-¿Usted cómo sabe eso?-indago con tono sorprendido
-Soy una bruja muchacho, puedo saber todo lo que sucede en este pueblo con solo tronar mis dedos-confiesa
-Entiendo, ahora dígame su oferta.
-Te daré una oportunidad de acercarte a la princesa y le robes el trono, pero a cambio tienes que enamorarla y embarazarla, después tienes que entregarme a su bebé, ¿Aceptas?.
¿Yo robarle el trono a la princesa celia?, ¿Entregarle nuestro bebé a esta anciana?, esto es un sueño muy extraño, ¿Cómo alguien de mi clase puede robarle el trono a una princesa?, eso es imposible, pero es muy tentadora la oferta. Por fin llego mi oportunidad de pisotear a todos los que lo hicieron, no voy a desperdiciar esta única oportunidad que tengo.
Sonrió y estiro mi brazo.
-Acepto-dije con seguridad
Ella estira su brazo y cerramos la oferta con un apretón de manos.
-No te vas a arrepentir muchacho, suerte enamorando a la princesa-dice, se da la vuelta y continúa con su caminata.
No esperaba que se me presentará una oferta como esta, estoy tan sorprendido que pienso que es un sueño y en algún momento despertaré, estoy tan feliz que no pienso contarle a nadie porque ese trono será solo para mí, no lo pienso compartir con nadie ni con esa princesa que no me servirá para nada.
Espera un momento, pero ella no me dijo cuando va a suceder, ¡¿Por qué no se me ocurrió preguntarle?!, soy un tonto, miro a mi alrededor y no veo a la bruja por ningún lado, pero, ¿Cómo pudo desaparecer de un momento a otro?, me imagino que ella sigue caminando, ¿No?, la puedo alcanzar todavía, empiezo a correr, pero no la veo por ningún lado, ¿Cómo pudo caminar tan rápido?.
Creo que solamente fue un espejismo lo que vi y no fue real, que decepción... era demasiado bueno para ser verdad, ya ni modo, voy a regresar a casa mejor.
Corro hasta llegar a casa, pero veo a mi hermanastra parada en la puerta, yo supongo que me está esperando para manipularme de nuevo, mejor la paso de largo y que le haga caso otro tonto.
-Hola hermanito, te ves muy tenso, ¿No quieres que te dé un masajito en mi habitación?-pregunta melody con voz sensual, se pone frente la puerta prohibiéndome el paso y me toma de la camisa.
-No melody y déjame pasar que tengo que hablar con tu madre-dije con tono serio
-Ya deja de hacerte el difícil que no te queda hermanito-rodea mi cuello con sus brazos y se acerca a mis labios.
-Espera-quito sus brazos de mi cuello y la separo de mí-esto no es correcto, somos hermanos, ¿Recuerdas?.
-Hermanastros-añade melody
-Es casi lo mismo, pero el punto es que los hermanastros no se besan-sentencio
-Entiendo hermano-miente
-Gracias por al fin entenderlo, ahora déjame pasar-ordeno
-Esta bien-se aparta de la entrada y yo entro a la casa, camino hasta la cocina y me detengo cerca de la mesa.
-Ya regresé madrastra-dije con tono frío
Ella se da la vuelta y me mira con odio, se acerca a mí y estira su brazo.
-Dame la bolsa-ordena
-No-dije firme
-No te estoy preguntando, dámela.
Saco la bolsa por mi espalda y saco unas cuantas monedas de oro, la asesino con la mirada y le entrego la bolsa.
-Gracias, ahora lárgate de mi casa-ordena
Me dirijo a la salida de la casa y empiezo a caminar alejándome de ella.
-¡Hermanito!, ¡a dónde vas!-grita melody, la ignoro y sigo caminando sin detenerme.
Celia
El día pasó tan rápido que no me dio tiempo de hacer nada, aparte de aprender a tener modales y todas las cosas aburridas de princesa, quiero tener un poco de libertad y tener amigos, sé que eso no es de princesas, pero no me importa, yo no pedí ser una.
No basta con protestar porque nadie me escucha, solo mi mamá, lo único bueno de esto son mis padres que me dan la libertad que necesito de comportarme como yo quiera cuando pasamos tiempo juntos y no me regañan por ello, ahora mi vida se está desmoronando por culpa de la maldición.
Ahora me pregunto ¿Por qué la bruja nos maldijo sin ninguna razón?, elizabeth me contó que las brujas únicamente maldicen a las personas cuando se meten con ellas y no creo que mis padres se hayan metido con esa bruja mala, tengo que buscarla y descubrir la verdad de todo.
Tocan la puerta de mi habitación interrumpiendo mis pensamientos, me levanto de mi cama y abro la puerta.
-Princesa, es hora de su caminata vespertina-dice el lacayo
-Pero mis caminatas son matutinas-añado
-Su padre me ordenó que la saqué del castillo a dar una caminata para que pueda arreglar el problema de la reina-informa
-Entiendo, pero yo no quiero dar una caminata, me quiero quedar a ver como arreglan el problema de mi mamá.
-Lo siento princesa, pero órdenes, son órdenes, la espero afuera-se marcha.
¿Por qué mi papá no quiere que este presenté cuando ayuden a mi mamá?, ¿Qué más me está ocultando?, me estoy cansando de los secretos, no tengo de otra que obedecer a mi padre, suspiro y me pongo otro vestido de color azul cielo, me pongo unas zapatillas azules también y me hago una trenza en el cabello.
Salgo de mi habitación y camino por los pasillos hasta llegar a la salida del castillo, mi lacayo y yo empezamos a caminar hasta alejarnos, saludé a algunas personas en el camino y a los niños también, adoro a la gente del pueblo porque son muy amables y bondadosos.
En el camino veo a un chico muy peculiar y lindo, él me voltea a ver y cruzamos miradas, su expresión neutra me pone nerviosa y mejor desvío mi mirada, siento todavía sus ojos puestos en mí y acelero el paso.
Volteo y veo que el chico nos sigue, no quiero pensar mal de él, pero como se atreve a seguir a una princesa.
-¡Princesa, espera!-grita el chico
Yo y el lacayo nos detenemos y me doy la vuelta, el chico se acerca unos centímetros a mí.
-¿Qué necesitas?-inquiero
-Quiero hablar con usted en privado-dice el chico dirigiendo su mirada a mi lacayo.
-Lacayo espérame aquí, ahora regreso-ordeno
-Sí princesa-dice el lacayo
El chico y yo nos alejamos de mi lacayo lo suficiente para que no nos escuché.
-¿Y de qué quieres hablar conmigo?-inquiero con tono curioso
-¿Alguna vez usted se ha enamorado?-pregunta el chico con voz cálida