Sonrío travieso a tu petición. Me alejo
volvindose hacia l. Coloco mi mano en su garganta y la deslizo hacia su pecho. Sigo el mismo camino con mi boca, luego con mis dientes haciendo que su mano apriete mi cintura y me frote en su erección.
Él es tan sensible a mis caricias como yo a las tuyas, aunque hace mucho tiempo que no tengo sexo, él por su parte, dudo mucho que se esté recuperando.
Taylor me levanta en su regazo haciendo de la pared que separa el baño y su cuerpo mi prisión. La falda del uniforme se sube y mis muslos se vuelven hacia los colmillos de sus manos. Taylor aprieta y siente mi cuerpo de buena gana. Muerde y chupa mi cuello y mi oreja haciéndome suspirar de placer. Su cálido aliento contra mi piel expuesta en contraste con nuestras pieles húmedas por la lluvia serena hace que todo sea más excitante.
- Vamos al baño y hagamos un lío.
allí antes de acostarme - pregunto con dificultad.
Me lleva en su regazo al baño. Me siento en el lavabo, se quita sensualmente la ropa bajo mi mirada devoradora. Como extraño mirar esa piel dorada desnuda. Sentir su cálida piel, sentirlo dentro de mí.
Me bajo del fregadero y desnudo me quita toda la ropa dándome besos en lugares estratégicos. Desnuda, Taylor me admira por un rato haciéndome sentir aún más hermosa. Sostengo su polla dura mientras beso su boca.
Estoy listo para la acción y lo quiero ahora, sin juegos previos, sin caricias, solo tu polla penetrando profundamente dentro de mí. Tomandome salvaje y placentero. Quería hablar con el deseo de que nunca dejara de ser enteramente suyo.
"Cálmate, mujer", pide, tirando aire con la boca.
"No quiero calma. Quiero que me jodas duro. Me giro hacia la pared, me inclino, abro las piernas y muevo mucho el culo. "Entra en mí, así, aquí y ahora.
Inmediatamente siento su polla posicionarse justo antes de que me invada con facilidad en un solo movimiento. Me deleito en la sensación de tenerlo dentro de mí otra vez.
Taylor comienza a moverse lentamente agarrando mi cabello, pero pronto el ritmo se acelera y tengo que hacer un gran esfuerzo para sostener sus clavos y sobre todo tratando de no chocar contra la pared.
Taylor alterna entre sostener mi cabello y mi cintura mientras castiga mi coño con firmes embestidas de su polla. Mi cara se presiona contra la pared y no puedo contener mis gemidos que resuenan en el baño.
En minutos siento que se acerca el orgasmo y él hace una pausa de unos segundos retrasando el suyo. Me da unas palmaditas en el trasero saliendo de mí, como si quisiera que lo viera venir, me da la vuelta, sostiene una de mis piernas y vuelve a penetrarme hasta que siento que se pone rígido mientras se corre.
- Me encanta esa elasticidad tuya... - Juega jadeando con su polla todavía dentro de mí+ - Me hace tener posibilidades.
- Sinvergüenza.
Taylor ya se siente como en casa, entra a la ducha, enciende la ducha y comienza a ducharse sola. Su pene parece casi listo para otro golpe o aún no estaba completamente satisfecho.
yo tambien me ducho
sonriendo sintiéndome un tonto, por supuesto que ya lo he perdonado, así que sin ninguna prueba, sin ninguna certeza de nada, solo espero no decepcionarme de nuevo.