En las Redes del CEO.
img img En las Redes del CEO. img Capítulo 2 El Ascenso.
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Capítulo 6 Sobria img
Capítulo 7 Conociéndonos. img
Capítulo 8 Cartas sobre la mesa. img
Capítulo 9 Fin de Semanas img
Capítulo 10 Invitadas. img
Capítulo 11 El Poder del Alcohol img
Capítulo 12 ¿Caballero o Aprovechado img
Capítulo 13 ¿Vas o Te quedas img
Capítulo 14 Cenicienta img
Capítulo 15 La Fiesta. img
Capítulo 16 Si tú supieras. img
Capítulo 17 Desaires, desaires. img
Capítulo 18 Cada cosa en su lugar. img
Capítulo 19 Déjame Explicarte. img
Capítulo 20 ¿Y la firmeza img
Capítulo 21 Puesto Nuevo img
Capítulo 22 El Trato img
Capítulo 23 La Cita img
Capítulo 24 Encantadora img
Capítulo 25 Velada Especial. img
Capítulo 26 Latidos img
Capítulo 27 Entrega Total. img
Capítulo 28 Día de paseo. img
Capítulo 29 Creando Recuerdos img
Capítulo 30 De vuelta a la realidad. img
Capítulo 31 Cenizas. img
Capítulo 32 El llamado del pasado. img
Capítulo 33 Intrigada. img
Capítulo 34 Te doy una mano. img
Capítulo 35 Formalicemos. img
Capítulo 36 Nuevas Caras. img
Capítulo 37 Impaciente. img
Capítulo 38 No lo contengo más. img
Capítulo 39 Escapando. img
Capítulo 40 Es que te amo. img
Capítulo 41 Ya no estás sola. img
Capítulo 42 Un último regalo. img
Capítulo 43 Nueva Mamá. img
Capítulo 44 Yo te cuido. img
Capítulo 45 Reajustes. img
Capítulo 46 No te fíes. img
Capítulo 47 Déjame Resarcir. img
Capítulo 48 Quiero Hacerte un Regalo. img
Capítulo 49 La Cena img
Capítulo 50 Las cosas como son. img
Capítulo 51 Cortando lazos. img
Capítulo 52 Fracasaste, Fergus. img
Capítulo 53 Desconectada. img
Capítulo 54 Lejos es mejor. img
Capítulo 55 Tiempo de reparar. img
Capítulo 56 Las paces. img
Capítulo 57 Reconciliaos. img
Capítulo 58 Amigos siempre amigos. img
Capítulo 59 Rumores. img
Capítulo 60 Te lo dije img
Capítulo 61 Guerra declarada img
Capítulo 62 Prohibido Olvidar img
Capítulo 63 Decidida. img
Capítulo 64 Cuando toca, toca. img
Capítulo 65 Reajustes img
Capítulo 66 Despedida img
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Capítulo 2 El Ascenso.

-¿Por qué, señor? Si usted había dicho que trabajaría hasta que la muerte le visitara. ¿Qué le ha hecho cambiar de opinión?

Estoy verdaderamente intrigada, ya que su abnegación por su empresa es incomparable.

-Porque estoy muriendo, Olivia - abro los ojos alarmada por lo que me dice y él sonríe - Bueno, no tan literal, pero estoy envejeciendo y la vida se me está yendo de las manos, sin que pueda detenerlo. ¿Cuánto tiempo más crees que me quede, diez años, con suerte? No estoy seguro, pero podrían ser diez meses y quiero vivir el tiempo que me queda en paz.

Asiento con la cabeza, sé que tiene razón. En el fondo, me alegro de que haya tomado esa decisión, aunque es algo drástica, pero estoy segura que le hará bien.

-Comprendo, señor. Está usted en lo correcto, espero que pueda disfrutar de todo eso que con tanto esfuerzo ha construido.

Le sonrío con sinceridad y él me devuelve la sonrisa.

-Gracias, querida. Debo decir que he trabajado con muchas personas, pero tú eres especial. Tienes un don para liderar y espero que alcances todo lo que sueñas.

Sus palabras me conmueven y, aprovechando el momento y la confianza que le tengo, decido lanzarme por ello que he querido desde hace meses.

-A propósito de eso, señor, hay algo que me gustaría comentarle.

-Adelante - me insta a hablar, todavía de pie frente a mí.

Me aferro al respaldo de una de las sillas que están frente a su escritorio. Tomo aire y me lanzo, con miedo al fracaso, pero, de todos modos, no tengo nada que perder.

- Quisiera pedirle la oportunidad de un ascenso, señor, más ahora que se va usted a retirar y ya no le hará falta mi compañía.

Él me sonríe con una sonrisa lobuna y yo lo miro seria, en ascuas, esperando su respuesta.

-¡Ay, Olivia! Hasta que por fin te has atrevido - suelta una carcajada a la vez que toma asiento en su sillón reclinable, frente a su ordenador de mesa.

La camisa que trae es azul claro, lo que hace juego con sus ojos.

-¿Qué quiere decir, señor? - ahora sí que estoy confundida.

-Pues que, dado tu talento y habilidad, sabía que no te conformarías con el puesto de asistente, pero fui demasiado egoísta como para dejarte ir y esperaba que me lo pidieras tú.

Mi corazón da un vuelco al oír esas palabras.

-¿Entonces... sí me ascenderá? - pregunto con miedo, sin terminar de creerlo.

-Claro que sí, querida. Trabajarás de la mano con mi reemplazo, no como asistente, si no como co-corporativa.

Se acerca y me estrecha la mano con cariño y yo siento que es el día más feliz de mi vida.

            
            

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