La hija del General
img img La hija del General img Capítulo 3 REPUGNANCIA
3
Capítulo 6 ¡AL FIN LLEGASTE QUERIDA HERMANA! img
Capítulo 7 Mentiras img
Capítulo 8 Guardia baja img
Capítulo 9 VERTERRIANOS img
Capítulo 10 ALAN W. VETERANO RICHMOND img
Capítulo 11 SORPRESA img
Capítulo 12 ESTRATEGIA img
img
  /  1
img

Capítulo 3 REPUGNANCIA

El almuerzo de bienvenida fue incómodo para Tessa, la idea de compartir la mesa con un Garrateniense le revolvía las entrañas. Mientras la comida era servida, ella se retiró un momento y se fregó las manos con jabón en la cocina, la sensación de repulsión por aquel beso, todavía la invadía. De regreso a la sala se disculpó por la demora y tomo lugar cerca de su padre, a un lado de su abuela, quien aguardo paciente su llegada para bendecir la mesa.

-Cuéntenos, Teniente ¿Qué le parece el lugar? -Consulto Don Benito después de rezar.

-Es un lugar magnifico señor -dijo colocando los cubiertos a un lado del plato-No recordaba esta parte de Genar.

-Lo dice como si como si no conociera su propia Nación Teniente. -manifestó Tessa en el doble sentido, asumiendo que sus privilegios eran diferentes a los suyos. Antonieta capto de inmediato su provocación y le dio un puntapié debajo de la mesa. Tessa contrajo la mandíbula ahogando un chillido de dolor.

-De hecho el Teniente Donato fue lugareño del lugar mi querida Tess. -acoto George cortando una pequeña porción del jugoso filete que tenía en el plato. Ella miro a su padre fijamente intentando mostrar interés en sus palabras, sin embargo sus ojos no acompañaban el gesto mentiroso de su boca "Una sonrisa falsa". -Su rostro -prosiguió George -¿No te es familiar mi querida Tessa?

-No padre -declaro firme pero con educación.

-¿Porque debería serlo? - interrumpió Rachel fastidiosa ante la idea de que su prometido sea relacionado en el futuro con su hermana.

-Victoria Steverman -pronuncio George con un gesto formal. Tessa trago grueso, le basto con oír el nombre de su patrona, para darse cuenta del parentesco a fin que había entre ellos. -La señora Steverman es la abuela del Teniente. - declaro el general.

-¿La señora Steverman? ¿La patrona de mamá?

-La misma Rachel -asintió George.

-Entonces, ¿Conoció a mi madre Teniente?

-Si, tuve el placer de conocerla cuando adquirí la mansión Guerre d´ Amour. Aunque le confieso que fueron pocas las ocasiones que he pasado en la propiedad y que tuve el agrado de conversar con ella. -Rachel abrió grandes los ojos, la vivienda que anunciaba Donato, se ubicaba en un elegante barrio en el centro de la cuidad, solo las personas de prestigio podían vivir en esa ubicación. Rachel no podía sentirse más afortunada, al fin saldría de los barrios bajos y tomaría el lugar que le correspondía en la alta sociedad.

-Esta noche, la señora Steverman conmemorara nuestro regreso con una celebración especial. Prepárense, hoy asistiremos todos -anuncio el General fijando su mirada en la menor de sus hijas- Incluida tu Tessa.

-Sepa disculparme padre - dijo Tess pasándose la servilleta por la boca -Pero la señora no me ha mencionado que tuviera la noche libre. - hacia poco más de una semana Tessa había sido asignada en una nueva mansión y la señora Steverman le había requerido que prestara sus servicios esta noche, ciertamente no la entusiasmaba, era consciente que esta celebración implicaba servir a personas que ella abominaba. Entre ellas, la señora Beltrán una mujer extremadamente fina y odiosa, nuera de Victoria.

-No debe preocuparse señorita -dijo Donato levantando su copa con elegancia- Como dueño de la propiedad, estoy en posición de anunciarle que no debe presentarse a trabajar. -Tess lo observo manteniendo su expresión seria y asintiendo con la cabeza, ¿Qué otra cosa podía ser peor, que trabajar para este hombre dentro de la mansión? Pensó.

Algunas horas después en la noche, la familia viajo al centro de Genar para participar del evento. Rachel y Tessa quedaron sorprendidas por los elegantes carruajes y la muchedumbre de personas que convoco el evento. Rachel pudo jactarse, que el elegante vestido que le había obsequiado su padre no desmerecía a ninguno otro que otra dama llevara puesto. George se había asegurado de que ninguna de sus hijas desentonase con el resto.

-Observa Tessa -susurro Rachel en su oído- "Soldados Garratenienses" tal vez entre tantos, exista algún pobre, aburrido y humilde desalmado que esté dispuesto a tomarte como esposa - se burló.

-Que la boca se te haga a un lado querida. - respondió de inmediato Tessa quien se contuvo de golpearla por augurar un mal. Rachel presto atención como la mano de su hermana se empuño con firmeza, supo que debía apresurase en bajar. Sujeto la mano de su padre y camino del brazo junto con él, en tanto Tessa se mantuvo a una distancia considerable observando como Benito descendía con lentitud, escalón por escalón.

-Adelántate cariño, en algunos minutos los alcanzamos. -dijo Benito tomando la mano de su esposa evitando que tropezara con el escalón de la carroza. Tess negó con la cabeza.

-No abuelo, me siento a gusto aquí con ustedes. - Antonieta y él se sonrieron el uno al otro, pudieron darse cuenta de que Tess no deseaba llamar la atención.

Una vez que se aproximaron hasta la fachada exterior, subiendo por las escaleras, Tessa se encogió de hombros presionada por las miradas que se posaban sobre ella. Irónicas, serias y especialmente de mal gusto, provenían en su mayoría de las mujeres que susurraban el parecido que tenía con la sirvienta.

-"No es posible Lady Rosy" -soltó una mujer de mediana edad a sus espaldas- "Una jovencita de su categoría está limitada por los estatutos del monarca a esta clase de eventos". ¡Imagínese!, una criada Artegana arreglada como una dama de clase, no, Steverman no permitiría tal cosa. - cerro con convicción.

En ese justo momento, ignorando las malas lenguas a espaldas de sus abuelos, Rachel alardeaba con la cabeza en alto y el cuello estirado el recibimiento honorable con el cual fue recibido George, "Su gran valor en combate y las vidas Garratenienses que había salvado", no eran un detalle menor. Los ojos de Rachel desprendieron un gran destello, finalmente en la entrada principal fueron recibidos ceremonialmente por el dueño de la mansión: El teniente Donato.

-Sean bienvenidos -expreso cordialmente.

-No podíamos dejar de asistir Teniente, nos complace que nos haya invitado. -dijo Rachel tomando los bordes de su vestido con una reverencia.

-Teniente - aprobó George parabién con un gesto ascendente de cabeza.

-Pasen por favor, en un momento estoy con ustedes. -expreso Donato abriéndose paso por las escalinatas. Rachel quedo anonadada, el Teniente se apartó un instante de ellos para escoltar en persona a sus abuelos. Esto llamo la atención de los presentes que aguardaban su ingreso dentro de la propiedad, y las preguntas no se tardaron en escuchar:

¿Quiénes son?, ¿Por qué sus compatriotas alababan a un General Arteniense? ¿Acaso les permitirían el acceso a los demás? ¿Cuántos más como él había en el lugar?

Los pómulos de Tessa comenzaron a acalorarse, no solo por los comentarios, sino por la presencia de Donato que de pronto se apareció frente a ellos.

-Buenas noches- se anunció en general, sin tener que referirse a ninguno en especial.

-Muchas gracias por la invitación joven Donato -dijo Benito tan pronto se posiciono a su lado-Sepa disculparnos por nuestra lentitud, como podrá observar, hemos perdido la prisa con los años- Donato se sonrió de forma encantadora, Tessa sintió fuego emerger de sus mejillas, no esperaba verlo sonreír abiertamente frente a personas poderosas.

-El tiempo siempre será honorable en compañía de una bella esposa. No hay prisa, si me lo permite caminare a su lado. -Benito y Antonieta consintieron alegremente y Tess, cabizbaja se hizo a un lado para darle espacio.

-Señorita Tessa, me complace que haya decido acompañarnos - expreso Donato con un tono de voz que detonaba sarcasmo. Él estaba al corriente que Tess por alguna razón lo odiaba y no estaba dispuesto a dejar pasar más de esta noche en averiguarlo.

Tessa tomo una respiración profunda y le dedico una sonrisa falsa por encima del hombro -El placer es todo mío "Teniente"- entono mordazmente.

Transitando entre la gente, los rumores no tardaron en acrecentarse. Paso a paso Tessa no pudo hacer oídos sordos a los cuchicheos, "Rachel era por mayoría, el rumor de mayor escándalo".

-Se dice que el joven Donato presentara en sociedad a su prometida - anuncio una dama, aventándose el abanico por la cara.

-He escuchado que es una joven hermosa y sensual -dijo otra con una mueca estirada.

-Yo he oído que es una jovencita de estatus privilegiado, muy adinerada y cortejada por los hombres. Pero claro, su familia no perdió la oportunidad de hacerse más rica concediéndola en matrimonio con el teniente Donato. -menciono una muchacha desencantada. Tess rodo los ojos decepcionada, a excepción de la incuestionable belleza de Rachel, nada de lo que hablaban era cierto.

Algunos minutos después, llegados a la mesa principal Donato advirtió que sus padres platicaban animadamente con el General y Rachel. En tanto los hombres conversaban de asuntos de estado, su madre como de costumbre, se ocupó de explicarle a su prometida la dinastía familiar ilustrada en los valiosos cuadros que decoraban el salón.

-"Mi hijo y tú serán el de mayor valor" -expreso con emoción. El contraste de tanto lujo embriago a Rachel que pudo imaginarse ilustrada por un pintor sofisticado en un cuadro de gran tamaño, pero además, lo que le causaba mayor emoción era demostrarle a Amber, que ahora no solo ella podía ostentar su fina porcelana, los adornos de plata y su valiosa mansión. Ahora ella estaría a la altura, siendo parte de un linaje que su hermana mayor jamás alcanzaría.

-Padre, madre -se anunció Donato -Permítanme presentarles al resto de la familia.

-"Tessa" - expreso la señora Beltrán sin simular su asombro por la sirvienta -"Mírate jovencita, eres toda una dama". En la cuenta de tres segundos, Tessa tomo una gran bocanada de aire y sonrió con frialdad. Después de todo ¿Qué más de esta mujer podía esperar?

            
            

COPYRIGHT(©) 2022