Capítulo 5 Corazon fuerte

inmensamente feliz. Si no fuera por su apoyo y comodidad diarios, no lo haría.

No sé si podría manejar todos los cambios que estaban ocurriendo en el

mi vida en tan poco tiempo.

Eduardo y yo pensábamos casarnos en dos meses, más

o menos, cuando estaba al fnal de mi quinto mes de embarazo y

eso era lo que más me preocupaba. Lo conocía y confaba en él,

pero a veces sentía que todo estaba pasando demasiado rápido y no

sucedió.no había nada que pudiera hacer para detener la velocidad a la que las cosas

- Relájate, Ed. Es como si nunca hubieras pasado por esto...

provocado

Pero nunca pasé por eso, Helena. - Sonrisas por tu

cara seria y preocupada.

"Lo sé, tonto, es que si tú te pones nervioso, yo me pongo nervioso y-"

"Y si te pones nervioso, probablemente tendré que dormir en el sofá".

Bromeó y me reí. Sólo tuvo que dormir en el sofá una vez,

porque había tratado de usar un vestido que amaba y se había puesto

apretada, haciéndome desesperar. Eduardo se rió de mí, dijo que yo

era hermoso, pero no lo creí y lo eché de la habitación.

Confeso que los cambios que vi a diario en mi cuerpo

asustado y me hizo sentir culpable por preocuparme por algo tan fútil

en lugar de centrarme en la vida que estaba creciendo dentro de mí.

***

"¿Estas escuchando? preguntó el doctor y nos mostró la pantalla.

donde teóricamente estaba el corazón de nuestro bebé. El Dr. Richard fue

mi médico durante algún tiempo y pensé que lo mejor sería que él sea el obstetra

sigue mi embarazo.

- Hum hum...

- Sí. - Eduardo y yo respondimos al mismo tiempo.

"Ahora, si pones atención, verás que son dos golpes... y

ni uno. - Miré a Eduardo, para ver si estaba pensando lo mismo.

lo mismo que yo.

"¿Vamos a tener gemelos?" Edward preguntó mientras yo

recuperado del accidente.

"En lo que a mí respecta, sí". Tengo dos corazones fuertes y sanos.

tocando aquí. Felicitaciones a ambos. "Aún en silencio, me giré para mirar al

pantalla una vez más, ahora era posible distinguir el sonido de los latidos de la

corazones y me emocionó y exasperó al mismo tiempo.

¿Cómo cuidaría no solo a uno, sino a dos bebés?

De vuelta en la ofcina, después de vestirme, encontré a Eduardo y

Ricardo hablando.

"Helena, te recetaré algunas vitaminas extra para tu

alimentación. Las náuseas deberían pasar en las próximas semanas, pero si no

mejora quiero que vuelvas a mi ofcina. En cuanto a los mareos, no

son exactamente normales, pero muchas mujeres embarazadas lo sienten a lo largo de los meses y

no presente ningun tipo de anormalidad, solo les deseo

mantén especial atención hasta que encontremos la causa, ¿de acuerdo? -

Asentí, todavía fotando en las noticias. - Una cosa que me preocupa

en este punto está en relación con su peso. Te quejaste de que crees que eres

aumentando de peso demasiado rápido, pero de acuerdo con su gráfco, está

incluso más delgada de lo que estaba hace seis meses cuando vino por su

preventivo, así que trate de comer bien. - El y Edu intercambiaron

miradas rápidas en ese momento y me di cuenta de que ambos eran

hablando de mis hábitos alimenticios.

***

-Es usted un chismoso, señor Eduardo -le regañé en el

camino a su ofcina en Hudhman & Associados. edu tenia

insistió en que lo acompañara a su ofcina a buscar unos papeles para

para poder trabajar desde casa el resto del día.

"Y eres terco, no dejaré que la madre de mis hijos

rellenos de azúcar y mierda", replicó, divertido por el tirón de oreja.

que tomé de mi médico.

Cuando llegamos a Hudhman, lo llevé a su ofcina y

Esperé mientras iba a la ofcina de David para hacer algunos negocios.

pendiente antes de irnos a casa.

Aproveché el momento a solas, para admirar su enorme salón.

mármol negro, la decoración de cuero era un poco fría, pero la vista

fue extraordinario

Entonces, ¿aquí es donde trabajaba el dueño del mundo?

***

DAVID

- Entre.

"Michelle dijo que querías hablar conmigo.

- Eduardo, hubo algunos problemas con uno de los contratos de la sucursal

de Nueva York. Ya hablé con tu padre y me dijo que tienes la

Detalles. Pensé que habíamos llegado a un acuerdo sobre los porcentajes de

la última vez que estuve allí, pero esto de aquí está por debajo de lo que acordamos.

"Traté de hablar contigo tan pronto como regresaste de Nueva York,

David, Sr. Robert habló personalmente con su padre en ese momento. no hay error

alguien allí, decidimos bajar el valor porque la compensación que tenía

que pagar le hizo perder todo su fondo y...

- No somos una entidad de caridad, Eduardo, si no tuviera

capaz de pagarnos no debería habernos contratado.

"Tu padre aprobó y frmó la propuesta, no hay nada más que hacer.

discutido Entonces, no entiendo por qué profundizar en eso...

pregunté"¿Dónde molesto. has estado, de todos modos?" te busque toda la mañana

- Fui a la cita con Helena. Ni siquiera crees la noticia de que

tuvimos...

Lo miré dudando si quería o no saber cuál era la noticia.

porque todo lo que tenía que ver con Eduardo y Helena terminó siendo un

verdadero tormento para mí.

- No me interesa.

- Mi Heli está embarazada de mellizos, prima, ¿puedes creerlo? -

Mi Heli? ¡Maldita sea, eso dolió!

Aturdido por la noticia, sentí una mezcla de celos e ira. No era

sólo un bebé, eran dos. Dos niños que no me pertenecían y

lo sacaría de mi vida.

- Si estás esperando felicitaciones, Eduardo, estás perdiendo el tiempo.

Lo alerté y volví mi atención al papeleo frente a mí, consciente de que

Eduardo le estaba dando todo lo que yo no podía.

"No espero nada de ti, David. Ahora, si has dicho todo eso

necesario, me voy a casa. Helena y yo tenemos la intención de celebrar el bien

nuevo. Apreté el puño y me puse de pie nerviosa.

"A veces me pregunto si esa cosa de chico bueno que tienes

es cierto o si no eres más que un hijo de puta cínico.

"Esa es una cosa que nunca sabrás, ¿verdad?"

Eduardo respondió y me dio la espalda, él actuó de la misma manera.

con Amanda también. Siempre un perfecto caballero, sincero y amable. Y

por mucho que me doliera, esperaba que estuviera siendo sincero con el

Helena porque lo mataría si lo viera lastimar a la mujer que amaba.

DAVID

Casi no podía creerlo cuando mi madre me dijo que Helena sería

presente para el almuerzo del domingo. Ha pasado un tiempo desde que nos hemos visto

y estaba preocupado por la idea, aunque sabía que probablemente no sería

Podría estar allí ese día debido a un viaje de negocios.

"No estaré en la ciudad, mamá, pero Bianca sí, así que no te preocupes.

Preocúpate", dijo mi madre, que había pasado por mi ofcina esta mañana.

mañana y me invitó a almorzar con ella.

"Eso me consuela, hijo. No sé si puedo soportar ver a tu prima y

esa chica juntos. "Tu desprecio por Helena era obvio, y eso