parejas, era normal responder al otro, no se lastimarían entre ellos, pero aun así Zach se negaba a decirle lo que sabia, suspiro frustrado, un golpe en la puerta lo distrajo de sus pensamientos, se masajeo la frente, ya sabia quien era por el aroma.
-¿Qué haces aquí?
-Vine a verte -abrió la puerta sin esperar mas.
Lily era una loba de una manada cercana, había perdido a su pareja hace tiempo, y hace mas de un año habían comenzado sus encuentros, era alta, con el cabello marrón corto hasta los hombros, ojos color miel y labios finos, tenia mas de 30 años. Camino seductoramente hacia él, rodeo sus hombros desde atrás lentamente.
-Me he sentido muy sola -susurro con voz juguetona- hazme compañía...
-Te dije que se termino -le quito las manos, levantándose de su asiento, abrió la puerta de nuevo y sentencio- vete, no vuelvas.
-¿Por qué? Ni siquiera tienes una pareja -se detuvo un momento, captando mas detalladamente el olor, frunció el ceño- ¿quién es ella?, ¿con que sucia loba te estas acostando?
-Lily, no estoy de humor, ¡vete! -dejo salir su aura de alfa, presionando contra ella sin dudarlo.
-¡Ag! -gimió de dolor, la sofocaba- me iré... -logro susurrar a duras penas.
-No vuelvas.
Mientras caminaba hacia la puerta vio a Grace esperándola, con los brazos cruzados y una sonrisa, quería arrancarle la cara, ella debía de saber que Carson estaba molesto, por eso la dejo pasar, salió azotando la puerta, había captado el olor, sabia que era de una mujer, sentía su sangre hervir, por eso no la había buscado, otra se le había adelantado.
El tiempo paso lento para él, eran las 10 de la noche, quería verla, sin dudarlo mas fue a buscarla, dejo su auto lejos, escondido dentro del bosque, dejo su ropa y se transformo, se escabullo hasta el jardín de su casa, miraba intensamente hacia su ventana, sabia que podía estar durmiendo, pero aun así no podía evitarlo, solo deseaba ver su rostro, como si la Diosa escuchara sus suplicas, la vio, Ellie abrió las cortinas, se sentó al borde de la ventana con una taza en las manos, miraba hacia el bosque, Carson quedo hipnotizado, ella solo tenia un diminuto short y un sostén, miro su cuello, en donde quería marcarla, su cabello cubría gran parte de este, escucho su celular sonar.
-Hola pequeña, ¿cómo estas? -la voz de hombre le pregunto.
-Bien, estaba conversando con el chihuahua -ella sonrió al escuchar su voz.
-¿Te va bien en la universidad, en el trabajo?
-Si, todo bien, te extraño, ¿estas bien?
-Si, estoy bien, solo quería saber como te sentías, si me necesitas solo llámame.
-Esta bien, adiós, buenas noches.
-Buenas noches pequeña.
Carson escucho su conversación sin ningún problema, sentía todo su cuerpo arder de celos, quería arrebatarle el celular, destrozar a la persona que la llamaba, luchaba en contra de sus instintos, la vio cerrar la cortina, y por el sonido, ella se estaba acostando a dormir, espero hasta que su respiración fuera leve, cuando se aseguro de que estaba dormida se metió silenciosamente a su cuarto, ella estaba tendida en su cama, cubierta por una fina sabana, sin saber cuanto tiempo la miro, acaricio su mejilla y se fue.
-Carson, ¿podrías dejar de caminar de un lado a otro? Harás una zanja en el piso -Grace se masajeaba la frente- solo búscala y pídele el maldito numero, así la llamas y dejas de comportarte como un maldito acosador.
Habían pasado varios días, siempre que visitaba a Ellie, ella estaba dormida, no quería despertarla, y aun si tocaba la ventana ella no se movía, incluso fue a buscarla a su universidad pero ella siempre estaba con prisas, sabia por sus hombres que solo iba a su casa y se quedaba encerrada, pero aun así se sentía intranquilo, la conversación que escucho la semana pasada seguía en su cabeza.
-No he tenido la oportunidad de pedirlo -murmullo molesto- y tu lindo lobo no me lo quiere dar... ¿sigue molesto por lo de la otra vez? -la miro al recordarlo- no me ha hecho mas té...
-No es tu sirvienta, te los hacia por lastima, yo soy la única para él -sonrió feliz-. Ha estado triste desde ese día, no me quiere decir nada, y creo que es mejor darle su tiempo.
Suspiro al escucharla, se rasco la cabeza incomodo, no le gustaba cuando le ocultaban cosas y mas si eran sobre su pareja, pero no podía forzarlo, aunque era molesto, Zach también era su amigo, miro la hora, eran las 8 de la noche, pensó en ir mas temprano a su casa, quería verla, tomo su auto y se fue, y como los otros días se estaciono dentro del bosque, se quito la ropa y se transformo, corrió hacia su casa, pero un olor lo detuvo a medio camino, era Ellie, ella estaba cerca, olfateo el aire, emocionado fue en su búsqueda.
>>Ellie<<
Ella estaba de pie en medio de un pequeño lago, miraba el paisaje, su cabello desatado, y un camisón blanco, de cuello alto, cubriendo sus hombros y cuello, estaba descalza, al escuchar el ruido se giro, lo miro sin inmutarse, Carson sintió miedo, fue cuando se dio cuenta que estaba en su forma de lobo, su pelaje era marrón oscuro, era enorme, del tamaño de un oso, debió de asustarla, temeroso olfateo el aire, pero no percibió nada, se concentro en sus latidos, pero estos estaban normales, solo un poco acelerados, pero a medida que los escuchaba se iban calmando, la miro sin saber que hacer.
-No sabia que habían perros tan grandes por aquí -susurro ella, camino hacia él- ¿no me vas a morder? -Carson negó con la cabeza- que chico mas inteligente -se rio, llego a su lado y acerco su mano, dejando que la oliera- te voy a tocar, no me muerdas.
Carson se quedo inmóvil, no quería hacer nada que la asustara, ella estaba acariciando su cabeza, al ver que no hacia nada comenzó a acariciar todo su cuerpo, comenzó a gemir y a retorcerse por su toque, como si fuera un perro.
-Que bonito, estas domesticado, ¿te escapaste de tu casa? -tomo su cabeza en sus manos, el lobo volvió a negar con la cabeza, se lanzo encima de ella y comenzó a lamer su rostro- ¡ah! Para -su risa resonó por todo el bosque- me haces cosquillas.
No podía detenerse, en su forma de lobo sus instintos se intensificaban, quería lamerla, tocarla, le gustaba que ella lo acariciara, si ella quería que fuera su perro con gusto lo seria.
-Basta cachorro -lo miro divertida- hey, acabo de leer un libro de hombres lobos -lo miro juguetonamente- ¿no serás un humano disfrazado que vino a reclamarme como su reina? -se rio mal alto. Carson se petrifico al escucharla- eres muy grande, ¿alfa? -el lobo se asusto con sus palabras-, pero eres muy tierno, te llamare pequeño alfa -frunció el ceño internamente, no era tierno, era intimidante, ella abrazo su cuello- siento que si sigo hablando me pasara como a la princesa y el sapo, tu hablaras y terminare corriendo asustada -se levanto del suelo- bueno, te adoptare, vamos.
Carson la miro sin comprender, pero aun así la siguió, abrió la ventana y salto, le hizo señas para que saltara igual que ella, sonrió internamente, podría demostrarle que tan ágil era, sin mucho esfuerzo hizo lo que pidió, entro a su cuarto.
-Saltaste, que lindo -lo abrazo de nuevo- serás mi compañero de escapadas, como eres grande, te dejare todo el día en el bosque, en la noche tienes que venir y hacerme compañía -se rio de nuevo- tu deber es alejar a los hijos de puta que intentan acercarse -el lobo asintió feliz al escucharla- el primero es Carson -el lobo bajo sus orejas triste, y retrocedió- debes de morder su trasero si lo ves, dijo que vendría y no ha venido, pero si viene lo muerdes.
Carson no comprendió, ¿esta molesta porque no vine?, ¿o molesta porque vendré? Ella ignoro los gemidos de tristeza del lobo y fue a lavarse los pies, al regresar se acostó en la cama, le hizo señas para que se subiera, le hizo caso, pero después se arrepintió, ella lo abrazo con todo su cuerpo, como si fuera un peluche.
-Pequeño alfa -susurro- recuerda morder a quien se acerque, un día te llevare a mi universidad, necesito que muerdas varios traseros.
Resoplo al escucharla, asesinaría a cualquiera que se le acerque. Desde ese día siempre la visitaba en su forma de lobo, se mantenía a su lado como un perro fiel, esa cercanía lo hacia sentir especial, podía ver un lado de ella que nunca mostraba, se reía y hablaba todo el tiempo, normalmente un aura de calma y madurez la rodeaba, había entendido lo que Zach decía sobre que sus ritmos cardiacos rara vez se alteraban, siempre estaba en calma, se alteraba cuando el se acercaba, pero siempre los dominaba, se controlaba. Ese día estaba durmiendo a su lado, pero sus quejidos lo despertaron, la miro aturdido, podía escuchar su ritmo cardiaco subir, sudaba a mares, olio su miedo, desesperado por despertarla lamio su rostro, pero ella seguía sin abrir sus ojos, la movió con su hocico, antes de que cambiara a su forma humana, ella se despertó.
-¿Eliot? -lo miro con los ojos aguados, como si recordara donde estaba cerro los ojos y abrazo al lobo a su lado, respirando hondo.
Carson se quedo quieto, ella lo abrazaba con fuerza, sentía como luchaba por controlarse.
>>¿Quién es Eliot?<<
Paso mucho tiempo antes de que su ritmo cardiaco se calmara, lo soltó suavemente y se quito la pijama sudada, quedando solo en ropa interior, se quedo mirándolo, ella estaba sentada en la cama, la luna iluminaba una parte de su cuerpo, y fue en ese momento cuando por fin pudo ver su cuello, fue cuando lo vio, su luna, su mate, su pareja, su Ellie, ella ya tenia una marca de parejas en el cuello, como si notara su mirada ella toco su cuello.
-Hace mucho tiempo alguien me mordió, dejo una marca -sin decir mas se dio la vuelta y volvió a dormir.
Carson se quedo inmóvil, su respiración se descontrolo, no podía seguir estando cerca de ella, sentía que podía enloquecer, salto por la ventana y corrió desenfrenadamente hacia su casa, olvido su auto, tenia que drena todo lo que sentía, aullaba como si le hubieran arrancado una parte de él, al llegar sentía que podría colapsar en cualquier momento, se transformo y camino inestablemente hacia la entrada, quería desaparecer.
-Carson... ¿estas bien?, ¿qué paso? -Zach lo vio tambalearse en las escaleras.
-¡Tu! -al mirarlo se enojo, subió y lo tomo del cuello, golpeándolo contra la pared- ¡Tu lo sabias! ¡lo sabias y no me dijiste! -sus ojos estaban rojos, con lagrimas amenazando con salir.
-¡Carson! -Grace grito al escuchar la conmoción.
Carson lo lanzo por las escaleras, Zach cayo encima de una silla, haciéndolas trizas, lo miro con culpa, sin decir nada. Al verlo así se abalanzo encima de él, pero Grace lo sostuvo de los brazos, ella se estaba esforzando, detener a un alfa no era fácil, por naturaleza tenían mas fuerza, sudaba por el esfuerzo, pero su amigo no paraba de gritar y sacudirse.
-¡Cálmate!, ¡Carson cálmate! -no entendía que había pasado- ¡Zach!, ¡¿qué paso?!
Grace llamo mentalmente a Thomas, era uno de sus mejores guerreros y mas cercanos al alfa, sin perder tiempo corrió hacia la casa de la mana, pero al llegar se sorprendió al ver a la beta sostener al alfa de no matar a su pareja.
-¡Ayúdame a sostenerlo! -Grace le grito desesperada.
-¡Alfa! -Thomas lo sostuvo de uno de sus brazos, miro a Grace buscando respuestas, pero esta no sabia nada.
-¡Lo sabias y no me dijiste! -sus gritos parecían los de un animal herido.
-¡Carson basta! -Grace sentía que arrancaría sus brazos por la fuerza que ejercía.
-¡Sabias que ya la marcaron! -su garganta le ardía, las lagrimas corrían por su rostro.
-¿Qué? -Grace dejo de sostenerlo un momento por el impacto, pero solo eso fue suficiente para que Carson se tirara encima de Zach.
Carson fue hacia la garganta de su amigo, quien seguía acostado en el piso mirándolo con tristeza, lo levanto.
-¡¿Porque?! -grito- ¡¿ya lo sabias?!
Thomas y Grace se quedaron quietos, porque sabían a que se refería, ¿a quien mas marcarían si no fuera una pareja?, la respuesta era clara, alguien había marcado a su luna.
-Lo siento Carson -solo pudo decir eso.
-¿Por qué? -lo soltó, se tambaleo hacia atrás, su voz era como un susurro.
-Zach... -Grace trago saliva antes de proseguir- ¿m-marcaron a nuestra luna?
-Si... -la miro asustado.
-¿Quién se atrevió a hacer eso? -Thomas tomo aire enojado y asustado, el era uno de sus guardias, encargado de su protección, sabia que era humana, sentía que le había fallado a su alfa.
-Por su olor solo se que quien la marco está muerto... -Zach miro a Carson, quien murmuraba como si estuviera loco- no sabia como decírtelo Carson, era difícil, e-ella no sabe nada de hombres lobos, l-la tiene desde que la conocí... pero ella nunca habla de eso...
-¿Eso es todo? -susurro sin fuerza, cuando Zach lo miro sin entender volvió a preguntar- ¿qué mas me ocultas de mi luna?
-No quería ocultarte nada -se veía arrepentido- se lo que no querer hablar de lo que vivimos, y lo mismo es con Ellie, por eso no dije nada, no quería que le preguntaras y la hicieras recordar -cerro los ojos- Carson eres mi amigo, pero ella también, pero tu eres mas fuerte que ella -cuando lo vio fruncir el ceño agrego- no hablo de fuerza, Ellie habla muy poco de su familia, y menos aun de su infancia, pero por como se comporta se que no debió ser feliz, y creo que tiene que ver con su marca... no se nada de ella, pero, puedo sentir que su infancia no fue diferente a la mía...
Carson solo lo miro sin decir nada, se levanto y se fue, volviendo al bosque.