Capítulo 7 Seis

- Quiero las grabaciones de su celda - aviso entrando a la oficina del director.

- Por supuesto - le da la orden a un soldado de allí y este me entrega un dispositivo USB.

- Gracias - me doy media vuelta y salgo de ese lugar.

Entro a mi auto, llamo a Giselle y me dirijo a mi casa, no puedo quedarme aqui en Londres, al menos por estos días y es mejor para mis hijos y Matt el que me vaya a Paris por unos días, necesito distraer mi mente en el trabajo.

- Estaré allá el día de mañana - es lo primero que digo y ella parece llorar de felicidad.

- Gracias enserio, solo necesito un par de días, luego volveré al trabajo no te preocupes, ahh por cierto, le mandas saludos a Jacob y Brooke por su cumpleaños -

- Esta bien, gracias, te mantendré al tanto de la situación - ella avisa a alguien y luego se despide.

- Nos vemos, cuídate - corta la llamada y sigo avanzando.

Aun no puedo creer lo que me dijo Becca, sabia que William nunca fue una buena persona, pero no creí que fuera capaz de matar a alguien, es decir, el poco tiempo que "conviví" con él nunca se mostró violento hacia, indiferente tal vez, pero violento no, al menos con nosotros.

Pensé que al menos tenia principios, pero ya veo que nunca lo llegué y nunca lo llegaré a conocer del todo...

Y si bien ella dijo que Barbará buscaba venganza, se podría decir que lo logró hace mucho tiempo con Sebastian que fue tonto al dejarse enredar, pero es algo que después de todo lo "agradezco" sin lo que me hizo no hubiera conocido a Matthew.

Creo que algo que nunca entenderé es el porque de matar a mamá, ella no tenia la culpa de los actos de mi padre, ellos estaban separados y el querer un ojo por ojo es muy bajo de su parte sabiendo que mamá no tenia ningún tipo de conexión con William, si quería vengarse pudo hacerlo con él, nosotras no pintábamos nada allí.

Supongo que esos y muchos secretos más, murieron al igual que William y su sobrina, por lo cual nunca sabré con exactitud lo que en realidad pasó.

Llego a casa y lo primero que hago es prender mi portátil, será mucho mejor si me voy ahora y regreso dos dias antes del cumpleaños de mis bebés, es decir, hoy es lunes, el viernes estaré de vuelta.

Compro el pasaje de avión que según la aerolínea mi vuelo sale en 5 horas, me voy a mi habitación a ducharme, se supone que la hora de almuerzo de Matt comienza en 20 minutos y es cuando aprovecharé en llamarlo.

Salgo cuando ya terminé de ducharme y me voy directo al closet a vestirme, saco una polera, un buzo y unas zapatillas que combinen y voy alistando mi maleta.

No tiene que ser tanto equipaje, asi que solo empacaré lo necesario, me fijo en mi reloj de mano y ya pasaron los 20 minutos.

Llamada telefónica:

- Kylie, mi vida, ¿Todo bien? - pregunta y niego, pero es obvio que el no puede verme.

- Si, todo bien, creo que sería mejor que me vaya a Francia ahora, asi regreso pronto y me da tiempo de terminar con los preparativos para la fiesta - pongo el celular en altavoz y sigo empacando.

- Me llamó el señor Ford, dijo que fuiste a la prisión y entraste a la celda de Rebecca... - tengo un nudo en la garganta desde que salí de ese maldito lugar y es por eso que necesito distraerme.

- Mira, sé que ya pasó mucho tiempo, pero eso siempre va a doler quieras o no... -

- Yo estaba superando eso, tal vez nunca lo haga por completo, pero lo estaba haciendo después de casi cinco años de trabajo y ella solo llega a devolverme al pasado y hacerme sentir lo mismo que sentí cuando perdí a mi mamá... - suspiro y me tumbo en la cama.

- No es justo... todos estos años de pelea contra mi misma porque pensaba que había hecho algo mal y por eso mi mamá no quería verme ni hablarme... Cuando en realidad era Bárbara que no la dejaba, me quitó todos esos momentos de mi embarazo que pude convivir con mi madre y ella solo... Solo me la quitó - nunca dejaré de odiar a William, por él y sus malas decisiones es que estoy así.

- Te entiendo mejor de lo que crees, pero no puedes hacer las cosas solo porque si, se suponía que en estos dos días terminaríamos con los preparativos para la fiesta y luego viajabas... -

- Lo sé, lo sé, pero... Amber y Leah ayudarán aqui, ellas ya saben todo lo que tengo planeado con respecto a la fiesta, además solo nos falta el pastel, las invitaciones y comprar sus regalos - la lista que me dieron ellos hoy está en el auto, así que cuando vaya al aeropuerto la llevaré conmigo.

- ¿Quieres que vaya a verte? - pregunta y niego al instante.

Si ahora estoy así, no me quiero ni imaginar como me voy a poner si lo veo.

- No sigue con tu trabajo, recogeré a los niños y se quedarán contigo aquí en la casa, no te preocupes por mi enserio, estoy bien - suspira y al final acepta.

- Te amo, cuídate - se despide.

- También te amo... -

Fin llamada telefónica.

Termino de empacar mis cosas y le aviso a Martina sobre mi viaje. Paso las siguientes horas viendo una serie y comiendo, con la ansiedad al máximo hasta que veo que ya es hora de recoger a mis hijos.

Bajo con mi maleta de mano y con mi bolso donde llevo toda mi documentación. Subo a mi auto a buscar la lista de regalos de mis hijos y cuando veo el auto que pedí por aplicación.

Subo la maleta y le indico a donde tiene que ir y mientras tanto leo lo que escribieron mis pequeños.

Jacob

- Pistas de coches (Hot Wheels)

- Un saltarín.

- Mucha plastilina de colores.

- Walkie Talkie.

- Audífonos.

- Un auto a control remoto.

El de Jacob, esta bien, es decir, no pidió ningún juguete peligroso para su edad. De todos ellos escogeré dos para su cumpleaños y dos para navidad.

Brooke

- Una lámpara 3D de unicornio

- Smart watch

- Una Barbie que se le pueda pintar el cabello

- Un micrófono

- Una nueva tablet

- Casa de Barbie con 4 pisos y una piscina.

Que puedo decir, es algo que yo también hubiera pedido a mis cinco años, muchos dirán que Matt y yo los engreímos mucho, pero quiero que vivan una buena niñez...

Llego a su escuela y ellos se sorprenden al ver el auto del que bajo.

- ¿Qué pasó con el auto? - preguntan ambos confundidos.

- Oh voy a viajar a Francia hoy, así estaré aqui pronto para su fiesta - les beso la frente a cada uno y subimos al auto.

Le indico al conductor que nos lleve de vuelta a casa y hace lo que le pido, da media vuelta y regresamos.

- Leí su lista, ¿4 pisos y una piscina? - le pregunto a Brooke y ella se encoge de hombros.

- ¿Un saltarín? - pregunto ladeando la cabeza y mi hijo solo sonríe.

- Lo pondremos en el patio - asiento y ellos me abrazan.

Después de algunos minutos estamos de vuelta en casa, los acompaño arriba y ellos saludan a Martina y a Baloo.

- Estaré de vuelta en 4 días no se preocupen, les prometo que llegaré - alzo mi dedo meñique y ellos lo toman.

- Nos vemos mami - dice Jacob sonriendo y le doy un beso a ambos.

- ¿También prometes traerme algo de París? - pregunta Brooke cuando tomo las llaves de la casa y dejo la copia colgada.

- Si se portan bien y no hacen berrinches cuando no esté, pues si - sé como se ponen cuando me voy, una vez tuve que irme a la empresa de Nueva Zelanda por una semana cuando ellos tenían tres años.

Se pusieron a hacerle pataletas y berrinches al pobre de Matt, le insistían en que me extrañaban y querían verme, al final Matt tuvo que viajar a los tres días porque ellos me extrañaban demasiado.

- Ya no hacemos berrinches - mi hija ladea la cabeza y yo asiento no muy segura.

- Los amo cuídense mucho, Adiós Martina - ella me sonríe desde el sillón y yo cierro la puerta de la casa.

Me despido de Arthur diciéndole que no permita pasar a nadie que no sean mis amigas o amigos.

Subo otra vez al auto donde el señor me espera impaciente.

- Disculpe, al aeropuerto por favor - pone en marcha el auto y cierro mis ojos apoyando mi cabeza en el espaldar.

Mi vuelo sale en una hora y media, tiempo en el que aprovecharé en llamar a Leah y Amber.

Marco el número de la ultima y espero a que me responda.

Llamada telefónica:

- ¡Hola! - grita causando que tenga que separarme un poco del celular y bajarle un poco el volumen.

- ¿Cómo estas? - pregunto viendo la hora.

- Muy bien, ya sabes trabajando para ser la tía rica de mis sobrinos, aunque ellos no lo necesitan teniéndote a ti, como sea acabo de salir del trabajo y ... -

- Necesito que me hagas un favor - suelto de repente.

- ¿En que soy buena? -

- Necesito que termines todo lo que dejé para la fiesta de Brooke y Jacob, solo faltan las invitaciones, los pasteles y que lleguen algunas cosas que pedí a la casa, ¿Me ayudas? - pregunto sabiendo que aunque quisiera no se podría negar.

- Obvio que si, amo organizar fiestas y lo sabes, aunque no será mucho lo que haré, va a ser suficiente, pero ¿Qué pasó?, pensé que tu querías organizarlo -

- Si, tuve unos inconvenientes... viajaré a Francia por unos días y estaré de vuelta dos días antes de su cumpleaños, pero necesito tener todo listo - omito la parte de Rebecca, no me agrada mucho la idea de contarle todo lo que me dijo, tal vez en otro momento.

- Ok, perfecto ¿Cuándo viajas?, supongo que maña... -

- Estoy de camino al aeropuerto - rio un poco al escuchar como ahoga un grito.

- Le avisaré a Leah, espero que me traigas regalos -

- Si, no te preocupes, confió en ustedes - sonrió.

- Yo también confió en nosotras, pero tengo que iniciar desde ahora asi que ya me tengo que ir -

- Adiós, gracias - no termino de hablar y ella ya está cortando la llamada.

Fin llamada telefónica.

Conozco lo perfeccionista que puedo llegar a ser y mis amigas son el doble con respecto a organización... Apuesto a que ahora estará llamando a Leah desde una pastelería probando los diferentes sabores que hay.

Llego al aeropuerto y el señor me ayuda a bajar mi maleta, le doy unos cuantos billetes y camino hasta la entrada, hace ya un tiempo que no me subo a un avión.

No me aterran, pero no puedo negar que a veces me pongo nerviosa en los vuelos.

No tengo que hacer fila por lo que paso directo a hacer la documentación, a pasar por la maquina de metales y por último esperar mi vuelo, faltan exactamente 9 minutos por lo que llamo a Matt, se supone que ya debería estar con nuestros hijos.

- ¿Ya me extrañas? -

- Por supuesto que si, ¿Cómo vas? - confió en que ahora mis hijos están un poco más grandes y no harán muchos problemas.

- De maravilla... ¡Brooke ven aqui!, estoy en el supermercado ¿Te parece si hablamos luego? - escucho un ladrido del que supongo viene de Baloo ya que se escucha como el de un cachorro.

- Si, esta bien, por cierto Amber y Leah están ocupadas con la organización de la fiesta así que supongo no podrán ayudarte con los niños -

- Estoy bien son mis hijos, podré unos días con ellos - no lo dudo, pero...

"Pasajeros del vuelo número 152 con dirección a Francia París, el favor de dirigirse a abordar el avión" suena en el altavoz.

- Supongo que ya debes irte, adiós ¡te amamos! - gritan la última frase los tres al unísono.

- También los amo, adiós - sonrío cortando la llamada.

Llevo mi maleta conmigo y me dirijo a abordar el avión, ya adentro pongo una película aunque se muy bien que no terminaré de verla completa ya que mi tiempo en avión es solo de una hora hasta llegar a París. Me dedico a ver la película y a no pensar en nada más.

Algunas veces debemos temerle más a nuestra mente que a otras cosas...

.

.

.

Francia/París

Cuando bajo del avión aviso a Matt y a Giselle que ya llegué a mi destino, tomo el primer transporte que veo y le indico la dirección.

El auto me deja en la entrada del grande edificio, que lleva la letra "K" en una muy buena caligrafía.

- Merci - agradezco cuando el chofer me ayuda a bajar mi maleta.

Camino directo a la entrada donde un guardia que parece nuevo aquí me detiene el paso.

- Tiene que identificarse, ¿Me indica su nombre? por favor - pone una mano en frente mio por lo que tengo que retroceder un poco.

- Kylie Collins... - me interrumpe y cambio el peso de una pierna a otra esperando.

- Disculpe, pero necesita una... -

- Kylie, al fin estás aqui - sonríe Giselle caminando hacia mi - ¿Qué pasa, Dubois? - le pregunta al guardia que parece no entender nada.

- Kylie Collins, directora ejecutiva de la empresa - termino mi oración y él no sabe que cara poner.

- Disculpe, y-yo... - tartamudea.

- Esta bien, déjalo así -

Sigo a Giselle, lleva un vestido negro que hace resaltar su cabello rubio, como el mío antes de pintármelo...

Creo que nunca lo admití y nunca se lo conté a nadie, pero en el fondo lo hice porque quería protegerme, es decir, creí que las personas que me secuestraron la primera vez estaban asociadas con William y por eso querían herirme para amenazarlo o pagar una deuda...

Entonces se me ocurrió de la nada pintarme el cabello, para que no me reconocieran si me observan desde atrás, al fin de cuentas sirvió... al menos el día que "mataron" a Thiago.

A Matt le dije que me lo había pintado porque si, pero en realidad no fue así, al menos no del todo...

Entramos a su oficina donde está su asistente tratando de que no se le caigan todos los papeles que tiene en las manos.

- Déjalos allí, por favor - señala una pequeña mesa y ella deja los documentos donde le indican - Gracias, ya puedes retirarte Sophia -

- Tengo que firmar todos esos documentos ¿verdad? - pregunto viendo una gran pila de papeles organizados por colores.

- De hecho solo la mitad de ellos, parecen cientos, pero no son tantos créeme - asiento.

- Iré a traer un poco de café para empezar - aviso dejando mi maleta a un lado de la puerta.

- Sophia los puede traer -

- Esta bien, quiero caminar un poco - ella decide acompañarme y ambas bajamos y nos dirigimos a la maquina de café, me sirvo un poco y a mi lado ella hace lo mismo.

- ¿Ya viste a la nueva CEO? - susurran a mi lado, me volteo un poco para escuchar mejor y me encuentro con dos chicas una pelirroja y otra pelinegra, que al parecer son del área de recursos humanos ya que en sus uniformes están las siglas RRHH al lado de sus nombres.

- No, pero dicen que solo tiene ese cargo por ser la hija de William Collins, el difunto CEO - responde la otra chica, con que eso es lo que piensan, tal vez algo de eso es cierto, pero yo también estudié al igual que ellas y me gradué con las mejores notas.

Giselle se da cuenta de lo que dicen, pero le resto importancia haciendo un ademán con la mano.

- Si, tal vez - doy media vuelta tomando un poco de mi café cuando escucho que alguien grita.

- Oye tu pasante, tráeme un poco de café - grita la chica pelirroja hacia mi dirección.

- ¿Disculpa? - pregunto confundida, es obvio que no me conocen, por eso me hablan así.

- Te dije que me trajeras un poco de café, ¿O no escuchas? - dirige su mirada de arriba a abajo y su amiga parece darse cuenta ya que abre los ojos de par en par.

- Guarden silencio, esa no es forma de hablar - dice Giselle avergonzada.

- Ella es... - le susurra su amiga, pero ella parece no escucharla.

- Un placer... - leo su nombre - Roxanne, mi nombre es Kylie Collins - parece que se atraganta con su propia saliva y su amiga abochornada, le da palmaditas en la espalda.

- Creí que usted era... no importa lamento la confusión - dice cuando se recupera y apenas asiento se va con su amiga.

- Creo que seria mejor presentarme ante todos, parece que hay muchos que no me conocen - Giselle asiente y llama la atención de todos los de allí.

- Buenas tardes, para los que son nuevos y no me conocen, mi nombre es Kylie Collins Smith y soy directora ejecutiva de esta empresa, hay muchas especulaciones con respecto a como conseguí mi puesto aqui, algunos dicen que fue por mi padre, pero la verdad es que estudié mucho para llegar a donde estoy - todos escuchan atentos, tomo aire y continuo.

- Y creo que William Collins, me puso en esta posición porque supo el potencial que tengo, al igual que todos ustedes, sin más que decir, espero que sigan laborando tan bien como lo hacen ahora y felicito a todos los que tienen un alto nivel de compromiso hacia esta empresa, un gran ejemplo la señorita Giselle Charpentier subdirectora de "Constructoras Keen" un aplauso para ella por favor - todos aplauden algunos sonriendo otros no, Giselle solo sonríe aplaudiendo al igual que yo.

- Eso es todo por ahora, gracias por la atención, pueden seguir con sus labores - subo de vuelta con Giselle a la oficina.

Al día siguiente me encuentro en un hotel con una vista hermosa hacia la Torre Eiffel.

pienso.

Después de unos cuantos minutos mi celular suena con la notificación de un mensaje. Abro el chat de Matt y me aparece una foto de él y mis hijos sacando la lengua hacia la cámara, la foto me saca una sonrisa y decido tomarme una yo también.

Abro un poco las cortinas del balcón y tomo la foto mandándosela a Matt, como dijo Brooke ellos ya están más grandes, no le harán problemas a su papá.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022