Atenea: Entre Deseo y Poder
img img Atenea: Entre Deseo y Poder img Capítulo 2 Olvidar todo es más que difícil
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Capítulo 6 Egocentrismo img
Capítulo 7 Las velas del cajón img
Capítulo 8 Inesperado img
Capítulo 9 Agua caliente y sudor img
Capítulo 10 Amor y odio img
Capítulo 11 Algunas verdades img
Capítulo 12 Algo más que deseo img
Capítulo 13 Falta de cordura img
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Capítulo 2 Olvidar todo es más que difícil

Bajaron los coches de los aviones privados y seguimos nuestro rumbo a Brooklyn ya estando en Nueva York. Cameron y yo seguimos el camino de los demás hasta llegar a la casona donde Dixon y Melanya daban su primer sí.

Todo era de color blanco, la entrada era un gran arco de rosas blancas. Había mesas por todo el campo y luces amarillentas acompañando como un momento íntimo. Pise la alfombra roja y de repente se llenaron de fotógrafos a mi alrededor.

Cameron y yo posamos para las fotos, Dana y Lucian los evitaron por seguridad de Rosé. Mi madre se apoderó de ellos, ella había sido cara de Vanity Fair durante tres años por su compañía familiar de moda. Así que su rostro era muy buscado para las fotos.

Entramos y nos dieron la bienvenida los padres de Melanya.

Fiorella y Gaspar, dos empresarios con mucho dinero en mano. Gaspar era un contador y abogado millonario del Wall Street, y Fiorella una de las empresarias más ricas del país. Dixon no tenía suegros pobres, sino más bien una buena reputación como para trabajar de un simple chófer. Había optado a Melanya, una artista que pasó de ser nadie a ser una de las manos buscadas para estar en grandes museos de arte de los Estados Unidos.

Dixon lo tenía todo. Suegros ricos, una novia talentosa. Y un secreto muy sucio conmigo.

Nuestra mesa decía Familia Brown. Me senté esperando algo de beber, pero nadie aparecía ofreciendo champagne ni una copa de gin tonic. Dana se sentó a mi lado luego de dejar a Rosé jugar con Cameron y Lucian a unos metros de nosotras.

Mi madre se paseaba saludando a medio mundo, en especial a los padres de Melanya. La madre de Melanya y mi madre no se llevaban nada bien. Hace muchos años hubo rumores de que mi madre y el padre de Melanya tuvieron un romance a las espaldas de Fiorella cuando apenas ellos llevaban meses de relación. Y por supuesto, Fiorella dominaba las pasarelas y la moda antes de convertirse en empresaria.

Entonces me di cuenta de que he salido igual de maldita que mi madre.

Dana me tocó la mano de repente.

-Hay rumores que en la cocina esconden el champagne, yo que tú iría a buscar uno o dos. He dejado la lactancia de Rosé hace ya dos años, creo que es hora de que Lucian me cargué en vez de a Rosé... -la miré riéndome, nos levantamos y fuimos a la casona donde estaba la entrada de la cocina.

Un chef muy reconocido nos dio la bienvenida y no pudo dejar de verme el vestido. Ni el escote, ni las piernas, como la mayoría de la gente allí. Una de las meseras se sacó una selfie conmigo, me seguía en redes desde ya hace tiempo.

Tomamos dos botellas de champagne, Dana se encargó de llevarla más dos copas en las que íbamos a tomar. Si queríamos buena noche, íbamos a comenzar desde temprano. Recorrimos el pasillo elegante y de mármol, pasamos por las habitaciones de los novios y pude ver el nombre de Melanya en una de las puertas. Se escuchaban risas.

La de Dixon estaba al frente, y estaba abierta, pero nadie adentro.

Le dije a Dana que llevara todo a la mesa, ella entendió lo que quería hacer apenas vio el nombre del vestidor de Dixon al frente de nuestros ojos. No tuvo problema, tomó todo y se fue por el pasillo donde entramos.

Caminé lentamente hasta llegar a una habitación donde guardaban todos los regalos de los novios. Había de todo, créeme, hasta un lavavajillas.

Vi a Dixon sentado tomando un vaso de vino, toqué la puerta que a pesar de que estaba abierta no pude contenerme en hacerlo. Él alzó la vista me miró de pies a cabeza. Sonrió de lado, realmente me perdió por completo.

Me senté a su lado y tomé una copa para servirme vino.

Dixon me lo impidió.

-Te ves hermosa, malditamente hermosa -me dijo muy cerca de mi rostro, me tocó el muslo sin ninguna otra intención y se acercó rápidamente a besarme el cuello. Pero mi impulso fue primero, puse una mano en su pecho y lo alejé de mí inmediatamente-. ¿Qué ocurre, Atenea? ¿Tienes miedo de que te haga algo el día de mi boda?

No era eso, era que yo también quería dejar de quererlo demasiado.

-Exacto, es el día de tu boda, Debes estar sobrio, Melanya debe de estar muy hermosa seguro. ¿Y tú que haces aquí? -Tomé la botella y se la alejé de él.

-Esperándote, no te vi llegar. Por eso vine a encerrarme.

Algo me dio escalofríos en el cuerpo.

-Aquí estoy... Aquí me tienes... -cerré mis ojos cuando él volvió a tocarme, me tocó el cuello y luego su pulgar acarició mi labio inferior quitando un poco del labial-. Dixon... Ya no podemos seguir esto, lo sabes. Y Melanya debe estar esperándote.

-Que esa perra espere lo que tenga que esperar, yo quiero follarme a mi chica.

Se acercó a mi rápidamente hasta rodearme por completo, besándome los hombros y el cuello. Lo alejé del impulso violento que tuve, empujándolo fuertemente para levantarme y salir corriendo por el pasillo. El primer baño de mujeres que encontré me encerré, en uno de los cubículos. Y me puse a llorar.

Superar a Dixon iba a ser imposible, a primera vista.

Grité fuertemente golpeando los cubículos. En ese momento saqué el teléfono de mi pequeño bolso que había llevado y llamé a Maia. Su tono sonó tres veces hasta que atendió.

-¿Atenea? ¿Qué sucedió?

-Cuando llegue a Vancouver, ¿puedes pasar por mí? Necesito una noche de chicas, no quiero volver a casa... Déjame ir a tu departamento.

-Atenea, sabes que no puedo, además sabes que...

-Cambié tus horarios para que tuvieras día libre hoy, tu madre se quedará en la mansión por esta noche. Necesito estar contigo, necesito poder estar en paz. Por favor, amiga, hazlo por mí. No quiero volver a deprimirme.

Maia se quedó en silencio.

-Niña lista..., está bien. Pasaré por ti en cuanto regreses, solamente avísame. Y por favor, que te traiga Cameron así me aseguro de que llegues viva.

Le di las gracias y colgué el teléfono.

Odiaba el hecho de que tuviera que acudir a Maia para poder salir de mi tristeza. Nos conocíamos desde los seis años, misma edad. Su madre era la sirvienta de mis padres cuando apenas yo era una niña, dejaban que Maia viniera a la casa para que yo pudiera sociabilizar con alguien.

Cuando cumplimos los quince años, nos escapamos a la casa de huéspedes y robamos un vino de la bodega de mi padre. Nos lo tomamos todo hasta quedar borrachas, y prometimos ser mejores amigas hasta que tuviéramos el cabello blanco. Incluso nos dimos un beso de promesa, algo que jamás olvidaremos.

Nuestra amistad era algo que mi madre no aprobaba. Y la madre de Maia al principio tampoco, porque no quería tener problemas con mi padre o madre. Aunque tiempo después pude conquistar su corazón de igual forma.

Maia era una gran artista visual, pintaba como los dioses, y quería haber estudiado en la universidad de Arte de Nueva York. Pero su madre y la doctrina que llevaban sobre el trabajo primero antes que los sueños era algo que me dolía profundamente. Maia se había criado sin su padre, él estaba en prisión por asesinato y también las habían abandonado cuando vivían en Argentina. Mi padre las conoció allá en su viaje de negocios, y las adoptó a la familia. Se mudaron a Vancouver cuando Maia tenía 6 años, y con todo lo que han ganado con su madre se han podido pagar uno de los mejores departamentos del centro. Su vida había cambiado para siempre.

Acomodé mi ropa y salí del cubículo, en ese momento en que salí vi a la madre de Melanya lavándose las manos mientras que también acomodaba su maquillaje.

Me paré a su lado y lavé mis manos igual, se notaba lo mucho que había llorado.

-Me alegra que no hayas salido igual de ridícula que tu madre -dijo de repente, la miré con el ceño fruncido-. No te lo tomes a mal, tu madre siempre ha sido así de... Irrespetuosa, aún hay pobreza en su linaje griego. O no sé, dímelo tú que la conoces mejor. Ahora que es rica y poderosa, se ha olvidado quien le ha enseñado a caminar en esos tacones altos de Gucci.

Quise decir algo, pero Fiorella me dejó con la palabra en la boca.

Se largó al segundo que escuché la música de entrada de la novia al segundo de salir del baño para contraatacarla con algo buenísimo que tenía en mente. Pero vi a Melanya venir por pasillo, su vestido era precioso. Tan delicado, tan preciosa como ella. Su sonrisa espléndida, tan ella y tan hermosa como todo lo que tenía puesto. Una de sus damas de honor llevaba las rosas, cuando pasaron por mi lado es como si no existiese.

Fiorella pasó de nuevo y me sonrió falsamente.

Regresé al patio y vi que Dana ya se había bajado una botella sola. Me senté con ella en las bancas del pasillo donde Melanya iba a caminar hacía el altar. Y vi a Dixon listo esperándola.

Siempre he pensado en la mala relación de Dixon con su padre. Su madre había fallecido cuando él tenía apenas diez años. Él y su padre no se hablaban hace ya muchos años. Los padres de Melanya odiaban que Dixon trabajara como chófer, pero su padre lo había sido por mucho tiempo y hasta había trabajado para el presidente de Italia. Entonces Dixon, aunque no era casi nada rencoroso, quiso serlo también. Ahora estaba aceptando un trato con Gaspar para trabajar en Wall Street, y poder vivir del arte junto a Melanya.

Sonó la música y Melanya se cruzó ante sus ojos como un rayo de luz. Dana me susurró al oído que el vestido de Melanya es una mala imitación del vestido de mi madre cuando se casó con mi padre. Tenía razón, era una mala imitación.

Los ojos de Dixon brillaron cuando la vieron a ella.

Y se apagaron cuando se encontraron con los míos.

En ese momento también me crucé con la mirada de Fiorella.

No sé por qué en el fondo sentí que Fiorella sabía de algo, de algo muy grande.

Pero bueno, siempre he sido una sin vergüenza. Tomé la botella de vino que llevaba entre mis piernas y le di un largo sorbo para luego mirar a mi madre por mi hazaña en la bebida. Y luego miré todo el espectáculo.

Ya quería irme de ese maldito lugar.

            
            

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